La trinidad rusa

LA TRINIDAD RUSA

Han sido varios meses ante el ordenador. Muchas horas robadas al sueño, pero ha merecido la pena. He creado el concurso más divertido de la red, para seleccionar a las tías que pueden darme más placer. Creo que durante este tiempo he conversado con más de dos mil mujeres de distintos países y edades, que han sido catalogadas por su experiencia, sus fantasías, sus posibilidades.

Al final, me he quedado con tres: Marlene, Julia y Ana. Marlene es dominicana, trabaja en un club de carretera, tiene 22 años, es mulata, estilizada y divertida. Le gusta el sexo rápido, por eso se hizo puta. Disfruta a lo bestia, grita, gime, practicar el sexo con ella es como asistir a una sesión de exorcismo. ¡Qué bien exagera!.

Julia tiene 43 años, separada, ninfómana, bisexual, es médico, en concreto oftalmóloga y juega como nadie al bridge. Tiene buen tipo y se conoce y conoce a los demás; el sexo con ella es muy divertido, y siempre sorprendente. Ha sido la primera mujer a la que he tenido que decirle que ya era suficiente.

Ana tiene 32 años, está casada, le ha puesto los cuernos a su marido desde el primer día y le gusta decir que el amor y el sexo son cosas diferentes. He follado con ella muchas veces y he gozado como un cerdo. Nadie me había hecho una mamada como ella, jamás. Su boca es la puerta del paraíso.

Las tres están de acuerdo en que nos reunamos, va a ser divertido. He quedado a las cinco con ellas en mi casa. Lo he preparado todo con detalle. El motivo es sencillo voy a probar con ellas un producto que he buscado durante años, se llama Sjokté, es una droga descubierta por un farmacéutico ruso deportado a una zona olvidada de la Siberia central. La he conseguido en la red. Parece que ya han llegado.

Las he pasado al salón, ahora les serviré el café. El Sjokté es como la viagra para mujeres, les produce una gran excitación, les pone el coño húmedo, se derriten en deseo. Mis amigas están de acuerdo en tomárselo y a ver que ocurre. Todos estamos expectantes. Queridas mías aquí tenéis vuestros cafés. Se lo están tomando. No pasa nada por ahora.

¡Oh!, Marlene se está desnudando, y Ana, ha comenzado a mover su culo, de esa forma sutil que a mi me encanta. ¿Pero que hace Julia?, joder, menudo consolador que llevaba en el bolso. Si Marlene, toma mi polla, cométela. ¡Ah!, ¿tu también la quieres Ana?, eso, las dos a la vez. ¡Cómo me estoy excitando!, uffh, Julia, me está lamiendo el culo. Creo que no voy a tardar en correrme como sigan así...

Tres culos moviéndose ante mi, anhelando mi polla, pero ¿como puedo atender tanta demanda?. ¡Ajá!, eso es, mi polla en el coño de Marlene que está en el centro. Así, engánchate bien a ella, y mis dedos corazón e índice de cada mano en los coños de mis otras dos amigas. Parezco un Cristo crucificado, pero aquí no hay dolor, sólo placer. Quiero que nos corramos los cuatro a la vez. ¡Atentas queridas!, ¡atentas!.

Ahora....., si, vamos allá, venga bonitas, esos culos, hasta el orgasmo. Esto es frenetico, impresionante, debo dar un nombre a esta escena. Ya sé. "la trinidad rusa". Practicarla amigos míos, es muy, pero que muy excitante. Voy a descansar un rato, vamos a descansar un rato, después continuaremos. Hasta pronto. Os seguiré relatando los efectos del Sjokté, cuando sepa como funciona, os diré donde podréis pedirlo. No es demasiado caro, y por ahora veo que funciona muy bien.