La verdad de Mamá

Mi mama lesbiana, engañando a papa, que beso mas delicioso

Gracias a mis lectores, un saludo especial para Camila, espero compartir y hacerlos cómplices de más historias. Besitos Liz

Me desperté con un olor a quemado, de inmediato me levante de mi cama y llegue a la cocina, las tostadas, estaban negras y con su olor característico, pensé que alguno de mis padres las había olvidado, las saque de la tostadora la apague, bote las tostadas, abrí un poco la ventana, para que el olor se fuera desvaneciendo, iba a cepillarme los dientes, cuando al pasar por el cuarto de mis padres, escuche hablar por teléfono a alguien.

  • Ya te dije cariño que hoy no puedo, estoy indispuesta, voy a quedarme en casa -Dijo Mamá

Entre abrí la puerta de su habitación y la vi recostada en la cama, al parecer estaba hablando por bastante tiempo, porque olvido las tostadas. Ella sin lugar a dudas era una mujer hermosa, más joven que Papá, bronceada, tonificada, amaba ir al gym, y a la peluquería, después su trabajo, y luego yo, nos queríamos pero a nuestro modo, sin tantos mimos, era más de parte de ella hacia mi yo lo acepte y la ame así, la conversación seguía, por lo tanto seguía espiando, era lógico que no hablaba con papá

-No me digas esas cosas al teléfono, no seas así, que no ves que no podemos tocarnos, y me tocaría solita- reía-

En verdad era feliz, al parecer su amenté, sabia complacerla como yo a papá, en ese momento abandone la culpa, hasta que la última frase que dijo, confundió mi cabeza aún más

  • Samanta, no te pongas intensa mi vida, prometo recompensártelo, el fin de semana, además no paso tiempo con Lizeth y en verdad pienso aprovechar el día.

En ese momento abrí la puerta de par en par, mas por el impulso de verla y afrontarla, tenía que saber la verdad, ella no se percató de mí seguía con su amante al teléfono, algo que me molestaba, y no sabía por qué ese incomodo sentimiento

-Buenos días Mamá, ¿Ocupada?

-Sí, ya deje los papeles listos en la oficina, y avise que no iré hoy - Dijo tratando de disimular todo

-Saludos Samanta- Dije con sonrisa irónica

-Te dejo- Dijo ella mientras tiraba el teléfono en la cama y se dirigía hacia mí

  • ¿Qué?- replique

  • Hace cuanto lo sabes - dijo tanteando la situación

-Lo suficiente

Termine la conversación era lógico, se le vendría el tema del divorcio abajo, junto con la imagen que yo tenía de ella, pero en ese momento, no pensaba, no estaba enojada, más bien sentía que tenía la situación a mi favor, me duche y salí, ese día no tenía clases, y mamá no iría al trabajo, decidí poner todas las cartas en la mesa

  • Así que cuando termine el asunto de papá te iras con ella - Dije

  • Si tú estás de acuerdo- replico

  • Yo voy a quedarme con papá, ya lo sabias, ¿No?

-Mira Liz, yo sé que es confuso, pero...

  • ¿Qué?, mi mama es lesbiana, se va ir con su amante, no para nada, no te juzgo pero ya sabes no comparto la decisión siempre culpaste a papá-Ella no tenía más palabras y estaba sorprendida, es mi momento pensé- No te voy a joder el asunto del divorcio, pero a cambio, vamos a jugar un rato.

Mi mama, tenía la boca abierta, y los huevos se iban a estropear, me acerque apague el fuego y la mire, era claro que ella entendió la intención, pero no sabía si me abofetearía o simplemente iría a refugiarse en su cuarto como las pocas veces que discutimos, tome un trozo de tostada esperando respuesta

  • ¿Hace cuánto eres lesbiana?- Pregunto seria, tal vez algo culpable

  • Molesto con algunas chicas del colegio- replique- Nada grave, no sé si lo sea, pero me gusta.

  • No es correcto, tú eres mi hija, y no

-Mira mamá se cuan impórtate es tu imagen te imaginas todo lo que te ha costado, llegar a tu puesto a tu posición, y un chisme en tu empresa con tu asistente no sería bueno, no se mama tú decides.

  • Sabes jugar, yo que te creía todavía una chiquilla

  • El tiempo ya paso ma

En ese momento me acerque lentamente, sentía una atracción por esa mujer total, y la bese en la boca, no se retiró, pero tampoco respondió bien el beso, estaba confundida, me retire y serví el desayuno

  • Fantástico, un día con mamá- dije

  • Con que ha esto quieres jugar

Me nalgueo y comento todo el asunto con su secretaria, como había descubierto una por una las infidelidades de papá, y me pregunto el porqué de mi comportamiento, le dije lo que pasaba, como jugábamos con una compañera en casa de ella, y así, fuimos reconstruyendo caminos perdidos, terminamos el desayuno y ella dijo que iba a bañarse, yo iba a lavar la losa, cuando ella me miro, y corrigió que yo iba a bañarla, el morbo no podía ser más alto, sonreí y la seguí, se desvistió, Dios, era preciosa, sin un solo bello, bronceado perfecto, no como mis compañeras, era atlética, ya tenía una cirugía, sus senos, preciosos.

-Pero cierra la boca hija- decía con malicia- Enjabóname

Abrió la ducha y yo empecé a ponerle jabón en su cuerpo, en su espalda, en sus senos en sus nalgas, cuando giro ella fue la que me beso, deje caer el jabón liquido la tome por la cara y la bese, off que beso más delicioso, jamás nadie me besara como mamá lo hizo, ella se arrodillo y vi su claro intención, abrí las piernas y empezó a lamer mi rajita, tenía una lengua mucho más diestra que la de papá, y empezó a penetrar mi sexo con sus dedos, yo no quería así, en verdad quería gozármelo, la bañe bien y salimos hacia su cama, nos acostamos y empecé a besarla, los senos, se los chupaba, besaba, lamia, jugaba con mi lengua, ella abrió las piernas y yo baje a darle atención a ese perfecto coño rosado que tenía, lo lamia con mi lengua, succionaba su clítoris y metía de vez en cuando mis dedos, estaba totalmente mojada, aunque debo aceptar que recibí una que otra instrucción.

  • Uff soberbia, hija eres toda una putilla, complace a mamá

  • No te quedas nada atrás mami

Ella se sentó en la cama me hizo entrelazar mis piernas con las de ella tenía su sexo con el mío, y empezamos a mover las caderas, despacio, besándonos, yo manoseándole las tetas, esa mujer era un infierno, sentía como volvía la sensación, cálida, subiendo, me iba a venir en con mi mamá no podía ser mejor empecé a mover las caderas mas rápido, mama gemía como posesa, mas rápido y nos vinimos ambas ella tenía todas los muslos mojados y yo mojando su rajita era delicioso verla con esa cara de vicio, me encantaba mi  madre, jamás me arrepentiré de espiar esa llamada, y samanta aún no sabe porque le agradezco tanto .

Besitos, Liz