La vecinita
Mi vecina de 18 años parece que esconde muchas cosas.
LA VECINITA
Esta historia que les voy a contar, me ocurrió en Noviembre del 2003 y es totalmente cierta.
En Noviembre, yo contaba con 20 años y sentía ya curiosidad por saber que se siente al mantener relaciones sexuales, mi vecina, Almudena tenia unos 17 o 18 años, culito respingón y bien hechito, los pechos apenas le empezaban a salir pero ya se les notaban unos pequeños pezoncitos que muchas veces cuando ella estaba conmigo me daba cuenta de que se ponían duros.
Una noche mi madre salió a su casa a pedirle algo a su madre y se quedó charlando un ratito, entonces llamo ella a mi puerta, y entró a ver a mi hermanito que tenia solo 1 añito. Al rato ella se sentó al lado mío, estaba con el pelo mojado, recién salida de la ducha, y con un vestidito muy corto, yo disimulaba un poco viendo la tele, pero no podía apartar los ojos de aquellas braguitas que sobresalían del vestidito, se le notaba el coñito, y yo mirando de vez en cuando para que no se diera cuenta. Pero esa niña, es muy lista y se dio cuenta, me miró y se lo puso bien.
Al cabo de un rato le dije:
Oye ¿tu tienes novio?
No, todavía no -respondió.
Entonces empezamos a juguetear y bromear hasta que ella me dijo, como si dijera tontorrón o algo de eso pero no, ella me dijo marica:
-¿Cómo me has llamado?- Le dije yo.
-Marica Respondió
-¿A si? y tu crees que un marica sería capaz de hacer esto
Entonces sin dudarlo hice lo que tantas ganas de hacer tenia desde hacían unos meses, comencé a comerle la boca, al principio ella se resistió un poco pero en el fondo yo sabía que ella también estaba deseando de hacer algo conmigo, y después se dejó llevar. En el fondo pensaba Pero bueno como una niña tan pequeña aún, puede saber como besar de esta forma-, yo estaba en la gloria .Mientras nos besábamos comencé a bajar por su cuello y con las manos comencé a subir un poco su vestido y a meter las manos en sus braguitas, ella se dejaba, era increíble pero me dejaba hacer lo que me diera la gana.
Comencé a acariciarle su culito, y me fui acercando poco a poco a su pequeño coñito, hasta que llegué, estaba empapado en sus flujos vaginales y desprendía un olor que me ponía la polla a 100 .Empecé a acariciárselo, y ella empezó también a bajar su mano hasta mi polla, estábamos muy a gusto los dos .Ella empezó a gemir un poco a causa de mis suaves caricias en su pequeño clítoris, pero yo no podía parar, mientras Almudena me acariciaba los huevos le empecé a meter un poquito el dedo, era virgen, y eso me ponía mas todavía.
De repente se escucho la puerta, era mi madre, por poco nos coge en medio de la faena .Ella me sonrió y me dijo que ya nos veríamos, y se marchó. A los dos días mi madre hizo lo mismo, se fue a su casa, pero esta vez tardó menos en sonar el timbre, abrí y ahí estaba la niña, con una sonrisa pícara, y se sentó en el sofá, ya no venía a ver a mi hermano, me estaba esperando en el sofá pero eso ya os lo contaré en otra historia por que ahí se unió su prima María de 19 años...CONTINUARÁ...