La vecina

Como mi vecina se mudó, y al final cayó sobre mis pies.

Dedicado a Vaninu. Mi nombre es David, soy alto y no estoy ni muy flaco ni muy gordo, lo normal de una persona normal. Tengo 22 años, ojos azules intensos y el pelo corto de color castaño, aunque más bien tira a rubio. Vivo solo, no suelo traer chicas a mi casa, mas bien me gusta mantener mis relaciones en sus casas o por ahí, la vedad que hacerlo en mi casa no me da mucho morbo, no me preguntéis por que, por que no lo sé. La verdad es que vivo bien para la beca que tengo (en parte también gracias a mis padres…) mi casa es un piso acogedor con 2 habitaciones (por si algún día mis padres o algún amigo decide quedarse en casa). Vivo en un 3º piso (es el más alto) y mejor así, pues solo tengo un vecino y la casa está vacía. No hablaba mucho con los demás vecino pues creía que no les tenía mucha simpatía… pero la verdad es que me daba igual y pienso que a ellos también así que nunca le di importancia. Hace unos 2 meses escuché a alguien en la casa de al lado (no penséis que soy un cotilla, no, es que las pared del salón da con la habitación de la casa de al lado, y aunque quiera o no, oigo lo que ocurre en la casa vecina), llegué a distinguir 3 voces: 2 mujeres y 1 hombre… "ya están los típicos okupas", pensé. Así que salí de mi casa y me dirigí a la casa Toc toc! Espere un rato hasta que un hombre bien vestido salió a abrirme la puerta "Muy bien vestido para ser un ocupa" pensé. Enseguida descarte la idea de los okupas y procedí a disculparme. -¿Si? ¿Qué quiere?- Me preguntó. -Estoooo… lo siento es que estaba en el salón de mi casa cuando oí voces y pensé que estaban robando en la casa… por que lleva años vacía.- (Aunque no sabia muy bien si había algo que robar en esa casa…) -No, soy un agente inmobiliario y le estaba enseñando la casa a una señora, junto con mi compañera, lo siento si le hemos molestado, en seguida nos vamos- Dijo con expresión de pena. -No se preocupen por mí, tómese el tiempo que quiera, la verdad es que ya deseaba que alguien se mudara a esta casa… me veía solo en este piso para siempre jajaja- Sé que era un chiste tonto… y no esperaba que el inmobiliario se riera -jajaja – Me di cuenta de que su risa era forzada así que no prolongué mas la conversación, le estreché la mano, y me fui a mi casa contento por saber que tendría una vecina. Pasaron 2 semanas y las esperanzas de tener una vecina se desvanecieron por completo… o quizás me olvidé del tema, no lo sé. Un domingo cuando terminé de estudiar, me di cuenta de lo sucia que estaba mi casa, así que decidí limpiarla un poco. Tardé 2 horas en poner en orden la casa, tenía dos bolsas de basura y no quería que el olor me invadiera por la noche mientras dormía, bajé a la calle y tiré la basura, cuando estaba de vuelta a mi casa, vi en la escalera a unos hombres con muebles pesados sobre sus espaldas…"¡vaya! Así que al final voy a tener una vecina ¿eh?" pensé contento. Cuando salí de mi trance pensando en como seria mi vecina, subí a mi casa y me quede dormido (aunque con cierta difilcutad) con el último pensamiento de darle una bienvenida al día siguiente a mi vecina en cuanto llegara de la facultad. Cuando desperté, no me acordaba absolutamente de nada (mi memoria no es muy buena que digamos…) y fui a la facultad como todos los días. Cuando regresé, mientras estaba metiendo la llave en la puerta, mire al suelo de la puerta vecina y me di cuenta de que había un felpudo… me quede pensando con duda un momento y luego me acordé de lo que vi el día anterior "¿Cómo se me pudo haber olvidado?" pensé extrañado echándole la culpa a esta cabeza que tengo Toqué en la puerta de al lado……. Otra vez…….. No había respuesta, pensé que estaría durmiendo o simplemente no estaría. Fui otra vez a mi puerta cuando se abrió la vecina, en un salto me puse otra vez en la anterior puerta. A menos de un metro de mi había un bellezón de mi misma altura con unas curvas que desearía tener cualquier mujer y con unos pechos… que para que decir… era rubia, no sabia si era de bote o no, pero la verdad es que me daba igual, rondaría sobre los 25 años…tenia ojos azules intensos y se le veía un poco cansada. -Hola, ¿Quién eres?