La vecina - 3 .

Mi abuelo se folla a la vecina y a su hija. Toni se la clava en el culo a mi abuelo y yo lo se la clavo en el culo a él.

Mí abuelo y yo  estábamos sentados en dos banquetas en el corral con un pequeño montón de mimbres al lado. Mi abuelo me enseñaba a hacer una cesta.

-Esto requiere calma,  mucha, mucha calma. Hacer una cesta es como hacerle el amor a una mujer. Si vas a aprisa la fastidias.

-No es lo mismo,  abuelo, a una mujer si al final no le das aprisa es cuando la jodes.

-¡Habla bien! -se quedó mirándome- ¡¿Pero tú ya te estrenaste?!

-No. Hablaba de oídas.

-Nunca supiste mentir. ¿Quién te desvirgó?

-Es un secreto.

Toni, que iba a la tienda, me oyó.

-¿Qué secreto es ese, Quique?

Le respondió mi abuelo.

-Lo desvirgaron y no me quiere decir quien fue.

-A lo mejor no te lo dice porque también le desfloraron el culo.

Mi abuelo estaba escandalizado.

-¡¿Es eso verdad?!

-Cuando uno se confía y está follando a la hermana, el maricón del hermano acaba por darle por el culo.

-Bien que te gustó.

Mi abuelo ya pillara el hilo.

-A ver, a ver. ¿Te estabas follando a Trini y Toni te dio por culo?

-Sí, pero, ¿Si tú  estuvieras follando a Trini la quitarías si te empieza a dar por culo un payaso que tiene la minga delgadita?

-No, aunque me la metieran un bantú.

Toni empezó a mal meter, o a bien meter, según se mire.

-Eso se lo voy a decir a mi hermana. Tiene fantasías con los viejos.

-¡Ni se te ocurra ! Tu madre se lo diría a mi vieja y aquí ocurre una desgracia.

Esa noche mi abuela fue al cine de diez a doce. Mi abuelo y yo estabamos jugando a las cartas. Llegó Toni y le dijo a mi abuelo:

-Tomás, mi madre quiere hablar contigo.

-¡Ya le fuiste con el cuento, chivato!

-Cada persona es prisionera de sus palabras.

-¡Preso me van llevar a mí cuando te mate!

Yo, que ya estaba enterado del plan, le dije a mi abuelo.

-Puede que lo acabes matando a besos.

-¡Estás contagiado, carallo! Te picó el bicho de los maricones.

Era una noche estrellada, mi abuelo miró al firmamento, como pidiendo ayuda a alguien. Entramos en la casa de la vecina. Trini y Toni estaban sentados a la mesa de la cocina. Encima de la mesa había una taza de café, humeante. A mi abuelo le llegó el olor. Era loco por el café, pero el médico se lo quitara, y mi abuela no se lo daba. Trini, le dijo:

-Toma un café nientras esperamos por mi madre.

Mi abuelo pensó que Laura no estaba en casa. Se sentó a la mesa. Trini se levantó, cerró la puerta con llave y le preguntó:

-¿Cómo tienes de grande la polla, Tomás?

Mi abuelo estaba acojonado.

-Calla, Trini, calla, no hagas que me linchen. Y abre la puerta. ¡Qué corra el aire!

Llegó Laura a la cocina, desnuda como el día en que nació. ¡Parecía una diosa! A mi abuelo le salió el café por la nariz.

-¿Tanto calor tienes, Tomás?

Mi abuelo, limpiándose la barbilla con la mano,  exclamó:

-¡¡¡Ossssssstiaaaaaaas!!!

Laura, sonriente y sensualmente provocativa, arrimada a la pared, nos dijo:

-¿Quién me va a coner enterita?

Nos desnudamos. Mi abuelo vio como Toni se ponía detrás de Laura y le comía el culo, como Trini, agachada,  le comía el coño y como yo, empalmado, le comía las tetas. Se levantó. Fue a la cocina de hierro. Se echó otro café de la cafetera. Se volvió a sentar y se puso de miranda. No se tocaba. Parecía el hombre de hielo. Laura nos dijo:

-Vamos para mi habitación, chicos.

Fuimos para la habitación. Laura se puso en la cama a cuatro patas. Mi abuelo, se sentó en una silla para seguir de miranda. Trini se echó boca arriba delante de su madre. Laura antes de comerle el coño a su hija, me dijo:

-Fóllame, Quique.

Aunque me gustaba, no iba dejar que mi abuelo viera como me daban por culo. Le dije a Toni:

-Dale la polla a chupar a tu hermana, Toni.

Se la dio y fuimos al tema.... Le estaba dando caña a Laura, cuando mi abuelo acabó el café. Se levantó de la silla, y me dijo:

-Aparta, chaval.

Me aparté. Ocupó mi sitio. Sacó una polla larga y casi tan gorda como la de un caballo. Le metió el capullo en el chocho mojado, y Laura, exclamó:

-¡¡Diooooos, que maravilla!!

Poco después,  Laura  se olvidara del coño de su hija. Trini, se mastubaba mirando para su madre. Toni, se la clavara en el culo a mi abuelo. Yo, hirviendo, se la clavara en el culo a él...  Fui el primero que se corrió.  ¡Que corrida eché! Una corrida de esas que te deja ciego por unos segundos. Toni, al sentir mi leche calentita dentro de su culo, se corrió en el culo de mi abuelo. Del coño de laura, salió a presion, flujo vaginal por todos los lados. Sus ojos estaban en blanco y se sacudía como si tuviera el mal de San Victor... Laura, al acabar de correrse,  se apartó y dejó a Trini con el coño abierto delante de la verga  de mi abuelo. Trini la cogió con las dos manos y la fue metiendo poco a poco... Entrara apretadísima. Al tenerla toda dentro, mi abuelo no aguantó más y le llenó el coño de leche, Trini  frotó el clítoris al estilo tornado, y acabó exclamando:

-¡¡¡Me cooooooooorro!!!

Por esa noche el tema se había acabado. A  mi abuelo, según él,  ya no se le iba a levantar.

Se agradecen los cometarios buenos y malos.