La vecina hija del pastor

Un hombre maduro acostumbra a bañarse desnudo en un riachuelo cerca de su casa. Para su fortuna, la hija del vecino, acude a ese lugar por pura casualidad, y comienza una relación que termina con el desvirgamiento de la muchacha.

Mi nombre es Lucio, y por aquel entonces tenía 59 años de edad, casado y padre de tres hijos, siendo dos de ellos mayores de edad, salvo una hija, que tiene 18 años, la cual vive con mi esposa y conmigo en un chalet en las afueras de la ciudad donde resido. Trabajo en una empresa industrial, pero últimamente solicite la jubilación parcial, y trabajo solo por las mañanas, y por las tardes descanso. Mi esposa, que es mucho más joven que yo, ya que cuenta con 48 años aún permanece trabajando, y mi hija está aún en el Instituto.

Como tenía bastante tiempo libre, decidí ponerme a escribir. Tengo un despacho en la planta alta del chalet donde paso gran parte de mi tiempo, sin que prácticamente nadie me moleste. Debo reconocer, que en ciertas ocasiones dedico mi tiempo libre visualizando artículos en internet, y no es raro que me conecte con alguna que otra página porno, que consumo con cierta frecuencia.

Mi vida sexual se puede decir que es normal con mi esposa, sin que pueda decir que sea todo lo placentera que yo quisiera, debido a que mi esposa, tras la llegada de la menopausia, antes de tiempo, ha bajado mucho su rendimiento, e intenta que nuestros encuentros sean más esporádicos. Por el contrario, mi avidez sexual sigue intacta, y por ello recurro con relativa frecuencia a la masturbación para satisfacer mis necesidades. Como el urólogo me había indicado que la mismo no solo beneficiaba mi tensión arterial y eliminaba stress, al tiempo que evitaba los problemas de próstata, yo me lo había asignado como una tarea casi diaria.

El chalet donde vivo tiene un jardín bastante amplio, y limita en su parte trasera con una zona verde, que desde que la adquirimos, y se encuentra llena de matorrales y arbustos, que ha ido creciendo y que nadie visita, por lo que se ha convertido en una zona prácticamente impenetrable. Dicha zona verde se encuentra atravesada por un pequeño riachuelo, que casi todo el año lleva agua. En la zona que lindaba con mi propiedad, el riachuelo había formado como una pequeña presa, donde siempre existía una altura suficiente de agua para poder bañarse. La realidad es que nunca había visto a nadie bañarse allí, ya que el acceso, tanto desde la parte trasera de las viviendas como del otro lado del riachuelo, resulta impenetrable por la extensa maleza.

Sin embargo, al tener tanto tiempo libre, un día intenté acceder hasta el riachuelo, por simple curiosidad, descubriendo un pequeño sendero que logré ir agrandando hasta permitirme el paso, pudiendo de esta forma alcanzar el riachuelo. A partir de ahí, cuando hacía un poco de calor, me permitía echarme un baño sin problemas, al tiempo que aprovechaba para leer a plena luz del día sin que nadie me molestara. Nadie conocía el mismo, ni tan siquiera mi familia, ya que tampoco quería que nadie descubriera el mismo, ya que el agua era tan transparente y cristalina, e incitaba al baño. A partir de ahí casi todos los días me acercaba y me bañaba en el mismo. La verdad es que me colocaba un bañador, pero tampoco era necesario, ya que el lugar era tan inaccesible, que la mayoría de las ocasiones me bañaba desnudo.

Por aquellas fechas, me sorprendí al verificar que el chalet que lindaba justamente por la derecha con el mío, había vuelto a ser ocupado, tras llevar unos años desde la marcha de sus anteriores moradores. Pude conocer, que los nuevos vecinos eran una familia compuesta por un matrimonio y una hija. El hombre tenía toda la pinta de ser pastor de una iglesia anglicana o evangelista, según pude conocer al poco tiempo, aunque ello tampoco me importó. Según me informaron, el era una persona sumamente estricta y tradicional, hasta el punto de que apenas dejaba salir a su hija de la casa si esta no iba acompañada por ellos.

La hija resultó ser una chica algo delgada, de unos 18 años, bastante pecosa, pelo largo, y tez bastante blanca, que contrastaba con la intensidad de sus pecas. Pese a que existía un muro de separación entre ambas parcelas que impedía la vista, desde mi despacho, al encontrarse en un plano superior, podía perfectamente verificar la casa del vecino y su jardín. Ambas edificaciones habían sido construidas por el mismo constructor por lo que guardaban una misa configuración estructural y edificativa.

Pronto comencé a ver desde mi vivienda, a la chica pasear por el jardín y jugar con un gato que tenía. Todo ello paso sin darle mayor importancia. De hecho las relaciones con los vecinos se habían limitado a los estrictos saludos, ya que apenas intercambiaban palabras.

Así paso el tiempo, y un día me percaté de que mi hija, le hacía algunas muestras de burla a la hija de ellos, pero sin mayores consecuencias, riéndose especialmente de las pecas de la chica. La realidad es que la muchacha parecía bastante pecosa, pero a mí me parecía que las mismas le deban una sensualidad especial que resaltaba con cara blanca casi como la leche.

Mi hija casi nunca regresaba a casa con su madre, a medio día, ya que se quedaba a comer en casa de sus abuelos maternos, para quedarle más cerca el instituto. Por ello, pasaba la tarde casi siempre solo en mi casa.

Una mañana, que no había ido a trabajar, ya que comenzaron a darme trabajo que podía realizar desde casa, mientras me encontraba en mi despacho de la parte alta de la casa, me había puesto a visualizar las páginas de internet de carácter erótico, y la realidad es que “tenía en mi mano mi pene y me la estaba cascando”. Sabía que no había nadie en casa, y que mi familia tardaría en llegar. Por ello, me había bajado el pantalón y mantenía mi nabo al aire para cascármela.

No sé por qué, pero observe un reflejo de luz en una de las ventanas del chalet vecino, y, al fijarme detenidamente, me di cuenta de que alguien me observaba con unos primaticos desde la misma. ¡Me quedé de piedra!. Intentando aparentar que no la había visto, me fije mejor y pude constatar con sorpresa que de trataba “de la hija de los vecinos”. Era evidente que la chica tenía una lente, con lo cual podía ver casi con claridad lo que estaba haciendo. En principio me asusté, ya que podía indicárselo a sus padres, y aunque era mi propia casa, seguro aquellos con lo estricto que eran. Seguro que montarían en cólera. Por ello, ese día cese en mi acción, y continué visualizando internet pero sin contenido erótico.

Al día siguiente, me volví a conectar a internet y me baje los pantalones igual que el día anterior y deje mi manubrio al aire. Con sorpresa, observé como la chica me volvía a otear desde la ventana con su lente. ¡No me lo podía creer! Me puse nervioso nuevamente, pero el morbo me hizo olvidar mi pudor, y hasta logre colocarme en una posición, para que la chica pudiera contemplar con mayor nitidez mi tranca, la cual había alcanzado una soberana erección, ante el morbo de sentirse contemplada. Sin mayor pudor acabe por masturbarme y correrme sobre unos papeles higiénicos que siempre tenía el cuidado de tener a mano, siendo observada en todo momento por la chica. Aquello me dejo algo nervioso, pero sentía una morbosidad especial: “que una chiquilla como la vecina me contemplara mientras me masturbaba era algo que nunca hubiera imaginado”.

Días posteriores, realice la misma acción, e incluso deje bien abiertas las cortinas del despacho para que la muchacha pudiera contemplarme bien. ¡el morbo me estaba llevando a una situación peligrosa, ya que me estaba arriesgando bastante!

Una mañana, tras terminar en el ordenador el trabajo encargado por la empresa, como en otras ocasiones, decidí meterme entre la maleza que existe tras mi casa, y llegar hasta el riachuelo. Una vez allí, me metí en el agua y tras darme un baño, me quedé tomando un poco de sol en un pequeño descampado que dentro de la maleza yo había habilitado despejando una pequeña zona de arbustos. Allí había llevado una especie de silla-jamaca, y una toalla. Me había acostumbrado hacerlo con frecuencia, y me quedaba en bañador, ya que nadie acudía al lugar. Sin embargo, esa mañana, me sorprendí al escuchar como unas pisadas de alguien que se acercaba, por entre la espesa maleza. Me di cuenta de que alguien intentaba acceder entre los cañaverales que crecían en dicha zona con dificultad. De pronto, ante mis ojos, “aparece la hija de los vecinos”.

-oh. Lo siento. No sabía que estaba aquí- me dijo ella muy sorprendida, al verme en ese lugar, y además en bañador.

