La venganza
Descubrí que era una cornuda y me iba a vengar
Abrí la puerta del local a las 8:30 de la mañana, tengo una consulta de nutrición y dietética en un pueblo. Entré hacia el mostrador donde vendemos productos ecológicos y hierbas variadas. Abrí la agenda del día, hasta las 10 no tenía citas. El comercio abría a las 9:30 y normalmente no eran muy madrugadores.
Me llamo Cristina, tengo 38 años, estoy casada desde hace más de 15 años. La tienda-consulta me va bien, y gracias a dios porque mi marido está en el paro desde hace tiempo y es el ingreso que necesitamos para seguir adelante. Tengo un hijo y lo necesitamos. Soy bajita, larga melena morena, siempre con una sonrisa. Tengo un pecho normal aunque lo que más llama la atención es mi culo, muy redondo y tirando a grandote.
Mi marido muchas veces despues de las 9 que cierro la consulta va allí si necesita imprimir algo o trabajar en alguna cosa con el ordenador, por eso, no me sorprendión cuando vi que estaba encendido al llegar.
Como tenía tiempo entré a cotillear en el facebook. Estaba abierto el de mi marido, maldita la hora...
Vi que había notificación de mensaje privado. Al entrar me lo encontré...
No me lo podía creer, pasaban los minutos mientras leía y leía. Efectivamente, mi marido me era infiel y por lo visto no solo con una mujer sino con varias. Mi mundo se me estaba viniendo encima... no podía mas y empecé a llorar. Durante cinco o diez minutos no podía ni ver la pantalla con mis ojos húmedos. Minimicé su facebook y con la pantalla del escritorio miré al vacío.
Quince años de matrimonio de mentira. Sosteniendo a la familia mientras el "sufría" el paro, para esto...
Mi sentimiento de tristeza y en cierta parte culpa empezó a transformarse en rabia y venganza.
Manteniendo a el y a mi hijo y se anda follando a tias por ahí. No apagué el ordenador y salí. Necesitaba aire fresco.
Mientras caminaba por la acera desierta lo iba teniendo cada vez más claro. No iba a dejarle de momento ni armar ningún jaleo. Quería que mi hijo acabara el curso con tranquilidad y ya veriamos despues. Lo que tenía claro es que me tenía que vengar. Como, cuando, con quien... eran demasiadas preguntas.
Las ideas se me iban aclarando, volví pronto a la consulta y miré de nuevo el ordenador. Abri las conversaciones y las ví. Eran cuatro las amantes de mi marido, a dos no las conocía de nada pero las otras dos sí.
Se me cayó el mundo a los pies y mi rabia iba en aumento. Una era la hija de los vecinos de arriba, universitaria, joven y guapa la verdad. Pero lo peor fue que conocí a la otra... Era la competencia, se habia follado a la otra nutricionista del pueblo, que además de ser mi enemiga me dobla la edad...
No me lo podía creer le daba igual joven, vieja... me era infiel con cualquiera y además con gente que me caía fatal. Pues bien, lo tenía claro tenía que empatar antes de que acabara el curso mi hijo conseguir alguna prueba, ser muy guarra y darle con eso en las putas narices.
En mi agenda estaban citadas dos hermanas jubiladas para las 10:00, eran las 9 y cuarto... Iba vestida de invierno, botas hasta las rodillas con pantalón tipo jinete por debajo, jersey de cuello vuelto pero corto y un abrigo plumífero. Con ese atuendo tan poco erótico salí del establecimiento y crucé al bar de enfrente.
Al entrar Ramiro me saludó con efusividad, como todos los días
RAMIRO: Que tal Cristina, buenos días lo de siempre?
CRISTINA: Sí, un café solo
RAMIRO: Escucha que me encargó la parienta unas semillas de no se qué, tengo aquí el cartón cuando te coincida me las traes.
Podría valer Ramiro?, próximo a la jubilación, pequeño, calvo y la verdad es que bastante feo. Pues podría valer... que otra cosa podría joder más a mi marido que le sea infiel con un tio feo y viejo. No me dio tiempo a valorarlo más, lo iba a hacer
CRISTINA: No me pongas el café aún, ven un momento y te las doy
RAMIRO: Josito, salgo un momento a la tienda de Cristina ya vengo ahora
Salí del bar con Ramiro, pasé la llave y abrí la tienda. Le hice pasar
CRISTINA: Ramiro sientate aquí en mi consulta que las voy a buscar atrás, le dije mientras me daba el cartón.
En el almacén me saqué la chaqueta, el jersey no ayudaba asique también para fuera. Salí a la salita para cerrar con llave, previniendo que llegara mi dependienta o las propias señoras de las 10. Tenía media hora, asi que no me iba a andar con mucho rodeo.
Entré en la consulta con las semillas y Ramiro siguió mi culo con la mirada, ajustado en mis pantalones era un majar "casi" prohibido para el.
CRISTINA: Ramiro, deje mi culo en paz y tome las semillas ande
RAMIRO: Perdon hija, dijo poniendose muy colorado
CRISTINA: No pasa nada, si lo miró con esa intensidad será que le gusta
RAMIRO: Pues la verdad es que sí, es precioso
CRISTINA: Mire Ramiro, le voy a ser sincero, tengo media hora escasa antes de que vengan mis citas, quiero follar, tengo un calentón que no puedo con el... no se si tiene suerte o no pero si me lo pide me lo follaré
La cara de Ramiro causaba gracía, casi no podía evitar reirme al verle, estaba desencajado, evidentemente no se lo creia
RAMIRO: Que dices?
CRISTINA: Mire Ramiro, no tengo todo el día si quiere follarme pídamelo.
RAMIRO: Follame
CRISTINA: Este culo es para ti hoy Ramiro, me lo vas a follar a que sí?
Ramiro estaba empalmadísimo, tenía una polla normal pero casi rompía el pantalón. Estaba en estado de shock, no decía nada. Le saque el miembro del pantalón y me lo metí en la boca. Le hacía una buena mamada mientras le masajeaba los huevos. Ramiro gemía, no quería que se corriera tan pronto pero parecía inevitable. Paré de mamarsela me levanté y fui hacia la mesa. Puse la cámara del móvil y se lo dí
CRISTINA: Me vas a grabar mientras me follas, le dije mientras me quitaba el pantalón y le dejaba mi chocho en pompa. Metemela ya Ramiro
El me follaba desde atrás con el móvil en la mano enfocándome, yo me di la vuelta hacia el
CRISTINA: Joder Ramiro, follame más fuerte, siiii, metemela hasta el fondo. Dale la vuelta al móvil que se te vea.
Ramiro le dió la vuelta al movil y enfocó su cara. La prueba estaba lista pero quedaba la guinda. Me aparté y me puse de rodillas
CRISTINA: Grabame como trago tu leche
RAMIRO: Me voy a correr en tu boca
CRISTINA: Si joder
Se corrió en mi boca, me trague todo. Me levanté, me vestí y le saqué el móvil. El estaba quieto sin moverse en medio de mi consulta.
CRISTINA: Tienes el bar lleno de gente Ramiro, vete corriendo y lleva las semillas que se enfada la Josefa
RAMIRO: Ni una teta te comí, fue todo muy rápido
CRISTINA: Te comí la polla y follamos no pidas tanto viejo
RAMIRO: Te pagaré...
CRISTINA: Ya veremos, le dije mientras le plantaba un morreo y el me sobaba mi culazo.