La transformación de Juan

Julia, con la ayuda de dos amigos peluqueros, le hacen un nuevo look a su marido para convertirlo en su criada.

LA TRANSFORMACIÓN DE JUAN

Juan llevaba mas de medio año en el paro y su mujer Julia estaba más que harta de la situación, ya que no solo no trabajaba sino que salia casi cada día con los amigos y no ayudaba en nada en la casa. Ya casi no tenian encuentros sexuales y ella llevaba tres meses follando con su peluquero. Pero ese fin de semana la situación iba a cambiar porque Julia y su amante tenian planes para Juan. Julia le habia pedido a su marido que el sabado estuviera en casa para comer porque tenian invitados.

El sabado mediodia llegaron a casa de Juan y Julia su peluquero y uno de sus ayudantes.

  • Mira Juan, estos son Mario, mi peluquero habitual, y Carlos, otro de los estilistas. Este es mi marido.

  • Así que tu eres el marido de Julia –dijo Mario. Me ha dicho Julia que eres un parásito, no trabajas y solo sabes ir al bar. Pero esto va a cambiar, a partir de ahora vas a ser la criada de Julia a jornada completa.

  • Julia, que dice este peluquero maricón. Yo no soy criada de nadie –dijo Juan haciendo la intencion de ir hacia la puerta para salir.

Mario se movió para cerrarle el paso y le cruzó la cara con una bofetada que casi lo tira al suelo.

  • Pero que estan haciendo aquí estos dos, Julia? –pregunto Juan entre sollozos.

  • Tranquilo maridito si haces todo lo que te digan no te volveran a pegar. Tenemos unos planes muy adecuados para ti. Ya que no me haces de marido me vas a hacer de criada. Para empezar tenemos que hacerte unos cambios por lo que vamos a ir todos ahora mismo a la peluqueria de Mario.

Mario y Carlos cogieron a Juan, uno por cada brazo, y todos cuatro fueron andando a la peluqueria que estaba a 5 minutos. Mario abrio la puerta cerrandola inmediatamente después con el cartel de cerrado. Despues sentaron a Juan en uno de los lavacabezas.

  • Mira Juan, lo primero que necesita una buena criada es un peinado que haga juego con su condición. Es una suerte que durante estos seis meses en el paro no te hayas cortado el pelo porque ahora nos permitirá hacerte un peinado precioso. Julia, te aseguro que tu marido no va a salir más de casa cuando acabemos con el esta tarde –dijo Mario mientras empezaba a lavarle el pelo.

Mario acabó de lavarle el pelo y empezó a aplicarle una pasta blanca en todo el cabello.

  • Mientras se procesa el tinte rubio platino que te acabo de poner, Carlos te va a arreglar un poco las cejas –le dijo Mario mientras Carlos cogía unas pinzas y empezaba a arrancarle pelos de las cejas.

Al cabo de 15 minutos Carlos le aclaró todo el pelo, le puso una toalla en la cabeza y lo acompaño a uno de las sillas.

Mario se acercó a Juan y le quitó la toalla dejando suelto su cabello ahora rubio platino que le llegaba hasta los hombros.

  • Mira Julia, que te parece el color de pelo que le hemos dejado al maricon de tu marido. ¿Cómo quieres que se lo cortemos ahora?

  • Quiero que le hagais el peinado más femenino posible, para que no le queden ningunas ganas de salir de casa a partir de ahora. Creo que lo mejor es que le hagais una permanente muy rizada –le contestó Julia.

  • Bueno Julia, hacer una permanente después de teñir el pelo no es lo mas recomendable pero tienes razón, con la permanente tu marido será una criada perfecta. Carlos, traeme el carro con los bigudies. Que te parece Julia, que tamaño de bigudies escogemos?

  • Coge los más pequeños que tengas, creo que una permanente afro y pelo rubio platino estará precioso, verdad Juan?

  • Por favor, dejadme ya. Voy a hacer todo lo que quieras, te lo prometo Julia, pero no me hagais nada mas –sollozó Juan cada vez más hundido.

  • Haberlo pensado antes maridito. Ahora vas a pagar estos seis meses de holgazanería.

Mario y Carlos, cada uno por un lado, empezaron a enrollar los bigudies en el pelo de Juan. Fueron enrollando mechon a mechon en filas perfectas hasta tener todo el pelo enrollado en más de 80 bigudies.

Juan no se lo podia creer, su imagen en el espejo le era desconocida. Parecia un maricón con todo el pelo rubio platino enrollado en bigudies y esas cejas que le habia dejado Carlos que casi no podian ser más finas. En ese momento Marió empezó a aplicar un liquido encima de todos los bigudies.

