La venganza es un placer de dioses (1)

De cómo me vengué de una infidelidad de mi ex-novio.

La venganza es un pacer de dioses (I)

No sé cómo, pero lo cierto es que esa mañana abrí la mochila de mi novio, tenía un mal presentimiento… y nada más abrirla lo vi.: un condón. Era uno de esos condones que dan a la entrada de las saunas; no sabía qué hacer, mi novio estaba en la ducha y sólo de pensar que me ponía los cuernos… me ponía malo, estuve a punto de salir corriendo, de entrar en la ducha y pegarle un guantazo, pero me contuve, puse mi mejor sonrisa. Mientras él salía y se secaba a mi lado yo me puse lo más provocador posible, me puse mis bóxer negros trasparentes, una camiseta sin mangas que hacen ver mis pezones, unos tejanos desgastados que marcan mi culo y mi paquete, un poco de perfume (egoiste platinum).Mientras me vestía miraba de reojo a mi novio, cómo me miraba, como me devoraba con la mirada, cómo me deseaba… se fue acercando a mi, excitado, me besó, lo abracé, nuestras bocas se fundieron en una y nuestras lenguas se buscaron, baje mi mano para tocar su paquete (la verdad sea dicha, mi novio no tenía una buena polla, más bien era pequeña, como de unos 10 cm. en estado de excitación), él bajó su mano por mi espalda hasta mi culo, lo sobó, metió su mano por dentro y… justo en ese momento empecé a vengarme, me separé de él y le dije:

cariño, es tarde, vamos o no legaremos a tiempo.

El, todo caliente y rojo, con unas ganas de follar tremendas que se le veía en la cara no dijo nada, me siguió hasta a puerta y salimos.

Nos despedimos en plaza Cataluña, él iba a la biblioteca a estudiar (eso me decía), yo a pasear (al menos eso e dije).

Cuando habían pasado 15 minutos de nuestra despedida me dirigí sin más a una de las saunas que hay cerca, tenía mucha rabia, celos, no podía creer que ese picha corta me pusiese los cuernos, ¿quién iba a querer follar con él?, no era muy guapo, gordito, bajo, con gafas, no entendía cómo era posible.

Sin pensar llegué a la puerta de la sauna, mi corazón se aceleró.

-¿numero de zapatilla?, me preguntó el chico de la sauna, alcanzándome las llaves de la taquilla, un condón como el que ya traía de mi novio.

Subí al piso de arriba, en los vestuarios no había nadie, me desnudé rápido, me puse a toalla a la cintura y me fui a las duchas.

En las duchas había varios tipos, de todas las edades, la verdad no me importaba la edad, solo quería venganza. Me quite la toalla y me puse bajo la ducha mientras era observado por varios.

Me puse jabón y me lo fui pasando por el cuerpo, primero por mis pechos, los rozaba despacio hasta que los puse firmes. Después por mi pene y mis huevos, me sentía observado y eso me excitaba más. Me di la vuelta y me fui enjabonando e culo, lo abría, lo mostraba y se lo ofrecía a todo el que estaba mirando. Me sequé y me dirigí a una de las cabinas, esta no tenía luz, lo cual me gusta más, estire la toalla, deje la puerta entreabierta y me tumbé boca abajo, con las piernas separada, ofreciendo mi culo, a merced de que quisiese usarlo.

No habían pasado ni 5 minutos cuando a puerta se abrió del todo y asomó un tío, se acerco y fue pasando su mano primero por mis piernas, subiendo hasta mi culo, siguió un poco por la espalda y bajo de nuevo hasta mi culito que ya se levantaba ofreciéndose, me metió un dedo y yo suspiré, sin embargo se fue. Pensé que no le había gustado, pero a poco volvió a entrar, esta vez acompañado de otro. Cerraron la puerta y se acercaron los dos a mi.

El primero me estaba metiendo mano por mis piernas y por mi culo, el otro, más mayor se sentó delante de mi, me tocaba la cabeza y me apretaba para que se a comiese, así que se la cogí con una mano y abrí mi boca para comerme aquel bocado que me ofrecían. Era una polla gorda, no muy grande, con un capullo muy bueno, con un sabor delicioso, me dispuse a darle la mejor mamada de su vida, me la trague entera hasta los huevos, sentía cómo me apretaba la cabeza para que no dejase de tragar y yo obedecía, tenía toda la garganta llena, me rozaba hasta la campanilla y yo deseaba más, empecé a subir y a bajar con mi cabeza, apretándole los huevos con una mano, sintiendo cómo mi saliva los mojaba.

El otro chico, mientras tanto me estaba mordiendo las nalgas, despacito, suavemente al principio, con su lengua me recorría la espalda y arrancaba de mí unos leves suspiros que eran ahogados por la polla de su compañero en mi garganta.

