La vecina (10)

Ya al sentarnos la note muy cariñosa recostada en mi hombro, después al comenzar la película.

La vecina (X).

Ya al sentarnos la note muy cariñosa recostada en mi hombro, después al comenzar la película.

Claudio?

Lámame papa, mi amor, sabes que me encanta.

Bueno papi, te quería pedir una cosa.

Sí mi amor.

Quería ver la película, como aquella vez cuando mirábamos la tele te acordas?

Era como para olvidarlo ella esta adivinando mis pensamiento, inmediatamente pense en Matilde...

No té querrás subir en mis piernas?

Sí!!

Bueno subí, no sin antes yo bajarme el cierre.(ella sin decir nada me miraba, lo que esta haciendo y tomo su tiempo, dándome la posibilidad de acomodarme mejor)

Ella levanto su faldita y quedo con solo la bombachita sobre mi pija.

Papi?

Que linda.

Queres que te pajee, total nadie nos ve.

Silvi, vos sabes que a mi me gusta cuando vos jugas conmigo, y ahora mas por que voy a extrañar a tu mama.

Te gusta mucho, cuando mi mama, te toca.

Si mi amor, yo a tu mama la amo con locura.

Y a mi?

A vos también mi vida. (riéndome y haciéndole cosquillas en su pancita.)

Para estos instantes ella ya habia comenzado, su manito a subir y bajar lentamente por mi tronco.

Te gusta papi.

Silvi, decime, a alguien mas se la tocaste, antes que a mi.

Si al tío, desde chiquita

Y tu mama lo sabe.

Bueno, esto fue antes, de que con mama, pudiéramos hablar de todo como ahora lo hacemos.

Bien, sin muchos mas detalles, solo me queda decir que esa semana, fue increíble, yo cumplí mi promesa a Matilde de no penetrar a Silvi, a pesar de la insistencia de esta. Pero ella se convirtió en una experta de mi cuerpo, y de cómo disfrutar del suyo, tanto como su madre.

Al llegar Matilde tuve varias sorpresas, una de ellas era la propia madre, que a pesar de la edad, se conservaba muy deseable al verla uno comprendía eso "de tal palo tal astilla" , lo mas destacable era su cola, y ella bien lo sabia y lo explotaba al máximo, siempre usaba vestidos que se la marcaba muy bien. La segunda sorpresa fue la hermanita de Matilde que era Karina la cual vino sin su marido, y eso me dejo sin conocer a quien jugo con Silvi antes que yo y sin que lo supiese incluso su mama. También vino con ellas la famosa Betty la amiguita de Silvi, su madre la dejo venir pues ambas familias se conocian desde hace años, despues me entere en la sobremesa, café de por medio que era matrimonio anterior, que la vecina había tenido, pues ella habia quedado viuda desde hacia un año. Betty, tenia once añitos era muy inocente, para ciertas cosas, como me di cuenta después con el trato. Ella con Silvi se volvieron a hacerse confidente inmediatamente, como si el tiempo que las había separado no existiera, cosas de la edad y admirables.

Mis días tomaron un giro, de lo mas vertiginoso con tantas mujeres en la casa.

De día yo trataba de no caer mal y agradar para que Matilde se sienta orgullosa de su nueva pareja. Sobre todo estando la madre, nunca hay que ponerse en contra a la madre de tu esposa. Y creo que las intensiones de ellas eran todo lo contrario, pues a los dos días ya me hablaba con una soltura y confianza de años.

Las noches Matilde, no podía con su genio, yo creí que estando su familia se iba a calmar un poco pero no fue a si, era como si estuviese mas excitada aun.

Acompáñame -dijo Matilde. que esto es un regalo de esposa, vos tráeme la crema del botiquín del baño, y espérame aquí que ahora regreso.

Silvi compartía su habitación con su amiguita, ambas se hicieron las dormidas cuando escucharon pasos acercándose a su habitación.

Silvi despertate que mama y tu papito te vamos a curar, cuando nos bañábamos te vi la colita irritada y te voy a poner crema en la colita. Asi que no despiertes a Betty, y vamos a mi pieza que solo va a llevar un momentito mi amor.

Ya le explique a Silvi que vamos a curarle la colita.

Papito te va bajar la bombachita y mamita te Pone la crema en la colita.

Silvita boca abajo, mientras la madre pasaba sus dedos llenos de crema por entre los cachetitos de su hijita.

Te gusta mi amor.

Si mami.

Yo te dije que le iba a gustar, a ella le encanta que le ponga crema y también le gusta que le ponga el dedo aquí mira.

Dicho esto Silvi levanto un poco su colita, permitiendo que la madre pudiera meter un poquito su dedo en el culito parado.

Ves le gusta que le meta el dedito aquí.

No pude mas y me saque la pija afuera.

Recostate al lado de Silvi y vos Silvi date vuelta para mi lado, que mama te va a dar la teta mientras papi te sigue dando masajes en la colita mi amor.

Matilde saco un pecho y se lo ofreció a la ansiosa boquita de Silvi, mientras con una mano Matilde me embadurno la pija de crema y me la llevo a la colita de la hija, mi pija resbalaba entre los cachetitos de la nena y mi calentura era total, pase mi pija por su conchita y la frote varias vez, lo cual le gustaba, por que sin dejar de chupar de los pechos de la madre que le levantaba las piernas permitiéndome desplazarme con mayor facilidad por la zona que estaba por demás mojada un poco por la crema y un tanto por los flujos que le comenzaron a aparecer al estar frotándosela por la conchita.

Bájate un poco mi amor me dijo.

Y tomándola de la punta, comenzó a pasársela a su hija por la conchita, metió a penas la cabeza en su agujero.

No empujes, que eso no se puede ya sabes todavia es muy chiquita para eso.

Silvi abrí las piernitas, que papito te va a dar la crema de su leche en tu conchita, abrí bien las piernitas, y después mama te la va a sacar a besitos en tu tajito mi amor.

Matilde me bajo el prepucio he introdujo apenas la cabeza en la conchita de Silvi.

A si mi amor, apenas la cabecita que todavía la tiene chiquita, tírale la cremita para que se acostumbre al gustillo de papito.

Acaba, saca toda tu leche en esa conchita virgen y apretadita, así mi vida dale la lechita a tu hija.

Silvia no cesaba de chupar los pezones a la madre y sin mucho esfuerzo la madre levantaba su piernita pues ella ayudaba con ganas...

Mi orgasmo no cesaba, con las eyaculación, sobre Silvita, ver como la madre y su hija procuraban limpiarme, y el posterior espectáculo de Matilde bebiendo mi leche de entre las piernas de su hija, ya había logrado exitarme nuevamente.

Continuara...

Datos del autor

Nombre: Delfín

E-mail: ddelfin@yahoo.com