La vecina espia
Descubrí que mi vecina me espiaba y eso dio mucho juego.
Hola a todos, lo que voy a contar sucedió un verano de no hace mucho tiempo.
Yo me acababa de cambiar de piso, por fin un piso para mi solo, nada de compartir piso, habitaciones etc.
Como todos los comienzos son difíciles hasta que uno va cogiendo algo de inercia.
Me mude a un piso recién reformado en una comunidad algo antigua, pero para lo que se encuentra hoy en dia, la verdad que bastante decente.
La única pega de este piso era , que estaba sin amueblar, pero bueno para un chico soltero, con una cama, un sofa y una tele, para empezar casi que lo tienes todos.
Todo fue genial, sin problemas los vecinos normales, casi todo gente mayor , lo que se dice una comunidad de vecinos tranquila.
Fue al segundo día de estar allí cuando conocí a Lydia, la vecina de al lado. Era una mujer de unos 45-50 años bien llevados, con todo en su sitio, para mi gusto bastante atractiva, pecho bastante generoso, pelo largo cuidado, vamos una mujer elegante.
El caso es que el casero me dio un mando de garaje, pero no funcionaba, y claro tenia el coche cargado con todas mis cosas y no quería dejar el coche cargado en aquella zona, no creo que fuera recomendable. Me percate que mi vecina estaba en casa y llame a su puerta. Como ya os he comentado la primera impresión que me dio Lydia fue fantástica. Después de llamar tras un par de segundos de espera me abrió la puerta, vestía de manera informal, de estar por casa, con un pantalón suelto y una camiseta sin sujetador debajo, algo que a día de hoy me sigue rondando por la cabeza, la imagen de esas tetas marcadas, algo caídas por la edad pero muy bien puestas y con un tamaño perfecto.
Tras abrir la puerta, casi olvido lo que le iba a decir, incluso ella me dijo que si se me había comido la lengua el gato, fue algo embarazoso.
Yo—No perdona, disculpa, me acabo de mudar al piso de enfrente, el casero me dio este mando pero no funciona, me preguntaba si tendrías los códigos del garaje o el teléfono del presidente/administrador, es que necesito meter el coche para descargar la mudanza.
Ella me miro de arriba abajo y tras pensarlo unos segundos;
Lydia—Pues la verdad que no se como funcionan eso, mi marido se encarga de todas esas cosas, pero no esta y el es el presidente. Si quieres puedo dejarte el mio y cuando termines me lo devuelves, yo no creo que salga.
Y—pues la verdad que me harías un gran favor, te lo agradezco. Por cierto me llamo David.
L—yo Lydia encantada.
Me acerque y la di dos besos, la verdad que tenia un olor muy agradable era de esas mujeres que sin ser un bellezon , resultan muy atractivas.
L—pues bienvenido, cualquier cosa que pueda ayudarte dímelo, en cuanto hable con mi marido, le pregunto eso del mando y que el te diga como hacerlo.
Y—perfecto muchas gracias no te molesto mas.
Me marche a por mi coche , tenia ganas de finalizar la mudanza y instalarme en mi nueva casa.
Todo paso de la manera mas normal del mundo, no volví a ver a Lydia salvo el momento que le devolví el mando, la verdad que saber que estaba casada no me hacia pensar en lo que paso después, ni en mis más húmedos sueños.
Todo paso un fin de semana, era domingo por la mañana, ya tenia internet en casa, la tv instalada el sofá recién comprado, como todo buen soltero que estrena piso, por fin, solía ir por casa como dios me trajo al mundo, salvo que alguien fuera a visitarme etc.
El caso es que mi casa y la de Lydia compartían algunas ventanas enfrentadas, la ventana de su habitación estaba enfrente de la mía así como su sala de estar y la mía, ya que los dos pisos eran interiores.
El caso es que yo no tenia cortinas y cuando quería algo de intimidad solo tenia que bajar las persianas, cosa que hacía por la noche.
Pero ese día por la mañana tras ducharme me llamaron al teléfono esperaba una llamada y Sali corriendo hacia el salón, cogí el teléfono y me senté en el sofá a hablar. Tras unos minutos de conversación me dio por mirar hacia la ventana, y me pareció que mi vecina estaba al otro nado de unas cortinas, no le di mayor importancia. Seguí mirando de reojo mientras hablaba, y fue cuando por fin lo vi claro, tenia a mi vecina pegada a la ventana escondida espiándome.
El caso es que de primeras me dio por taparme un poco con un cojín que tenia en el sofá, pero de un modo u otro la verdad es que me excitaba ser espiado por mi vecina.
Termine de hablar por el teléfono, me levante del sofá, me quede de pie unos segundos mirando el móvil, mientras con la otra mano comencé a acariciar mi paquete, de manera natural como jugando con ella, pero sin ser una masturbación.
