La vecina (05)
Al volver al dormitorio, nos hicimos el amor hasta quedar dormidos...
La vecina (V).
Al volver al dormitorio, nos hicimos el amor hasta quedar dormidos.....
Al día siguiente. Por ser domingo ninguno de los dos nos inquietamos, por la hora. Minutos después, entra a la habitación Silvita, vestía un pijama de lo mas normal.
Puedo ir a tu cama.
No te inquietes Silvita tiene la costumbre que cuando estoy en casa se cruza por las mañanas a mi cama.
Si mi amor, pero no ves que hoy tenemos visitas y el se quedo a dormir con mami, así no podes venir, vamos a cambiarnos y después te dejo que estes entre nosotros.
Si vos queres Matilde, me levanto.
No querido, tanto ella cómo yo, las dos tenemos que ir acostumbremos a compartir ciertas delicias, cómo tomar el desayuno en la cama un domingo contigo.
Como vos digas mi amor. Yo Puedo ir preparando el café.
Vos calentar el agua y volve a la cama que yo lo termino.
Puse el agua y volví acostarme, al rato regresan las dos. No te parece que ahora esta mas linda y mas presentable.
Mis ojos no podían creer lo que veían. Ella llevaba puesto un camisolín totalmente transparente , sus pequeñas tetitas se adivinaban bajo la tela, pezoncitos todavía sin estrenar, dejaba caer la gasa casi hasta finalizar su colita. Debajo una bombachita blanca que en su parte delantera en la zona del pubis era también transparente dejando entrever por la falta de bello su hermoso tajito.
Estas hermosa Silvia.
Bueno dale un beso y metete a la cama que ya traigo el desayuno.
Después del desayuno.
Silvia le pidió a su mama si podía dormir a lo que Matilde contesto.
Por supuesto mi amor.
Dicho esto Silvia se acurruco cerca de la mama dejándome su bombachita a la altura justa para que sin esfuerzo pudiera acercar mi pija a su colita. Mi excitación llego al momento mas culminante cuando Matilde tomo uno de sus pechos y acercándola a su pezón se lo ofreció a su hija que con su boquita lo reclamaba.
Es una costumbre que le quedo desde chica antes de dormir le gusta tomarme la teta, aunque ya no tengo mas leche. Bueno yo te dije que no quería que haya secretos entre nosotros y Como te imaginaras a mi me encanta y nunca desálente la costumbre de Silvia.
Quizás... la alentaste.
En verdad si al principio me dio vergüenza, pero es un secreto de madre e hija, y ella retribuye con creces su capricho chupándomelas, llegándome a dejar los pezones rosados con los chupones que me deja. Yo te voy a decir, si he llegado acabar cuando ella me las chupa, también se transformo en un sedante para mi y mi soledad.
Yo le di un beso en la boca y tomando su mano se la lleve a mi verga totalmente parada, y en vos baja me dijo.
Espera un ratito mi amor, que se duerma.
Pero no retiro su mano la cual comenzó a masturbarme muy lentamente y yo volví a besarla mas apasionadamente.
Cada día me gustas mas, nunca pense que eras tan ardiente.
Las mujeres solas amamos el olor a macho y fantaseamos con erecciones, cómo los varones con las bombachitas que cubrieron las intimidades de alguna mujer.
Matilde no habia dejado de mastubarme mientras me hablaba en vos baja. Y habia llevado su otra mano a su entre pierna y también se estaba pajeando.
Matilde al ver que Silvia ya sé había dormido, corrió la sabana y levantando el camisolín.
Ayer me di cuenta de las cosas que te gustan, y esto es una prueba de que siempre que complaceré mi amor. Acaba mío amor sobre la bombachita de mi nena.
Acelerando su paja y alentándome.
Tírale toda tu lechita caliente en su bombachita, que dormida no se da cuenta y por lo caliente de tu pija eso te gusta mucho cochino asqueroso.
Tres lechazos gigantescos escupió mi pija y su mano frenética alentaba la salida de mas guasca. Así mi asqueroso enchastrale todo el culito a tu futura hija, así mas lechita que después mamita tu puta se la toma todita. Así papito termina que mamita te Saca hasta la ultima gotita.
Gritando en susurros ella acabo también. Mamita es tan degenerada cómo vos cerdito, dándote servido el culito de mi hija. Que madre puta que soy acabo ...acabo a mi macho todas la conchas...tu puta .. leche.. leche...
Sacando los dedos de su vagina llenos de fluyo me los acerco para que los chupe los cuales chupe cómo su fuera su divina conchita. Termino de limpiarme la puntilla haciendo la pasar repetidas veces por el canal que hacia la prenda al hundirse entre los cachetitos de la cola de Silvita que seguía dormida.
Silvia despertate, mi amor despertate.
Continuara...
Datos del autor
Nombre: Delfín
E-mail: ddelfin@yahoo.com