La Venganza de mi Suegro
Un matrimonio en crisis y un suegro con ganas de humillar a su hijo. La venganza perfecta.
Con Patricio llevamos dos años de matrimonio y estamos en crisis. No sé cómo fue que todo se enfrió tan rápido. No sé si fue la bebe o que mi marido comenzó a trabajar para su padre y desde ese momento no tenía tiempo para mí. Mi suegro es dueño de una empresa muy importante, y, como él comenzó a trabajar a los 14 años, no ve a mi marido más que como un privilegiado que nunca tuvo que hacer un esfuerzo real en su vida. Y ahora que lo tiene bajo su mando, no desaprovecha ocasión para torturar lo con tareas y horas extras. Ya no me acuerdo la última vez que cogimos, y las pocas veces que está en casa, se la pasa en celular, de mal humor, respondiendo mails. Por mi parte ya no lo soporto. Me divorciaría sino fuese porque Camila, mi hija, tiene apenas dos años y no quiero que tenga que pasar por eso.
Era domingo y mi marido estaba pasando su único día libre roncando. Había llegado a las dos de la mañana de una reunión de emergencia que solicito su padre por un problema de presupuestos. Yo estaba con mi hija cuando me llegó un mensaje de mi suegro: “vení a mí casa, sola”. No entendía nada, mi suegro me había visto contadas veces en su vida, en todas ellas fue super distante y nisiquiera entendía como es que tenía mi número de celular. “Sola” por qué sola? Casi no iba con mi marido y ahora él me pedía que vaya sola? La situación me pareció muy extraña pero yo no podía salir y dejar a Camila sola, así que le respondí “No puedo, estoy con la nena, que necesita?”, casi automáticamente me llegó su respuesta: “y Patricio? “, “durmiendo” le respondí, parecía joda, como sino fuese su culpa que casi no pueda ver a mi marido. “DESPERTA A ESE PELOTUDO Y VENI PARA ACA SOLA QUE ES IMPORTANTE”. Ahora no le alcanzaba con maltratar a mi marido, también lo tenía que hacer conmigo? Pero la curiosidad fue más fuerte y decidí hacerle caso; eso sí, cuando Patricio me pregunto por qué tenía que cuidar a la nena, la rabia acumulada pudo más y le respondí “porque sos el padre y yo tengo que salir, pelotudo”. Ví como la cara se le transformó al escucharme decirle como le dice su padre, pero me di vuelta y me fui antes de que tenga tiempo de reaccionar.
Cuando llegue no pude evitar que los nervios se apoderarán de mi. ¿Que podía llegar a a querer este hombre con el que casi nunca interactúe y que encima se dedicaba sistemáticamente a torturar a mi marido? La sonrisa de satisfacción al verme lo decía todo, había encontrado otra manera de atormentar a Patricio y se le notaba. Fuimos hasta el living en completo silencio. Se paró frente a la tele y sin preámbulos me preguntó: “a qué hora llego mi hijo anoche?” yo lo mire con asco, ¡como sino supiera a qué hora llego!