-tranquila. No pasa nada. Veo que como yo, has encontrado un acceso para llegar hasta aquí. Tranquila no pasa nada. Le dije algo nervioso al ver de quien se trataba.

-es que se me ha perdido mi gatito. Sé que se ha metido por aquí, pero no lo encuentro- me dijo algo aturdida. Mientras hablaba miraba de reojo, mi cuerpo casi desnudo, solo cubierto por el bañador-slip.

-Bueno, si quieres te ayudo a buscarlo.- le conteste.

Ella se encogió de hombros. Me incorporé y comencé a buscar, llegando hasta cerca del riachuelo, verificando que ciertamente el gatito se encontraba bebiendo agua en el mismo. Ella se alegró al verlo, y lo tomo en sus manos. Luego observó el riachuelo. Al ver su sorpresa le dije:

-¿Habías venido antes hasta aquí?.

-No, claro que no. No sabía que existía un río por aquí. – luego me mira y me dice:- vd. se baña en él. ¿No le da miedo con los bichos que debe haber?.

-No hay bichos. El agua es muy cristalina y muy sana. Has visto. Nadie viene por aquí. Yo lo descubrí, de casualidad.

Luego viendo que ella observaba el riachuelo con cierta curiosidad, le dije: - si quieres puedes también venir a bañarte, pero eso sí, “debe ser un secreto. Nadie más debe conocerlo”.

-Ja ja…Mi padre nunca no me dejaría.Se encoje de hombre y me dice: Tampoco sé nadar- me dijo encogiéndose.

-Bueno como es un secreto de ambos. No tienes porque decirla nada a tus padres. Y, si lo deseas, “yo puedo enseñarte a nadar”. Claro, si te apetece.

-Si mi padre se entera me mataría. – me dijo algo asustada, verificando que tenía un miedo aterrador a su padre.

-Nadie conoce este lugar, ni siquiera mi esposa ni mis hijos: absolutamente nadie, y así debe seguir siendo. Por lo tanto nadie se va a enterar, si tú no lo dices: claro.

Nos quedamos hablando durante unos momentos más, hasta que ella me dijo que se tenía que ir. Le indique que viniera un día, y que me hiciera compañía leyendo en aquel lugar. Ella no dijo nada, y se marcho. La verdad es que era la primera vez que veía aquella chica. Era de una altura de 1.60, más bien delgada, con pechos aún en desarrollo pero que tampoco iban a ser muy grandes. Pero, aunque no era una preciosidad tampoco era fea, aunque tenía aquellas pecas, que a mi hija no le gustaban nada, pero que en mi parecer le daban una morbosidad especial.

Pasaron los días, y había perdido la esperanza de que ella viniera. Sin embargo, observaba que no dejaba de otearme desde su ventana, mientras yo sin mayor pudor, me masturbaba ante su atenta mirada.

Cuando ya parecía que nunca iba a venir, ocurrió que un día mientras estaba leyendo un libro echado en la jamaca, ella hizo su aparición.

-hola, Katy- que así me había dicho que se llamaba-, Veo que al final te has decidido a venir. Anda siéntate en la silla, o en la toalla. ¿No tienes colegio hoy?

-No. Hoy me dieron libre. ¿Que lee?- me pregunto.

Le dije que era un libro de aventuras, y estuvimos charlando durante bastante tiempo. Ella parecía bastante inocente, y me comentó que su padre era muy estricto, que no le dejaba salir con amigas, y menos con chicos de su edad.

De di cuenta que ella no dejaba de mirar hacia el riachuelo, y le dije: - ¿te apetecería bañarte?

-ya le dije “que no sé nadar”. Me ahogaría. Me contesto.

-bueno al menos puedes mojarte los pies en el río. Yo voy a darme un chapuzón. Vamos.

Y, ante su mirada, me metí en el río y comencé a nadar un poco. Al verme ella tomo confianza, se quitó las sandalias que llevaba puestas, se remangó un poco la falda bastante baja que siempre llevaba puesta, y se adentró en el río llegándole el agua hasta cerca de las rodillas.

-que te parece. ¿Verdad que está buena?.

Ella me contesto afirmando con la cabeza, y sonriendo. Y así estuvimos durante un rato, y luego le di la tolla para que se secara los pies, y luego me seque yo. Notaba que la chica miraba de reojo hacia mi slip, pero no decía nada.

Tras un rato, le dije: -¿porque no traes un bañador o un bikinis y te bañas?. Puedes hacerlo en la orilla, no hay peligro alguno. Además yo estoy aquí.

-es que…no tengo bañador. Me dijo de pronto.

-¿Nunca has ido a un playa?

-No. nunca.

Me quede anonadado. Por ello le dije:

-¿Y si te compró yo un bikinis?. Te lo dejaré por aquí, y así nadie lo sabrá.

-¿Vd. me lo compraría?. Me contesto algo sorprendida ante mi ofrecimiento.

-claro. Pero eso sí. Nadie tiene que saberlo.

-Ay no sé. Si mi padre me descubre me castigaría mucho.

Al día siguiente calculé su talla, y adquirí un bañador y un bikinis en un centro comercial, y con sumo cuidado lo lleve hasta el descampado. No sabía que es lo que ella querría usar. El bikinis era algo atrevido, por lo que seguro que optaría por el bañador. No me lo esperaba, pero al rato hizo su aparición de nuevo la chica.

-Hola. Mira lo que te he comprado. Le dije mostrándole las prendas adquiridas.

Ella se sorprendió al ver las prendas, pero me dijo: -Ya. Pero… ¿no pretenderá que me cambie delante de Vd?. Y, a mi casa tampoco puedo ir.

-No te preocupes por ello. Yo me retiró hasta el riachuelo, y tu puedes cambiarte aquí sin problema. Te prometo que no miraré.

Sin esperar su respuesta, me dirigí al riachuelo, fuera de su vista. Al rato ella se acerca y me dice:-el bañador, …. Creo que me queda muy pequeño.

-¿te has probado el bikinis?.

-el otro. Ya pero… no se…. es que me parece muy ..…no terminó a frase.

-Es un bikins, como el que usan las chicas y mujeres en la playa. Anda, intenta ver cómo te queda. Solo para ver si la talla es la adecuada.

Ella se retiró y al poco tiempo, observo que ella viene hacia el riachuelo, tapándose con sus manos, sus pechos y su vagina, aunque venía cubierta por la prenda del bikinis.

-creo que ese te queda muy bien. –le dije. Aunque instintivamente mi pene creció bajo el slip al ver aquel cuerpo juvenil, blanco, con bastantes pecas, y donde verifique que pese a su edad, la muchacha ya tenía unos pechitos aún en desarrollo pero, que parecían bastante puntiagudos, y que ocupaban todo el sostén. Observe para mi asombro que no se depilaba, ya que algunos pelos sobresalían por la braga del bikinis.

¿Vd. cree que me queda bien? Me dijo ella arozada.

-Por supuesto. Vamos y entra en el riachuelo.

Sin darle mucha importancia, hice que ella se metiera por primera vez en el agua, y así poco a poco fue tomando confianza hasta que llegó a una zona donde el agua le cubría más de la mitad de su cuerpo. Note que la chica estaba disfrutando como una verdadera cría. Después de un tiempo, ella se retiró, cambiándose y dejando el bikinis allí. A partir de ese día ella comenzó a venir con frecuencia, y cada vez se adentraba más dentro del rio.

Un día, ella fue cogiendo bastante confianza, y entonces, le dije:- ¿quieres que te enseñe a nadar?.

-bueno-me dijo algo nerviosa.

Y a partir de ahí comencé tomarla por debajo de su abdomen para que ella se mantuviera en el agua, y así fue aprendiendo poco a poco. Incluso, en más de una ocasión, logre sin querer tocarle sus pechos, y sus muslos. Ella veía que iba aprendiendo y eso la estaba llenando de confianza hacia mí.

Comenzó a venir normalmente dos días a la semana, por lo que un día de esos en que ella no acudía, hacia tanto calor, que me “desnude completamente” para ducharme en el riachuelo. Tras acabar me eche en la jama a tomar el sol completamente en pelotas, hasta el punto que me deje dormir. Por esa razón, no me enteré cuando Katy llegó de improviso ese día. Ella llego sin apenas hacer ruido, y, claro, me encontró con esa guisa. Cuando me desperté observo que ella me estaba mirando, allí de pie, contemplando atónita mi tranca. Debo reconocer que la misma, aún en descanso es algo grande, y con unos testículos igualmente bien abultados. Al verla, me quede sorprendido:

-Hola. ¿No sabía que venías hoy? . No te había escuchado.

-pero.. ¿Por qué está desnudo?me dijo ella al momento.

