La vecina casada
Romina es una mujer casada, que por cuestiones del destino entabla amistad con un joven estudiante al que después de algunos encuentros y juegos, logre seducir. La mujer logra conseguir saciar sus mejores fantasías sexuales y conseguir de regalo algo que su marido no había podido darle
Dani había llegado a la ciudad con la finalidad de comenzar sus estudios de ingeniería industrial en la Universidad, ya que en su provincia no existía tal especialidad. Con ayuda de becas y algunos recursos de sus padres, había llegado hasta esa ciudad universitaria, y tras localizar varias ofertas, al final pudo alquilar un piso en las afueras de la ciudad. El edificio solo tenía cuatro viviendas, y la única ocupada por estudiante era la suya, el resto eran personas ya de edad bastante avanzada. La zona parecía también bastante tranquila, y era una especie de zona residencial.
Tras instalarse en el piso comenzaron las clases. El acceso hasta la universidad era bastante alejado, por lo que tenía que hacerlo en autobús. De esta forma todas las mañanas tenía que acercarse hasta una parada de autobús cercana para dirigirse al recinto universitario. Durante los dos primeros meses la rutina era la misma, hasta que pero pronto comenzó a conocer los vecinos de la zona donde se encontraba hospedado. Un día mientras caminaba hasta su piso, al pasar cerca de una de las viviendas adosadas que se encontraban al lado de la vía, se quedó contemplando a una mujer que estaba regando el jardín de la casa. Pese a ser una mujer que aparentaba una cierta edad, el muchacho quedo prendado del fabuloso cuerpo que mostraba aquella mujer. Dani se dio cuenta de que la señora estaba cercana a los cuarenta años, pero tenía un cuerpo espléndido, con una figura muy esbelta, y unos pechos que le sorprendió por su aparente firmeza, y que destacaban bajo la indumentaria que llevaba puesta.
La mujer, al darse cuenta de la presencia del chico, y como éste el miraba, le prestó atención, mirándole sin dejar de continuar con el riego. Dani al pasar más cerca de ella, pese a su timidez, se vio obligado a saludarla cordialmente: “ buenos tardes señora”.
Romina que así se llamaba la señora, sorprendida del saludo de aquel mozalbete, al que no estaba acostumbrada, ya que todos los chicos de esa edad van a lo suyo y apenas saludan, le contestó con cierta admiración: - buenas tardes. ¿Vives por aquí ?
- pues sí. Justo en ese edificio más arriba . Le dijo manifestó Dani señalando con la mano el edificio.
Sin saber cómo, entablaron una conversación sobre el lugar, sus estudios, procedencia del mismo, etc. La mujer quedó entusiasmada con la forma de hablar del chico, comprobando que parecía un joven bastante serio, y que por lo que le había contado provenía del interior.
Bueno Dani. Ya sabes donde vivo. Si necesitas algo, no dudes en solicitármelo- le dijo ella muy amablemente, mientras el reanudaba la marcha y continuaba su camino.
Dani también había quedado sorprendido por la dulzura de la señora, su forma de hablar, sin olvidar que pese a duplicarle en edad, reconocía que “ dicha señora estaba de muy buen ver ”. Había podido comprobar fugazmente su trasero y sus firmes pechos, y le parecieron perfectos.
Dani era un jovencito que recién había cumplidos los dieciocho años, 1,86 de altura, cuerpo fornido aunque bastante delgado, pelo castaño, ojos azules, piel casi blanca, aunque bien parecido. Seguía conservando aquella carita de adolescente, de cierta timidez al hablar, quizás ahondado por la zona rural de donde procedía Esos rasgos del chico fueron los que cautivaron a Romina. Era obvio, que también a ella le había impresionado el muchacho, diciendo para sus adentros: “ parece un nene aún. Tan galante…. Bastante delgado, pero…¡parece un buen chaval!”
Romina llevaba casada con su marido Leo desde hacía unos diez años, formaban una familia bastante normal, sin problemas económicos importantes y de vida apacible. Sin embargo, la providencia no les había concedido ningún hijo, y eso la tenía bastante entristecida. Habían acudido a múltiples ginecólogos, realizado todo tipo de pruebas, hasta incluso la fecundación in vitro, pero el resultado había sido funesto. Se habían gastado bastante dinero en todos aquellos procesos, y sin resultado positivo. Las pruebas habían verificado que ella era plenamente fértil, pero los espermatozoides de su esposo eran muy débiles, y aunque los médicos le indicaban que aún existía alguna probabilidad de que la fecundara, las esperanzas con el paso del tiempo se fueron disipando.
Uno de los ginecólogos le había planteado en una ocasión la fecundación in vitro con esperma de un donante , pero ella era consciente de que su marido nunca lo aceptaría. El quería que llevara sus genes, razón por la que nunca le planteo ni impuso esta posibilidad. Por otro lado, no quería volver a pasar por todo el proceso de la fecundación in vitro, ¡ un verdadero calvario !. Razón por la que lo descartó. Se había hecho a la idea de que nunca sería madre.
Continuando con los hechos, a los pocos días, de aquel fugaz encuentro, Romina se hallaba por fuera, en el jardín nuevamente, cuando vio pasar de nuevo a Dani, aunque esta vez el muchacho venía con traje de deporte, comprobando que se acercaba corriendo y con la camiseta empapada de sudor. Al llegar a su altura, el muchacho se detuvo, y ella le saludo amablemente: hola Dani.
¡ pero …chico vas empapado!.
El le contesto: - hola señora Romina. Pues he salido un rato a correr para mantener un poco la forma.
-Ya veo . – le dijo ella, contemplando los músculos de sus piernas y aquel cuerpo juvenil tan fornido, aunque algo delgado.
No obstante el muchacho siguió su marcha hasta meterse en el edificio, mientras ella lo siguió con la mirada. Se había percatado que mientras contemplaba al muchacho, había un cierto escalofrió que recorrió todo su cuerpo de arriba abajo. Su marido había descendido últimamente en sus encuentros sexuales, pero ella aún seguía bastante activa, por lo que la cercanía de aquel joven, había revolucionados sus estrógenos, sin haberlo buscado de propósito. Y pensó, ¿ Qué diría mi amiga Julia si viera a este mozalbete ?.. Seguro que conociéndola hubiera exclamado “ yo le echaría un buen polvo”, y se sonrió mientras su imaginación volaba.
El color blanco de su piel y su delgadez, hacían parecer al muchacho bastante débil e inocente, pero esa apariencia era la que más excitaba a Romina. La aparente indefensión del muchacho le hacía aparecer a ella como una depredadora.
Esa noche, se encontraba bien excitada, tanto que estaba esperando que llegara Leo para que le hiciera el amor. Sin embargo, éste no estaba por la labor aduciendo que llegaba bastante cansado y con problemas de la empresa, por lo que su esperanza de desahogarse sexualmente se fue al garete. Ya en la cama, no podía dormir, mientras escuchaba los ronquidos de su marido. Sin poder evitarlo, comenzó a pensar el Dani, y se imaginó al muchacho colocándose arriba de ella y penetrándola con su pene. Tal fue su imaginación, que terminó por masturbarse alcanzando un orgasmo. Circunstancia que llevaba muchos años sin haberlo conseguido.
Días después Romina se encontraba circulando por el centro de la ciudad, de regreso a casa, cuando se percató de la presencia de Dani que esperaba el autobús en una marquesina. Tras tocarle la bocina, el se acercó hasta el vehículo, y ella le dijo:- Hola. ¿Te diriges a casa? ¿Si quieres te llevo? .
El se quedo sorprendido, y acepto agradecido: - Claro. Qué bien. Muchas gracias señora Romina. El autobús aun tarda un buen rato .
Al entrar en el coche, el muchacho sin poder evitarlo dirigió su mirada hacia los muslos de Romina, la cual llevaba ese día una falda algo corta, y que, al sentarse en el sillón del coche se le había recogido más de la cuenta, dejando a la vista sus preciosos muslos. Estos mantenían una blancura innata y sin una pizca de venas externas. Ella también se percató de la mirada del muchacho e intentó acomodarse dentro del sillón.
Durante el trayecto estuvieron hablando, comprobando Romina que pese a todo, aquel muchacho era bastante tímido. Pronto ella derivó la conversación al tema a las novias. Se sorprendió cuando éste le contesto que aún no tenía ninguna.
Ella mirándolo fijamente le contesto:- No me lo creo. ¿Ni tampoco en el pueblo?. Como va a ser eso. Un joven tan apuesto como tú, seguro que tiene que tener a las chicas en la mano .
- Bueno. Yo… lo primero son los estudios. Ya tendré tiempo para eso - le contesto algo azorado el joven.
Al llegar a la casa, Dani comprobó que la mujer tenía que bajar del vehículo varias bolsas. Había dejado el coche en el acceso cerca del garaje, pero dentro del jardín, por lo que el se ofreció ayudarla diciéndole: -¿ necesita que le ayude con las bolsas ?
Ella le miro agradecida y le contesta -Bueno. La verdad es que me vendría bien una ayudita. He hecho la compra de la semana y vengo algo cargada .