- Cuando dijo esto, oí la voz mas dulce que había escuchado en toda mi vida…-¿Te encuentras bien?- -ssssii…si…-Dije un poco nervioso saliendo de mi trance A ella se le escapó una tibia risita al ver mi cara de nerviosismo. -Perdón, me llamo David y soy tu vecino, solo quería darte la bienvenida y decirte que si quieres cualquier cosa, estoy aquí al lado.-Le dije con confianza. -Gracias, yo me llamo Sara, encantada…-Y me dio un beso en la mejilla… quería que ese beso durara para siempre…pero me temo que así no fue. -¿Estas bien? Te noto un poco cansada… ¿no te he despertado, verdad?-Le dije avergonzándome -jajaja no te preocupes, estaba viendo la tele en el salón… me mudé ayer, pero aun no he colocado ni la mitad de los muebles y estoy un poco cansada. -Si quieres yo puedo ayudarte.-Le dije con esperanza. -Eres un sol, pero no, gracias. Ya seguiré después yo.-Me dijo guiñándome un ojo. -Bueno, como quieras. De todas formas si necesitas lo que sea ya sabes donde me tienes.-Y fui abriendo mi puerta lentamente -¡Gracias! Si necesito algo, serás el primero en saberlo.-Y cerró su puerta. Cuando cerré la puerta… me fui al salón y me puse a ver la tele un rato…pero no prestaba mucha atención a la tele…si no pensaba en esa fantástica chica, que se encontraba a pocos metros de mi, no pude evitarlo y me masturbé pensando en ella (los hombres somos así, que le vamos a hacer), mis calientes líquidos no tardaron mucho en desparramarse por todo el sofá, yo no tenía fuerzas para nada después de eso… así que caí dormido. Cuando me desperté, ya era de día "¡Joder, que llego tarde a clases! … ¿pero esto que es?" Pensé mientras miraba mi semen seco sobre el sofá "Ya recuerdo…. jajaja" no pude evitar esbozar una sonrisa al acordarme en mi vecina, y de repente noté como mi miembro volvía a las andadas "¡No hay tiempo para eso! Tengo que ir a clase" y salí sin desayunar corriendo como pude, y cuando me di cuenta, estaba en el suelo con un dolor en la pierna insoportable. -¡¿Estas bien?!- Me dijo una voz femenina… que distinguí enseguida que era la de mi vecina. -Si….si…solo es un golpe- Me intente levantar pero mis esfuerzos eran en vano- Las clases, las clase….-llegue a decir antes de que me desmayara Cuando recuperé la conciencia, no sabía muy bien que había pasado, solo sabia que estaba en una casa que no era la mía y que era de noche, claramente, había perdido las clases. Me intente levantar… pero no pude y decidí acostarme otra vez y intentar recordar… (Ya sabéis que mi memoria…. jajaja). Creo que estuve medía hora pensando hasta que recordé todo: como tenía prisa, salí como pude de mi casa y en el camino tropecé con mi vecina y caí por las escaleras, mi vecina (A partir de ahora la llamamos Sara, su nombre) afortunadamente no sufrió ningún daño, después me desmayé y supongo que mi vecina me habrá llevado a su casa. Yo no tenía nada grave en la pierna, solo una herida que parece que mi vecina había curado muy bien. Me intente levantar otra vez, esta vez si lo conseguí, pero en seguida se encendió una luz del pasillo (Sabía que era del pasillo por que la casa de Sara era a la inversa que la mía…), acto seguido ví a la chica mas guapa del mundo vestida con tan solo 2 prendas: un pequeñísimo pantalón negro y una camisa de esas blancas para cuando vas a dormir. Al parecer había hecho demasiado ruido intentando levantarme y la desperté -Lo siento no quería despertarte…-Intente decir pero parece que ella no me escuchó -¡Dios mío! David, ¡¡¿¿estas bien??!!