-bueno. Es que quería tomar el sol. Como no pensaba que hoy venías, pues “me puse a tomar el sol así”. Sabes. El sol es muy beneficioso para el cuerpo. Tiene mucha vitamina C y D.

Note que ella seguía impasible mirando mi pene que ante su constante mirada se me comenzó a envarar. Ella al ver cómo me crecía, enrojeció, pero no dejaba de mirarla. Su inocencia me ponía más morboso. Al rato, mi pene se quedó casi con una cierta empalmadura. Ella me dijo:

-¿por qué se le pone así?.

Nervioso ante su pregunta le conteste:-Bueno Katy. Verás, es que a los hombres cuando le gusta una mujer, se excitan, y por ello su pene crece. ¿Tú no te excitas cuando ves a un hombre desnudo?.

-¿Cómo..?.. No… claro que no. Bueno… mejor será que me vaya.. me dijo algo nerviosa y excitada.

-vamos tranquila. Ya me pongo el bañador. No te pongas así.

Me coloque el bañador, aunque aún seguía apareciendo un enorme bulto en el mismo, ya que apenas me cabía dentro del slip, al menos la chica se tranquilizo. Aunque nervioso no le dije nada.

Ella vino tomo el bikinis que siempre guardaba yo, y se retiró un poco y se cambio colocándose el mismo. Luego regreso y me dijo: -vamos al agua.

-si claro. Vamos.

Estuvimos nadando un rato, e incluso comenzamos a jugar echándonos agua uno al otro. Y al rato salimos fuera a descansar. Notaba que ella no dejaba de mirar el bulto de mi slip. Al rato ella me pregunta:

-He oído que “algunas mujeres se bañan en la playa desnudas”. ¿es verdad?

-si. Es verdad. Y otras, hacen toples.. se quitan el sostén, y se quedan solo con la braguita puesta.

-pero ¿no les da vergüenza que las vean?. Mi padre dice que eso es pecaminoso… bueno y otras cosas más….

-Bueno. Cada uno es libre de hacer lo que crea. Además, Dios cuando nos creo nos trajo desnudos, sin ropa.

-Ya. … Y ¿Vd. se ha bañado desnudo en una playa?.

-No. pero tampoco no me importaría.

-No sé… ja ja yo me moriría de vergüenza. – me dijo.

-Pues. Si tuvieras un cuerpo feo, gordo, a lo mejor sí. Pero “tú tienes un cuerpo precioso, y muy bonito”. Seguro que desnudas parecerás una verdadera diosa.

-Ay… no pretenderá que me desnude ante Vd. Me dijo.

-Bueno aquí nadie nos ve. Solo estamos tú y yo. Ya a mi me has visto desnudo. Tampoco pasara nada porque yo te vea desnuda.

Ella dejo de hablar durante un rato, y luego me dice:- ¿de verdad cree que soy bonita?. O lo dice solo por complacerme.

La mira a la cara y le dije:- Muy bonita. Tienes un cuerpo precioso. Seguro que los chicos en tu colegio te dirán muchos piropos.

-que va… “ellos solo me dicen que son una mojigata…y que soy fea… por mis pecas”.

-¿y porque dicen eso? Le pregunte.

-es que creen que voy a ser como “una monja” por mi forma de ser… y “mis pecas”.

Me acerque donde estaba, le mire a la cara, y le dije: porque solo te han visto con esas ropas muy conservadoras. ¡Si te ven ese cuerpo que tienes, seguro que se vuelven locos por ti!. Además, esas pecas te hacen bastante sensual. A mi me encantan. De verás: “para mi eres una chica preciosa y muy sensual”

-ja ja. Sé que lo dice para consolarme. Ja ja.

-Te aseguro que no. Y eso, que “aun no te he visto desnuda”.

Ella se sonroja, y mira hacia mi slip nuevamente. Entonces el dije:

-Ya me viste desnudo. Pero, ahora te pregunto: ¿Te gusta verme desnudo?

-ay. No sé.. Qué cosas dice vd je je.

-pues a mí me gustaría mucho verte desnuda. Seguro que debes estar preciosa. Seguro que eres toda una mujer.

-Ya….jaja… Pero no voy a desnudarme. ¡Esta loco!. Si mi padre se entera me mataría. Qué cosas dice vd.

Al rato ella se marcho y no paso nada más.

Al día siguiente, cuando sabía que ella iba a venir, calculé más o menos la hora, y me fui a bañar, pero esta vez totalmente desnudo. Al rato, tal y como preveía llegó ella. Se acercó hasta donde me encontraba, y al momento se dio cuenta de que estaba desnudo dentro del agua, pero, sin embargo esto vez no dijo nada.

Ella, ante mi sorpresa, fue y se cambio, y vino hacia donde estaba en el agua. Al principio un poco alejada, pero poco a poco se fue acercando, y comenzamos a echarnos agua como otras veces. En una ocasión, ocurrió que ella toco algo en el suelo, y pensó que era una bicho, y rápidamente se agarró a mi cuerpo.

-que te pasa Katy.

-No se hay algo en el agua. Me ha tocado en los pies.

Yo me quede quieto abrazado por ella, y tras mirar al lugar observe que solo era un palo seco que estaba en el agua. Sin embargo, el contacto de su cuerpo, me excito, y mi pene se envaró aún dentro el agua. Ella lo noto al momento, y separándose un poco, miró hacia abajo y mi vio mi tranca ya con una buena excitación. Ella me miró a la cara, pero yo quise restarle importancia, y abrazándola, le eche al agua y le dije:

-jaja no seas miedosa. No hay nada. Es solo un leño.

Ella se intentó zafar, pero la sujeté, y por primera vez ella acercó su trasero a mi tranca. Yo la tenía sujeta con su espalda pegada a mi cuerpo, y mi tranca completamente puyando su espalda. Ella por su estatura, como les dije es más bien pequeña, por lo que notaba todo mi pene detrás de ella pegada a su trasero.

Ella intentó zafarse de nuevo, como jugando, cuando yo en el juego, logré alcanzar sus pechos. Me di cuenta de que eran unos pechos pequeños, pero duros, y los pezones tenían que ser puntiagudos.

El juego siguió, hasta que en un momento dado, ella toco con su mano mi tranca. No sé si lo hizo a propósito o no. Tras esto, ella miró mi pene, y riendo se marcho hasta la orilla y luego espero.

Yo la seguí y salí del agua “completamente desnudo”, y con mi pene colgando majestuoso y con una semi-erección. Ella antes de que llegara se marchó hasta donde estaba la jamaca y se echó en la misma. Cuando llegué, ella me mira y luego, con la toalla por encima observa detenidamente mi polla. La misma sin querer, comienza a crecer ante su atenta mirada, hasta que se coloca casi en vertical: era como un verdadero mastil.

Ella no me dijo nada, ni yo tampoco. Tome la toalla y me puse a secarme pero permitiendo que ella siguiera contemplando mi tranca. Luego me eche en la toalla, tomando el solo boca arriba. Mi pene por supuesto no bajaba, y ella tampoco dejaba de mirarlo.

Estuvimos así durante bastante tiempo. Tras un tiempo, viendo que hacía bastante calor, le dije:- mejor nos metemos en el agua de nuevo, “o nos quemaremos”.

Ella no me dijo nada y me siguió hasta el agua. Yo entré primero, y luego dentro del agua, le dije: -¿por qué no haces toples?.

Ella me mira, y me dice:- se refiere a quitarme el sostén.

-claro. Me gustaría ver esas domingas que tienes. Seguro que serán preciosas.

-jaja. Qué cosas dice.. me contesto sumamente nerviosa.

-venga quiero ver la mujer que eres. Seguro que tienes los pezones en punta verdad. ¿Me equivoco?

-¿Cómo la sabe?. Acaso me las ha visto.

-Claro que no. Pero me imagino que son así. Ya sabes que se aprecia un poco bajo el sostén.

-Está loco. Sabe que si lo supiera mi padre me castigaría.

-pero el nunca lo sabría. Estamos solos.

Ella se quedó pensativa, y al rato se da la vuelta, y procede a soltarse el sostén el bikinis. Me quede helado. No me esperaba que aquella muchacha, fuera tan inocente que accediera a lo que le estaba pidiendo. Tras ver que se lo quita ella se mete en el agua, y se aleja rio adentro. Yo me acerque hasta donde estaba, y al llegar cerca de ella, veo que se coloca sus manos sobre sus pechos desnudos.

-me vas a dejar verlos- le dije.

Ella sin responderme, con la cabeza cabizbaja, se baja los brazos y quedan sus pechos al aire. ¿Dios mío que preciosidad! Dije en voz alta.