El tomo unas bolsas, y siguió a la mujer hasta dentro de la casa. Para acceder a la misma la señora tuvo que franquear la puerta de acceso del garaje, para luego ascender por una escalera. Al ir ella delante, y tener la escalera una cierta pendiente, el joven tuvo una vista espléndida de las pantorrillas de aquella mujer. Al momento noto como su vástago se increpó dentro de sus pantalones.
Romina se había dado cuenta de que al haber subido delante del muchacho, estaba permitiendo al mismo tener una vista inmejorable de sus muslos, y sin poder evitarlo, al saberse contemplada por aquel muchacho, se excito. Antes de terminar de llegar al final de la escalera, con una morbosidad que ella misma desconocía, hizo un descanso un momento, depositando una de las bolsas en el suelo, para lo cual tuvo que agacharse hacia delante, lo que propició que dejara a la vista del muchacho no solo todos sus muslos y su entrepierna, sino también una vista clara de sus bragas .
El chico, casi tropieza con los peldaños de la escalera, atónito ante la visión de las bragas de aquella señora. El era tímido y sin novia, pero en el fondo era un salido sexualmente hablando , ya que con frecuencia se pajeaba visualizando pelis porno. Pero, nunca había estado con ninguna chica. La visión que le estaba propiciando aquella señora, hizo que su pene se revolucionara y casi no le cabía en el pantalón, constatando con nerviosismo el gran bulto que emergió dentro del mismo.
Ella, reponiéndose, recogió de nuevo las bolsas y se dirigió hasta la cocina, seguida del muchacho. Romina, morbosamente y con una curiosidad inusitada dirigió su mirada disimuladamente hacia el pantalón del muchacho, teniendo que abrir los ojos como platos, al contemplar el tremendo bulto que se había formado a la altura de la bragueta del pantalón del chico. Aquel por su parte, también se percató de la mirada de la mujer, por lo que automática e inocentemente, echo las manos hacia sus partes como evitando mostrar su petulancia.
- lo siento. De verdad… lo siento - decía muchacho azorado y sumamente apesadumbrado. El chico no sabía dónde meterse.
A Romina le dio pena el comportamiento del joven, pero a su vez esa inocencia del mismo más la excito. Tener aquel chaval joven, ¡ quizás aún virgen !, y verificar el tremendo bulto de su pene en el pantalón, le dio pie para decirle: -¡ Pero Dani!. Oh Dios que vergüenza.
-Lo siento señora. De verdad ….solo le quedaba llorar al pobre chaval. Era obvio que el chico estaba azorado por lo ocurrido. Su timidez saltaba a la vista y esto excitaba más a la mujer. El joven estaba tan apesadumbrado que parecía una oveja indefensa preparada para ser degollada ante el matarife.
Romina se percató de esa timidez y trato de suavizar la situación diciéndole:- Vamos Dani. Tranquilízate. No pasa nada…¡No pensé que aún fuera capaz de excitar a un joven de esta manera!
Era obvio, que ella también se encontraba excitada, por lo que se acercó al muchacho y tocando su cara con su mano, lo acaricio e hizo que la mirara a la cara y le dijo:- Vemos tranquilízate No pasa nada. Te comprendo.
El chico la miro, y asintió con la cabeza, enrojecida.
- Bueno… será mejor que volvamos a buscar el resto de bolsas. ¿Me ayudas? Le dijo ella para evitar aquella situación.
-si claro. - le dijo el reaccionando.
Ella se dirigió al maletero y viendo que había unas bolsas que estaban bastante adentro del mismo, tras pensarlo, decidió agacharse lo más que pudo, casi metiendo parte de su cuerpo dentro del maletero, con lo que su falda subió inevitablemente por encima de sus rodillas, lo suficiente para que Dani volviera a tener una vista completa de sus muslos y de sus bragas.
Ella, sabiéndose contemplada, retuvo lo más que pudo la acción, para que el joven pudiera contemplarla mejor. Se dio cuenta de que se estaba mostrando ante el muchacho como si fuera una puta, pero en el fondo necesitaba aquella excitación para alimentar sus fantasías sexuales en la noche. Al levantarse, volvió a mirar el bulto del pantalón del muchacho y sonrió de nuevo.
El tomo el resto de bolsas, cerro el maletero y subió tras ella.
Al llegar a la cocina, tras dejar las bolsas, el muchacho se iba a retirar, cuando ella le dice:- B ueno. Me has ayudado con la compra. Lo menos que puedo hacer es invitarse a un refresco .
Mientras se sentaba en la mesa, y le servía un refrigerio con unos aperitivos, noto que el muchacho miraba hacia fuera como si temiera la llegada de alguien. Se sonrió y le dijo:
- tranquilo Dani. No va a venir nadie. Mi esposo no llegará hasta la noche. No te pongas nervioso. Nadie va a venir.
-no quiero causarle ningún problema por mi culpa -dijo él.
No te preocupes. La gente de aquí va lo suyo. Por cierto, mañana tengo intención de hacer “un poste”. Dicen que soy buena haciéndolos. ¿Por qué no pasas y te llevas un poco?.
-gracias. Pero, no quisiera molestarla . Le contesto el sorprendido por la proposición de ella.
- claro que no me moleta. Así que mañana sobre esta hora te vienes a casa y degustas mi poste. ¡Quiero saber tu opinión !.
El muchacho se retiro, pensando en todo lo ocurrido. Esa noche le costó dormir, por lo que tuvo que tocarse dos pajas para poder tranquilizarse. Era virgen, pero aquella mujer lo estaba trastornando. Solo pensar en ella y los preciosos muslos que había contemplado esa tarde, su pene comenzó a expulsar semen sin poder evitarlo.
Por su parte Romina, nada más marcharse el muchacho, tremendamente excitada se fue al baño, y, al bajarse las bragas para orinar se dio cuenta de que “ las mismas estaban mojadas ”. Joder aquel chaval le había hecho mojar sus bragas. Recordó el bulto de su pantalón, y se dijo para sí: no se cuán grande es, pero seguro que la tiene que tener mayor que Leo. El bulto era enorme. Y eso que es un jovencito aún.
Durante toda la mañana estuvo pensando y ansiando que llegara la tarde. Su marido le había llamado diciendo que no le espera para cenar, que llegaría tarde ya que tenía una cena de negocios con unos empresarios. Aquello le iluminó el rostro. Nunca había sido infiel a su esposo, pero aquel muchacho la tenía sumamente excitada. Estaba segura de que si se daba la ocasión sería capaz de entregarse al mismo. ¡ Estoy pensando como una puta !, se decía, pero en el fondo ansiaba ser penetrada por aquel joven muchacho.
Preparó con esmero el poste, y luego se vistió. Pensó en que ponerse. Al final optó por una blusa algo escotada, y una falda de tablas. Se miró al espejo y se dijo: “ parezco una colegiala” . Para rematarlo se colocó una tanga bastante cortita, que por detrás solo era un hilo dental. Nunca se hubiera exhibido de esta forma ante su marido. Hubiera pensado que era una puta. Tenía guardada esa tanga desde hacia tiempo.
Nada más sentir el timbre de la puerta, acudió presurosa abrirle. – hola. Pasa .
El había comprado una flor en una floristería cercana y ella se quedó emocionada al contemplar el gesto del muchacho: - vaya. Hacía tiempo que nadie me regalaba una flor. Que detalle . Y sin más se acercó y le dio un beso muy cerca de sus labios.
Ella le hizo sentar en la mesa, y buscó el pastel, el cual le dio a probar partiendo un buen trozo. El chico quedó sorprendido ya que de verdad estaba delicioso, y así se lo dijo: delicioso. De verdad… mucho mejor que los que hace mi abuela. Y ¡eso que ella es una especialista!.
-gracias.
Ella a propósito se había soltando uno de los botones de la blusa, por lo que al alongarse un poco, dejo a la vista del muchacho por primera vez, gran parte de sus generosos pechos . Se había puesto un sostén algo corto que resaltaba sus senos más de lo debido, por lo que aquellos emergieron desafiantes a través del escote de la mujer. El chico se quedó casi de piedra ante la visión magnifica de aquellos pechos.
Ella se percató, y le dijo:- vaya Dani. Veo que también te gustan mis pechos. ¿Te pone nervioso verme así?.
Como… ej…lo siento . Le contesto el atragantándose.
Ella entonces se acerca hasta la altura del muchacho y mirando el bulto de su pantalón, contoneándose ante el, le dice: Dani. Dime la verdad. He visto como me miras ¿de veras te gusto? ¿No te parezco muy mayor?.
-Ay… sé qué..… pero ….¡claro que me gusta!, y por supuesto que no me parece mayor. Le dijo el con su carita de enrojecida por la vergüenza del momento.
-Ya. Pero dime ¿qué te gusta más de mi cuerpo?
-No sé…”Todo”. Le dije el chico nervioso, y sin saber realmente que contestarle.
-ja ja. Solo me has visto las piernas y parte de los pechos. ¿Cómo sabes que te gustará el resto de mi cuerpo?
-No sé. Me lo imagino . Le volvió a contestar nuevamente ante las interrogaciones de la señora.
