La última prenda

Es un pequeño relato de mis primeras experiencias sexuales.

Ese fin de semana mi novio me invito a ver la final de fútbol americano en su casa, la verdad no lo entendía nada, pero me fascinaba la idea de estar solos en su casa. Llegamos nos sentamos cómodamente en el sillón a disfrutar del juego, después de un rato el decidió apoyar su cabeza en mis piernas, empecé a darle un suave masaje con las yemas de mis dedos en la nuca entre los cabellos. Después de un rato se levanto se sentó frente a mi pasó mis piernas por encima de las suyas me abrazo por la cintura y acercamos nuestras bocas para darnos un beso largo muy largo, lleno de ternura de pasión de deseo, disfrutando del roce de nuestras lenguas hundidas en el dulce sabor que resulta de la mezcla de nuestras bocas, el recorriendo mi espalda con sus manos yo perdiendo las mías entre su largo cabello buscando siempre su nuca, su cuello, su cara....... Un rato después de hacernos el amor solo con la lengua, los labios, la respiración, sin prisa, disfrutando del momento, empezó a besar mis mejillas bajando hacia mi cuello llenándome de caricias suaves, besos apasionados, erizándome la piel con su respiración... al sentir su mirada sobre mi abrí los ojos, solo para descubrir su mirada llena de deseo...... empezó a desabotonar mi blusa, abriéndola solo lo necesario para deslizar con su dedo una caricia de mis labios a mi ombligo, regreso a besar mi cuello y seguir bajando por el camino que dejaba mi blusa entreabierta dejando suaves besos tibios y húmedos que al enfriarse me llenaban de placer y provocaban que mi respiración se agitara cada vez más... regreso a mis labios susurrando "me encanta el sabor de tu perfume en tu piel" y me entregó de sus labios el sabor de mi perfume en otro beso más apasionado, me excitaba sobremanera saborear de ese perfume por que el mismo lo había recolectado de mi piel con su boca.... aproveche ese beso para sacarle la camiseta que llevaba, quería disfrutar de la suavidad y tersura de su espalda desnuda, el metió sus manos por mi cintura subiendo hasta alcanzar el broche de mi brassiere zafándolo ágilmente, deslizó mi blusa sobre mis hombros y al sacarla por mis brazos apretó mi pecho al de él, mientras me sujetaba con un brazo con la otra mano deslizo con caricias los tirantes dejando fuera un pecho, dejando los dos libres para acariciarse con su pecho con la tibieza de su cuerpo..... con los sentidos llenos de deseo disfrutábamos del resplandor del sol entrando por la puerta y las ventanas y nos sedujo más la intimidad de la media luz que reinaba en su habitación, nos levantamos y caminamos el abrazándome por atrás rozándome con su respiración agitada en la nuca y abrazando mis pechos con sus manos.... así llegamos a la orilla de su cama desabrochó mi pantalón y lo deslizó por mis piernas quitándomelo, nos acostamos en la cama él encima de mi besándome los labios, la cara, el cuello, el pecho agitando mi respiración y acrecentando más mi deseo con cada caricia con cada beso húmedo.......... cuando se dio cuenta que sus besos en mi vientre me hacían vibrar se engolosinó y bajó mis calzones de corte francés sobre mi cadera sin quitarlos apenas dejando ver los primeros bellos pubicos, llevándome a la locura casi a punto de estallar en un no se que (ahora se que se llama orgasmo), al llegar sus labios a mis bellos se levanto y se safó de sus jeans dejándose solo el bóxer apretando su erección, abrió mis piernas para poner las suyas en medio y así encima de mi empezó un vaivén que rozaba su sexo sobre el mío divididos por las prendas de algodón de los dos, llenándome de un dolor... un placentero dolor de deseo en la vulva que provocaba que yo abriera más la piernas y las elevara para poder sentir mejor esa frenética caricia..... tan alucinante.... me excitaba ver su cara, su mirada extraviada en un mundo de placer, sentir sus largos cabellos negros mojados en sudor cerca de mi cara mojando mi cuello, después de sentirlo estremecer entre mis brazos se recostó jalándome hacia él para acurrucarme sobre su pecho perlado de sudor y darme un tierno beso en los labios, Me encantaba ver su cara después de cada encuentro por que nunca le veía queja o reproche alguno por no entregarle mi virginidad y lo adoraba más por que nunca me quitó la última prenda. Para ti.... mi nostálgico recuerdo del inocente ayer...