Eran unos pechos juveniles, que faltaba por terminar de modelarse. Eran unos pechos pequeños, pero puntiagudos que marcaban muy bien aquellos pezones negros y grandes para su edad.

Ella observó como mi pene creció nuevamente dentro del agua, y enrojeció.

Ella me dice:¿Por qué se le ha puesto así?

-Al ver esos preciosos pechos. Eres toda una mujer Katy. ¡divina!.

-¿de verdad le gustan?. No me miente. Me pregunto.

Me acerque donde estaba, y note que ella estaba nerviosa. Sin poder evitarlo, alce mi mano, y ante su sorpresa, palpe con mis manos los mismos, y ella, en su inocencia me dejo hacer. Los apreté un poco en mis manos, y comencé a pasar unos dedos por encima de sus pezones, viendo como se ponían en punta.

-Uhm ya están bastante duritos. Y que firmeza. Deliciosos

Ella permanecía inmóvil y no me decía nada. Yo continué, y en un momento dado, decidí que había llegado la hora de ser más osado, y puse mi boca sobre uno de sus pechos y comencé a lamerlos.

-oh que hace… ¡eso no oh… por favor!… hooo que me hace…..

-tranquila. No voy hacerte daño. Solo lamerlos un poco veras que te gustara.Le decía mientras mi lengua lamia aquellos pezones, y con mis labios los apretujaba, haciéndola suspirar.

-oh no…oh que hace.. ohhh…. Déjeme oooo

Ella intentó separarse, pero en un momento dado, al intentar zafarse, note que sin querer puso su mano sobre mi pene. Ella al principio se quedó quieta, dejando su mano sobre mi tranca, y al momento se dio cuenta de que era mi pene, y quitó la mano. Pero era obvio, que la chica había comprobado por primera vez la dureza de la tranca de un hombre.

Ella salió corriendo hacia donde estaban las toallas, y se enrolló en ellas. Durante el trayecto se le había caído el sostén del bikinis, y lo lleve en las manos hasta donde se encontraba. Se lo di, y le dije:

-si tanto de preocupa puedes ponértelo. Pero te aseguro que tienes unos pechos preciosos. Ya eres toda una mujer. ¡Estas para comerte completita!

-No me diga eso. Y no está bien lo que ha hecho…. Pero en el fondo luego se echo a reír.

Ella se puso el bikinis y se puso a tomar el sol. Yo hice lo mismo, pero me quedé totalmente en pelotas. Quería que la chica se acostumbrada a verme así. Al rato, escuchamos un pequeño ruido cerca del río, y al acércanos observamos que se encontraba su gatito con una gatita que había encontrado por allí. Sorprendentemente el gatito estaba montando a la gatita, y al verlo, Katy, le dijo: - Miki que haces… deja la gatita quieta. ¿Qué le estas haciendo?.

-déjalo tranquilo Katy. ¿No ves que está con su novia?. Le dije yo, viendo que aquella escena era bastante propicia.

-pero ¿por qué está haciendo eso?, me pregunto inocentemente la muchacha.

-No lo ves. ¡Están haciendo el amor!. Es como las personas. Cuando se quieren, hacen el amor. ¿No te lo han explicado en el Colegio?

-bueno.. si. Pero, no sabía que los animales también….pero le está haciendo daño. Le está metiendo su cosa por ahí- me dijo más inocentemente.

-Pues sí. Ya ves como la gatita disfruta. Es la forma que tienen los animales de hacer el amor. Tiene que meter su pene dentro de la vagina de la hembra.

Ella me miró, se sonrojó, miro mi pene, y me dijo:- pero, de esta forma puede quedar embarazada y tener gatitos ¿verdad?

-claro. Igual que lo hacen los papas. ¿Cómo crees que te hicieron tus padres?- le dije.

-Pero ese gatito es de la vecina de al lado, y si se queda embarazada pensará que fue de mi gatito, y seguro que se enfadará.

-No te preocupes. Puede ser de cualquier gato de por aquí. Además, sabes que para quedar embarazada tiene que ser cuando ella este en sus días fértiles. ¿Te lo han explicado en el cole?

-Bueno. No preste mucha intención en esos temas. Mi padre, cuando lo supo no me dejó acudir a clase esos días. El habló con el profesor y me dijeron que no había problemas. Sé que mi papa se enfadó con el mismo por estar explicando esos temas en el cole.

-Pues todos los chicos y chicas de tu edad, ya saben eso. Pero, de todas formas te lo voy a explicar. Y ante su atento oído, le explique que solo había unos días en que la hembra estaba fértil, al igual que las mujeres, y que el resto no había problema. Que por eso, en las fechas en que estaban ovulando, los que no querían tener hijos se ponían un preservativo.

Ella escuchaba con bastante atención, mientras su gatito no dejaba de montar una y otra vez a la gatita. Observamos la vagina de la gatita y pudimos comprobar que de la misma salí restos de semen tras terminar.

Ella inocentemente, otra vez me dijo: y ¿esa mancha blanca que le sale a la gatita por detrás que es…? Era obvio que era bastante inocente en el tema sexual.

-es que tu gatito, le vació su semen dentro de ella. Me detuve un poco y le dije: cuanto tu padre y tu madre hacen el amor, tu padre le vacía dentro de la vagina de tu madre esa lechita. ¡¡Es el semen!!.

En ese momento los gatitos se fueron. Nosotros regresamos a donde estaban las toallas, y ella algo nerviosa, me dijo que se retiraba. Sin embargo, cuando se marchaba, me dijo: -El Viernes mis papa marchan de viaja a un Congreso, y yo no tengo cole.- me dijo, sin decir más nada.

Interpreté que quería que viniéramos más temprano al lugar y le dije: -Que guay. Así podrás venir temprano y nos bañamos por la mañana, que hace más sol. Vale traeré un poco de comida y podemos almorzar aquí los dos. ¿Te parece?.

Ella, sonriendo y encogiéndose de hombros me dijo: - Bueno.

Al llegar a mi casa, me tuve que encerrar en el baño y tocarme una soberana paja. Aquella situación me había dejado muy excitado. En esos días, solo pensaba en que llegara el Viernes para estar con Katy de nuevo. Durante esos días no me masturbe, y como mi señora apenas tenía ganas, me guarde para ese día. No sé cómo, pero tenía pensado en avanzar en aquella situación, y al menos pajearme delante de ella.

Al final llego ese día. Sobre las nueve y media de la mañana, me dirigí al lugar de siempre, y había llevado una tortilla y otra comida y bebida para pasar casi el día allí. Lleve una especie de manta que coloque en el suelo. Y antes de llegar ella, me desnudé nuevamente, y entré en el río y me di un pequeño baño. Cuando estaba en el mismo, hizo su aparición ella, y tras quitarse su ropa como otras veces, se colocó el bikinis y vino donde estaba. Ella observó que estaba desnudo, pero no dijo nada.

-¿tus papas se fueron ya?. le pregunte.

-Si. No volverán hasta casi de madrugada.

Entonces podemos estar más tiempo. Por la mañana es mejor ya que hace más calor.

-sí. Está bastante buena. Jeje…

Nadamos y rato, y luego regresamos hacia donde estaba la manta que había traído. Nos secamos un poco, y le pregunte por su gatito. Ella se sonrojó, y al final me dijo que estaba bien. Sin embargo, notaba que la chica estaba desinquieta, y no dejaba de mirar mi tranca. Y al rato me pregunta:

-¿Cuando hace el amor con su mujer…. de verdad…¿le entra todo eso en su vagina?

-claro que sí. Le conteste muy excitado ante su pregunta.

-pero… ¡le tiene que doler muchísimo!. ¡Vd la tiene bastante grande!.

-Es verdad que es un poco grande. Pero ella disfruta mucho. Además, ya sabes que “la vaginas de las mujeres se dilatan al máximo”, y puede entrar cualquier clase de pene.

Ella me miraba intrigada, y me dice: -no me lo creo. Como puede entrar eso en…. (me di cuenta que iba a decir en su coñito), por lo que le dije: - “hasta en tu coñito entraría mi pene sin problemas”.

Ella me mira y me dice:- Ay…no sea bruto. Sabe que eso no puede entrar en mi vagina. La tengo muy chiquita. Y su pene es muy enorme.

-No te estoy mintiendo. Te lo aseguro. Si te excitas bien, tu conejito se abrirá al máximo, se dilatara y permitiría que mi pene, pese a su tamaño, entrara todo. No te miento.

Ella mira mi tranca, y no me contesta. Pero notaba que la chica se encontraba intranquila al tiempo que excitada. Por ello, le dije:- ¿has besado algún chico alguna vez?.

Ella me mira y me dice: claro que no. Mi padre dice que eso es pecado.

