La vecina del sexto II

Es la continuación de un relato anterior, después de que mi mujer conociese a un empotrador y decidiésemos abrir nuestra relación, cuento como se desata la pasión en un nuevo encuentro con mi vecina del sexto...

Después de la primera experiencia con María, aparte de quedarme con un calentón terrible y acabar aliviando en el baño del garaje antes de salir para el trabajo…, me quedé sorprendido la capacidad de excitación que podían ejercer dos dedos dentro del coño de una mujer…

Estuve unos días tratando de evitar coincidir con ella al bajar en el ascensor para ir al trabajo, no sabía como reaccionaría ella ni que podía hacer yo, pero siempre miraba si su coche estaba aparcado o ya se había ido, de hecho algún día que ella no se había ido, esperé dentro de mi coche para verla subir a su coche y marchar, llevaba una falda por la rodilla y una especie de chupa de cuero, sus piernas iban cubiertas por unas medias de color piel y unos zapatos de tacón que retumbaban por todo el garaje al caminar, muy elegante, como siempre, la empecé a ver con otros ojos, como una tía muy apetecible una cuarentona buenorra, muy buenorra, me excitaba pensar en su coño, como estaría debajo de esa falda, mi imaginación volaba, excitándome como un animal…, en ese momento decidí que tenía que volver a provocar un encuentro con María.

Al día siguiente salí con la intención de coincidir con ella en el ascensor, justo se abrió la puerta y allí estaba ella, tan elegante como siempre, con un pantaloncito de raya diplomática ajustado a sus piernas, en la parte de arriba llevaba un abrigo abierto debajo del cual llevaba una chaqueta a juego con el pantalón y una blusa blanca abotonada por delante que le dejaba un escote a pico donde se podía ver el valle que separaba sus pechos…, con ella iban sus dos hijos, si no hubiese sido así me habría lanzado a ella como un tigre a una gacela…, nos saludamos y nos quedamos fijamente mirando a los ojos, se notaba bastante tensión, el olor de su perfume estaba provocando en mí una erección, no sabía que hacer, se me ocurrió coger un papel que tenía en el bolsillo y un bolígrafo del abrigo y apunté mi número de teléfono en él y cuando paró el ascensor, le dejé salir a ella con sus hijos primero (intentando ser caballeroso), y se lo coloqué en su mano izquierda, ella apretó la mano para recogerlo  y también aprovechó para apretar mi mano mientras me miraba fijamente a los ojos, no sabía si eso era porque quería algo conmigo o porque quería matarme…

Pasé la mañana en el trabajo mirando el móvil para ver si me escribía algo, lo único que llegaba era chorradas típicas del grupo de colegas del colegio, pero sin señales de vida de ella, estaba pensando que le habría sentado mal o que no quería volver a saber nada de lo que pasó hace unos días. Mientras estaba engullendo mi comida recalentada en el microondas del trabajo y miraba alguna chorrada en alguna red social, me saltó un whatsapp de un número desconocido:

Hola, soy María

Llevo una mañana muy liada, no he podido escribirte antes

Yo le respondí de inmediato

Hola María, no te preocupes, la verdad, había perdido toda esperanza de que me escribieses

Siguió escribiendo, diciéndome que no estaba segura de escribirme, pero que lo del otro día le había gustado, estuvo bien, pero que creía que se podía mejorar, pero que era una locura, que no se tenía que enterar nadie

Yo le comenté que me pareció increíble, que nunca había visto a una chica tan excitada y que era la primera vez que hacía algo así y no sabía ni donde tocar…

Me respondió con diversos emoticonos de risa y me dijo que había pocos hombres que le habían tocado así, pero que se podía mejorar y que hacía mucho tiempo que no se excitaba tanto y llegaba a tener un orgasmo tan intenso, también me pidió disculpas por largarse y dejarme con aquel calentón…

Le dije que no se tenía que preocupar por eso que ya me refrigeré yo solo después…

Para intentar calentar el ambiente, le dije que estaba recordándolo y se me estaba poniendo la polla durísima, y que estaba en el comedor del trabajo y que no podía ni levantarme…

Me volvió a enviar emoticonos de risa y me dijo que eso tendría que solucionarlo, que ella desde su oficina no podía hacer nada…