Ella se detiene, y quedo un poco pensativa. Se encontraba tan excitada que entonces la propone un juego bastante morboso al muchacho. Sabía que era una locura, y tampoco sabía cómo iba a reaccionar el muchacho, pero estaba dispuesta a tirarse al río. Por ello mirándolo le pregunta: - ¿Qué tal estas de tiempo? ¿Tienes que estudiar esta tarde?.
El la mira, y sin saber lo que pretendía la señora le contesta: - siempre tengo que estudiar. Pero no es urgente.
Entonces ella le mira morbosamente y le dice: . Bueno. Siendo así, ¿Qué te parece si pasamos el tiempo con un juego?. ¿Te gustan las cartas?.
-Bueno….. no se mucho de ellas.
Ella entonces le dice: ¿ Me supongo que si sabrás juagar al parchís?
-eso sí.
Ella entonces fue a un armario y extrajo un juego de parchís. Lo extendido sobre la mesa y comenzaron a jugar. Tras las primeras partidas ella le dijo:- ¿qué tal si lo hacemos más emocionante? No jugarse nada,… ¡es muy aburrido!.
-como Vd diga. Pero dinero sabe que no tengo mucho… le contesto el muchacho.
Ella sonríe y le dice:- ja ja. Por supuesto que no. No quiero que pienses que quiero dejarte sin tus ahorros. Se detiene un momento, le mira y le propone: Bueno. Recuerdo que una amiga mía me dijo que alguna vez “había jugado a las prendas”.
¿Y eso cómo es?- le pregunto intrigado el muchacho.
-Muy fácil. Ella me comentó que cada vez que un jugador saque un seis en los dados, le pedirá al otro que le entregue una prenda de las que lleve puesta el otro jugador. Nunca lo he puesto en práctica. Pero ¡podríamos intentarlo!... ¡si te atreves!
El chico se quedó sorprendido. No se esperaba aquella proposición. Se percató al momento donde podría para aquel juego de retirarse las prendas. Ella nerviosa, no espero a que él contestara sino que comenzó tirando ella. Tras tirar el dado, a la tercera mano fue ella la que sacó un seis. Romina se sonrió y le dijo:- v aya he sacado un seis. Me toca… vamos…… a ver qué prenda te solicito. Se le queda mirando y le dice: - Quiero que me entregues un zapato !
El chico se desprendió de uno de los zapatos y se lo entrego. Y continuaron jugando. Al rato le toco al muchacho sacar un seis, y le pidió a ella lo mismo, un zapato. Volvió a obtener un seis nuevamente Dani, y le pidió uno de los anillos que llevaba en los dedos.
Sin embargo, tras volver a tirar Romina esta saca un seis, y le mira lujuriosamente, diciéndole: - vamos a darle más emoción. A ver quiero que me des, pues…no se…. Que tal..” la camisa que llevas puesta” .
El algo nervioso se desprendió de la misma quedando con todo su torso desnudo. Ella se maravillo al ver aquel cuerpo juvenil, bastante blanco de piel, con bastante vello en el pecho y se limito a sonreír.
A la siguiente mano fue Dani quien saco seis. Entonces el chico, se quedó parado pensando. No quería ser atrevido ni pasarse, pero en el fondo también le estaba dando morbo aquel juego. Por ello le pregunto: ¿ vale cualquier prenda ?
-así es el juego .- le dijo ella algo excitada, intrigada pensando en que prenda le pediría el chico.
- pues… me gustaría… “su sostén” .
Romina casi se corre al escuchar la voz del muchacho.
- Ja ja… vaya … reaccionó ella algo sorprendida por la temeridad del muchacho. Pero era ella la que había propuesto el juego, por lo que morbosamente procede a levantarse un poco la blusa, y ante la atenta mirada del joven se desprende del sostén sacándolo por debajo de ella. Ahora estaban sus pechos sueltos debajo de la blusa. Y entregó dicha prenda morbosamente al muchacho.
A continuación tras varios intentos fue Romina la que obtuvo un seis. Uy vamos a ver qué prenda te pido yo ahora , le dijo sonriendo:- a ver… a ver… pues….” quiero tus pantalones”.
El muchacho sumamente nervioso, se vio obligado a tener que bajarse los pantalones sacándoselos completamente y entregándoselos a la señora. Ella pudo contemplar el bulto que emergía en el slip que llevaba el muchacho, el cual se encontraba ahora casi desnudo, solo con la citada prenda interior.
- vaya Dani. No te voy a emplumar en tus ahorros pero “te estás quedando en cueros ”
Casi al momento, fue Dani el que obtuvo un nuevo seis. Le miró excitado a la señora y le dijo: ¿ No se enfadará..?
-Ya te he dicho que el juego es así. Le respondió ella, más excitada aún.
-pues me gustaría…bueno…… Se quedo pensando. El chico tenía miedo de ser demasiado brusco. Por ello estaba indeciso.
Ella viendo esa indecisión le dijo: - venga Dani decídete. Que no me voy a enfadar. Pídeme lo que estas pensando.
-Ay Sra….No se enfade… pero me gustaría “pedir sus bragas”. Respondió el muchacho de repente.
Ella enrojeció. Joder el muchacho tan tímido ahora le estaba pidiendo sus braguitas. Noto que al momento mojó las mismas. Vaya con el chaval pensó:¡que directo! ¿ Pretendes que me quite mis bragas y te las entregue? ¿Es eso lo que me estas pidiendo? Le pregunta morbosamente.
- Lo siento. Quizás me he propasado… de verdad no.. le contesto el sin saber qué hacer ni decir, pensado que quizás se había sobrepasado.
Ella le contesta: -¿ quieres que me baje las bragas o no?
El chico se queda con una cara de angustia, sin saber que contestar. Ella entonces se levanta un poco, y ante la atenta mirada del joven, procede a meterse las manos por debajo de su falda de colegiala, se baja la tanga muy despacio, y tomándolas en la mano, excitada se las entrega al chico. Ella no obstante comprobó la mancha que ya aparecía en el lugar donde había estado en contacto la prenda con su vagina.
Dani se quedó excitado al contemplar la minúscula tanga que llevaba aquella señora. Al tomarla en la mano se dio cuenta de la macha. Al saber que la tanga de la señora estaba mojada más se excito él. Romina nerviosa, procede a sentarse sobre la silla, dándose cuenta de que iba a mojar la misma, ya que había visto como brotaban sus jugos vaginales ante la excitación del momento.
-¡ eres un atrevido!. Le dijo ella.
El iba a disculparse, cuando ella le indica: ¡ P repárate, como obtenga yo un seis!. Te vas a “quedar en pelotas”.Mientras morbosamente sonreía.
Ambos sabían que la próxima jugada era clave. El primero que obtuviera un seis iba a dejar completamente desnudo al otro. La situación se hizo bastante tensa, aunque el dado siempre salía con otro número, negándose a salir el ansiado seis.
Pero era evidente que la mujer estaba en racha esa tarde y por fin fue ella la afortunada y obtuvo el ansiado seis. Le miro con cara de triunfo al muchacho, diciéndole:- vaya al final la suerte se ha virado de mi parte. A ver… “creo que ese slip me pertenece”.
El muchacho se quedó dudando, sin saber qué hacer. Si le entregaba el slip se iba a quedar en pelotas ante la señora. Ella al verlo dudar le dijo:-¿ No te irás a rajar ahora?
El chico nervioso y compungido se sobrepuso, y poco a poco se desprendió del slip, intentado que ella no viera su desnudez, escudándose en el ángulo de la mesa, para terminar por entregar sus interiores a la mujer. Ella lo tomo como un verdadero trofeo.
Ella entonces se detuvo y le dijo:- bueno ya no te quedan prendas. Qué te parece si continuamos un poco más…. Por ejemplo, “el que pierda deberá hacer lo que el otro le pida”.
-¿cualquier cosa? Pregunto el muchacho, que ya estaba sumamente excitado.
-¿tienes miedo? Le preguntó ella morbosamente.
-No. claro que no- Dani, se percató de que su pene se había puesto como un misil. Estaba desnudo y ella aún no había visto su vástago. Pero sabía que eso sería cuestión de poco tiempo.
Volvieron a tirar y tras varios intentos, volvió a ser Romina la que obtuvo un nuevo seis. Dani se quedó estupefacto. Ella entonces le mira con cara de depredadora y le dice:
- se ve que no es tu tarde hoy. Haber… ahora “quiero que me hagas un paseíto por toda la cocina”.
-¿ así desnudo?.- le dijo el nervioso.
- pues claro. ¿Tienes vergüenza?. Las apuestas son las apuestas, y te toca cumplir - le dijo ella con ojos llenos de deseo. Era obvio que Romina quería ver desnudo al muchacho y contemplar su aparato genital.
El se levantó tratando de ocultar su aparato, pero ella le dijo:- no no… las manos en alto. No vale ocultarse.
Al momento levantó las manos, apareciendo ante los ojos de aquella mujer la enorme daga que portaba el chico . Se quedó asombrada, por las dimensiones, exclamando: - madre mía… ¡sí que es grande! . Exclamo ella sin poder contenerse.
El chico mostraba una daga bastante poderosa, aunque por las circunstancias estaba en una semi erección, pero para Romina era evidente que las proporciones de aquella tranca eran colosales . Aún en reposo era muy superiores a la de su esposo. Nunca se pensó que aquel casi adolescente, con un cuerpo blanco y que parecía algo endeble, portara aquella tremenda verga entre sus piernas. Ella también tuvo ocasión de fijarse en sus testículos, habiendo comprobado que eran proporcionales a su tranca.