-¿Quieres probar, para ver qué te parece?

-Se refiere a ¿besarnos, nosotros?.

-pues claro. Por eso no vas a perder la virginidad, ni quedar embarazada. Solo como si fuéramos novios. Te parece que juguemos a eso, como si fuéramos el “papa y la mama”. Es solo un juego.

-ay. No se…. ¿Seguro que nadie lo sabrá?

-pues claro. Nadie nos va a ver. Estamos solos. Tu tampoco se lo vas a decir ¿verdad? es solo un juego. El juego del papa y la mama.

Sin esperar su respuesta me acerque a ella, y acerque mis labios a los suyos, y la bese. Ella enrojeció. Pero la seguí besando, y ella al rato entreabrió sus labios, y metí mi lengua dentro de su boquita. Aquello enceló a la chica.

-que te ha parecido, le dije al terminar.

-No se…¿así lo hace con su esposa?

-Sí pero con más entusiasmo. Pero, sin embargo tu boquita es más sabrosa. ¿Quieres intentarlo ahora tú?

Ella más osada, se acerca a mí y acerca sus labios cerrando los ojos. Yo la apretó contra mí y comienzo a saborear sus labios, meto mi lengua en su boquita una y otra vez, notaba como la chica se agita. Cuando me despegue, me quedé anonadado, porque ahora fue ella la que me siguió besando. Aquel juego le encantaba.

Quieres que sigamos jugando más al papa y la mama. Ella sonrió, lo que me dio a entender que quería que siguiera. Y entonces le dije:

-La mama, tambien le pone los pechos al papa en la boca, para que se los chupe. Ella se estremeció, pero le dije: -solo es un juego. Si no quieres seguir jugando, lo dejamos.

-vale.- me dijo algo intranquila, pero ante mi asombro ella misma se soltó el bikinis, quedando sus pechos ante mí. Estábamos echados sobre la manta, yo boca arriba, por lo que ella se coloco sobre mi y acercó sus pechitos hasta colocarlos sobre mi boca. Comencé a lamerlos con dulzura, suavemente, notando como pronto de empitonaron. Al momento ello comenzó a gemir, yo comencé a alternar mis lamidas con algunos besos en la boca de la chica. La chica estaba sudorosa. Yo en un momento dado, pase mi mano por uno de sus muslos, y ella se dejó. Apretaba sus muslos.

_Bueno, ahora vamos a jugar a otro juego que hacen los papas.

-¿cómo es? Me contesto ella superexcitada.

Le dije que se pusiera en posición 69, y ella aunque intranquila, aceptó quedando todo su cuerpo sobre el mío.

Ante mis ojos quedó aquella braguita del bikinis, y note que, para mi sorpresa se apreciaba claramente la ranura donde se localizaba su coñito. Era obvio que los labios de su vagina eran bastante pronunciados. Ella, en aquella posición pudo contemplar mi pene en todo su esplendor, ya que quedó muy cerca de su cara. Sin embargo no puso rechazo.

Comencé a lamer sus mulitos, y poco a poco me fui acercando con mis labios hasta su braguita, pero muy despacio, ya que no quería que se asustara. Al llegar a los pliegues de su braguita, pase mi lengua por donde sabía que estaba la ranura de su raja. Ella al momento gimió entrecortadamente. Oh… que me hace… ahí no… oh… ooooo

-tranquila. Déjate hacer solo es un juego. Puedes coger mi pene con tu mano si quieres. Así lo hacen los papas. Recuerda que es solo un juego.

Tras varias lamidas a su braguita, observé como la chica comenzó a retorcerse, por lo que más osado, logra apartar su braguita, apareciendo por primera vez ante mi aquel precioso coñito, que ya poseía una buena mata de vello.

El coñito de la chica estaba encharcado, estaba sumamente excitada, y sus labios resumían sus juegos. No pude más y pase mi lengua por toda la raja. En cuanto le pase mi lengua por su coñito, ella se dejó caer dejando su rajita justo encima de mi boca.

-ohh noooo..ooooo, no siga oooo que me hace oooo

Tranquila es solo un juego. Relájate.

Ooo pero oooooo ooooo

Al momento note sus juegos de forma más intensa en mis labios comprobando que la chica había tenido “su primer orgasmo”. Al terminar, ella se incorpora y se baja de mí pecho, echandose a mi lado sobre la manta, y le dije: - ¿qué te ha parecido?

-Lo que me ha hecho es asqueroso. Además, …¡creo que me he orinado en su boca!. ¿No le da asco?

-No debes tener asco. Tampoco te has orinado. Has tenido un orgasmo. ¿Te ha gustado?.

Ella, enrojeció pero al final sonrió.

Y le dije: ¡esto es sexo oral!. Pero, disfrutarás mucho más cuando tengas el pene de un hombre dentro de tu vagina. Ahí será cuando sentirás un placer inmenso. Como lo hacen los papas.

Ella observa de nuevo mi tranca, pero no dijo más nada. Al rato le dije:

-que te parece si nos vamos a dar un baño, y luego comemos. Y así lo hicimos. Note que me mira al ver que iba con el cáñamo al aire, y le dije:-porque no te bañas desnuda. Ya te he visto tu vagina. Nadie te va a ver aquí.

Ella no se la quitó, pero sorpresivamente, cuando estaba dentro del agua, se quito la misma, quedando totalmente en pelotas. Y note como se sonrojó.

Luego al salir, observe su monte de Venus, y me quede maravillado viendo su precioso trasero. Era perfecto, con aquella nalguitas bien formadas, y comencé a pensar como sería meter mi tranca entre ellas. Y al ver como la miraba me dice:

-no me mire tanto. Me pone nerviosa.

-es que tienes un trasero perfecto. Bonito de verdad. uf nena como estas. Pero qué buena hembra. Eres toda una mujer.

Ella me sonríe alagada, y me dice: -seguro que lo dice solo por complacerme. ¿De verdad le gusta mi trasero?.

Le conteste: has visto como se me ha puesto mi pene.

Ella enrojeció al ver mi tranca en pleno rendimiento, mientras me mantenía de pie desnudo ante ella. Ella se sentó en la manta, y me quede a su lado. Y pasando mi mano por su trasero, le dije: lo tienes bien moldeadito. Uhh me encanta tocártelo. ¿Te gusta que te lo toque?.

-no se… no creo que este bien.

-venga. Ahora nadie no ve ni se va a enterar. Me encanta tu culito.

Y continué pasando mi mano por su nalguita y su trasero. Al rato uno de mis dedos escudriñaba su anito, y note como ella dio un respingo. Oh.. Que me hace..

-solo te acariciaba. No tengas miedo. ¿Que sientes cuando te toco ahí?. le pregunte mientras no dejaba de masajear y dedear su anito.

Ella me mira enrojecida y me dice: No se… …

-¿te excita que te lo haga?.

Ella en lugar de contestarme, echa una mirada hacia mi tranca, y al verla totalmente erecta, me dice:- ¡todavía sigue así. No se le baja!.

-para bajarla necesito descargar toda la lechita que tiene dentro.

Ella en ese momento de forma inocente, me confiesa algo, que yo sabía, y me dice:- ¿es lo que hace todos los días en el despacho de su casa?.

-¿me has visto?.Le dije más excitado.

-bueno. Lo siento, pero… es que…si se llega a entrar mi papa me mata..

-tranquila. No te preocupes por ello, nadie lo va a saber. Pero dime: ¿te gusto ver cómo me “masturbaba”?.

-ay no sé. ¿Estaba viendo pelis prohibidas en su ordenador, verdad?- me pregunto de pronto.

Yo le conteste: No son prohibidas. Son pelis porno. Cualquier chica tiene acceso a ella en internet. ¿De verdad nunca las has visto?

-¡claro que no!. Mi papa no me deja conectarme a internet, solo algunas páginas que el me tiene señaladas.

-¿te gustaría verlas sin que lo supiera tu padre?- le pregunte de repente. Ella bajo la cabeza, lo que evidencie que sí. Por ello tome una tablet que tenía allí, y sabía que la conexión con internet via wifi era perfecta, por haberla usado antes, y tras conectarla, la dije:

-anda siéntate a mi lado.

Ella así lo hizo, y yo me conecte con algunas páginas porno, sobre todo videos, donde se veía alguna joven con personas más adultas, teniendo sexo. Ella al visualizarlas por primera vez, abrió los ojos como platos. Notaba que no quitaba ojo de ellas, y observe como se comenzó a excitar, ya que sus pezones se pusieron de punta. Y le dije:

-¿qué te parece?. Te has fijado como le entra a la chica el pene de ese hombre. Has visto como tengo razón. Mira como se abre todo el coñito de la chica, y como le entra todo el pene. Y el hombre tiene un pene tan grande como el mio.

