La verga de mi padre y mi tío
Sólo iba a darle otra buena mamada a mi padre pero terminé forzada a una doble penetración.
Bueno, después de que mi padre me dijera que iba a llegar tarde y probablemente ebrio al irse con mi tío hasta tarde, pensé que vendría otra oportunidad para saborear su verga otra vez.
Yo todo el día estuve vestida con mi minifalda, mis medias y mis tacones, con mi blusita de tirantes metiéndome mis dildos en el culo imaginando que eran la verga venuda y gorda de mi padre, que me rellenaba las tripas con su leche y que me trataba como su esclava sexual.
Pasó el tiempo y llegó la media noche y yo me seguía metiendo tantos dildos que le di varias vueltas a más de uno. En eso escuche que abrían la puerta y escuché la voz de mi padre pero con alguien más, no sabía quién era hasta que lo llamó por su nombre y supe que era mi tío.
-No chingues Armando, estas bien pedo, no te puedes ir a tu casa así – mi padre le decía eso – quédate aquí cabron, en el cuarto para visitas te puedes quedar y mañana te vas.
Para llegar al cuarto de las visitas tiene que pasar por el pasillo en el que esta mi cuarto, entonces cuando escuché que se acercaban me metí aún vestida bajo las cobijas, llegaron hasta donde esta mi cuarto y mi padre le dijo a mi tío que lo esperara, abrió la puerta de mi cuarto y me vio acostada.
-ya se durmió – fue lo único que dijo para después irse, pero el cabron no tuvo ni la decencia para cerrar la puerta.
Siguieron su camino hasta el cuarto de visitas y ahí dejó a mi tío, después mi padre se fue a su cuarto que estaba casi al lado de donde estaba mi tío. Una vez escuché que cerrarán las puertas volví a lo mío con mis dildos, esperando que mi padre cayera más profundo en el sueño para ir a darle una buena chupada a su verga.
Pasaron como 15 minutos y seguía metiéndome cositas en mi ano, estaba tan concentrada que no me di cuenta cuando mi tío salió, supongo que se dirigía al baño porque tenía que pasar por mi cuarto para llegar al baño. Yo seguía ahí, en posición de perrita, con mi culo hacia la puerta y expuesto, casi me da un infarto cuando mi tío se colocó a lado de mi cama.
Un hombre algo gordo, moreno, manos grandes y algo alto, no tanto como mi padre, el y yo nos veíamos fijamente pero yo no me dejaba de meter el dildo además de que noté que tenía la verga de fuera, una rica verga de no menos de 20 cm, llevaba un rato viéndome desde la puerta de mi cuarto.
– Así que te gusta la verga – me lo dijo mientras yo le decía que si con la cabeza y me mordía los labios al ver su trozote al que no le quitaba los ojos de encima – ¿me quieres ayudar con esto sobrina?.
Cuando me dijo eso me saqué el dildo del culo y me arrodille frente a el, tenía la boca abierta y salivando para que esa verga entrara sin problemas. La tomé y me la pase por la cara primero, veía la cara de mi tío ansioso de que la devorara, la empecé a lamer como si fuera una paleta de los huevos hasta la cabeza hasta que de madrazo me la metí toda y mi tío soltó un gemido tan rico que me hizo succionarla de inmediato con fuerza.
– Mmm mmm mmm te voy a sacar toda la leche tío, me voy a terminar de criar con tu leche mmm mmm – se lo decía mientras succionaba hambrienta su verga.
– Ah ah mama la manguera de tu tío sobrinita, te veo muy flaquita, yo te voy a dar de comer lechita oh ah.
Estuve chupando esa vergota un buen rato hasta que con fuerza mi tío me jalo del cabello apartándome de ella.
– Ahora vas a tener una verdadera verga en el culo y no esas pendejadas de plástico que te metes – se tiró en la cama boca arriba mientras todavía me traía de las greñas – ahora empieza a cabalgar la verga de tu tío.
Hice lo que me ordenó, me senté sobre el y coloque su verga dentro de mi ano para empezar a dar brincos, su vergota gorda me hizo dar un grito de dolor al meterla pero por cada brinco disfruté más como su pene chocaba con mis tripas y mis paredes del ano, mi tío se movía más rápido y brusco, me causaba varios orgasmos anales. Estábamos disfrutando de lo lindo hasta que pasó algo después.
– ¡Ah cabron! – escuché a mi padre desde la puerta de mi cuarto, yo voltee para verlo parado, me olvide de mi tío pero el no se olvidó de mi culo y mientras mi padre y yo chocábamos miradas mi tío seguía bombeandome el culo sin detenerse.
Mi padre se acercó y yo no le quitaba los ojos de encima y el sólo veía la verga de su hermano entrando y saliendo de mi ano.
