La transformación de Laura (6)
Sexta parte del relato
Sexta entrega del relato La transformación de Laura, podeis leer las anteriories entregas aquí:
(1) www.todorelatos.com/relato/134286/
(2) www.todorelatos.com/relato/134305/
(3) www.todorelatos.com/relato/134340/
(4) www.todorelatos.com/relato/134567/
(5) www.todorelatos.com/relato/134875/
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Trataba de disimular pero estaba convencida de que todo el mundo estaba pendiente de ella. El profesor continuaba hablando y cada poco tiempo posaba la vista en ella. Aún así, comenzó a mover las piernas sintiendo moverse el consolador con forma de huevo que llevaba metido en el coño, tal y como le había pedido Corn, SU AMO. Notaba como el pantalón se mojaba con sus fluidos pero no paraba de mover las caderas con disimulo mientras frotaba los muslos entre sí. En su cabeza, repetía las palabras del email recibido la noche anterior:
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Ha llegado el día de ser mala, muy mala 😉. Mañana estarás todo el día sin braguitas. Tranquila, no voy a ser tan malo de hacerte llevar minifalda, podrás ponerte unos pantalones, PERO, antes de ponértelos tendrás que meterte en el coñito el "huevo" que te regalé en el hotel. Quiero que imagines que es mi polla la que está dentro de ti, quiero que me sientas a cada instante, a cada paso que des.
Corn
Pd: Tengo planificado un viaje y no podré ponerme en contacto contigo durante el día de mañana.
Lamento faltar a nuestra cita de las once de la mañana, pero trataré que el próximo mensaje compense la espera. >>
Cuando dieron las once de la mañana, se encaminó al baño. Sabía que no habría ningún mensaje, pero no faltaría a la cita. Como cada día, se encerró en el baño y se quitó los pantalones. Tras sentarse, esta vez no cogió el movil sino que cerró los ojos, separó las piernas y comenzó a masturbarse lentamente. Deslizó su mano hacia su empapado coñito y masajeó con dos dedos el clítoris recordando su encuentro en el hotel. A su vez, comenzó a mover las caderas sintiendo el huevo en su interior. No tardó en alcanzar el orgasmo, su cuerpo convulsionaba y trataba de sentir cada espasmo, cada vibración que recorría su cuerpo. El orgasmo duro varios minutos en los cuales no dejaba de apretarse los pezones y morderse los labios tratando de ahogar los gemidos que pugnaban por salir de su boca.
Tras recuperar la compostura, se puso de nuevo los pantalones, acicaló la ropa y volvió a clase, sintiendo a cada paso la "polla" de su amo dentro de ella.
Pasó el resto del día con sus amigas, aprovecharon a ir de compras y ponerse al día del sus asuntos amorosos. Todas trataron de sonsacarle el nombre del chico que había obrado el cambio en ella, pues no había pasado desapercibido el cambio en su personalidad. Se la veía mas segura, mas feliz. Salió al paso con respuestas esquivas, no estaba dispuesta a hablarles de el. Era Suyo, era Su Amo y no pensaba decirles que gracias a el estaba todo el día cachonda, deseando masturbarte a cada momento, recibir un mensaje para quedar con el y que la usase a su antojo.
Al anochecer regreso a casa y tras cenar con sus padres, se encaminó a su cuarto. Nada mas cerrar la puerta, se desnudó y se arrodillo junto a la cama como a el le gustaba que hiciese. Tras permanecer unos minutos en esa posición, se puso el plug anal y se masturbó frenéticamente, acariciándose el coñito hasta correrse de nuevo.
Ya acostada, le escribió un email contandole como había sido el día, como le había sentido dentro de ella en todo momento y como se había masturbado en el baño de la universidad y antes de acostarse.
Amaneció un nuevo día y tras despedazarse, lo primero que hizo fue mirar el correo y una gran sonrisa iluminó su cara al ver que le había mandado un mensaje minutos antes de despertarse.
Lo leyó varias veces y de un salto corrió al armario en busca de que ponerse para la ocasión.
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Cuando leas este mensaje, acabarás de despertarte, así que date una ducha relajante y ponte bien guapa. Quiero que todo el mundo vea lo preciosa que eres y sufra por no poder poseerte, porque eres MIA.
Estoy deseando follarte, usarte, acariciar tu cuerpo, lo sabes. Al estar tan lejos de ti me será imposible así que trataré que en todo momento me sientas junto ti. Espero que lo disfrutes, Zorrita
Cuando vuelvas a casa de la universidad, quiero que nada mas entrar en casa te desnudes completamente y te dirijas a tu habitación. Buscarás en tu vestidor un vestido corto y te lo pondrás (como imaginarás, sin ropa interior, ni bragas ni sujetador). Ahora, coge el huevo y dejalo encima de la cama, cerca de la almohada. Busca el consolador, un pañuelo y vete al salón.
Pondrás el comsolador sujeto entre los cojines del sofá y te retirarás tres pasos.
Quiero que te arrodilles y te acaricies el cuello y los pechos durante tres minutos sin apartar la vista del consolador. Quiero que imagines que estoy ahí, sentado, admirandote, deseando besarte, tocarte, poseerte.
Pasados los tres minutos, te vendarás los ojos, y te acercarás gateando al sofá. Quiero que chupes el consolador como si fuese mi polla. Hazme gozar, que vea lo buena perrita que eres, que desee follarte.
Cuando esté bien lubricado, te levantarás despacio, subirás lentamente el vestido (imagina que son mis manos los que lo están levantando, aprovechando para acariciar tus piernas y tus caderas) descubriendo tus nalgas y te pondrás a horcajadas sobre el consolador, con el glande rozando tu coño. Acariciate el coño con el, que roce tu clítoris, y cuando no aguantes más, dejate caer sobre el para que te penetre, para sentirme dentro de ti. Cabalgame, follame, primero despacio, moviendo las caderas, para aumentar la velocidad y volverme loco con tu cuerpo. No te corras aún. Cuando lleves un rato cabalgandome, echate hacia delante apoyando tus pechos sobre el respaldo del sofá, alzando las caderas, ofreciéndome lo que es mío, tu culo y tu coño. Te dejo escoger (por ahora) por donde seguiría follandote, y lo harás con fuerza hasta llegar CASI al clímax.
Cuando llegue ese momento, deberás parar y quitarte completamente el vestido y el pañuelo de tus ojos, dejalos sobre el sofá y vuelve nuevamente a tu cuarto.
Situate al lado de la cama y coge el huevo. Lamelo, chupalo para lubricarlo y metetelo en el coñito. Una vez dentro de ti, subete a la cama, coge la almohada y ponla entre tus piernas para que roce tu coñito y tu clítoris. Tumbate sobre ella, o bien, tumbate de espaldas y aprietala entre tus piernas. Quiero que me imagines follandote. Mueve las caderas para aumentar el roce, subete sobre ella y cabalgame, follame y haz que me corra dentro de ti. Ahora si, ahora no debes parar, deja que fluya el orgasmo y se apodere de ti. Cuando te estés corriendo quiero que aprietes tus pechos imaginando que es mi boca la que los aprisiona.
Quiero que tengas un orgasmo interminable.
Me hubiese emcantado poder susurrarte esto al oido, pero ya tendremos la ocasión.
Espero que te guste y lo disfrutes.
Esperaré impaciente tu próximo mensaje.
Corn.>>
Continuará....