Ella no me respondía sino que no dejaba de consumir cuanta más información era posible sobre lo que estaba viendo. Luego le puse otra, donde una chica estaba mamando la polla al hombre, y observe que ella miró hacia mi tranca. Yo instintivamente tome su mano, y la puse por primera vez sobre mi pene. Ella curiosamente no la retiró, sino que observó lo que hacia la chica en la peli porno. Y le dije:

-masajéala como hace la chica en la peli. Anda haz tú lo mismo.

Ella sin contestarme, torpemente comienza a mover su mano a lo largo y ancho de mi vara, verificando que pronto le gusto, y comenzó hacerme una paja. Yo me estaba poniendo como una moto. Y al ver como la chica mamaba la pieza del hombre le dije:

-anda haz lo mismo. Lamela un poco.

Ella observa mi pene sin dejar de masajearla, y sin contestarme, se agacha y comienza a lamer mi tranca intentando hacerlo como lo hacia la chica. Aprendió rápido, y note que era bastante aplicada, ya que incluso no solo se metía mi pene dentro de su boquita, sino que lamia mis testículos, imitando a la girl.

Yo estaba a punto de correrme. Note que en ese momento, el hombre coloca a la chica en posición perrito, y colocándose detrás de ella, le comienza a lamer su ano y su coñito.

Note que ella se estremeció al ver lo que le hacia el hombre, y sin decirle nada, la inste a colocarse en cuatro, siempre mirando la tablet. Entonces, me coloque detrás de ella. Observe su anito, y la ranura de su chochito. Y sin pensarlo mucho comencé a lamer su coñito y pasando mi lengua por todo su anito, como lo hacían en la peli.

Ella comenzó a gemir, pero notaba como se abría su vagina. El hombre de la peli, en un momento dado, le mete un dedo en el culito a la girl, y yo ni corto ni perezoso quise imitarlo. Ella intentó resistirse, pero ante mi insistencia, se entregó y pronto todo mi dedo corazón se introducía hasta la base en el culito de la chica.

Al rato, el hombre volvía a introducir un segundo dedo a la girl, y claro, yo hice lo mismo. Esta vez me costó un poco, ya que el culito de la nena no estaba tan dilatado como la de la girl, pero pronto, ante mi asombro su esfínter cedió y se trago mis dos dedos. No me lo podía creer, le estaba metiendo dos dedos a la hija de los vecinos.

Con la diferencia de que mis dedos eran más gruesos que los del hombre de la peli. Ver como entraba mis dos dedos dentro de aquel pequeño culito virgen, comencé a soñar en poder meter mi tranca en el mismo. Joder como me estaba poniendo la chica. Mire mi tranca y observé que la tenía como una mástil.

-oh.. decía ella. Oh que me hace ohh

En un momento dado observo como el hombre de la peli, acerca su tranca al culito de la girl y comienza a entrar en el mismo. Pronto más de la mitad de la tranca del hombre perforaba aquel culito. Observe que ella se giró hacia atrás, y echo una mirada a mi tranca, en pleno rendimiento. Y me dijo:

-No me la pretenderá meter por ahí. Vd. la tiene muy grande. Me reventaría.

-Nunca hare nada que tú no desees. Lo sabes. Pero, si quieres podemos intentarlo. Solo hasta donde puedas.

Ella no me dice nada, y se gira mirando como el hombre clavaba el culito de la chica. Sin poder evitarlo, saco mis dos dedos del culito de la chica, y los vuelvo a meter una y otra vez. Pero a la cuarta vez sustituí mis dedos por mi tranca. Sin poder creérmelo, observe como el prepucio entro claramente en el orificio trasero de la muchacha. Note que ella se dio cuenta, pero no la deje reaccionar, y forcé un poco observando cómo su culito se tragaba más de una tercera parte de mi tranca.

-oh nooo me duele… saquela.. ohhhh

-relájate, ya tienes una parte dentro. Espera que se dilate un poco.

-no por favor saquela… ohhhh- lejos de sacársela, presioné un poco más y más de la tercera parte de mi poderosa tranca se había alojado dentro del culito de la nena. Era increíble. ¡qué placer! Pensé que me iba a correr antes de tiempo.

-ohhh más noooo. Opte por quedarme así con mi tranca dentro de ella, y ella observó como el hombre de la peli, le clavaba totalmente la tranca a la girl en su ano. Joder la tenía totalmente atravesada. Comenzó a entrar y salir de aquel orificio con gran maestría, viendo como se ensanchaba el culo de la girl. Y a veces le sacaba la polla y mostraba la abertura a la cámara.

Aquello tenía excitada a Katy. Viendo que la presión del culito de la nena cedía, comencé a entrar y salir del mismo, al tiempo que estimulaba la rajita de la nena, haciendo que su anito se aflojara, con lo que comencé a bombearla poco a poco, viendo como mi tranca entraba y salía de su culito.

Era increíble, el culito de la nena se estaba abriendo, y miraba observando como aquel pequeño trasero era atravesado por mi poderosa polla. Era increíble. En un momento dado la saque toda y note que aparecía un boquete. Note que estaba a punto de correrme. Pero no fui el único, ya que verifique como el hombre de la peli hacia lo propio en el culo de la girl.

Sin poderme contener, volví a clavar mi polla dentro de su anito, no llegando más de la mitad y en plan perrito me la comencé a follar bombeándola una y otra vez. para estimular a la chica, la pasaba mis manos por sus pechitos, y esto hizo que sin poder contenerme mas me vaciera dentro de ella.

-oh me vengo… oh siii que culito… ohhhh siiiiiiiiiiiii

Termine llenado de semen aquel culito, viendo como resumía el mismo, dejando escapar, y bajaba por los labios de su coñito. Me corrí de una forma bestial. Ella pronto se echó sobre la manta, miro mi pene, y luego observó su culito y me dijo:

-Se ha corrido dentro. ¿y si ha dejado embarazada?.

Es tu culito, por ahí no puedes quedar. ¿Te ha gustado?

-me ha roto el culito. Ahora no podré ni andar. Mis padres lo van a notar.Me dijo algo preocupada.

-te echaré un poquito de crema, y verás que pronto volverá a su sitio. Te has dado cuenta como me he corrido. Ella miró mi pene como había bajado la hinchazón, y sonrió.

Ella siguió viendo la peli, ávida de conocer más de la vida sexual. Pronto el hombre se recuperó, y comenzó lamer el coñito de la girl, haciendo que ella tuviera un orgasmo. La mire, y entonces la eche boca arriba sobre la manta, y comencé a lamer su chochito con frenesí. Enseguida observe que ella comenzaba a disfrutar de mi comida de coño:

-ohhh siii ohhhh que me hace…..,.

Le di tan fuerte comida de coño que en dos ocasiones se corrió en mi boca. al terminar, ambos miramos la peli, y comprobé que el hombre estaba clavando su polla en el coño de la girl, abriendo una y otra vez la raja de aquel coño con su puntiaguda polla. Era obvio, que ella no me iba a dejar hacerle lo mismo, ni tampoco lo pretendía.

Ella me mira, observo que tiene miedo, se levanta y se va a duchar al rio. Yo la sigo, pero luego ella se vistió y se marcho. Era obvio, que a la chica le había gustado pero estaba nerviosa y pesarosa por lo que había ocurrido. Tenía miedo de que no volviera. O algo peor, ¡que le contara a su padre lo ocurrido!.

Transcurrió más de una semana y la chica no volvió por el rio, ni tampoco había visto que me miraba mientras me pajeaba en el despacho. Pensé que todo había acabado. Así transcurrió así casi dos semanas. Cuando ya pensaba que no vendría, me encontraba una mañana, con un sol espléndido, completamente desnudo en la jamaca, y me había quedado dormido. En un momento dado me despierto, y compruebo que hay alguien observándome. Al darme cuenta verifique la silueta de Katy a trasluz del sol. Me incorporé un poco y le dije:

-vaya eres tú. Pensé que nunca más vendrías. Te he echado de menos.

-Bueno… lo que hicimos aquel día no estuvo bien. – me dijo sin contestarme más.

-por eso no has venido. Sabes que tenía muchas ganas de verte.

-¿de verdad quería verme? ¿Lo dice en serio?.Me preguntó ella, contenta porque la echara de menos.

-por supuesto. Me tenías preocupado. Sabes que me gusta estar contigo, hablar, nadar juntos, acariciarte. Jugar al papa y la mama.