- a ver Dani. ¡date una vuelta por la cocina! . Le dijo ella extasiada. El, bastante nervioso, hizo lo que ella le pedía, y mientras caminaba iba blandiendo su tranca colgando entre las piernas haciendo las delicias de Romina.
Por fin, procedió a sentarse nuevamente, y continuaron jugando. Por fin le toco ganar al chico. Este estaba excitado y en el fondo deseoso de vengarse de la mujer, que lo había visto en pelotas y exigido pasearse en tal lid por la cocina. Por ello nada más ganar le dijo:-
“ quiero su blusa”.
-así que quieres ver mis pechos- le contesto ella. No tardo mucho en desabrocharse los botones de la blusa, retirando la misma, mostrando al muchacho aquellos preciosos senos. Evidentemente la visión de aquellos pechos de la mujer, terminaron de excitar al muchacho el cual comprobó como su pene se endureció apareciendo ya una buena erección. Ella le miro, y le dijo: - Ya los has visto. ¿Qué te parecen?.
Sin poder contenerse, le contesto:- Señora… tiene unos senos preciosos, y veo que muy firmes.
El muchacho miró hacia la puerta de la cocina como temeroso que pudiera aparecer alguien, como el marido de la mujer. Esta al percatarse de ello le dijo: No debes preocuparte. Mi esposo no llegará hasta bien tarde la noche.
Y continuaron jugando, mientras el no quitaba la vista de los preciosos pechos de aquella mujer. Estaba tan nervioso que volvió a perder ante Romina. Esta con satisfacción, degustándose le dijo:
Bueno….. Ahora ¡quiero que te quedes sentado!. Me voy a sentar sobre ti. Pero, … no podrás tocarme con tus manos. Tampoco vas a metérmela. Solo debes dejarme hacer a mí. Le dijo excitada.
Y sin esperar la respuesta del muchacho se levantó de la silla y se dirigió hacia donde estaba el muchacho. Y al ver su pene con una erección tremenda y enfilada como un mástil, le dijo:- joder como se te ha puesto. ¡qué barbaridad!.
Ella, sin poder contenerse, tomo aquella tranca por primera vez en sus manos, la palpó constatando su dureza y la colocó en horizontal y paralela a los muslos del muchacho, al tiempo que abriendo sus piernas procedió a sentarse a horcajadas sobre las del joven. Al conservar aún la falda, el muchacho no podía ver su vagina, aunque sabía que no llevaba bragas.
Al momento, tras sentarse, los labios de su vagina hicieron contacto con el pene del chico, verificando el muchacho como los jugos de la vagina mojaban toda su tranca. Ella entonces, hizo algo que no esperaba Dani: comenzó a balancearse para delante y para detrás, utilizando el pene como raíl por donde se desplazaba los labios de su coñito. El muchacho estaba a mil. El chico no podía ver la vagina de la mujer, pero si estaba sintiendo el contacto directo de su paloma con la vagina de aquella.
Tras un rato así, ella se levantó y se volvió a sentar. Ella miro el pene del joven, y se dio cuenta de que su pieza se había quedado engrasada con todos sus jugos vaginales. Y le dijo: Por el momento basta …… ahora continuemos el juego .
Momentos después La suerte sonrió a Dani. El entonces se levantó, blandiendo su tranca, la cual no ocultaba y le dijo: Quiero que “se levante y se siente sobre la mesa con las piernas abiertas” .
La mujer se extrañó de aquella petición. Pero excitada hizo lo que le pedía el muchacho. Se dio cuenta de que ahora su coño iba a quedar a disposición del muchacho por primera vez. Por ello le dijo: - quieres que me abra de piernas. “Jode me vas a ver toda ”.
- Bueno Romina. Vd. ya me ha visto completamente en pelotas .
Este se acercó, y con excitación se agachó delante de la mujer procediendo a meterse entre las piernas de la misma, momento en que pudo contemplar por primera vez el fabuloso coño de la mujer. Nunca había visto un coño en realidad. Ahora tenía el de una madura, pero que estaba cañón .
Ella notó la cara de satisfacción del muchacho al ver su raja. Sin poder evitarlo vio con sus labios vaginales se volvieron a humedecer.
El chico, totalmente lanzado, sin pensarlo mucho acercó su boca hacia aquella excitante vagina, depositando su boca sobre los aquellos labios vaginales. Al momento la señora se estremeció. El no le dio tiempo a reaccionar y comenzó a lamerlos de arriba abajo.
- oh cabron.. ¿qué me haces…? O…sii Joder ..¡Me lo vas a comer!… ooo chico…siii ….. sigue…
Romina no daba crédito. Aquel tímido joven, ahora le estaba comiendo por primera vez su coñito. Algo que nunca su marido le había hecho , ya que consideraba que eso era asqueroso. Ella se relamía de gusto con las lamidas del muchacho. Dani, no era un experto, pero puso en práctica lo que había aprendido en internet, viendo como la mujer se retorcía de gusto con la comida de coño que le estaba dando.
- oh Dani…. Que me haces… on nene sigue… Joder nene,… vas hacer que me corra…
El chico no le hizo caso y continúo comiendo aquel coño. Pronto la mujer no pudo más, estaba a punto de entrar en un orgasmo, y por ello le dijo al muchacho:- Oh Dani como no pares me voy a correr en tu boca… oh cabron que bien los haces… que gusto…
Sin poder contenerse la mujer tomo la cabeza del chico entre sus manos y la apretó contra su coño, al tiempo que comenzó a convulsionase entrando en un tremendo orgasmo. Oh sii me vengo oooo si qué bueno oh.. ooo siiii
Al terminar, miro la cara del muchacho y observo restos de sus jugos y de su corrida en los labios del mismo. Aquello la enceló aún más. Le miro con cara de lujuria y le dijo:- Oh Dani me he corrido en tu boca. No he podido contenerme.
-No se preocupe Romina. Me ha encantado. Tiene un coño delicioso.
Entonces, ella se incorpora y hace sentar al muchacho en la silla. Toma la tranca del mismo en sus manos y comenzó a masturbarlo. – Joder nene. Pedazo de tranca que tienes. La tienes como un caballo. ¡vaya pene!**
Luego, acercando su boca al cipote del muchacho comenzó a propinarle una soberana mamada. No tenía práctica, ya que nunca se lo había hecho con nadie, pero al muchacho le sabía a gloria. Tocaba las pelotas del muchacho mientras seguía con la mamada. Se dio cuenta de que los testículos eran tan grandes como su tranca. Pensó: “ la cantidad de leche que tiene que tener acumulada ahí ”.
Notaba la enorme tranca del muchacho, como era engullidla en parte por su boca. Ella no dejaba de asombrarse ante las grandes venas de aquel manubrio, que no paraba de masajear y mamar. Su mano no era de las pequeñas, pero le costaba abarcar el grosor del diámetro de aquel falo. El glande era rojizo, algo más grande que el resto del falo. Sin contenerse, lamía una y otro vez el cipote del muchacho haciéndolo gemir.
Cuando estuvo a punto de venirse, Dani le dijo:
-oh pare o me corro. Le manifestó sin poder contenerse.
Ella, sin escucharlo, continuó masturbando al muchacho, sacándose la polla de su boca y con energía dio unos últimos masajes aquella hermosa tranca, que la hizo soltar ingentes cantidades de semen, que la pringaron su cara, sus pechos y, gran parte de su cuerpo. Parecía un manantial.
-joder nene. Vaya forma de correrte. ¡Mira como me has puesto ! Exclamo ella maravillada por lo ocurrido.
Luego le mira y le dice:- no sé cómo he podido hacerlo. Soy una mujer casada. ¡De esto ni una palabra a nadie!. Vale - se dio cuenta de lo que había hecho y ahora aparecía arrepentida. El propio chaval noto la cara de preocupación de la mujer.
Ella entonces se levantó y marchó al baño a lavarse, no sin antes recoger la ropa que tenia tirada sobre la mesa. El muchacho por su parte se vistió, y sin esperar a que ella saliera, optó por abandonar la casa. Se alejó con un sentimiento de culpa, pero también de tremenda satisfacción. No se explicaba cómo había podido ocurrir aquello, pero en modo alguno se sentía culpable. Había sentido el placer de una mujer, y aquella señora, pese a su edad, era capaz de satisfacer a un joven como él.
La mujer quedo preocupada, y hasta se sentía sucia por lo ocurrido. No obstante, sabía que era ella la que lo había buscado. Se había duchado, pero aún así notaba los flujos de su vagina en cuanto pensaba en lo ocurrido. Se dio cuenta de que de haber continuado quizás hubiera terminado entregada al muchacho. Pero eso era una verdadera locura, pensó. Era una mujer casada y nunca había sido infiel a su esposo. Aquel desliz de esa tarde, debía pasar como una pequeña aventura pasajera.