Le pregunté que si estaba sola en la oficina, a lo cual me contestó que tenía un pequeño despacho acristalado en el que estaba ella sola, entonces ahí ya empezó a volar mi imaginación…

Le escribí que me gustaría colarme en su despacho, meterme debajo de la mesa, acariciar sus piernas por encima de su pantaloncito ajustado, empezando por su tobillos, subiendo por sus pantorrillas acariciándolas suavemente con la yema de mis dedos, siguiendo deslizando las yemas de mis dedos por sus cuádriceps, mientras mis pulgares van acariciando la parte interior de sus muslos, hasta llegar a acariciar su coñito por encima de la tela del pantalón…

Eres un cabronazo, me estás poniendo cachonda; esa fue su respuesta

A eso le respondí; joder, no te imaginas como estoy yo

Buf, me estoy tocando por encima del pantalón; me dijo ella

En ese momento me llamó un compañero de trabajo que necesitaba mi ayuda para terminar unos trabajos, así que no me quedó más remedio que decir a María que le tenía que dejar muy a mi pesar…

Ella me respondió; estoy en un punto sin retorno, no puedo parar, ahora me estoy tocando por dentro del pantalón

Ese mensaje lo vi pasada casi una hora y lo único que se me ocurrió responder fue; joder lo que me he perdido

No te preocupes, que creo que esto aún acaba de empezar; me respondió ella, va a haber momentos para repetirlo en vivo y en directo.

Sus palabras hacían volar mi imaginación, me la imaginaba con aquel traje de chaqueta pantalón, en su coche y yo sentado en el asiento del copiloto, acariciando la parte interior de sus muslos, llegando con mis dedos a acariciar su coñito por encima del pantalón, mi boca se lanzaba a morder su cuello, deslizando mi lengua por su escote, mientras mi mano derecha había desabrochado su pantalón y ahora mis dos manos tiraban de él hacia abajo  desde los lados de sus caderas, bajándoselo lo justo para poder introducir dos dedos entre sus piernas y alcanzar sus coño empapado… así se lo escribí por whatsapp,

Eres un cabrón, me tienes a mil otra vez, me decía, tenemos que vernos y hacer esto en directo, no puedo resistir

Mientras yo le escribía que había tenido que ir al baño del trabajo que no podía mantener esa erección por más tiempo

Noooo, eso tengo que hacerlo yo!!!, me escribió,

No me lo podía creer, estábamos con una excitación bestial y unas ganas increíbles de darnos placer el uno a otro… al final quedamos esa misma tarde al salir del trabajo en el aparcamiento de un centro comercial de las afueras de la ciudad.

Nada más vernos hizo un movimiento de cabeza indicando que me subiese a su coche, me dijo que íbamos a un sitio más discreto, nada más subirme me lancé a sus labios y ella devoraba mi boca y su lengua me llegaba hasta la garganta, mi mano apartó su chaqueta y se perdió entre los botones de su blusa acariciando sus pechos por encima del sujetador, en un instante pude palpar sus pezones duros empujando la tela del sujetador, paró de repente y me dijo, nos pueden ver, venga vamos a un sitio más discreto.

Me acomodé en el asiento del copiloto y nada más ponerme ponerme el cinturón empecé a meterle mano acariciando la cara interna de sus muslos con mi mano mientras le miraba a los ojos y le hablaba de lo excitado que estaba y de las ganas que tenía de meterle mi polla hasta los huevos, lo que deseaba que nos corriésemos juntos.

Mis manos iban a lo suyo explorando su entrepierna, le desabotoné el pantalón y mi mano derecha se coló para acariciar su coño por encima de su tanguita…

Cabrón!! Como sigas así vamos a tener un accidente!!!, me gritó, en dos minutos llegamos donde quiero parar, pero no te puedo pedir que pares porque estoy disfrutando como una perra!!!!

Seguí acariciando con suavidad, para tratar de mantener su excitación pero sin querer ir a más…

Llegamos a una zona de un polígono industrial con poco movimiento, no había prácticamente nadie, aparcó el coche en batería, se veía algún otro coche pero un poco alejados.

