La venganza

Hace tiempo que convertí a Linda, mi mujer, en una puta. Ella siempre hizo honor a su nombre, era lo que se suele decir un bellezón, además de una “niña de papá”, hija única, adorada por su padre, quien la había acostumbrado a conseguir todo lo que se le antojaba y que siempre fueun cabrón que...

Hace tiempo que convertí a Linda, mi mujer, en una puta. Ella siempre hizo honor a su nombre, era lo que se suele decir un bellezón, además de una “niña de papá”, hija única, adorada por su padre, quien la había acostumbrado a conseguir todo lo que se le antojaba y que siempre fueun cabrón que no dudó en arruinar a mi familia siendo yo un adolescente. Las consecuencias de esa ruina provocaron el divorcio de mis padres primero y el encarcelamiento de mi padre, que terminó muriendo de un infarto en la cárcel a la espera del juicio.

Investigando a ese desgraciado para ver la mejor manera de vengarme, descubrí que a través de su hija era como podría hacerle más daño ydado que ese desgraciado ni siquiera recordaba el nombre de mi padre, decidí que conquistaríaa su hija para casarme con ella y conseguir que todas sus posesiones pasasen a mi poder, pero para conseguirlo solo podría hacerlo si conseguía dominar completamente a Linda, así que preparé un plan con el que convertir a Linda, primero en mi esclava y después en una puta, el culmen de venganza sería que su padre se enterase de todo, en especial de la degradación de su adorada niñita.

He de reconocer que fue más fácil de lo que esperaba, no solo pude enamorarla rápidamente, también descubrí que era una mujer muy sexual, siempre dispuesta a tener sexo y con pocos tabúes. A pesar de todo usé ciertos métodos para asegurarme que entraría de buen grado en una espiral de perversión de la que no podría salir.

Lo primero que hice fue introducirla en las prácticas sadomasoquistas de manera suave, más como un juego morboso que otra cosa, pero eso si, siempre como sumisa. Poco a poco fui aumentando la intensidad del juego y, sin que ella lo supiese, administrándola diariamente ciertos medicamentos que actuaban como hipnóticos dejándola mucho más manipulable, con ellos no tardó en volverse completamente sumisa. En este tema tuve la ayuda de una siquiatra con acceso a este tipo de medicamentos, realmente era la hermana de mi padre y tenía los mismos deseos de venganza que yo, por lo que no solo me los proporcionaba, también supervisaba que actuasen como queríamos.

Simultáneamente la fui introduciendo en el mundo swinger como parte de su sumisión, incluso llegó un momento en el que, cuando se lo ordenaba, era ella quien me buscaba otras mujeres con las que follar, pero nunca parejas, salvo aquellas en la que el marido fuese un cornudo consentido y aunque ella también follaba con otros, lo hacía, cuando, donde y con quien yo decidiese, evidentemente no le buscaba tíos que le pudiesen gustar, ni tampoco le permitía decir que no le apetecía, era su obligación.

A los cinco años de casarnos Linda era más esclava que esposa, con ella solo follaba un par de veces al mes, pero casi todos los días lo hacía con alguna de mis amantes y ella siempre sabía cuando estaba con otra, eso cuando no lo hacía delante de ella obligándola a satisfacer también a mi amante de turno si lo deseaba. Más o menos por esa época fue cuando su padre se jubiló y traspasó todo a nombre de Linda, por supuesto lo hizo a petición de ella con la excusa de eludir impuestos y guiada por mi. Una vez que mi mujer fue legalmente la dueña de todo, la ordené ponerlo todo a mi nombre y entonces comencé la fase final de mi venganza que ha durado estos dos últimos años.

Linda ya estaba acostumbrada que la exhibiese como mi puta en locales swinger, hacía tiempo que en casa siempre estaba desnuda, tan solo se cubría cuando teníamos la visita de alguien de su entorno, para cualquier otra persona debía permanecer desnuda, lo cual había alegrado el día a los empleados del gas, los repartidores del super, el cartero y también a algún que otro vendedor que había venido sin saberlo. En este tiempo había ido reuniendo una buena colección de fotos y vídeos en donde mi mujer salía desnuda y practicando sexo con otros hombres, siempre lo hice diciéndola que sería para nuestro disfrute personal, pero eso iba a cambiar.

Para empezar la hice posar como modelo de desnudo para varios fotógrafos y permitir que publicasen las fotos, más tarde aceptar que subiese a Internet algunos de los vídeos en los que estaba masturbándose y le conseguí trabajo en un local de alterne, como stripper primero y finalmente prostituyéndose para mi, fue entonces cuando decidí contarle todo la verdad sobre quien era yo y lo que había sucedido con nuestros padres años atrás.