- -Sí, sí tranquila…-Dije en un tono tranquilizador. Ella se sentó a mi lado y empezó a sollozar encima de mi hombro -David, lo siento mucho de verdad no te quería hacer daño, lo siento muchísimo… cuando te chistes no sabía que hacer y lo único que hice fue meterte en mi casa, no te podía dejar ahí tirado… y si te llevaba al hospital, seguro que pensaban que era un intento de asesinato o algo por el estilo…-Todo lo dijo muy rápido y casi sin respirar con tono de nerviosismo. -Tranquilízate…-Dije acurrucándola contra mi pecho…sentía sus maravillosos pechos contra el mío…sus pezones erizados por el nerviosismo que tenía estaban clavándose en mí, y eso, me excitaba mucho…me dieron ganas de cogerla y, y… bueno, al final salí de mis fantasías y continué tranquilizándola- Fíjate que yo ya estoy perfectamente, casi ni me duele la herida así que no te preocupes por nada- Y le di un cálido y prolongado beso en la mejilla, casi tocándole los labios- Eres muy buena, ¿lo sabes?- Acompañando esto, le guiñé un ojo. Después de estar un cuarto de hora en silencio con ella en mi pecho (que parecía haberse tranquilizado, o eso creía), le dije que mejor que ya me iba a mi casa, pues mañana tenía que madrugar para ir a las clases. -Bueno, está bien… pero solo te dejo ir con la condición de que yo te ayude a entrar a mi casa- Y esbozó la primera maravillosa sonrisa de la noche. Me ayudó a entrar a mi casa, nos despedimos (con dos prolongados besos en las mejillas, y también decirlo, con una semi-erección al ver sus dos pezones marcados en su camisa). Me acosté en el sofá del salón, parecía que ya nunca iba a dormir en mi habitación, hacía días que no dormía en ella. Estaba casi durmiendo cuando oí un ruido… no le di importancia al principio pero luego, fue en aumento… los ruidos venían de la pared que comunicaba mi casa con la de mi vecina, esa, era la pared de su dormitorio. "Vaya aun llora" pensé, pero la idea de que aun seguía llorando se me fue de la cabeza cuando oí un gemido, un gemido que me hizo temblar, un gemido de placer…no pude contenerme y me pegué la oreja a la pared. -Daviiiiid…..ooohh….-Escuché a decir entre sus gemidos. " ¡Vaya! Parece que nos masturbamos mutuamente…creo que le haré una pequeña visita nocturna Sarita…" Pensé inocentemente. Salí de mi casa y toqué el timbre de su casa, cambié la expresión de mi cara, para parecer que estaba durmiendo……………….lógicamente, ella tardó en abrir. -¿Qué pasa David? ¿Te encuentras bien?- Dijo un poco alterada…parecía que aun llevaba un poco de calentura encima. -Es que estaba durmiendo y oí voces y pensé que aun estabas llorando…-Sabía que no era así, pero no le iba a decir "es que pensé que te estaba masturbando pensando en mí y quería echarte un polvete, ¿Te importa?"-…Si quieres me puedo quedar la noche contigo para que no te sientas mal.-Dije con aire de esperanza. -Eeeeeehhh… si, si, estaba llorando…. Es que me sentía tan mal…-"Saber mentir, si señor" Pensé irónicamente-…eres un cielo, claro que te puedes quedar- Y me cogió de la mano y prácticamente me empujó dentro de su casa.-La verdad es que hace tiempo que no tengo invitados en mi casa… pero si necesitas algo, estas en tu casa. -Gracias, ¿Dónde duermo?- Dije deseando que me dijera…en mi cuarto. -Pues…solo hay 2 habitaciones… y a una, todavía no le he colocado los muebles, y en el salón no vas a dormir… por que te levantarías como el Cuasimodo… así que lo mejor será que yo duerma en el salón y tú en mi cuarto- "¡No! ¡¿Por qué me haces esto?! ¡¿Por qué la vida es tan cruel?!..." -¿Segura? Si quieres podemos compartir cama…tranquila que no soy de esos salidos que van a lo que van- "No, solo soy de esos que quiere su pene en tu boca". -Bueno…la verdad es que no me hacía mucha gracia dormir en el sofá-Dijo pensativa, hasta que…- ¡Está bien!, mi cama es muy espaciosa, mira yo me voy a duchar y tu mientras vete acomodándote, recuerda que estas en tu casa- Dijo con un guiño. Luego me acompañó a su habitación y se fue al baño. La habitación estaba ordenada, en el ambiente había un olor raro…"Claro, si hace un momento se ha echado un dedo aquí, ¿Cómo no va a oler así?"