– ¡Ah ah ah! tu “hijita” es una perra devora penes Mario ¡oh! – le dijo mi tío a mi padre.
Cuando mi padre estuvo lo suficientemente cerca se inclinó hacia mi culo y con sus manotas abrió mis nalgas para poder ver mejor la escena de como la verga mi tío destrozaba el ano de su “hija”, yo estaba nerviosa de sentir sus manos abriéndome las nalgas, pero me excitaba.
– Entonces no te bastó con saborear mi verga, también la de tu tío – cuando me dijo eso supe que estaba consciente la noche pasada al irle a mamar su ñonga – bueno “hija” planeaba darte verga después pero en estas circunstancias, voy a comprobar de una vez que tanto amas las vergas de macho.
Quedé en shock cuando dijo eso, se sacó la verga de sus calzones, ya estaba erecta – vamos a ver si te caben dos por el culo – al decir eso me invadió el nerviosismo.
– Ah ah ay ah no papi, por favor no, ah ah ah nunca he tenido dos vergas en el culo, tu y mi tío las tienen muy gordas me van a romper, ah ah ah si quieres te la mamo pero por el culo no por favor – le rogué que por ahí no porque aún no tenía el ano lo suficientemente grande.
– Cállate perra, si no te cabe vamos a hacer que te quepa – me dijo mi tío que seguía empujando mis tripas con su verga – Oh ufff Mario, voy a orinarme dentro de su culo para que quede lubricado y lo metas fácil.
Mi tío detuvo su brusco movimiento para orinarme por dentro, sentí como su orina entraba en mis intestinos y regresaban para salir por mi culo. Mi padre entonces acercó su pene a mi ano y con un fuerte empujón metió de una su vergota en mi ano, me hizo gritar tanto que yo creo hasta los vecinos escucharon, empecé a llorar por la desgarrada de culo que me dieron ese par de cabrones, mi mente se puso en blanco, mis ojos se pusieron en blanco y saqué mi lengua para tomar aliento mientras perforaban mi ano casi al mismo tiempo, intenté apartar a mi padre con mis manos pero el las tomó y las uso como impulso para empujar más su verga. Volví en mi y el dolor que sentía se convirtió en placer, mis gritos de dolor eran gritos de placer y ellos lo notaron.
– ¡Oh si ufff! ¿Te gusta tener a 2 machos dentro de ti verdad perrita? – me decía mi padre mientras seguía follandome.
– ¡Ah ah ah oh! Me encanta como ustedes dos hijos de perra me perforan el culo, quiero que me partan en dos cabrones – le respondí a mi padre.
– Ven para acá perra ¡oh! – mi tío me inclinó hacia el, me ordenó que abriera la boca y me escupió un gargajo adentro para luego besarme.
Siguieron bombeando mi culo hasta que se vinieron casi al mismo tiempo dentro de mi, primero mi tío y después mi padre, al sacar sus vergas salió un río de su leche y algo de sangre por la ruptura que dejaron en mi ano. Mi padre se apartó hacia atrás después de limpiarse el pene en mi minifalda y mi tío me empujó fuera de la cama como trapo sucio.
– Ufff vete a bañar perra – mi padre me ordenó.
Yo obediente me fui a bañar, ya estándome bañando y sacándome más sangre y más semen del culo, mi padre y mi tío entran y se meten conmigo a la regadera, mi padre de inmediato me agarra del culo para cargarme mientras me sujeto de su cuello, me ordena que abra la boca y al igual que mi tío, me escupe y me besa mientras me mete la verga. Mi tío no se queda parado ahí y se acerca para meterme una doble penetración otra vez.
Mis machos me dieron duro pero no me duraron como antes, me rellenaron las tripas con su última carga de leche, mi padre me soltó y caí en el piso de la regadera, y como todo macho, les dio por orinar en la regadera pero obviamente apuntando a su perrita, no pude disfrutar sus miados tanto porque se me resbalaban con el agua. Terminaron, mi tío se salió y mi padre antes de salir me agarro de las greñas, me levantó y me dijo – a partir de mañana eres la “mujer” de la casa, así que serás mi señora y mi perra a la vez.
– Si papi lo que tu órdenes – le dije.
Se salió y yo me seguí bañando, salí y me fui a mi cuarto para dormir, ellos estaban en el suyo. A la mañana siguiente mi tío ya no estaba y mi padre se había ido a trabajar no sin antes dejar una nota y un vestido rosa entallado de tirantes así como unas medias negras de cuadros y unos tacones preciosos.
– Ponte hermosa que está noche te presentare como mi perra oficialmente.
Y bueno, aquella noche, fui más que su perra pero eso lo verán después…