La última lágrima

Te encantará el irritante sonido de mi risa,

Dirigirás tu mirada hacia mi mesa,

Te cautivará la timidez y falsedad de mis ojos,

Para tu colección me querrás como una pieza.

Tomaré de entre mis cosas un cigarrillo,

Alzarás al nivel de tus labios la copa,

Lo encenderé con la rabia que viaja por mis venas,

Unas gotas de vino mojarán tu boca.

Dibujaré con el humo divertidas figuras,

De hacer la primera movida un poco dudarás,

Cruzaré mis piernas en manera de señal,

Un trago con el mesero me enviarás.

Te miraré con un fingido gesto de vergüenza,

Propondrás un brindis desde tu lugar,

Te llamaré mi mano agitando,

Te levantarás con intenciones de jugar.

Inventaré sólo para ti un nombre elegante,

Pretenderás conocer mi ilustre apellido,

Te contaré llena de mentiras una bella historia,

Querrás robarme un beso como un sucio pillo.

Actuaré la escena de una farsa conmovedora,

Apenado me darás mil y un disculpas,

Las aceptaré con una sonrisa aprobatoria,

Desearás perderte entre mis curvas provocadoras.

Te diré que al tocador ir necesito,

Te levantarás antes que yo por caballerosidad,

Moveré mi cuerpo esparciendo mi deseo,

Me seguirás hasta la impune oscuridad.

Dejaré el disfraz de santa sobre la silla,

Hacia mí con un enorme apetito correrás,

Te recibiré con las piernas abiertas,

Mi cuello de manera violenta y salvaje devorarás.

Tu virilidad me hará rogarte como una puta,

Mis bragas bajarás con impaciencia,

Te pediré que llenes la soledad que a mi cuerpo aflige,

Me penetrarás con gran rudeza.

Desahogaré mis traumas a lo largo de tu espalda,

Me castigarás con tus fuertes embestidas,

Desgarraré tu orgullo con palabras de desaliento,

Me golpearás con la indiferencia de tu venida.

Caeré al suelo sintiéndome una cualquiera,

De tu pantalón el cierre subirás,

Te insultaré liberando mi carácter de perra,

Satisfecho tú simplemente te marcharás.

Pintaré como uno más en la pared tu rostro con mi sangre,

La hasta entonces limpia atmósfera se manchará con mi dolor,

Olvidaré que en alguna ocasión fui de mi agrado,

No podré escapar a mi inminente perdición.

Lloraré de autocompasión la última lágrima,

Los insectos en los muros me despedirán,

Se secarán mis tímidos y falsos ojos,

No habrá alguien en el mundo que me quiera recordar.