… la habitación parecía más grande que la mía… pero parece que la suciedad hace de las habitaciones más pequeñas. Me acomodé en la cama, me quite la camisa y los calcetines y me acosté, ahora solo iba vestido con un minúsculo boxes. Sara llegó al cuarto de hora a la habitación, iba vestida en ropa interior roja…parecía una top model "vaya suerte tengo…voy a dormir con esa preciosidad" e incontrolablemente, se empezó a formar un bulto en la manta (De mi erección). Ella, se percató de ello y se ruborizó "vaya…nos ha salido tímida". -Lo siento por ir vestida como voy…es que en mi casa siempre voy muy libre de ropa- Dijo ruborizándose mas aun. Acto seguido, se acostó junto a mí y apagó la luz…" ¡Vaya! Al final no va a ver polvete…" estábamos acostados de espaldas uno al otro, y no nos veíamos las caras. Las cálidas mantas de Morfeo me iban envolviendo poco a poco… hasta que sentí dos brazos cogiéndome desde atrás…" ¡Vaya con este Morfeo! Mariconeos los justos ¿eh?"… pasó un rato hasta que me di cuenta de que no era Morfeo, si no mi maravillosa vecina, Sara quien me cogía. Esbocé una sonrisa "Parece que queremos lo mismo" pensé y me di la vuelta y la vi tan guapa como siempre…sus preciosos cabellos rubios eran reflejados por la luz de la luna que se colaba por la ventana. Ella, al ver que yo me daba la vuelta, se alejó un poco de mí. -Tranquila… no muerdo- Le susurré para que se tranquilizara. Ella sonrió y se acerco de nuevo y a mí abrazándome con más fuerza, incluso que antes. Sus pezones sobresaltaban de su ropa interior y se clavaban en mi pecho. Quería tenerla junto a mí… mas cerca, quería sentir su aliento junto al mío, el latir de su corazón… así que saqué los brazos de la manta y la abracé. Ella parece que no se esperaba que la abrazara. Sus pechos estaban a presión contra mi pecho, me encantaba el ese tacto. Con mi mano derecha acariciaba dulcemente su aterciopelada piel Respirábamos al unísono. Hasta que ella dio el primer paso y se alejó un poco, me miró durante un rato y yo sin dudarlo, la bese apasionadamente… un beso que quería que nunca terminara, un beso, casi de enamorados…sinceramente nunca me habían dando un beso así. Nuestras lenguas se entrelazaban, se buscaban juguetonamente No sé cuanto tiempo estuvimos así, y la verdad me daba igual, no quería que ese beso terminara nunca…pero sorprendentemente yo, fui quien me aparté de ella, interrumpiendo así ese cálido beso de pasión. Fui besando paulatinamente su cuello, la respiración de Sara iba en aumento con cada caricia, cada beso, cada mirada de pasión…Seguí bajando por su dulce cuello hasta llegar a sus colosales senos, los cuales recibieron mi lengua endureciéndose y dejando esos dos maravillosos pezones apuntando al techo. Seguí acariciándolos con la punta de mi lengua… Sara no paraba de moverse, mostrando así, el placer que le daba la situación, eso hizo que me excitara hasta límites insospechables. No sé cuanto tiempo estuve entreteniéndome con sus pechos… pero lo disfrute (y por sus gemiditos de placer, parece que ella también). Seguí bajando por su escultural cuerpo, hasta llegar a su ombligo, era el ombligo mas bonito que había visto, y no pude evitar pasar mi lengua sobre el varias veces, pero Sara se dio cuenta de que eso iba para rato… así que me empujó un poco la cabeza como para que siguiese bajando, "Vaya, ¡creo que la he excitado!" y