Ella continuaba al otro lado de la ventana, yo de reojo podía intuir su silueta, como se movía de vez en cuando la cortina lo que hacia que cada vez me pusiera mas caliente, asi que termine por masturbarme allí mismo durante unos minutos hasta que termine, decidí darle ese espectáculo a mi vecina.
Los días pasaron y de vez en cuando, cuando intuía que ella estaba espiando repetía el espectáculo para ella, incluso una noche que invite a una amiga a casa, mientras lo hacíamos en mi cama, me asegure que pudiera verlo desde su casa, pero no supe hasta días mas tarde que lo vio todo.
Como he dicho pasaron los días y volviendo a casa desde el trabajo , volví a coincidir con Lydia en la entrada del portal.
Yo—Como estas Lydia, ¿qué tal todo?
¿L—¿Hola, David verdad?
Yo—si vaya me alegra que te acuerdes de mi nombre.
¿L—si claro como voy a olvidarlo, como va tu adaptación a la comunidad?
Yo- bien la verdad es muy tranquila, espero no estar causando mucho ruido, con la mudanza y eso.
L—la verdad que pensé que ni estabas en casa, no te preocupes y ya sabes si necesitas algo…
Yo—Eres muy amable, lo mismo te digo, cualquier cosa ya sabes donde vivo. Por cierto ya me arreglo tu marido lo del mando, el otro día le vi y me lo dejo listo.
L—vaya pues ya tienes más suerte que yo, con lo que trabaja y demás yo casi ni le veo el pelo.
Empezamos a hablar un poco de su marido que se iba super temprano y llegaba bastante tarde y casi todos los días con dos o tres copas de más, la mujer se desahogo un poco, me conto que casi no tenía relación con ningún vecino y se pasaba muchas horas sola en casa, yo la notaba que quería alargar la conversación de manera descarada ya no se si por el interés en mi o por cómo me había contado que pasaba mucho tiempo sola en casa, el caso es que me lance y le deje mi teléfono por si necesitaba cualquier cosa y ella tras dudarlo lo apunto en su teléfono móvil, pero no vi prudente pedirle el suyo.
Cada uno nos fuimos a nuestra casa, cuando para sorpresa después de unos 20 minutos me llego un mensaje a mi teléfono, era ella, para que apuntara su teléfono.
De la manera mas tonta empezamos a hablar por el WhatsApp, nada fuera de lo normal, lo típico( lo que necesites , etc.) continuamos hablando un rato y las preguntas fuero tornándose más personales, podía intuir que ella quería saber más de mí, no sabía si por cotilleo , por atracción o por aburrimiento. Me pregunto que si tenia novia, mi edad de donde venia, la verdad es que nos contamos la vida el uno al otro durante una hora más o menos.
Cuando la dije que estaba soltero, me dijo que pensaba que tenia novia , pues había visto a una chica días atrás en mi casa por casualidad, que como no tenía cortinas se veía todo.
La verdad que me sorprendió su sinceridad y me dejo algo descolocado que me lo confesara:
Ly—Pensé que tenias novia, el otro día me di cuenta de casualidad que tenias visita, como no tienes cortinas se ve todo . jejeje
Yo- Vaya lo siento, jeje la próxima vez pondré mas cuidado, espero que no te diéramos el espectáculo.
L—no tranquilo estoy curada de espanto, de todos modos no vi nada raro, tranquilo…
Yo- nada raro como que? Ejjeje
L—Bueno no se si quiero contestar a eso, ya te digo que desde mi casa se ve todo…
Yo—Y te gusto lo que viste?
L—Bueno no te voy a decir que me disgusto la verdad, pero deberías pensar en poner cortinas.
Yo— jejeje lo tendré en cuenta.
Pasaron un par de horas de un tenso silencio en la conversación, la verdad que me dejo algo cortado, no sabia si jugaba conmigo , o simplemente fue educada.
Me decidí a mandarle otro mensaje;
Yo—Lydia espero no haber dicho , bueno mejor hecho nada que te disgustara, pero bueno como te vi mirando por la ventana pensé que te gustaba lo que veías, en el futuro pondré mas cuidado, o cortinas ejjejee.
Ella tardo un poco pero finalmente contesto.
L—A si que sabias que estaba mirando? Por mi puedes seguir haciéndolo, la verdad que me gusto lo que vi….
Y—Me alegra que te gustara, si quieres verlo mas de cerca solo tienes que venir un día por aquí y tomamos un café, no hace falta que te escondas tras la cortina.
L—te tomo la palabra, pero de momento estoy muy a gusto tras la cortina.
Mientras hablábamos llego su marido y no me volvió a contestar.