Ahora si que mi mano derecha apartó su tanga a un lado y primero introduje  mi dedo índice en su coño, estaba caliente y húmedo, María gimió levemente y movió ligeramente su cuerpo al notar como mi dedo penetraba su dulce coñito, nos miramos, se mordió el labio inferior y aproveché para lanzar mi boca contra la suya.

Saqué mi mano derecha de dentro de su tanga, y la metí por debajo de su culo para agarrar sus pantalones y bajarlos hasta la altura de las rodillas, así pude introducir mis dedos anular y corazón de mi mano derecha dentro de su húmedo coño con mayor facilidad, empezando a acariciar la pared delantera de su vagina con suavidad, notando como el cuerpo de María se agitaba y su respiración se convertía en gemidos mientras nuestras lenguas seguían luchando…

Mi mano izquierda no perdía el tiempo y estaba dentro de su blusa acariciando su pecho izquierdo dentro de la copa de su sujetador, el pezón estaba durísimo….

En ese momento comencé a meter y sacar los dedos de mi mano derecha dentro de su coño, inicialmente a un ritmo suave para ir subiendo el ritmo hasta alcanzar la velocidad de mete-saca más rápida que me permitía mi brazo, María gritaba sin control, creo que sus gritos se podrían escuchar a cientos de metros de distancia, mientras mi mano izquierda había desabotonado su blusa y sacado las tetas de maría de las copas del sujetador, mis labios ahora estaban atacando su pezón derecho lo mordisqueaban, estaba duro como para cortar cristal…

Mi mano derecha notaba la fatiga del rápido e intenso mete-saca en el coño de María, así que paré un instante, María gritó:

Sigueeee, no pares sigueee, cabrón sigueeee!!!

No tuve mas remedio que sacar fuerzas de donde fuese para seguir de forma frenética el movimiento de los dedos dentro de su coño, su cuerpo se retorcía en el asiento y gritaba a un nivel sonoro como un F1 en la recta de Montmeló, en ese momento imaginé que era su orgasmo puesto que las paredes de su coño se contraían y distendían apretando mis dedos y fui bajando de intensidad hasta que pude escuchar alguna palabra inteligible de la boca de María, entonces fue cuando me dijo

-       Ha sido bestial, no sabía ni donde estaba ni que estaba haciendo…

Le pregunté que si había tenido un orgasmo, porque hubo un momento en el que notaba como su coño se contraía.

Sonrió y me dijo creo que he tenido tres, pero nunca había tenido algo de este nivel de placer!!

Nuestras bocas volvieron a encontrarse con suavidad, sin tanta locura como anteriormente, mientras una de las manos de María acarició mi polla por encima del pantalón, notó una erección importante y me dijo que eso había que solucionarlo, sonriendo le dije que sería bueno porque ya me dolía…

María se colocó ligeramente los pantalones y bajó del coche para quitar las sillas de los niños de la parte trasera y meterlas en el maletero, le ayudé ha hacerlo

Hubo un momento en el que desde la puerta del coche intentó colocar el cinturón del centro de los asientos traseros, ahí pude ver su culo y me aproximé apoyando mi pelvis contra su culo y diciéndole, me muero de ganas de metértela

Saqué un preservativo de uno de los bolsillos de mi pantalón y me bajé ligeramente los pantalones para poder liberar mi polla, estaba durísima y me dolía, me coloqué el condón, mientras María se estaba bajando los pantalones y su tanga lo suficiente para que mi polla pudiese colarse hasta alcanzar su coño, empecé a metérsela suavemente, aumentando el ritmo, le di un par de toquecitos con la palma de mi mano es las cachas de su precioso culo, con cada toquecito temblaban como un flan, que preciosidad de culito

Me encanta tu coño, calentito y húmedo, me encanta follarte, me pones a mil, le decía yo

A mi me gusta tener tu polla dentro de mi, es una maravilla como se desliza, me respondía

Aumenté la velocidad de la follada y mi polla estaba durísima y María empezaba a gritar como una loca, ahora estábamos fuera del coche y los gritos se podían oir mucho más lejos de modo que cogí las piernas de María y las giré 180º, sin sacar mi polla de su coño, quedando ella boca arriba, con sus piernas sobre mi hombro derecho, empujé fuerte para que María se deslizase por el asiento trasero y los dos entrásemos dentro del coche y poder cerrar la puerta.