no quise hacerla esperar, mi boca fue bajando lentamente, mientras que con mis manos bajaba lentamente su tanguita (mojado, por cierto). Mi lengua llegó a su pubis rasurado y por el rabillo del ojo veía como su clítoris se movía al ritmo de sus respiraciones. No la hice sufrir mas y mi lengua fue directamente hacía su húmedo clítoris, ella la recibió con gemidos de satisfacción. Subí una mano hacía uno de sus senos, y con un dedo de la otra, lo introduje en tu caliente coñito. Ella no cabía en si, sus gemidos inundaban la habitación: estaba al borde de un orgasmo, y parecía no equivocarme, pues sus movimientos de cadera iban en aumento. Puse mis labios en forma de "o" y absorbí todos aquellos maravillosos líquidos que salían del coñito de mi vecinita. Ella gritaba como posesa "Despertará a los vecinos" Pensé … "¿Pero de que vecinos hablas? Si el único que hay se la está beneficiando". Cuando terminó el orgasmo, subí a su boca y la bese con pasión, ella me recibió con un fuerte abrazo. Permanecimos así unos 10 minutos hasta que ella rompió el silencio. -No creas que vas a ser el único que disfrute- Me dijo coquetamente. Acto seguido fue bajando hasta llegar a mis cortos slips y los fue bajando poco a poco… hasta encontrarse con mi erecto pene. Ella me miró, sonrió, y sin pensárselo dos veces, se la metió en la boca como un niño un chupete. Mi placer era evidente… me estremecía con cada lamida que hacía con su lengua, me encantaba el contacto de sus labios sobre mi pene. Sus manos no se quedaron quietas y con una tocaba mis testículos y con la otra me pajeaba sobre la base de mi pene… "Parece una experta…" -mMmmmMMM ¡¡espera Sara!! No quiero esperar otros cinco minutos para tener sexo- Y casi forzosamente, saqué mi polla de su boca. Ella pareció verme las intenciones y se subió de nuevo para besarme. -¿Qué posición te gusta más?- Pregunté caballerosamente como quien dice "¿champan o vino?" -Me gustaría la del perrito… siempre me ha encantado esa posición- Me dijo con ojos de deseo. Ella se puso con el culito en pompa y me enseñó su hermoso trasero. Acaricié un poco su conejito, a lo que ella respondió con un suave gemido de satisfacción. Pasé la punta de mi pene por la entrada a su vagina, ella no paraba de moverse… "Parece que es muy sensible" Pensé, y no creía equivocarme. Le fui insertando mi pene poco a poco, ella se movía con impaciencia. -Vamoooooos metemela ¡ya! No me hagas sufrir- Me decía casi implorándome, no la hice esperar y metí mi polla casi de golpe. -OhHhhHhhhhhhH!!! – Gimió ella con evidente satisfacción- ¡Siii! ¡Más Más! – Yo no creía que me estaba follando a alguien así. Mis movimientos fueron cada vez mas rápidos y acompasados, ella no paraba de gritar y gritar… me encantaba que mostrara su satisfacción así. Con mis manos cogí sus senos que se movían con cada embestida mía, estaban durísimos, parecía que explotarían en cualquier momento… Al que no le faltaba mucho por explotar era a mí que ya estaba al borde de correrme, ella no se como se dio cuenta de eso que me dijo: -¡¡¡Correte dentro de mí!!! Oooooooohhhhhh! Estoy a punto, vamos ¡¡sigue!!- Y sin dudarlo, seguí con más fuerza si cabe que antes, no sabía que pudiera existir tal punto de placer y ella parecía compartir mi opinión. No me faltaba mucho hasta que -¡¡¡¡OHHHHHHH SIIIIIII!!!!- Dijimos los dos al unísono: nuestros fluidos se intercambiaban dentro de su sexo, nuestras voces se entrelazaban en gemidos de placer. Nunca había follado así con nadie tan placenteramente. Ella se dio la vuelta y nos besamos cálidamente. Mientras nos besábamos, mi pene salió suavemente de su vagina, soltando así nuestros fluidos que residían en el interior de su sexo. Nos abrazamos dulcemente y nos quedamos dormidos, mi ultimo pensamiento fue: "Me he follado a mi vecina…" FIN