Pasaron los días y Dani intentaba evitar encontrarse con la mujer en su paso hacia su casa. En el fondo sentía cierta vergüenza por lo ocurrido aunque no dejaba de pensar en la mujer. Sus masturbaciones se hicieron más frecuentes. Sus ansias de estar de nuevo con ella se hacían cada vez más agobiantes. Pese a la diferencia de edad, había saboreado el coño de aquella mujer casada y solo pensaba como sería enterrar su falo en aquella hermosa cueva. Solo pensarlo se corria.
La mujer por su parte, tras los primeros días, le ocurrió lo mismo. Pese a su sentimiento de culpa, comenzó a añorar de nuevo al muchacho. Necesitaba tocar su cuerpo, su tranca, ver brotar de nuevo aquel semen joven. En ocasiones notaba el cosquilleo en su vagina cuando pensaba en ello, y se daba cuenta de que mojaba rápidamente sus bragas. Necesitaba tener aquel muchacho de nuevo. Sabía que era una locura, pero llego al convencimiento que lo deseaba.
Un día mientras se encontraba comprando algunos medicamentos en la farmacia, observó uno preservativos. No sabía cómo hacerlo, pero al final viendo que la dependienta era una chica joven a la que no conocía de nada, optó por adquirir un caja de preservativos que ella misma tomo de la estantería. Tras pagarlo, los guardo en casa a buen recaudo para que no pudiera ser vista por su esposo. No sabía si se atrevería a follar con al muchacho, pero cada vez se sentía más deseosa de tener aquella tranca en su vagina. Y por si acaso, debía hacerlo con protección.
Un día, tras pasar una noche suspirando y pensando en el muchacho, tras macharse su esposo, se noto deseosa. Por ello espero paciente el paso de Dani, y al verlo se acercó y le dijo:
- Hola Dani. ¿Tanto miedo me tienes?. Ni siquiera has pasado a saludarme.
-Hola señora Romina. No es eso. Es que me siento culpable de lo ocurrido. Sé que debí contenerme. Le contesto este algo apenado el joven.
-Ya. Pero también fue culpa mía . Le contesto, y continuo:-¿ vendrás a probar mi poste mañana?. Es sábado , y sé que no tienes universidad. ¿Podrás escaparte una horita?
En el fondo el chico lo deseaba, por lo que le dijo:- bueno. Pero, ¿y su marido? El tampoco trabaja los fines de semana ¿verdad ?
- No tienes por qué preocuparte. Mi esposo ha marchado esta mañana a un viaje por Francia, y no volverá hasta el lunes. Así que estoy solita todo el fin de semana- le contesto ella sonriente.
El muchacho vio los cielos abiertos, y le contesto:- siendo así. Vendré a probar su postre. ¿A qué hora le parece bien?
-Que te parece después de almorzar. Así tendremos toda la tarde para jugar - le dijo ella sonriente, dando a entender al muchacho a que se refería.
Esa noche el muchacho pese a desearlo no se pajeo. Quería tener sus testículos llenos para correrse de nuevo sobre la señora. Sabía qué clase de juegos eran lo que ella le había insinuado.
Por su parte, Romina se notó sumamente excitada esa mañana. Pensó en el nuevo encuentro con el joven chaval, y notaba como se humedecían sus bragas. Pero su excitación era superior, y se notaba caliente. Recordó “ que podía estar claramente en sus días fértiles” . Aún era una mujer fértil y fecunda, por lo que recordó para su tranquilidad la adquisición de los preservativos. No sabía si llegaría al follar con el muchacho, pero estando en días fértiles, tenía que adoptar precauciones, ya que no estaba protegida. Nunca había sido fecundada, pero intuía que por la forma de correrse del muchacho era muy probable que pese a su edad pudiera tener posibilidades de que la dejara embarazada. ¡ Claro, eso no podía ocurrir!
Se puso bastante elegante para recibir el muchacho, optando nuevamente por colocarse una falda más bien corta y una blusa a la que dejó algunos botones sin cerrar. Había adquirido un conjunto de lencería, con un sostén bastante trasparente al igual que una minúscula tanga, que trasparentaba claramente sus vellos.
Tras llegar al muchacho, ella lo saludo con un pequeño abrazo y un beso cerca de su cachete. Le sirvió al pastel que fue igualmente del agrado del chaval, y al terminar, ella le dijo:-¿ te atreves nuevamente a jugar al parchís?
El sonrió, por lo que ella sacó el juego y comenzaron a jugar de nuevo. Pronto ella se quedó sin sostén y sin tanga nuevamente. El chico carecía ya de pantalón y tenía toda su tranca al aire. Habían sido directos y pronto la mujer perdió la blusa quedando nuevamente sus hermosos pechos al aire.
Esta vez volvió a perder la mujer, y Dani totalmente lanzado, optó por volver a comerle el coño a la mujer . Ella optó esta vez por pasar al sofá y recostarse para que el muchacho pudiera saborear mejor el majar de su coño. No tardo mucho en alcanzar su primer orgasmo. En ese momento, tras reponerse observó la tranca del muchacho y le pareció aún más grande que la vez anterior.
- joder Dani como la tienes hoy.
-¿Le gusta Romina?- le dijo el chico.
-¿ quieres que te la mame de nuevo ?- le pregunto ella.
Pero el chico le dijo:- se que no debo pedírselo. Pero…me gustaría tenerla.
-¿te refieres a que deseas follarme?... Uf… soy una mujer casada. Nunca lo he hecho con nadie que no sea mi esposo. Y además no estoy protegida. Le contesto ella sumamente excitada.
-Yo tampoco yo lo he hecho nunca. Le indicó cabizbajo el muchacho. Pero me gustaría estrenarme con Vd. Me correré fuera si lo desea .
La mujer se excito al saber que aún era virgen . Lo intuía, pero aquella confesión confirmó sus sospechas. Desvirgar a un chavalín como aquel, universitario era como un verdadero manjar que se derretía en su boca. Eso terminó por decidirla.
Ella lo tomo de la mano y lo llevó hasta su dormitorio, y lo hizo sentarse en la cama. Observó su tremendo falo, y comenzó a masajearlo, viendo como crecía aun más. Fue entonces cuando fue al armario y tomo la caja de condones y extrajo uno. Era la primera vez que tomaba un condón en sus manos. Rompió el envoltorio, y le dijo:- vale. Lo haremos. ¡Pero como no estoy protegida, lo haremos con condón!.
El aceptó con la cabeza. Tampoco nunca le habían colocado un condón. Pero la sorpresa llegó cuando ella comenzó a colocar el preservativo en el pene el chico observando que costaba para entrar. El glande era tan grande que no entraba. Lo intento en varias ocasiones, hasta que el final el preservativo termino por rasgarse.
- joder. Tiene un pene muy grande. No te sirven los condones.
- inténtelo con otro - le dijo el chaval que deseaba follarla como fuera.
La mujer lo volvió a intentar pero, era imposible. Acaba nuevamente por rasgarse el mismo. Definitivamente aquellos preservativos eran de tamaño normal. Ella no sabía que existían superiores, pero el chico tampoco se lo comentó.
- oh que vamos hacer. A pelo no podemos. Le comento con preocupación, y añadió: .¡si te corres dentro podrías embarazarme!...lo deseo pero…
El chico tenía una calentura de mil demonios. Pensó hasta en follarla por la fuerza, pero se contuvo, y le dijo: Me correré fuera. De veras…. .-.
Ella vio el enorme cipote, y notaba como su coño ardía en deseos de montar el mismo. Le dijo :- Ay Dani..lo siento. Yo también te deseo, pero es muy peligroso. Si quieres te toco una paja.
Pero esta vez el chico reaccionó. Quería follarse a la señora, y por ello adoptó una actitud más tajante con la misma. Mirándola le dijo:- No Romina. Más pajas no. Me he tocado muchas pajas pensando en cómo me la follaría. Necesito metérsela.
- pero Dani. Sabes que no puedo …. Le contesta ella contrariada.
- pues mejor dejémoslo . – le dijo el chaval con cara de enfado y decepción.
El chico opta por levantarse y salir del dormitorio dispuesto a colocarse de nuevo su vestimenta, y abandonar la casa. La mujer se quedó petrificada. Necesitaba la polla el muchacho, pero a pelo era un verdadero peligro. Tampoco quería que el chico se fuera. Sabía que si se marchaba nunca más lo iba a tener.
Lo siguió, y tras colocarse ella también la ropa, cuando iba salir por la puerta le dijo:- por favor Dani. No te marches así. Quédate un rato conmigo.
El chico la miro, y en el fondo le dio pena. Cerró la puerta y se sentó en el sofá. Ella se acercó donde estaba. Se sentó sobre sus piernas, y mirándolo a la cara, al ver aquel chico joven, casi indefenso, virgen y con aquella cara de angelito, lo comenzó a besar en la boca por primera vez. El aceptó el beso y sus lenguas comenzaron a entrar en la boca del otro. Aquello excito de forma increíble a la mujer . Continuaron durante bastante rato besándose, mientras el acariciaba sus muslos, y metía sus manos por sus nalgas y alcanzaba el ano de la mujer y su vagina. Pronto logró desabrochar de nuevo la blusa y se apoderó de los apetitosos pechos del excelente señor.
- oh Dani. Como me los comes. Joder nene me estas calentado mucho. Me noto sumamente excitada.