  • Este liquido que huele tan mal es el de la permanente. Tu pelo va a coger la forma de estos rulos tan pequeños que te hemos puesto. Ahora a esperar unos 20 minutos y ya casi estaras listo. Oye Julia, que te parece si mientras esperamos que la permanente procese le agujereamos las orejas?.

  • Perfecto, será el complemento ideal para su nuevo look. Pero ponedle más de un pendiente en cada oreja –le constestó Julia.

  • Esto te va a pinchar un poco pero solo será un momento –le dijo Mario a Juan mientras le acercaba la pistola de agujerar a la oreja.

Mario le puso dos pendientes en la oreja derecha y tres en la izquierda. Juan no se lo podia creer, nunca habia imaginado que esto fuera a llegar tan lejos.

Al cabo de 10 minutos sonó el timbre. Mario comprobó un par de bigudies: bueno estó ya está procesado, ahora ven conmigo al lavacabezas que te tengo que aclarar el liquido de la permanente y aplicarte el neutralizante para que el pelo se quede fijado en la forma de los rulos.

Al cabo de unos minutos más, Mario volvió a aclararle el pelo y procedió a quitarle todos los bigudies. Juan solo podia notar el pelo con una textura muy distinta a la que estaba habituado. – Bueno, vamos a dejar que nuestra nueva criada vea su nuevo look –le dijo Mario acompañandolo a la silla de trabajo.

Juan no se lo podia creer, su pelo que antes le llegaba a los hombros, era ahora un amasijo de pequeños rizos platino que apenas llegaban a la altura de las orejas, ahora llenas de pendientes.

  • ¿Que me habeis hecho? ¿Cómo voy a salir a la calle así? –dijo Juan llorando dirijiendose a Julia.

  • Pues ahora no hay ninguna duda que eres un maricón –dijo Julia – Por cierto, ahora tendremos que cambiarte de nombre, ya que vas a ser mi criada te llamaré Juani. Y ya que ya no practicas sexo conmigo, tendrás que empezar a practicar tu nueva condición. Ven Carlos, ya he visto que te has excitado mucho con todo el proceso, ahora viene tu recompensa.

Carlos se acercó a Juan, se puso con el paquete justo delante de la cara de Juan, se bajo la bragueta y se saco la polla completamente erecta.

  • Venga chupamela maricón.

Juan se quedó paralizado de la sorpresa sin saber como reaccionar.

  • Te digo que me la chupes –le dijo Carlos mientras con una mano lo cogia por su melena rizada y le obligaba a tragarse toda la polla.

Mientras tanto, Julia cogio la camara de video y empezó a filmar toda la mamada.

  • Así me gusta Juani, comete toda la polla delante de la camara. Ya veras como se reiran mis amigas cuando vean el video. Oye Mario, porque no participas tu tambien y conviertes a Juani en una verdadera mujer.

Mario se les acerco, y junto con Carlos obligaron a Juan a ponerse de cuatro patas de manera que se pudiera ver en un gran espejo que habia en la pared. Carlos lo volvió a coger del pelo y le hizo chuparle otra vez la polla. Mientras tanto Mario le bajo los pantalones y los calzoncillos y empezó a aplicarse vaselina en la polla. Juan vió lo que hacia por el espejo.

  • No por favor, por ahí no!!! –dijo mirandolo en el espejo. Al verse no pudo evitar mirarse a si mismo, parecía una puta haciendo sexo con dos hombres. El pelo teñido de rubio platino y super rizado, pendientes en ambas orejas y unas cejas superfinas y con una polla que casi no le cabia en la boca.

No pudo pensar en nada más porque Mario empezo a penetrarle por el culo, suavemente pero sin parar hasta llegar hasta el fondo, y empezó a entrar y salir dandole más y más enculadas.

En ese momento Carlos se le corrió en la boca y cogiendolo con la mano por los rizos platino lo obligo a tragarse toda la leche. Y todavía tenia restos en la boca cuando noto que Mario se le corria dentro del culo.

  • Muy bien chicos, ya hemos enseñado a Juani lo que tiene que hacer una buena criada. –dijo Julia- Ahora iremos a casa y te pondré un uniforme que te he comprado para que empieces a hacer las tareas de la casa.

  • Hasta luego Juani –dijo Mario- espero verte muy a menudo por la peluqueria porque este rubio platino tendrá que ser retocado muy a menudo, jajaja.

Fin (por el momento...)

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