-A las dos de la mañana llego. Sabes bien.- le dije
-Aja, y te dijo que había estado en la reunión hasta esa hora?- mi cara se puso todavía más seria, a dónde iba esto? Pero antes de que le pueda contestar, el siguió:- la reunión termino a las 12 de la noche. Querés saber que hizo tu marido ese rato extra?- y en ese momento encendió la tele. Se lo veía clarito por la grabación de la cámara de seguridad de su oficina, contra el sillón, cogiendose a otra.- Hace meses que viene haciendo esto.-siguio mi suegro, sin pausar el vídeo, mientras yo lo miraba en estado de shock- es una chica del departamento de compras, el muy sucio no solo se la coge mientras vos haces malabares con la nena, sino que además entre los dos están asociados para pasarme sobreprecios y quedarse con la plata extra. La reunión de ayer fue para ver si al menos lo admitían, pero nisiquiera tuvieron la decencia de hacerlo.-apenas podía escuchar la voz de mi suegro sobre el sonido de los gemidos que venían del televisor. Ahí estaba mi marido, cogiendose a esa cualquiera, en cuatro contra el sillón en el que me hacía esperarlo con nuestra hija todas las veces que lo fuimos a visitar. Estaba asqueada, enojada, todo junto. No solo el hijo de puta me metía los cuernos, sino que el forro de mierda de mi suegro también tenía que estar ahí para humillarme, y solo con la intención de vengarse del hijo por una pelotudez relacionada con guita. En ese momento empezó a sonar mi teléfono, era Patricio. Lo atendí mientras mi suegro me miraba divertido, primero a mí, después al vídeo y de nuevo a mi. Nunca lo pauso. Lo atendí, y antes de que pueda decir cualquier cosa, Patricio arranco: “a donde estás? La gorda no para de llorar. Quiere que le des la teta.- La rabia me carcomía mientras le contesté: “la nena tiene dos años, ya no toma la teta pelotudo”, y corté. Lo miré a mi suegro y con solo una pregunta entendí el motivo de mi presencia ahí. “no te querés vengar?” me preguntó mientras se acariciaba la pija ya dura, sin ningún tipo de disimulo. En eso me sonó el teléfono devuelta, devuelta Patricio y esta vez una videollamada. No lo pensé ni un segundo, me arrodille frente a mi suegro y comencé a chuparsela. La tomé desesperada, y con una escupida, comencé a mamarsela toda. No lo miré, no quería ver su cara de satisfacción. En cambio conteste la segunda videollamada de Patricio, con la boca llena de la verga de su padre. “¡¿Qué haces puta de mierda?!” me grito el muy imbécil cuando por fin le llegó la imagen. Mientras yo no dejaba de chupar, mi suegro contesto por mi, “tiene la boca llena hijo, no te enseñe que no se habla con la boca llena? Es más, dejame que le dé una mano” gire los ojos para tener el último pantallazo de mi marido llorando, mientras mi suegro me sacaba el celular de la mano para que yo pueda seguir peteandolo tranquila. “está desesperada por verga eh… ¡Cómo se nota que sos un inútil hasta para satisfacer a tu mujer! No se te puede confiar ni una tarea, todo lo tengo que ir haciendo yo atrás tuyo. Mirá, así se le da pija a una puta” dijo mientras daba vuelta el celular para que la cámara frontal me apunté a mi, y con la otra mano me hundía la cabeza en su verga hasta que me dieron arcadas. Levante los ojos y ahí lo ví, a mi marido llorando en silencio mientras de fondo se escuchaba a mi hija berrinchear. Empecé a chupar con más ganas, mientras mi suegro me manejaba del pelo con una mano y con la otra me filmaba . “ah pero que putita más completa” soltó mi suegro mientras yo le levantaba la pija para lamerle los huevos y metermelos en la boca. Jugaba con mi lengua por ellos mientras miraba la cara de Patricio, en shock, el mismo shock con el que estaba yo hasta hacia unos minutos. Eso me inspiro para empezar a chuparle el tronco, hasta llegar a la punta, y ahí metermela toda en la boca, sin dejar de mirar fijo la cámara. Quería que el vea cómo gozaba de la verga de su padre. Patricio ya no decía nada. Nisiquiera me puteaba, estaba ahí, mudo, ya no se escuchaba ni el llanto de la nena. Me decidí a mirar por fin a mi suegro y su cara de placer absoluto, la oportunidad de humillar a su hijo y encima recibir una mamada lo hacía feliz y se notaba. Comencé a subir y bajar sobre su verga mientras movía la lengua, y alternaba mi mirada entre mi suegro y mi marido. Sentía como la pija se ponía cada vez más dura y venosa, y el sabor del líquido preseminal inundaba mi boca, se notaba que estaba por acabar. Mi suegro me aparto tirándome del pelo de su pija, y se pajea un par de veces para tirarme toda la leche en la cara. “que bueno que ya sabe y te viniste en auto, así no te tenés que limpiar” fue lo último que me dijo antes de despacharme y devolverme el teléfono. Y recién ahí escuché el sonido de cómo Patricio cortaba la llamada.