El muchacho no le contesto sino que continuó con sus manoseos, y pronto su dedo corazón se incrustaba totalmente dentro de la vagina de la mujer, haciéndola gemir. Por su parte ella, había extraído el pene del pantalón del muchacho y lo masturbaba entre sus piernas. La tremenda excitación del muchacho más la acaloraba.
La mujer se dio cuenta de que de continuar así terminaría entregándose al chico. Notaba el tremendo calor de su cuerpo, y dedujo que era producto de sus días fértiles . Sin embargo, ansiaba sentir aquella tranca invadiendo su vagina. Los dedos del chico la estaban llevando a una verdadera locura. Notaba que cuando estaba a punto de entrar en un orgasmo, el muchacho cesaba y aquello la dejaba ansiosa. Se percató de que el chico solo tenía el propósito de clavarla.
Sintió como el muchacho sacó sus dedos de su coño, y tomo sus nalgas para atraerlo hacia el. Con esta acción su coño se quedó totalmente abierto y al momento notó la tranca del muchacho rozar sus labios vaginales. Ella se excito aún más. Se dio cuenta de lo que iba a pasar, pero esta vez se dejo llevar. Los besos del chaval la hicieron olvidarse, mientras notaba como más de media tranca del muchacho entraba por primera vez invadiendo su vagina.
-ohh. Me la estas metiendo oooo despacio ooo. Exclamo ella, mientras el muchacho la atrajo más hacia él, clavándole casi dos terceras partes de su pene. Ella se dio cuenta que su vagina se dilató al máximo para permitir la entrada de aquel cipote que nada tenía que ver con la de su esposo. El tremendo falo del chico comenzaba abrir su vagina como nadie nunca lo había hecho en su vida. Era como si la estuvieran desvirgando de nuevo.
-Despacio Dani… la tienes muy grande… oh .. me abres mucho ooo.
El muchacho la tomo en brazos y la recostó sobre el sofá, sin sacarle su nabo de la vagina. Y colocándola boca arriba sobre el sofá le abrió sus piernas, y continuo perforando aquel coño. Quería meter sus veintidós centímetros de tranca dentro de aquella vagina. -oh…despacio oh.. Me vas a reventar…. Oh… me llenas oooo
Dani estaba en la gloria. Se estaba desvirgando por primera vez, y lo hacía con una mujer casada y ya madura, pero para él, aquel coño era una autentica delicia. Su enorme tranca entraba con fuerza dentro de la señora. Necesitaba clavarla completamente . Notaba que era sumamente estrecha y que ella hacía esfuerzos con las paredes de su vagina evitando que entrara más dentro de ella. Pero ahora era aquel semental que solo pensaba en perforarla completamente.
- Oh Dani… nene…. Me estas abriendo mucho…. me abres oooo
Ella intentaba evitar que todo el nabo de muchacho entrara dentro de ella, pero sabía que era cuestión de tiempo. El muchacho parecía un semental y de una tremenda estocada la termino por perforar completamente . Noto los huevos del semental haciendo tope en su culo. La tenía tan adentro que seguro que estaba cerca de su útero. Era como si la hubiera desvirgado. Nunca había sentido aquella sensación. Su coño estaba lleno .
Tras meterla completamente, el se quedó quieto un momento. La miro a la cara y ella le dijo:- oh Dani. Al final me la has metido toda. “Joder nene me tienes toda atravesada”. Ahora follame…haz que me corra con tu polla dentro…
Fue como una premonición, el chico comenzó a entrar y salir de la mujer con tremenda fuerza, bombeando sin parar el coño de la mujer hasta que ella pronto alcanzó un orgasmo, y tras este otro y otro. Nunca le había ocurrido esto. Estaba totalmente entregada aquel macho. Sabía que su vagina estaba ahora completamente dilatada y abierta lo suficiente para que los embistes de Dani fueran bastante profundos.
Dani se dio cuenta de que estaba a punto de correrse. Dudaba entre salirse o correrse dentro de la mujer. Esta de percató de su duda, y le dijo:- Oh Dani… sé lo que estas pensando… no lo hagas.. ooo joder como me abres… no puedes hacerlo dentro…¡lo sabes!
-de verdad no quiere sentir mi leche Romina. Me he reservado para Vd. . le juro que llevo varios días sin pajearme pensando en cómo iba a llenarla. Le dijo el muchacho con los ojos enrojecidos por el deseo.
-tú estás loco chaval. Oh cabron como le llenas con ese pedazo....
-déjeme correrme dentro. Es mi primera vez. Necesito llenarla. Le insistía el muchacho, instando a que la misma cediera.
-estás loco. No puede ser… le decía ella, mientras el no dejaba de penetrarla.
-Señora tengo mucha leche. Sé que ha estado pensando en cómo sería sentir como me corro dentro. Tóqueme lo huevos. ¡Vea como los tengo!. – le insistió el tratando de calentarla.
Romina excitada, acalorada, in poder contenerse hecho una mano hacia los testículos del chaval y comprobó que eran como dos pelotas de tenis. Los tenía repletos . Palpar aquellos huevos hincados del chico, la hizo entrar de nuevo en éxtasis y comenzó a convulsionarse. – oh cabron los tienes repletos.. Me vas a desgraciar oooo
Las convulsiones de a mujer, y ver la entrega de la misma, dieron pie a pensar al chaval en una aceptación tácita de la misma , por lo que le clavó la polla lo más adentro que pudo y sin más comenzó a deslecharse dentro de la mujer. Torrentes de semen manaban sin parar de sus testículos, llenando la vagina y el útero de la casada.
- oh cabron .. como te siento… o me vas a preñar ooo siiii oooo
-oh que bueno.. siiii.ooo- gritaba el chico con satisfacción.
Romina mientras alcanzaba el cenit de su nuevo orgasmo, sentía como el semen del joven semental era lanzado con gran potencia dentro de su desprotegida vagina. No entendía como podía tener tanta leche acumulada. Su marido, cuando se corría, apenas lo notaba. Pero con el semen de Dani lo sentía claramente. Se dio cuenta de que varias lechadas fueron bien profundas y que alcanzaron su útero . En aquel momento se olvido de sus prejuicios y disfruto del tremendo polvo. Con sus piernas en forma de tijera atrapó la cintura del chico atrayéndolo contra ella para sentirlo más profundamente.
- oh cabron.. Termina de llenarme… Oh siii damela toda siii
Ambos terminaron extenuados uno encima del otro. Dani aún tenía clavada toda su tranca en la vagina de la mujer. Ella sin poder evitarlo, atrajo la cara del muchacho y lo beso ardientemente en la boca. Nunca había sentido nada igual. Estaba entrega aquel joven.
Dani la siguió besando con pasión, dándose cuenta ella de que el pene del chico con las caricias volvió a crecer dentro de ella. Excitado ante esta inesperada sorpresa, lo miro a la cara y le dijo_:- oh Dani te está volviendo a crecer dentro de mí. Oh mi machito, que gran polla tienes . Joder nene ¡Te has quedado con ganas demás guerra!.
El la miro con cara de felicidad mientras comenzaba a bombearla de nuevo, diciéndole:- Romina…me la voy a follar toda la tarde. Le voy a dejar el coño bien abierto.. ¿Quiere que se lo abra bien?... lo quiere ..
- oh si cabron. Reviéntamelo. Sé que mi esposo se va a dar cuenta. Pero ábremelo…es todo tuyo. Oh que potencia .. siiii
Mientras la penetraba nuevamente con gran fuerza como si fuera la primera vez, el la excitaba diciéndole al oído: -¿ me va a dejar que me corra dentro de nuevo?.. Sabe aún tengo más leche. ¿Quiere sentirme correr de nuevo dentro de vd?.
Aquello excito a Romina. El chico estaba comenzado a descubrir lo que realmente necesitaba aquella casada. La palabrería la excitada sobremanera . – oh si cabronazo. “Sabes que me vas a preñar”… si córrete dentro. Quiero tu leche de nuevo. “Anda préñame machito”.
Nada más terminar de decirlo entro en un nuevo orgasmo, momento que aprovechó Dani para volver a descargar dentro de ella. Romina no entendía cómo era posible. Sentía como aquel nene volvía a regarla por dentro como si fuera la primera vez. Ambos terminaros totalmente agotados.
Cuando el se retiró de ella, y sacó su nabo del coño de la hembra, observó la enorme raja de la mujer, ahora totalmente abierta, dilatada, con los labios totalmente inflamados y soltando una hilera de semen que discurría desde su raja hasta llegar a su culo.
Cuando ella se miro su entrepierna, observo igualmente su vagina y le dijo:- oh Dani. Mira como me has dejado. Me has dejado bien abierta.
El incorporarse, con la finalidad de ir al baño, noto como comenzó a escurrir por el interior de sus muslos el semen del chico, caminando con cierta dificultad. Le miro, y le dijo: joder Dani. Donde tenía acumulada tanta leche… me has llenado por completo.
Mientras se levaba en el bidet del baño, se dio cuenta de que al estar en época fértil, las posibilidades de que aquel joven la hubiera preñado eran bastante elocuentes . Intuía la posibilidad, nada desdeñable, de que dentro de ella se estuviera formando una nueva vida. Había quedado tan llena del semen del chico que quizás podía haber quedado embarazada. Cuando salió una vez aseada, llegó hasta el chico que se encontraba descansando en el sofá. Vio la tremenda daga aún gruesa y llena de restos de semen y jugos, y quedo maravillada.
