La venganza de una fan 3ªparte

Fui llevada de mi casa a un lugar desconocido para trabajar de prostituta

LA VENGANZA DE UNA FAN

3ª PARTE

Hasta las dos de la mañana los cuatro estuvieron abusando de mí de todas las formas. Ni siquiera me dejaron dar un baño. Estaba llena de semen de ellos y flujo de Sara. Toda pegoteada en encima en mis tetas tenia estampadas las manos del mecánico, que parecía que cada que me iba a coger se ensuciaba de grasa a propósito. Les rogué me dejaran bañarme y nada. Cada que pedía ir al baño, me acompañaba cualquiera de los cuatro para evitar lo hiciera. Estaba tirada en el suelo cansada, perforada en todos mis agujeros y medio dormite un poco. Pero estaba alerta a todo lo que decían entre ellos.

MOCHO: mierda que de películas, filmo esta mina y esta de rechupete.

SARA: si, pero es la primera porno recién la filmo hoy con nosotros jajaja.

Apareció el mecánico y Sara llamo a los tres.

SARA: bueno chicos, guardaron todas las cosas de valor que había en la casa ya

MECANICO: si, esta todo en la camioneta, dijiste no llevar las películas. Porque no podemos llevarlas.?

SARA: no, porque si se descubre todo y la policía ingresa, van a pensar, si no están las pelis, van a pensar que es algún fanático de cine, en cambio así van a descartar el ambiente artístico.

MOCHO: bien pensado jefa.

MECANICO: bien, ahí entra Peter con la camioneta, ya podemos levantar vuelo de acá.

Escuche todo eso y pensé que se iban por suerte. La pesadilla terminaría rápido. Pero estaba equivocada. Me metieron en una funda de lona sin manos y sin brazos. Estaba como un matambre.

VIRGINIA: no, por favor Sara no me lleven. No hare denuncias se lo prometo, pero déjenme acá.

Sentí un pinchazo en mi brazo derecho y era que me pusieron una inyección. Lo último que vi era que el Mocho cubría mi cabeza con una capucha igual a lo que pusieron en el cuerpo. Pese a mis ruegos de que me dejaran no dijeron nada. Mis ojos empezaron pesarme y los cerré sin saber mas nada. Desperté y me volvieron a poner otra inyección, pese a mis ruegos que no lo hicieran. Entre divagar nuevamente, cantando o hablando incongruencias. No se que droga me habían puesto, pero estaba haciendo estragos en mi. Nunca me había drogado, pese a lo que digan del ambiente artístico. Cuando  desperté y me sacaron la capucha, estaba aturdida, cerraba y abría los ojos fuertemente, sacudía la cabeza buscando despejarme. Mi cuerpo comprimido en es pieza de lona, con mis dos piernas en una y los brazos contraídos hacia mi pecho, no permitían a buena irrigación sanguínea. Cuando el  camión freno, abrieron la puerta trasera y aparecieron el Mocho y mecánico, quienes me sacaron esa vestimenta. Quise pararme y me caía, hasta que poco a poco fue mi cuerpo hacer que mi sangre corriera mejor y ya paraba.

Casi empujándome me sacaron del camión y estando desnuda y descalza, sentí frio en el cuerpo porque había un viento, no tan fuerte pero continuo. Se ve había dejado de llover hacia poco, porque mis desnudos pies estaban caminando por un barro total, en tanto ellos llevaban botas. Tirada de la traílla caminaba  delante ellos. A lo lejos se veían luces, supongo de algún pueblo o ciudad cercana, pero adonde estábamos, nada. Detrás de una pequeña arboleda se ubicaba una casa, media derruida. Ostentaba en su entrada, ridículamente, el nombre de “el paraíso de Sara”. Paraíso, precisamente no era. Nos acercamos y Peter que iba adelante nuestro con Sara conversando, vaya a saber que maldad, saco la llave y abrió la puerta.

Entramos y encendió las luces. Lo que le faltaba afuera de limpieza y pintura, adentro era todo lo contrario. Un living comedor de unos 25 m2. Con una mesa larga en el centro y cuatro sillas. Una heladera, llena de bebidas alcohólicas y gaseosas y sándwiches de miga. Al lado de la heladera, una maquina a fichas para café, te y chocolate y un pequeño mostrador con un taburete detrás. Lo curioso es que el resto  estaba cubierto con mas de 25 sillas de madera apoyadas en las paredes y cubriendo todo el ámbito, menos donde había un maquina de música a monedas. En dos esquinas de la habitación dos TV colgaban del las paredes. Pasamos a otra habitación muy adornada con finas cortinas y espejos por todos lados. Una mullida y amplia cama matrimonial con un espejo arriba. En su cabecera un tablero para el manejo de la bola que colgaba del techo despidiendo luces por momentos, rojas, verdes y amarillas. En la pared frente a la cama una TV. Cabe decir que todas TV solo tenían un canal y era el porno. Era una TV manejada por ellos. Un sofá para dos, dos mesitas de luz, un perchero. Una cinta para caminar. Toda la habitación alfombrada, mullida. No había placares de ropa ni nada de eso. Luego pasamos al baño, normal, con una bañera.