Ella se coloca cerca de donde estaba, y observa con detenimiento mi desnudez y mi pene, que aún estaba flácido. Pero ante su mirada recobra su virilidad, y ella enrojece al ver cómo reacciona. Ella me mira a la cara y me sonríe. Yo le indico: -No quieres nadar un poco. El día hoy está esplendido. Aquí tengo tu bikinis.

Ella no me respondió, sino que se acercó, y tomo la prenda de bikinis, y se fue fuera de mi vista y al rato regreso con el mismo puesto. Sin decirle nada, la tome de la mano y nos dirigimos al rio. Allí estuvimos nadando bastante rato, y al final ella ya había vuelto a tomar confianza, y se reía y me echaba agua por encima.

Tras ello no marchamos a donde tenía la manta y la jamaca. Cuando llevaba un tiempo secándonos, observo que mira mi tableta. Entonces le dije: - quieres usarla. Anda tómala sin problemas.

Ella se acercó y la tomo, y tras encenderla, le puse mi clave, y se la deje. Pero ello, comenzó a visualizar algunas páginas de internet sin atreverse con páginas porno. Por ello le dije: quieres ver algunos vídeos eróticos. No pasa nada. Hazlo con confianza.

Le indique como conectarse con aquellas páginas, y ella se quedó viendo varios vídeos durante bastante tiempo. Yo no le decía nada, solo la observaba con el rabillo del ojo. Notaba que ella en varias ocasiones echaba la vista a mi tranca, para seguir visualizando los videos. Ese día no paso nada más. Y así pasaron algunos días más, ella solo visualizaba pero no hacíamos nada. Casi dos semanas después de su regreso, cuando se marchaba, me indica:

-el viernes estaré sola, porque mis padres marchan de viaje. Si quiere puedo venir por la mañana. No me lo podía creer. La muchacha se ofrecía a venir por la mañana.

-Tengo trabajo en la oficina, pero te prometo que terminaré pronto y vendré. Es formidable, ya que, precisamente mi esposa ni mis hijos tampoco estarán. Y tras marchase, la bese, cerca de sus labios.

Me quede excitado, la chica quería estar todo el día conmigo. Recordé aquel día en que me la folle por su trasero. No sabría cómo reaccionaría pero, esperaba que ocurriera algo ese día. Por ello arreglé todo en el despacho, para poder regresar pronto. Ya bastante temprano, sobre las 10 termine en el despacho y regresé a casa, y acto seguido me dirigí al rio. No sabía si ella estaría o vendría luego. Mire hacia su casa y no vi a nadie. Recordé que tenía el bikinis de la chica donde lo guardaba sigilosamente en mi despacho.

Al llegar al río observo que alguien chapoteaba en el agua. Me acerque desde lejos y vi que era Katy. Al momento me desprendí de mi ropa y me quede en pelotas nuevamente, con toda mi mandarria colgando y entré en el agua.

-ah. Hola que bien que ya llego.- me dijo ella.

-si pude terminar pronto. Tenía ganas de venir para verte.

Ella se sonrojó, y al acercarme, me quede de piedra. Katy estaba totalmente desnuda. En pelotas al igual que yo. Al darse cuenta, me dijo: - es que no tenía al bikinis, y pensaba que Vd. regresaría más tarde.

-no importa. Me gusta más verte así: desnudita. Eres preciosa ¿lo sabias?.

-ya… pero…

No dijo más nada y siguió nadando. Luego salimos del río, y ella permaneció desnuda a mi lado tendida sobre la manta. Note que la muchacha estaba excitada, y no dejaba de mirar mi tranca. En un momento dado me acerque a ella, y la bese en la boca. Ella acepto, y nos metimos la lengua. Tras varios lengüetazos mi mano se apoderó de su pechitos nuevamente, y tras chuparlos, mi mano alcanzó sus nalguitas. Esta vez ella se dejo hacer, y pronto mis dedos estaban hurgando la ranura de su vagina. Ante mi sorpresa, ella se pone boca arriba, y se abre de piernas, comprendiendo que quería que le comiera su chochito. Al momento me lance a por el mismo, y tras emplearme a fondo, note como ella alcanzó pronto su ansiado orgasmo.

Ella entonces observa mi pene y yo le puse mis manos a los lados de sus orejas y jale su cabeza hacia mi miembro. Ella ya no dijo nada. Simplemente la tomó con una mano la dirigió hacia su cara y abrió su boca para que mi verga entrara en ella. La comenzó a mamar suavemente. Casi la mitad de mi verga estaba dentro de su boquita. Su mano estaba debajo de mis huevos sobándolos. ¡Qué buena mamada me estaba dando!

Luego puso otra mano sobre la base de mi verga y empezó a masturbarme despacio. Ella se quedó mirando cómo me masturbaba. No dejaba de acariciar mis huevos y masturbar mi verga. Mantuvo apretada mi verga muy fuerte en la base dejando la punta libre. Metió la cabeza de mi verga es su boca y continuo masturbándome y coordinando la mamada de la punta de mi miembro. Luego de unos minutos, ella puso sus manos a los lados de mi cadera, dejando que su boca mamara con libertad mi miembro. Mientras ella hacia esto levantó los ojos para verme.

Nuestros miradas se encontraron y creo que los dos nos enviamos un mensaje que decía que tanto lo estábamos disfrutando. Ella colocó sus manos sobre mis nalgas jalándome hacia ella e intentó meterse toda mi verga en la boca. Yo ya no pude más. Me vine dentro de su boca. Mi venida la tomó de sorpresa por lo cual casi se ahogo con mi leche. Comenzó a toser y obviamente que sacó mi verga de su boca. Inmediatamente me masturbé muy fuerte para continuar con mi eyaculación. Mi semen cayó sobre su frente, otro chorro sobre un ojo. Katy interpuso una mano para que no continuara echándole espermas y con la otra trató de limpiar su ojo. Yo seguí eyaculando aunque con menos intensidad. Los espermas resbalaron sobre mi mano para caer en los muslos de Katy. Mi verga quedó semierecta palpitando. Yo aún me sentía muy caliente.

Ella se fue al agua y se lavo. Luego volvió y me miró sonriendo diciendo: - se ha corrido mucho. Me lo ha echado en su boca. Sabe algo raro.

La acerque hasta mi, y puse de cuclillas, quedándome exactamente a la altura de su coñito. Con mis dedos separé los vellos de su vagina. Sus labios vaginales parecían una pequeña mariposa de alas anchas. ¡Qué hermoso sexo tenía Katy! Separé ligeramente sus glúteos y hundí mi lengua lo más profundo que pude en su vagina. Katy exclamó un ahh! y separó sus rodillas un poco más. Volví a meter mi lengua en su vagina. Mi nariz quedó sobre su culito. Aspiré el olor de su ano, me pareció delicioso. Inspiré con mi nariz fuertemente concentrándome en su olor. El aroma me enloqueció. Quise comerme todo. Comencé a pasar mi lengua por todo su sexo, incluyendo su ano.

De hecho trate de abrir su culito con mi lengua. Lamía todo su sexo chupando y tragando los jugos que emanaban de su conchita. A cada rato regresaba a lamer su culito. Jugué muchas veces con sus labios y su clítoris chupándolos suavemente y dándoles pequeñas mordidas.

Comencé a masturbarme mientras le seguía comiendo su sexo. Mi verga no tardó en ponerse dura nuevamente. Katy era un manojo de gemidos y suspiros. No había duda que estaba disfrutando de mi mamada. Lamí cada milímetro de su vagina. Cuando mordí y estiré suavemente uno de dos labios vaginales, Katy pegó un gemido muy fuerte, casi un grito, que incluso pensé que la había lastimado. La solté inmediatamente. En cuanto pudo ella habló:

¡Oh que me hiciste, me vine otra vez! No esperé más, de dirigí a morder y estirarle el otro labio vaginal. Ella volvió a gemir una y otra vez. Puse su labio vaginal dentro de mi boca y lo succioné como si quisiera tragármelo.

Ella gimió más fuerte. – Me voy a venir otra vez. Lo dijo la chica al momento que comenzó a mover sus nalgas hacia arriba y abajo. Sus gemidos prolongados me indicaron que se estaba viniendo. Ya no pude soportar más. Me puse de pie y sin pensar en otra cosa que en cogérmela puse la cabeza de mi verga en la entradita de su vagina.

Ella me miró sorprendida, pero, no me lo pensé dos veces, era ahora o nunca, y presioné mi pene sobre su coñito, viendo como se abrían sus labios vaginales y pronto alcance su himen. Ella se quejó un poco, pero antes de que ella reaccionara, de un golpe de riñones, verifique que la tela cedió, y mi pene entró dentro de su coñito. Era obvio que con los orgasmos que había tenido la habían dilatado bastante, y por ello puede entrar en ella sin tanto problema.