Al hacerlo corría un riesgo enorme y todo podía irse al diablo si Lindadecidiese denunciarme, cosa que no sería muy posible ya que podría ser un escándalo mediático dada la fama de su padre, pero lo que nunca me imaginé fue que mi mujer estaba tan sometida a mi que no solo lo aceptaría, sino que se pondría de mi lado haciendo que mi venganza fuese aún mayor.

Ella misma fue quien dijo que su padre debía pagar por lo que le hizo al mío y no solo conociendo por mi boca en que se había convertido su hija, quería que lo viese con sus propios ojos, pero aún así, fue ella quien me propuso esperar unos meses para rodar algunas escenas porno, si es que yo estaba de acuerdo, por supuesto que acepté y en cuanto encontré alguna productora dispuesta a contratarla firmó el contrato y rodó varias escenas, entre ellas un gangbang, un bukkake y un gloryhole.

Decidimos que lo mejor para destapar todo lo sucedido sería que llevase a su padre a verla trabajar y eso es lo que hice.

Con la excusa de pedirle consejo sobre una inversión le invité a cenar, iríamos los dos solos y luego tomaríamos una copa con su hija. Cuando vio que entrábamos en un club de alterne se mostró incomodo y molesto, no le pareció adecuado que su hija fuese a ese tipo de locales, pero cuando la vio actuar como stripper casi pierde los papeles, le tuve que sujetar y amenazar con que si montaba un escándalo le echarían sin delicadezas.

Durante la actuación de su niñita le fui explicando todo, él no daba crédito a lo que estaba escuchando, evitaba mirar al escenario, pero era incapaz de no hacerlo y noté que empezaba a empalmarse, supongo que la viagra que le había dado durante la cena sin que se diese cuenta estaba haciendo su efecto.

Al poco de terminar el show Ella entró en la sala para alternar con los clientes, yo estaba disfrutando viendo al cabrón de mi suegro impotente ante todo lo que yo había hecho con su hija, pero todavía quedaba mucho más de lo cualquiera podría imaginar.

El dueño del local estaba al tanto de todo desde el principio, así que, cuando por fin la vi entrar con un cliente en la zona de reservados, evidentemente para follar, le hice una seña al de seguridad y se acercó para acompañarnos al despacho del dueño.

Entramos, les presenté y le indicamos a mi suegro que estuviese atento a la pantalla grande que había a la izquierda, en ella pudo ver y escuchar como su hija se prostituía recibiendo dinero a cambio de sexo y por si no fuese bastante, el dueño del local y yo empezamos a comentar que mi mujer era una de las putas más rentables del club.

A esas alturas mi suegro estaba destrozado, hundido, toda la ira inicial se había convertido en impotencia y tristeza, sus ojos estaban llenos de lagrimas, yo estaba disfrutando de mi venganza mucho más de lo que habría imaginado y era el momento de que descubriese que su hija también era actriz porno y sumisa. El dueño del local giró la pantalla de su ordenador, abrió el navegador, entró en una web de porno sadomasoquista, puso en el buscador el nombre y apellidos de mi mujer y salieron una docena de resultados, escogió uno de ellos y le puso en marcha.

Tras la cabecera con el nombre de la productora salió mi mujer presentándose, no solo con su nombre real, si no que también indicó de quien era hija por si alguien no relacionaba su apellido y para despejar cualquier duda mostró una foto en la que estaba con su padre vestida de novia. A continuación, antes que diese comienzo la película en si, Linda siguió explicando que además de actriz trabajaba como stripper, donde podían ir a verla, que también era puta y sumisa y terminaba dando el teléfono donde se la podía contactar.

Al terminar y mientras salían los créditos y un par de planos de una especie de mazmorra a modo de introducción, le explicamos a mi suegro que esas películas solo llevaban una semana en la web y que eran de pago, pero los trailers circulaban por toda la Red de manera gratuita y que mientras hablábamos, un supuesto hacker estaba enviando los links de esos trailers a todas sus amistades y familiares, incluyendo la escena donde Linda se ofrecía como puta.

Para entonces podíamos contemplar que Linda estaba terminando su servicio con una mamada tragándose la corrida sin ningún escrúpulo y en la película se la veía a cuatro patas, con un negro follándola la boca de tal modo que la hacía vomitar una y otra vez, al tiempo que otro tío estaba azotándola el culo con una fusta y tal dureza que ya las marcas moradas empezaban a cubrir la mayor parte de sus nalgas.

No tardó mucho en aparecer Linda, totalmente desnuda, sudada, con marcas de haber recibido unos buenos magreos en las tetas que se mostraban enrojecidas, su entrepierna estaba rezumando flujo y en la cara se podían apreciar algunos restos de semen. Nos saludó al dueño y a mi solicitando nuestra aprobación a su comportamiento y a su padre lo hizo culpándole de que su egoísmo como empresario era lo que la había llevado a convertirse en una puta.

Mi suegro, que no daba crédito a nada de lo que estaba pasando, empezó a pedirle perdón y preguntándola que por qué había llegado a esa situación, Ella ni le contesto, él ni se imaginaba que se acercaba el punto álgido de mi venganza y mucho menos que era lo que le esperaba.