Luego a una segunda habitación, una cama común, con un colchón desvencijado. Un placard con múltiples disfraces para mujeres (enfermera, sirvienta, policía, colegiala etc.,) y algo, muy poco de ropa común. Nada de lencería, solo polleras, blusa y algún pantalón.

Luego un patio de 3x4 con alguna planta y una canilla y manguera. Y por ultimo, adonde terminaba el patio una letrina, no podía llamarse baño, donde había que hacer todas las necesidades en cuclillas, ya que no podía apoyarse en nada. Una ducha y un pequeño espejo. Eso era todo. Cuando salimos en la puerta que daba del living al dormitorio, en la pared terminaban de poner dos luces una verde y un roja, indicativas si estaba o no la habitación. Sara. Peter, el mecánico y mocho, se sentaron alrededor de la mesa y me dejaron parada.

SARA: bien este es tu nuevo lugar laboral. Acá trabajaras en lo único que sabes hacer, de puta. Cuando no trabajes debes estar en tu habitación que esta en el fondo y usar ese baño. Tienes prohibido dormir o ir al baño de adelante. Bien ahora, por hoy hasta la tarde descansa que a la noche empieza el baile.

VIRGINIA: Sara puedo hablar contigo en privado, unos minutos.?

SARA: si, va a ser una de las pocas que hablaras conmigo. Muchachos salgan, los sigo enseguida, quiero ver que quiere esta puta.

Los tres se marcharon y quedamos solas las dos.

SARA: y bien, que quieres?

VIRGINIA: Sara porque me haces estos? Cuando te sacaron del set, yo no podía hacer nada, todos te vieron. Cuando los periodistas me preguntaban no contestaba y vos lo sabes.

SARA: me echaron como a una perra sarnosa.

VIRGINIA: son así y lo sabes. Ven a un extraño y lo sacan a empujones.

SARA: eso solo querías decirme.

VIRGINIA: no y sabes. Déjame en libertad, te juro no diré nada, solo diré que me enganche con un tipo y estuve con él. Sabes que cuando pasen los 30 días me buscaran por cielo y tierra y…..

SARA: no te encontraran, acá no. estamos en un lugar apartado del mundo. Solo hay noticias de diarios y radios locales y además todos tienen algo que esconder de sus vidas. El que vive acá tiene deudas allá.

VIRGINIA: yo no tengo deudas allá.

SARA: allá no, acá las tienes conmigo

VIRGINIA: te dije no tuve nada que ver.

SARA: ahora pagaras tu deuda.

VIRGINIA: Sara, sabes que lo que digo es verdad. Y me quieres hacer pagar algo que no hice de la peor forma, prostituyéndome acá. Mira si me dejas ir y no publicas los videos que sacaste anoche, te prometo darte la mitad de lo que gano, que vengas a mi casa las veces que quieras y seré tu esclava sexual cuando estés ahí.

SARA: ya no hay trato, te tengo igual. Ahora serás la esclava del sexo acá y eso no se paga con nada.

Me arroje de rodillas ante ella, abrazando sus piernas. Llorando, gimiendo. Implorando

VIRGINIA: te ruego Sara

SARA: JAJAJA, con esta actuación ganas seguro el Oscar. Duerme que esta noche tienes trabajo.

Empezó a caminar hacia la puerta, y yo a la rastra tomada de su cintura

VIRGINIA: espera Sara. No tengo DIU y tomo anticonceptivas, tráeme que no tengo y hace dos días que no tomo, con todo esto.

SARA: para vos no hay, ni DIU, ni pasillas, ni profilácticos. Salvo que traiga el cliente. Para vos no hay nada

VIRGINIA: no me hagas eso, mira si quedo preñada.

SARA: es cosa tuya, chau

Me cerro la puerta en la cara y oí sus pasos alejarse. Trate de abrir la puerta y le había puesto llave. Desesperada me tire al suelo a llorar, golpeando con mis puños en suelo alfombrado. Lejos de mi mundo, trabajando de prostituta para una maldita mujer y sin protector. Y si quedaba preñada?