-oh no saquela… ohh me duele.. ohh- dijo ella dando un grito que casi podía oírse en nuestras casas. Menos mal que no había nadie y que estábamos solos. Los gritos de la nena era parar ser escuchados.

Ella intentó salirse, pero la sujeté con decisión, y logré encajarse aun más. Cuando me di cuenta, comprobé que tenía más de la mitad de mi macana dentro del estrecho coñito de mi vecina. Tomé su cintura para apoyarme y comencé a cogérmela muy fuerte.

-oh nooo ohhhhh… por favor saquela… ooooo- gemía mientras los golpes de sus nalgas sobre mi vientre eran sonoros, solo interrumpidos por los quejidos de Katy. Sin embargo, pronto la chica ceso en sus gemidos y note que la presión de las paredes de su vagina sobre mi tranca eran menores, por lo que comencé un bombeo constante, pero sin penetrarla más de la mitad de mi tranca. Tampoco era cuestión de dañarla. Ello fue suficiente para verificar como la chica se volvía a venir en un enésimo orgasmo, esta vez con la polla de un hombre dentro de ella.

o-ohhh soooooo me vengoooooo

– Oh preciosa, creo que también me voy a venir, yo también. Comencé a meter y sacar mi verga lo más rápido que podía. Yo solo quería eyacular, pensando si era prudente hacerlo dentro de ella. Ella creo que se percató de mis intenciones y me dice: -dentro no ¡que me puede embarazar!.

Siguiendo su consejo, lo pensé mejor y sacándola me corrí por fuera manchando todas su nalgas. La verdad es que fue una corrida de campeonato. Por fin me había follado a la vecinita.

-que te ha parecido- le dije al terminar.

Ella me miro, algo enfadada, mirando mi pene y luego viendo su vagina como salía restos de sus jugos con sangrado. Tenía los labios del coño súper inflamados. Y era obvio. Todavía no llegaba a comprender como le había podido entrar mi pedazo de polla. Es cierto que solo le metí un poco más de la mitad, pero aún así dada las dimensiones de mi tranca, era toda una proeza.

-No la metió toda ¿verdad?me dijo ella entonces.

-No. solo la mitad. Más adelante terminaré metiéndotela todita. Pero por ahora es suficiente. ¿Cómo te siente?

-me escuece mucho mi vagina. Creo que me ha roto por dentro. Ha sido un bruto… ¿Cómo se le ha ocurrido? Y ¿si me deba embarzada?.

-No quedarás embarazada por esto. Vamos a bañarnos un poco, y así nos lavamos. ¿te parece bien?

Así lo hicimos y le dije: -espera que voy a buscar comida a casa, y así comemos aquí.

Ella me miró, se sonrojó, ya que suponía que íbamos a estar casi toda la tarde allí. Creo que intuía lo que podría ocurrir nuevamente.

Como teníamos todo el día para nosotros, ella acepto. Traje comida y almorzamos cerca del río. Y luego nos echamos un rato en la manta abrigándonos pagados unos al otro, estando totalmente en pelotas.

Tras casi dos horas de descanso, noto que el contacto con su trasero, hace que mi pene se endurezca alcanzando una buena erección. Ella al notarlo, me sonríe.

-No me dirá que se le está poniendo otra vez-me pregunto.

Sonriendo, le conteste:-Es que tienes un cuerpo muy precioso. Solo con el contacto de tu cuerpo, mi pene se pone al máximo. ¿Quieres tocarlo para que veas cómo se ha puesto?.

Ella sin mirar hecho la mano hacia atrás y atrapó mi pene en sus manitas. Aunque se sorprendió al ver de nuevo mi empalmadura, continúo tocándolo, se gira un poco para ver mi cara, y me dice:-la tiene dura otra vez.

Yo entonces comienzo a pasar mi mano por su coñito, abriendo la ranura de su vagina, y con mis dedos vuelvo a tocar su clítoris. Note como la chica se dejó hacer mientras no paraba de sobar mi mandarria. Cuando observe que estaba bien lubricada, acerque mi tranca para meterla entre sus muslos, levantando una de sus piernas, y mi pene pronto encontró la cavidad de la nena. Ella me dice:

-¿me la va a meter otra vez por ahí?

-¿quieres mejor por el culito?Le dije.

Ella no me contesta y deja que mi pene vaya entrando poco a poco en su cavidad vaginal. Uff que apretadita estaba.

-relájate. Te lo voy hacer muy despacio. Quiero que disfrutes con mi polla dentro.

  • pero… ¡es que la tiene muy grande!.

.No te preocupes lo haremos hasta donde puedas. Pero has visto que ya eres toda una mujer. Tu coñito se está tragando la polla de un hombre.

Eso la excito, y note como se abrió más, permitiendo que mi pene se introdujera aún más. Cuando me di cuenta, observe que esa posición, metiéndola desde atrás estaba haciendo mejor efecto, y tenía atravesada a la chica, comprobando que dos terceras parte de mi pene estaba dentro de ella.

-Oh preciosa que buenas estas. Notas mi polla… la nota dentro de tu coñito.

-siiii ooo está muy grande…. Me tiene toda abierta…

-pero… se que te gusta así de grande. ¿Verdad que te gusta bien grande?

-siii oooo me vengo.. oooo

Note las contracciones de su vagina sobre mi polla verificando su orgasmo. Luego salí de ella, me coloque boca arriba sobre la manta y le dije:

-anda preciosa. Ven cabalga a tu caballito.

Note que ella enrojeció, y colocándose a horcajadas sobre mi, fue acercando su enrojecido coñito a la altura de mi tranca, que estaba como un misil, y pronto se fue dejando caer un poco hasta comenzar a tragarse mi polla. Al principio le costaba, notando las contracciones de su vagina, evitando que entrara mucho. Pero cuando se acostumbró, ella mismo me comenzó a cabalgar y era tanta su calentura, que cuando me di cuenta, se había clavado totalmente mi tranca. ¡la tenía hasta la empuñadura!. Al tocar sus trasero, mirándola le dije:_ eres una campeona. Te la has clavado toda.

-¿de verdad me la tiene toda metida?.

-hasta la base.. Notas mis pelotas en su culito-

oh me va a reventar…

Comenzó a cabalgar como una posesa presa de la mayor calentura, notando como tuvo dos orgasmos casi seguidos, pero aún así continuaba. La chica estaba entregada. Note que estaba pronta mi eyaculación, y en el momento mismo en que ella entró en trance en su tercer orgasmo, sin poder contenerme, comencé a regar su coñito con mi semen.

-oooo se está corriendo dentro oooooo que calentita…. Oooo me va embarazar ooooooo

Fui consciente de que era una temeridad, pero mi excitación fue máxima, y el placer de eyacular dentro de un coñito joven y recién desvirgado como el de la chica fue superior a mis fuerzas.

Cuando ambos terminamos, ella se quedó encima de mi, con mi tranca clavada hasta la empalmadura dentro de ella. Estuvimos así varios minutos. Al final se levantó y viendo como discurría el semen por sus piernas y saliendo de su vagina, me dijo: - ¿y si me ha embarazado?

-No lo creo. No estás en tus días fértiles.

-pero… está loco. Es peligroso. Si me quedo embarazada mi padre nos mata a los dos.

Nos bañamos nuevamente, y luego ella se marcho. Notaba que le costaba caminar, e iba un poco abierta de piernas, producto de sus desvirgamiento y de la inflamación de su coñito.

Pasaron unas dos semanas, hasta que una tarde ella apareció de nuevo, y sonriendo me dijo:

-hola…

-vaya. Has vuelto.

-me echaba de menos. ¿Lo dice en serio?.

-pues claro, preciosa. No sabes cuánto te he echado de menos.

Ella se sonroja, y me dice:-no me diga que se ha estado .. Masturbando pensando en mi.

-me he tocado muchas pajas, pensando en ese coñito…y en ese culito tan precioso. No sabes cuantas.

-ja ja… es un pervertido.

Se acercó donde estaba, y estando sentado sobre la silla hamaca, ella se colocó a horcajadas sobre mi, y luego tocando mis genitales cubiertos por el bañador, me dice: -ya veo que me ha echado de menos.

Acto seguido me quitó le bañador, y tras mamarme un poco el pene, ella se desnuda completamente, y se coloca sobre mi pene enterrándoselo poco a poco hasta la empuñadura. Tuvo unos dos orgasmos de esa manera.

A partir de ahí estuve con la muchacha viéndonos en el riachuelo durante casi dos años. Sin embargo, en un momento dado, el padre la remitió a un colegio privado de internado y se terminó aquel idilio. Aún sueño con poder estar alguna vez más con aquella muchacha que tanto placer me dio.