Ella se sentó a su lado, lo volvió a besar en la boca y le dijo:- Te has corrido mucho dentro. ¿y si me has dejado embarazada?.
El la miró y le dijo:- ¿ estás ovulando de verdad?
El afirmarlo con la cabeza, el chico quedo preocupado. Pero ella le dijo: - ya nada importa. Si me quedo embarazada…lo he estado buscando tanto tiempo….No se…. Además…. El polvo que me has hecho… jamás lo olvidare .
Se detiene lo mira y le dice: Dani ¿de verdad te he desvirgado? ¿de verdad ha sido tu primera vez?
-Por supuesto. Le contesto el muchacho .
-¿y qué te ha parecido el hacerlo con una mujer mayor, y además casada?
-delicioso. No la cambiaría por nada del mundo. Lo recordaré toda mi vida.
Ella entonces lo volvió a besar, y lo llevo de la mano, asi desnudos hasta su dormitorio. Se recostaron y descansaron unas dos horas. Ya era casi de noche, y el le dijo:- creo que debo marcharme .
Ella lo miró y le dijo:- ¿ de veras quieres marcharte?. ¿No te gustaría volver a follarme?. Lo miro sonriendo, y continúo: He visto como estas de nuevo. Sé que tienes fuerza para eso y para más.
-Oh Romina. Por mi me la estaría follando toda la noche.
Ella lo mira. Se sonríe y le dice: - Ja ja…pero, lo primero es cenar. Estoy muerta de hambre. Recuperemos fuerzas. Ya veremos después.
-¿ seguro que su marido no va a venir? - Le dijo el muchacho con cierta preocupación mirando hacia la puerta de entrada.
- Descuida. No volverá hasta el próximo lunes como te dije .
Cenaron y descansaron. Ella se había colocada solo una bata por encima, por toda indumentaria, pero sin bragas ni sostén. El muchacho si se había puesto la ropa. Era evidente que el chico aun dudaba sobre la conveniencia de estar desnudo o vestido. ¿ Y si llegaba el marido de Romina?.
Estaba pensando en eso, cuando suena el teléfono, constatando que era el esposo de Romina. Ella le hablo cariñosamente desde la consola, donde existía un espejo. Ella miraba al chaval mientras mantenía la conversación con su marido.
Entonces Dani, morbosamente se levanta. Se acerca por detrás, comienza a besar las orejas y la nuca de la mujer, toqueteando sus pechos para luego ir bajando hasta sus desnudas nalgas, mientras ella no dejaba de hablar con su esposo. No se esperaba la acción del muchacho, por lo que se excito con aquellas caricias.
Pronto sintió como el chaval alcanzaba su raja y le metía varios dedos en su coño, lo que la terminó de calentarla mientras le decía que parara con la mirada. Lejos de parar, el chaval se bajo los pantalones extrajo su candente falo, duro como el acero, y sin miramiento lo acercó al coño de la mujer desde atrás y haciendo presión la volvió a clavar:ohh –exclamo ella al sentir la penetración del muchacho invadiendo su vagina.
- que pasa - sintió decir al marido.
- No… nada cariño. Es que se ha caído una foto… Fue una reacción fulminante. Mientras miraba con cara de asesina al chico, viendo como este le terminaba de envainar completamente la tranca hasta los mismos testículos .
-oh- volvió a exclamar tímidamente, al sentir como la tenia totalmente atravesada en aquella posición.
- no ...no es nada. Es que creo que se he ha roto el portarretratos oh.. qué pena… con lo que tanto me gustaba .. Es la foto de nuestra boda.
Noto como el muchacho comenzó a penetrarla constantemente y con gran maestría, que pronto la hicieron entrar en un orgasmo que intentó amortiguar, tratando de evitar que su esposo se diera cuenta. Sin embargo sus gemidos era tan evidentes que aquel le volvió a preguntar: –¿pero que te pasa?. ¿Te ocurre algo? - escuchaba ella a través del teléfono con cara de preocupación.
No... Y sin poder contenerse, viendo que no podía gemir, optó por convertir en esos gemidos en un lloriqueo, tratando de evitar ser descubierta por su esposo. oh que pena…. oh no sabes cuánto lo siento oh Leo… le tenía mucho cariño a ese portarretratos ohh
Al tiempo que termina de convulsionarse. Pero el chaval seguía dentro de ella y la bombeaba una y otra vez. Más nerviosa y agitada se puso cuando observó como el chaval comenzó a hurgar en el ano de la misma. ¡Romina se quedó paralizada . No era posible!. “ El cabronazo quería encularla”…nunca se lo habían hecho . Y con la tranca que se gastaba el muchacho- pensó .
Pero el chaval lejos de inmutarse, le iba untando su culo son sus jugos y saliva, mientras la seguía clavando por el coño. Ella le recriminó con la mirada fija en el espejo. Pero el seguía follando su coño al mismo tiempo que metía su dedo corazón hasta los nudillos dentro de su agujero posterior.
Dani se lo pensó. No quería ofender a la mujer, y optó por correrse sin más dentro de la vagina de la mujer mientras terminaba de hablar con su esposo.
Cuando terminaron, ella le dijo :- Dani. Eres un atrevido. Mi esposo casi se da cuenta. ¡Estás loco! . Luego se detiene y le mira diciendo: -¿ me metiste tus dedos en mi culo?. ¿No pretenderás follarme por ahí verdad?
Dani algo nervioso por el enfado de la mujer le dijo:- lo siento Romina. No sé que me paso. Pero ¡es que tiene un trasero de infarto!.
Ella me mira ahora sonriendo y le pregunta: ¿de verdad te gusta también mi trasero?. ¿Lo dices en serio?
-tan en serio que no tendría reparo alguno en metérsela por ahí.
Ella le mira diciéndole: ¡ pero nene!. Tú me quieres reventar todos los agujeros. No te basta como me has dejado mi coñito, sino que quieres abrirme por atrás. ¡Eso nunca!.
Dada la hora que era el muchacho decidió retirarse. Cuando salía por la puerta, ella le dijo:-¿ vendrás mañana?. Anda.. mi marido no vuelve hasta el lunes. Venga cariño. ¿Acaso no quieres follarte a tu cariñito?.
El chico aceptó quedando en que volvería a medio día, ya que ella lo invito a almorzar.
Y así, tras pasar ambos la noche, cada uno en sus respectivas moradas con cierta agitación y esperando el día siguiente, llego el domingo. Tal y como tenían previsto, el muchacho se acercó a la vivienda de la señora, y tras almorzar tranquilamente, ella fregó la loza, y le dijo que esperara un rato en el sofá. Romina sentía un cosquilleo en el estomago y en su entrepierna. Reconocía perfectamente esa sensación: “estaba bien caliente”. Se había tomado la temperatura por la mañana y había descubierto que estaba en los mejores momentos de su ovulación.
Sabía que era una temeridad hacerlo con Dani es ese estado. Pero, su calentura era tal, que superaba cualquier clase de prejuicios.
Por ello tras terminar de limpiar la cocina, enormemente excitada, se fue a donde se encontraba el muchacho. Se sentó a su lado, y sin poder contenerse bajo los pantalones al chico dejándolo solo con el slip. Luego de un tirón de lo término de quitar, saltando ante sus ojos el tremendo falo de Dani:- ¡ joder como estas otra vez !
Su mano derecha descaradamente tomo con fuerza la verga del joven. Palpando la misma, sintió su dureza, la contundencia de sus venas, sobando el mismo en toda su longitud, desde los testículos hasta el mismo glande. Palpó igualmente sus testículos, sorprendiéndose que de volvieran a estar llenos. Sin más, acerco sus labios a los labios del chico y sus lenguas se enredaron una en la otra al tiempo que se recorrían ansiosamente. Dani, presuroso tomo a la mujer por la cintura y suavemente empezó a recorrer, por encima del sedoso vestido, la sensual figura de Romina.
El chico la separó por un momento, y con suma delicadeza levantó el vestido que ese día llevaba su amante señora, lo alzó lo suficiente para de un jalón dejarla solo en lencería.
Ella volvió acercarse, lo besó ardientemente, al tiempo que ella misma se baja la tanga, para mostrar el macho su entrepierna donde se reflejaba claramente la raja de su coño con los labios ya brillante por la lubricación. Luego, abriéndose de piernas ante el muchacho se hinco sobre el, tomó con su mano izquierda el falo y colocándose a horcajadas procedió a terminar de subirse sobre aquel potro salvaje, al tiempo que se inclinaba para tomar entre sus manos el rostro juvenil y volver a besar fuerte y apasionadamente los labios del chico. Volvió una mano atrás, sin dejar de besar, y tomando la dura verga, la fue rozando por sus labios mayores, embadurnando la polla del joven con sus jugos, como si de una brocha se tratara.