Hacía rato que mi suegro estaba empalmado, aunque creo que ni siquiera se había dado cuenta. Linda se acercó a su padre despacio, sensual y cuando él empezó a intuir las intenciones de su hija intentó levantarse, pero el de seguridad que llevaba todo el rato a sus espaldas se lo impidió.

Linda en cuanto estuvo frente a él se agachó echando mano a su poya y forzándole a besarla en la boca. El de seguridad le retenía para que no pudiese apartar a su hija que no tardó en arrodillarse para comenzar a hacerle una mamada espectacular. Mi suegro le suplicaba a su hija que no lo hiciese, me pedía que parase todo, que me daría lo que quisiese y fue cuando le conté que todo lo que le dio a su hija estaba a mi nombre. Se puso furioso, nos amenazó con matarnos, intentó que su hija le dijese por qué lo había hecho, pero Linda no dejaba de mamar la poya de su padre y finalmente consiguió que se corriese en su boca.

Mi suegro se quedó abatido, hundido, lloraba viéndose incapaz de reaccionar, Linda se incorporó y volvió a besarle en la boca obligándole a saborear y tragar parte de su propio semen, mientras lo hacía se sentó sobre él metiéndose la poya de su padre en el coño y cabalgando sobre ella, a pesar de la corrida seguía empalmado gracias a la viagra. Su hija le cogió las manos poniéndoselas en sus tetas para que las magrease, obedeció como un autómata y llegado un punto él mismo se llevó las tetas de su hija a la boca chupándolas y mordisqueando los pezones.

Linda se corrió varias veces antes de que su padre se corriese por segunda vez, en esta ocasión en el coño de su propia hija. Linda, cuando sintió que su padre había terminado de correrse, se incorporó poniéndole el coño en la boca y ordenándole que se lo limpiase, cosa que hizo sin reparos.

Tras disfrutar viendo a mi suegro limpiarle el coño a su hija, el dueño del club la recordó que en media hora tenía que volver al escenario y aun había que firmar unos papeles. Linda se apartó, se acercó a la mesa y yo le indiqué donde tenía que firmar mientras le explicaba a mi suegro que su hija me estaba dando poderes para convertirme en su tutor legal, de tal modo que todo lo que Ella hiciese debería estar autorizado por mi, al igual que todos los ingresos que Ella recibiese los administraría yo.

Una vez que Linda terminó de firmar, le indicó a su padre que también debía firmar unos poderes similares, incluyendo su beneplácito para ingresar en una residencia de ancianos. Mi suegro apenas tenía 64 años, la cabeza le funcionaba perfectamente y estaba en un estado físico inmejorable, de hecho aparentaba diez o quince años menos, además disfrutaba de su jubilación con una vida social frenética, incluyendo multitud de viajes.

Evidentemente se negó a recluirse en una residencia rodeado de viejos, pero cuando le enseñamos el vídeo que le habíamos grabado follando con su hija y en el que se le veía comerle las tetas y el coño de tal manera que nadie diría que lo hacía en contra de su voluntad, no tuvo más opción que firmar y hacer todo lo que yo ordenase.

EPÍLOGO.

Ya han pasado seis años y mi suegro lleva todo este tiempo recluido en la residencia, a pesar de haber cumplido los setenta años sigue teniendo una excelente forma física y la cabeza le funciona sin problemas, pero se le ve hundido y sin ganas de nada, lo cual hace que mi venganza sea aún más placentera.

Todos los meses íbamos a verla para mostrarle que las películas en las que su preciosa hija actuaba eran cada vez más degradantes, era Ella quien le contaba con todo lujo de detalles como su prostitución también era cada vez más degradante, incluso tuvo que presenciar como varios de sus compañeros en la residencia usaban sexualmente a su hija.

Linda, de quien me divorcié hace tiempo, dejó de venir a ver a su padre hace más de un año, Ella no viene por que decidí alquilarla durante un par de años a una organización de trata de blancas, perosigo siendo su tutor legal y su dueño. Esta organización la tienen recorriendo el mundo prostituyéndola como esclava en los tugurios más infectos y sórdidos, eso si, suele mandarme vídeos de algunos de sus servicios un par de veces a la semana y uno al meses rodado expresamente para su padre, a quien sigo visitando mensualmente, contándole la vida que lleva, por cierto, el último fue espectacular, en el se veía que a Linda le afeitaban la cabeza, le anillaban los pezones y le marcaban con un hierro al rojo su culo como si fuese un animal, al terminar Ella misma le contaba que desde hacía dos semanas había empezado a grabar películas follando con perros y que ya la habían dicho que en breve lo haría con cerdos y caballos.

Reconozco que a veces siento lastima por ese cabrón, pero no me arrepiento de nada de lo que le he hecho.