Al día siguiente por la mañana me levante super cachondo, la verdad que el juego que nos traíamos me excitaba sobre manera. Me paso todo el día en el trabajo pensado en ella y en la situación.
Cuando llegue a casa vi que el coche de su marido no estaba, a si que subí decidido a darle a mi mirona otro show de masturbación en el salón. Llegue a casa, mire por la ventana y pude ver que Lydia estaba en casa, pues tenia la luz encendida. Me quite la ropa y me duche para después con el albornoz sentarme en el sofá a ver la tv, a la espera que Lydia se percatara de mi presencia.
Pasaron unos minutos pero no podía ver si ella estaba o no espiándome, así que decidí enviarla un mensaje al móvil.
Yo- como estas vecina que tal el día?
Me contesto enseguida
L—pues aburrida viendo la tele , sola como de costumbre y tu?
Yo- pues yo acabo de llegar a casa, me he duchado y nada en el salón viendo la tv también..
L—a pues muy bien , fue duro el día?
Yo—bueno la verdad que si pero bueno ahora puedo relajarme en mi sofá….
L—Si ya lo veo jejeje,
(ya por fin pude ver el resplandor de su móvil junto a la ventana)
Yo—ya no me acordaba que no tengo cortinas ejejjejeje, quieres un café?
L—ahora?
Yo – si claro, así nos hacemos compañía
L—quizás otro día ok?
Yo- como quieras….puse una carita triste…
Pero no podía que aquello terminara así , así que sabiendo que ella estaría observando, solté mi albornoz y empecé a masturbarme muy despacio, con la luz apagada, pero con la justo que daba la televisión para que pudiera ver lo que estaba haciendo.
No pasaron ni dos minutos cuando mi móvil vibro de nuevo.
L—Que aburrimiento no hay nada en la tv, tu que ves?
Yo—la verdad que no la estoy mirando mucho, tengo otro asunto entre las manos…
L—vaya ahora si que veo el asunto que tienes entre las manos…… se te ve mas entretenido que a mi…
Yo—bueno es más divertido cuando lo haces en compañía
Pasaron unos minutos y no dijo nada, cuando de repente llamaron a mi puerta, era ella
L—abre rápido no quiero que me vean¡!!
Fui corriendo a abrir la puerta, allí estaba ella, algo nerviosa por si algún vecino la veía, entro apresurada y cerré la puerta en silencio.
Joder David, esto no está bien, pero claro llevas semanas calentándome y se que lo haces a posta.
Nada mas decir esto, bajo sus manos y empezó a masturbarme, allí de pie los dos.
Yo—pues al final ha tenido resultado….
L—llevo mucho sin catar una y claro una no es de piedra.
Sin decir nada mas empezamos a besarnos, ella no soltaba mi polla de sus manos, seguía masturbándome con fuerza, yo empecé a sobar sus tetas, grandes, algo blandas, pero con unos pezones super duros, no tardamos en llegar a mi cuarto.
Empecé a desnudarla mientras la besana y chupaba sus tetas, me volvían loco, ella no soltaba mi polla, me tumbo sobre la cama y me pidió que me relajara, empezó a masturbarme despacio, pero aprontando con fuerza, sacando mi glande despacio a la vez que conseguía sacar gotas de mi liquido preseminal, que empapaban mi polla, lo estaba gozando.
No tardo en llevársela a la boca, chupaba con fuerza, se notaba la falta de sexo y las ganas con las que lo hacía, no sabía cuánto podría aguantar así sin correrme en su boca, cuando haciendo un esfuerzo, me incorpore sacándosela de la boca, con la intención de chupar su coñito, el cual ya había palpado con la mano. Estaba muy húmeda muy caliente, empecé a lamer su coño ella agradecía cada lamida con mi lengua, lo gozaba se retorcía, notaba que mi lengua entraba cada vez mas en ella y con la ayuda de mis dedos, empecé a masturbarla con intensidad y antes de lo que me pudiera imaginar se estaba corriendo en mi boca, que sensación…. No sabría como describirlo, ella no paraba de jadear y apretar mi cabeza contra su sexo,
Recobrando el aliento me aparte un poco de ella y volví a poner mi polla en su boca de nuevo, a lo que ella no hizo asco alguno, volvió a chuparla con ansia, me empujo sobre la cama y chupaba con fuerza, mientras con una mano sujetaba mis testículos con la otra se ayudaba masturbándome a la vez que succionaba mi glande, lo que hizo que no tardara en córreme en su boca cosa que acepto de buen agrada, lamiendo hasta la ultima gota de mi semen.
Estaba en una nube cuando vi que ella se vestía con prisa, su marido no tardaría en llegar del trabajo, me dio un beso en la boca y se marchó diciéndome esto hay que repetirlo…
Continuará….