Me abrió e culo y me empezó a lamer mi agujero, sentía como me succionaba, cómo me mordía, me penetraba con la lengua, me o mojaba todo y con un dedo me follaba.

Yo me sentía una puta, estaba pensando en mi novio, en los cuernos que e estaba poniendo, unas lágrimas se me escaparon, me dolía hacer eso, pero se lo merecía. Sin embargo aquello era muy bueno, estaba tragando una buena polla, me gustaba sentir ese calor de a lengua en mi culo, esa lengua que fue subiendo por mi espalda hasta llegar a mi cuello, me mordió el cuello y yo sentí cómo toda mi pie se erizaba, se me ponían los pelos de punta y me abandonaba más aún, me abrí más de piernas y puse mi culo en pompa cuando sentí su polla en mi raja, de un movimiento me la metí entera, la sentí bien dura, me dolió al entrar, pero la sensación era de placer. Sentía los huevos del tío en mis nalgas, sus dos manos en mis tetillas, la mano del otro en mi cabeza, no quería que dejase de mamar y yo no iba a hacerlo. Mientras mi cabeza subía y bajaba, y mi boca se abría y se cerraba y mi lengua recorría todo su glande, el otro me empezó a follar e culo, no lo hacía despacio, sacaba toda la polla y la volvía a meter de un solo golpe, haciéndome abrir el culo, sentía cómo me calentaba por dentro, me excitaba más y más y medía con mis movimientos más polla.

Empezó un mete saca fuerte, dándome palmadas en e culo y mordiéndome en la espalda, yo me sentía arder, me estaban follando, me estaban rompiendo el culo y estaba comiendo polla, el tipo a que se la comía me apretaba cada vez más la cabeza, me hacía tragarla cada vez más, hasta que gritando sentí como su polla latía fuerte, se ponía dura como una piedra y descargaba el primer chorro en mi garganta,

Uhmmmmmm, estaba deliciosa, sentía los chorros de leche dentro de mi, estaba calentita, espesa, dulce, mientras se corría, movía mi lengua alrededor de su glande buscando la leche, haciéndole suspirar de pacer, … así hasta que aflojo su mano de mi cabeza y pude sacar esa polla de mi boca.

Ahora era yo e que gemía, gemía fuerte, porque mi culo era atravesado de una forma bárbara, era una polla grande, no muy gorda, pero larga. Me follaba fuerte, dándome estocadas, moviéndose en círculo y apretando mis pezones.

Más…. Siiiiii …Ho, ssiiiii, follame cabrón, foooollllammmeeeeeee!!!

Me sentía como una puta, quería más leche, deseaba que se corriese en mi boca, que me llenase

Él debió saber lo que pensaba pues sin decir nada me la saco, tiro del condón y dándome la vuelta me la puso en la boca, solo pude abrirla y empecé a sentir como se estaba vaciando, yo con la boca abierta y recibiendo su leche, a primera descarga fue entera a mi boca, a segunda me lleno la cara de leche, después me metió la punta en mi boca y acabo de corredse.

Ah, me dolía el culo, tenía la boca con regusto a leche y estaba caliente, mi culo me ardía, parecía que o había despertado, estaba caliente, y me pedía más.

Ellos se fueron a la ducha, yo me limpié un poco con la toalla y me volví a tumbar boca abajo, con las piernas abiertas, mostrando mi culo recién follado.

No tardo en acercarse otro tío, fue pasando su mano hasta mi culo y metió un dedo, sin oposición, pudo comprobar que estaba bien abierto, así que sin más, sin cerrar la puerta ni nada, se colocó encima de mí y me la mandó de un solo viaje. Yo cerré los ojos, volvía a estar atravesado y estaba feliz, pensé en mi novio y le dedique ese polvo. Me estaban dando de nuevo, me entraban en mi culo y salía, con un vaivén rítmico, sin prisa. Empecé a gemir, fuerte, para atraer más tíos, haciendo ruido de pacer, quería ponerle los cuernos bien puestos a ese carbón.

Mi táctica funcionó, al poco había 5 tíos en la cabina dispuestos a darme polla por todos mis agujeros. Me follaron todos, no sé cuantos me rompieron el culo esa tarde. Cuando llegué a casa, me duche y al salir llegó mi novio; al verme desnudo se excitó y me acarició, y yo me deje acariciar, me metió un dedo en mi dilatado agujero. No sé si se dio cuenta de que estaba más dilatado de lo normal, lo cierto es que me acabo follando, al acabar, me dijo.

-hoy no has gemido ¿te pasa algo?

_nada, he sido una tarde muy cansada para mi. –le respondí

Jajajaj, cómo quieres que gima si tengo el culo roto por 5 tíos con las pollas el doble más grandes que tú, eso es lo que pensé mientras me corría en una soberana paja pensando en los tíos que me follaron esa tarde.