La vecina (02)
Esa noche decidí ir al taller del fondo, la tersura de la bombacha de mi vecina rondaba mi cabeza y me llevaba continuamente a masturbarme pensando en el culito de su hija.
La vecina II.
Esa noche decidí ir al taller del fondo, la tersura de la bombacha de mi vecina rondaba mi cabeza y me llevaba continuamente a masturbarme pensando en el culito de su hija. Puse una silla sobre el banco de trabajo y llegando al ventílete veía la casa de la causante de mis calenturas.
Al ver la luz del baño perdida, se me ocurrió entonces ir por el costado y saltar el pequeño cerco y llegarme a el ventiluz de su baño.
Necesitaba verla desnuda, robarle su intimidad y saber si era tan seria cuando estaba sola. Pensaba también en hacerme una hermosa paja bajo su ventana.
Al subirme a una mesa de material cerca de una parrilla, quede en la posición justa. Estaba ella con su pollera azul va-porosa y ya se había sacado la camisa blanca que llevaba y su corpiño discreto sostenían unas hermosas y abundantes tetas, cuando cayo al suelo me dejo apreciar sus pezones marrones y parados, yo pensaba en cómo se los chuparía. El agua corría llenando la bañera mientras terminaba de sacarse la pollera. Yo ya la tenia en mi mano, pero para mi sorpresa eso no era todo.
Rita te vas a bañar con mama.
Si mama.
Al llamar a su hija ella quedo fuera del lugar que yo podía ver, lo cual me dio mucha bronca, pero la conversación que oí compenso con creces mi excitación.
Veni que te saco el vestido. A ver date vuelta, hoy por suerte no te ensuciaste la bonbachiata como la otra vez...
No esta vez viaje bien.
Si mi amor, me alegro. Sin embargo hoy mama se la mancharon otra vez.
Tenes una manchita blanca, como fue.
Si mama te va a contar todo, pero vos también le tenes que con-tar todo, a mama como me contaste ayer, vos tenias miedo que me iba a enojar por que alguien te toco en el viaje.
Si mama.
Hay hija vos sabes cómo le gusta a tu mami, que le cuentes todo.
Cuando te tocan los hombres, vos te quedas quietita sin decir nada y después solo se lo contas todo a mama. A ellos les gusta, tocarnos la bombachita y eso nos da cosquillitas aquí. No mi amor?
Si a mi me gusto.
Si pero unicamente a mama se lo decis, sabes.
Hoy a mi también alguien paso su mamo debajo de la falda de mami y ayudado por el desorden que se produjo al bajar me manoseo toda la cola.
Yo no dije nada por que queda mal sabes. Hasta me apretó un poquito un cachete.
Te gusto que te tocara la colita, mama.
Bueno si. Además estaba mojadita, por me gusta mucho hablar con Osvaldo.
Y a vos te gusto mi amor.
Si mama.
Sabes nosotras las mujeres, si somos lindas estamos destinadas a ser manoseadas, pero esto una chica buena no se lo cuenta a nadie , salvo a mi que soy tu mama.
Si mami.
Te mojaste la conchita.
Si mami un poquito mira.
Te gusta cuando se te pone así, no mi vida.
Ahora vamos a lavarnos bien el tajito las dos, las dos estamos un poco sucias por el flujito que nos sale a nosotras las mujeres nos tenemos que lavar bien adentro mi amor.
Al imaginarme cómo la madre enjabonaba a la hija y se hacia lavar la concha por su hija, no pude mas y descargue todo mi liquido sobre la pared.
Los días siguiente, solo tenia una cosa en mente, encontrarla nuevamente, en el tren y poder invi-tarla algún lugar, cómo para poder conocerla mejor. Todos los días la busque en la terminal, sin poderla encontrar, hasta que al fin un viernes la vi en el anden con su hija ,puse cara de sorpresa y le manifesté lo agradable de ella, viajar con alguien con quien hablar, haciendo el trayecto mas corto y llevadero. Ella con gusto me saludo, y pasar comento que en la semana también le extraño que no nos hallamos cruzado. Matilde fue a comprar los boletos y yo me que de con Silvia conversando. Que hermoso vestidito tenes hoy. Me alegra que te guste, mira atrás tiene botones en la cola y mama también me dejo ponerme una bonbachita nueva que me compro. Yo me sorprendia lo inocente que era, como hacia para obtener lo que le gustaba. Y de que coñor es. Es de color rosa viejo y muy suavecita.
Al llegar el tren subimos y cómo siempre parados y a oscuras, cosa tan normal que no hubo comentario de ello.
Mientras hablábamos y por los vaivenes me tome el atrevimiento de tomar la por la cintura, cómo haciendo equilibrio y esperando su reacción. Ella poniendo su mano sobre la mía me aconsejo y mostrando su agrado.
No te vayas a caer, que aquí no se ve nada.
Gracias Matilde.
Durante el viaje note que Silvia su nena, se fue acercando a mi, hasta quedar otra vez cómo la ante-rior de espalda a mi, siendo esta vez adrede el quedar así, esperando mi reacción, la que no se hizo esperar, no sin volver a sorprenderme por la poca edad de la chica y su interés por volver a sentir las mismas sensaciones del viaje anterior. Mayor sorpresa me dio la madre cuando le dijo a su hija.
Silvia veni acércate a Osvaldo, no te alejes que no se ve nada y es mejor que estemos juntos.
Me paso por la mente que la misma madre asentía lo que la hija ya habia echo al acercarse a mi, dejando su colita predispuesta a mis caricias.
La mayor parte del viaje me la pase hablando con Matilde, llegamos a concretar una cita informal, en realidad fue ella que me invito a cenar en su casa. Y con Silvia, fue mucho mejor, pude pasarle sin problemas mis dedos con su colita casi llegando a su rajita, después también le hice sentir mi pija parada por los cachetes, pero esta vez no pude mas y por mas que me contuve tire unos lechazos, siendo mi deleite no sacarla de su culito hasta tenerla baja, antes de tenerla totalmente baja le tome la mano a Silvita y se la pase por mi pija, ella dejo su mano todo lo que yo quise y hasta tuve que sacársela yo para que no se diera cuenta la madre que la manitos tiernas de su hija me manoseaban la pija delante, o cerca de ella.
Su madre y yo quedamos en que mañana sábado la iba a mandar a Silvita a casa para confirmar la hora de la cena.
Esa noche me preocupe, por que pasaría Sí Matilde veía la bombachita manchada y cómo reaccio-naria. La respuesta vendría mañana así que trate de dormir pensando en mañana.
A la tarde siguiente, toca a mi puerta Rita.
Continuara...
Datos del autor
Nombre: Delfín
E-mail: ddelfin@yahoo.com