Luego coloco la punta en la entrada de su ardiente intimidad, y comenzó a descender. Estaba muy lubricada, y necesitaba clavarse aquella daga. Sabía que al hacerlo sin protección y a pelo, como el día anterior, era un verdadero peligro. Estaba en el mejor momento de su ovulación, pero ello no la retuvo. Mirando al chico fijamente de un sentón fuerte se dejó caer sobre aquella tranca, viendo como quedaba empalada hasta lo más profundo de sus entrañas. – oh chico.. Que grande…ooo
La mujer comenzó a enloquecer al tener de nuevo un falo de ese tamaño y grosor solo para ella. No pensaba nada, solo se dejaba llevar por la pasión y la locura del momento. Sintió un gozoso dolor dentro de ella. Era delicioso abrigar con sus pliegues internos y ardientes aquel semejante trozo de verga juvenil. Subía y bajaba como loca, no había límites en ese momento. Dani comenzó a bufar, y acariciaba las rodillas y piernas de la hermosa dama, que ahora estaba convertida en una verdadera y deliciosa jineta.
Romina ahora saltaba sobre su presa, cabalgaba duramente, al tiempo que sus nalgas subían y bajaban fuertemente, teniendo como eje siempre aquella enorme verga. Sus caderas se movían igualmente hacia atrás y hacia adelante. Era un movimiento magistral, y bajaba en un movimiento hacia atrás, y a mitad del mismo iniciaba un leve movimiento hacia adelante, echando su vientre hacia el frente, mientras su espalda se arqueaba hacia atrás y sus manos se sujetaban encima del dorso del joven, y luego finalizaba “ encaballando” duramente el falo del chico.
Ella estaba como enloquecida. Quería disfrutar al máximo de aquella polla joven, y ahora estaba poniendo en práctica todo lo que conocía, y siempre tratando de disfrutar al máximo de aquella tranca.
Dani por su parte, estaba conociendo el placer de sentir una señora como Romina, que aunque casada y que le duplicaba en edad, era una verdadera hembra . Sentía las hermosas y perfectas nalgas de la dama como chocaban con los músculos de sus piernas, mientras los músculos vaginales apretaban y soltaban su tranca con suma maestría.
Las continuas cabalgadas de la hembra pronto la llevaron a alcanzar su primer orgasmo de la tarde, lanzando profundos suspiros y gimoteos que se escucharon en toda la casa, y al que pronto siguió el segundo. Tras acabar, miro de nuevo al chico, observando que su pene continuaba como un misil dentro de su vagina. Sonriendo y con cara de autentica loba, se levantó y llevó al chico de nuevo hasta su dormitorio.
Al llegar al cuarto, ella misma se colocó en posición perrito en la cama e instó al joven a poseerla desde atrás. Este entendió perfectamente, se puso detrás de ella, tomó en su mano el mástil, lo masajeo un poco viendo su enorme dureza, y luego lo acercó hasta la raja de la hembra, y con maestría de un certero golpe la penetró. Nada más entrar dentro de ella escuchó el lastimero y ardiente gemir de la señora. La daga del joven entrada y salía, llegando hasta los más profundo de sus entrañas y la hacía gemir sin parar. En esa posición de perrito, el joven la dominaba completamente.
Los bombeos del mismo, unido a su fuerza varonil lograron que Romina volviera a obtener un nuevo orgasmo al poco rato.
La mujer mientras se convulsionaba se percató de que el falo ardiente del muchacho volvía a hincharse dentro de ella. Iba a terminar. Pero…..” estaba ovulando ”. ¡Lo tenía que detener!. Es más, intento zafarse. No podía volver a dejar que corriera dentro. ¡ Y menos hoy! - pensó-. Sabía perfectamente que estaba en el mejor momento de su ovulación.
Pero, “sus intentos fueron vanos”. El muchacho la sujeto por la cintura atrayéndola hacia el, tomándola con fuerza, para a continuación comenzar a escupir con gran potencia su caliente semilla dentro de la vagina de la mujer. La penetración estaba siendo tan profunda, que gran parte del semen regó directamente una y otra vez el útero de Romina . Ella se percató claramente de tal extremo, exclamando:
- oh.. Dani.. te estás viniendo dentro otra vez… oh chico me llenar… oo me vas a terminar preñando oh Dios mio…
El chico, pese a los comentarios de ella no ceso, y continúo lanzando su preciada carga regando completamente la vagina de la hembra. Romina se dio cuenta que la reserva de semen del joven se había recuperado bastante bien durante la noche, ya que sintió como la lechada había sido nuevamente bastante copiosa.
Al terminar, el muchacho salió de su coño, mientras ella se echaba boca arriba sobre la cama, mirándose su vagina y manifestándole: - pero Dani. Te han vuelto a correr dentro. Me he tomado la temperatura esta mañana y sé que estoy ovulando de verdad. Te has corrido mucho. “Seguro que me has dejado embarazada”.
-Lo siento Romina. Pero ayer me quede con ganas y tenía ganas de volver a cogerla y llenarla de nuevo. Le contesto este.
- Oh Dios mío. Me has llenado tanto que seguro que esta vez me ha dejado encinta. ¿Qué le voy a decir a mi esposo?
El chico no le contesto. No obstante se recostaron en el lecho matrimonial, uno al lado del otro, totalmente desnudos y sumamente sudorosos. Romina busco los vellos en el pecho del joven, se acurrucó, y acarició el musculoso torso. Luego bajo su mano por su barriga, hasta llevar a su monte de Venus, luego se palpó los labios de su coño viendo como aún salía resto de la simiente del joven.
En ese momento, reflexionó sobre lo ocurrido. Durante esos dos días, aquel joven la había follado como nunca nadie lo había hecho. Había disfrutado de cada polvo. Pero se dio cuenta, de que tampoco nadie le había echado tanto semen dentro de su cuquita como aquel joven. Era consciente de que las posibilidades de quedar embarazada esta vez eran más que probables. Con sentimientos entrecortados, al final aceptó que si quedaba embarazada, por fin podría ser madre. Algo que ya había descartado tras el calvario de procesos in vitro.
Tras descansar por tiempo de una hora, la mujer observó como el muchacho volvía a comenzar a palpar sus nalgas desde atrás, y acercaba su nabo rozando sus posaderas con el mismo. Ella se despertó y echó la mano hacia atrás comprobando el estado de excitación en que se encontraba nuevamente el joven.
- Vaya. Sigues con ganas ¡eh !- le dijo ella.
El muchacho lejos de contestarle, la hizo levantar su pierna y de un solo envite le empujó sus 22 cm de polla dentro de su vagina una vez más. Ella estaba tan lubricada que entró sin dificultad. Al momento ella comenzó a reaccionar y comenzaron a disfrutar, viendo como aquella verga entraba sin parar una y otra vez dentro de su vagina llevándola a tener dos nuevos orgasmos. Al final, el muchacho se salió de ella, la puso boca arriba y metió entre sus piernas. Ahora quería follarla en plan misionero.
Ella se abrió lo necesario para ser atravesada nuevamente por el joven, viendo que tras varios bombeos, nuevamente la daga comenzó a hincharse. Le miro a la cara y le dijo:- oh Dani.. te vas a correr de nuevo. Veo en tus ojos que quieres hacerlo dentro. ¡Sabes que puedes dejarme embarazada!
Pero el chico ahora no la escuchaba. Estaba tan excitado que pronto comenzó de nuevo a deslecharse dentro del ardiente coño de la señora. En aquella posición su semen igualmente volvió a inundar lo más profundo de la vagina.
Tras terminar, el volvió a salirse de ella, y volvieron a descansar.
Ya, casi de noche, volvieron hacerlo nuevamente, terminando el muchacho otra vez dentro de la señora. Y al final optó por retirarse.
Romina intuía que pese a su edad, esta vez podía conseguir ser madre. El muchacho la había llenado con su semen en varias ocasiones, y además profundamente. Se tocaba la barriga pensando.
Al día siguiente llegó su marido. Obviamente no ocurrió nada, pero ella se las ingenio para hacer el amor con él a los dos días siguientes. Ya no estaba ovulando, pero de esta forma evitaría cualquier sospecha caso de resultar embarazada.
No volvieron a tener un nuevo encuentro, pese a saludarse. Y al mes, ella comprueba que no le baja la regla. Preocupada se hace el test, comprobando que es positivo. ¡Se estremeció!. Por supuesto no le dijo nada a su esposo, espero y varios días después volvió a repetir el test y nuevamente dio positivo:¡ estaba embarazada !.
Decidió acudir al ginecólogo y tras las pruebas le confirmó el embarazo. Al decírselo a su marido, este se extraño, pero al final lo aceptó como suyo. Ella se lo comunicó al muchacho tiempo después, pero cesó todo encuentro con el mismo, aunque nunca dejaron de hablar y contactarse hasta que nació el bebe, que resultó ser una niña.
Y así tras el nacimiento de la niña, Dani solo pudo verla en determinadas ocasiones desde la calle, ya que Romina se negaba a que mantuviera cualquier contacto . El muchacho consideró injusto su actitud, pero tampoco quería contrariarla y además, tampoco quería problemas con el marido de ésta, por lo que se limito a saludar sin más.
Durante el segundo año de carrera en la universidad, el muchacho encontró una vivienda más cercana a la universidad y se trasladó a la misma, por lo que perdió contacto con Romina.