En ningún momento saqué la polla de su coño, una vez los dos dentro del coche y con la puerta cerrada, comencé a follar el coño de María imprimiendo la  mayor velocidad que mi cuerpo me permitía.

-       Ahhhh, cabrón, no paro de correrme, me vuelves loca; gritaba María

-       Voy a reventar, te voy a llenar el coño de leche, me encanta tu coño, estás buenísima!!! Gritaba yo, con un nivel de excitación que nunca había alcanzado

-       Qué bien me follas, Ahhhh, no pares nunca!!!! Ahhhh!!!! Gritaba y gemía María, parecía que estaba fuera de control

Yo no me quedaba atrás gritando y diciéndole lo buena que estaba y lo caliente y húmedo que tenía su coño, viendo como mi polla salía y desaparecía dentro de él…

Llevaría un par de minutos pero a ese ritmo y con el nivel de excitación que tenía no podía aguantar más, estaba a punto de correrme.

-       Me coooooorrrooooo!!! Grité de forma ahogada porque me faltaba el aire, me costaba mantener la respiración por lo cachondo que estaba

María seguía gimiendo, fuera de sí: Ah!! Ah!!! Ah!!! Me matas de placer cabrón!!!!

Empotré a María con todas mis fuerzas, y paré durante unos segundos de follármela con mi polla dentro de su coño, lo más profundo que podía alcanzar y en ese momento noté salir mi corrida al tiempo que notaba pequeñas contracciones de su coño que estrujaban mi polla, a pesar de que mi polla había perdido un poco su dureza, pasados esos segundos seguí follándome a María con el mismo ritmo que anteriormente

María gemía y gritaba, Ahhhh!!! Ahhh!!! Me estoy corriendo como una perra!!!!! AHHH!!!

Agarré a María por debajo de su culo con mi antebrazo derecho, y sin sacar mi polla de su coño, le intenté girar, me costó un poco pero María quedó apoyada sobre sus rodillas en el asiento del coche y seguí follando su coño con la rapidez que mi cuerpo me permitía, me faltaba oxígeno y saqué fuerzas de donde podía, estaba excitadísimo quería volverme a correr en aquel coño espectacular con una vista increíble del culo de María al que azoté ligeramente con mi mano derecha…

Te voy a llenar el coño de leche!!!! ESTÁS BUENÍSIMA!!! JODERRRR!!! ME ENCANTA TU COÑO!!!!

La visión de mi polla entrando y saliendo dentro del coño de María estaba haciéndome llegar a un orgasmo salvaje

María por su parte, tenía la cabeza apoyada en el asiento, gritaba y gemía AHHHHH!!!! QUE ESTO DURE TODO EL DÍA JODER!!! CABRÓN SIGUE REVIÉNTAME!!!

ZORRA!!! TE VOY A REVENTAR DENTRO DE TI!!! ESTÁS BUENÍSIMA!!!! ME COOOORROOOOO!!! Le gritaba yo

En ese momento que me corría me quedé sin fuerzas y caí sobre ella, ella intentaba levantar su culo buscando más penetración de mi polla, pero yo ya había dado todo lo que tenía dentro!!!

Estuvimos unos instantes tirados en el asiento trasero gimiendo y jadeando, hasta que me fui incorporando, levanté mi cabeza y vi que todos los cristales del coche estaban empañados, me quité el condón y vi que había tenido una corrida bestial… María también se levantó e intento colocarse el tanga y subirse el pantalón tratando de que sus fluidos no manchasen el asiento trasero de su coche…

Una vez recompuestos, volvimos a colocar las sillitas,

-       María, ha sido un polvazo bestial, el mejor de mi vida, estaba salidísimo, me has puesto tanto que me he corrido dos veces sin sacarla, no recuerdo si había hecho algo así antes, estás buenísima!!! Eres espectacular. Le confesé a María

-       Bueno, ha sido muy bueno…, he tenido varios orgasmos y muy intensos…., igual el mejor de mi vida no ha sido…, pero podemos repetir algún día para intentarlo, me dijo ella mientras se reía.

Me llevó al parking del centro comercial a recoger mi coche y en el camino hablamos de que era una locura pero ninguno cerramos la puerta a repetir....