La trampa

En la calle un desconocido lo para para pedirle fuego y hacerle una apuesta... la tomará?

LA TRAMPA

Era una mañana cálida de otoño. Estaba buscando en el centro de mi ciudad el concierto para piano Nº 2 de Chopin para la clase de música. Ya había recorrido 5 o 6 disquerías y solamente lo que encontraba eran las polonesas y algún que otro concierto para piano y orquesta, pero no lo que buscaba. Hacía casi dos horas que estaba caminando y ya desilusionado volvía para casa. Encendí un cigarrillo y cuando quedaban pocas cuadras para llegar, me para un señor de aproximadamente 30 o 35 años.

Tenés fuego? – Me pregunta.

Si, tomá – Le dije, ofreciéndole el cigarrillo encendido. Estaba orgulloso que me pidieran fuego, puesto que hacía muy poco que fumaba.

No sos muy chico para fumar? – Me preguntó mientras me devolvía el cigarrillo.

No para nada – Le contesté medio ofendido – Ya tengo 15 años!

Y, que estabas haciendo por acá? – Le conté con lujo de detalles.

Yo estoy buscando una película para ver, sabés que están dando en los cines? – Como yo sabía muy bien la cartelera cinematográfica porque siempre me gustó mucho el cine, le comenté que era lo que había en cada cine de la ciudad.

Pero a mí esas películas no me gustan – Me dijo.

Y de que tipo te gustan? – Le pregunté.

Otras, pero seguro que vos todavía no las viste.

Cuales? – Le pregunté. Siempre fui una persona muy curiosa.

Esas en las que hay parejas haciendo el amor... las viste?

Las porno? – Le pregunté entusiasmado.

Sí, esas películas.

No – Reconocí – Todavía no vi ninguna.

Pero igualmente, sos muy chico para ver alguna.

No, no soy chico! – Sin darme cuenta ya había picado el anzuelo.

Si, pero seguramente no se te para.

Si que se me para – Le dije enojado.

Y seguramente también te escupe – Me dijo sarcásticamente.

Si! – Le dije con bronca – Querés ver? – La trampa se había abierto.

Yo vivo acá cerca, solo. Si querés venís a mi departamento y me lo demostrás.

No sé – Le dije dudando – todavía no encontré lo que buscaba – Le contesté pensando en eso que dicen siempre los padres, de no hablar con los adultos en la calle y todo eso.

Me parece que tengo un CD con lo que estás buscando, si venís a casa te lo grabo – Y como me veía dudar, me dijo – Y si querés, te paso una película de las que tengo... A no ser que seas un cobarde...

No, no soy un cobarde! – Le dije.

Bueno, vamos entonces!

Tenía que llegar a casa a eso de las 13:30 hs. Aproximadamente y en ese momento eran las 11:45, así que tenía tiempo de sobra y, además de la grabación que me había prometido, estaba intrigado por ver una porno, que siempre había escuchado hablar de ellas, pero nunca había visto una.

Vamos – Le dije. La trampa ya se había cerrado.

En el camino me hizo una y mil preguntas. Sobre si tenía novia, que estudiaba, en que año estaba, que me gustaba... Y yo le respondía a todo sin problemas, no tenía nada que ocultar.

Cuando llegamos a su departamento, pude apreciar que era bastante amplio. Un living comedor, con una mesa y cuatro sillas, un televisor con su vídeo, un equipo de música llenos de muchísimos CD, dos habitaciones, cocina y baño. Estaba bien arreglada y tenía olor a limpio. Me hizo sentar y se fue a la cocina a buscar una gaseosa y dos vasos. Me ofreció uno, le agradecí, pero no tomé nada hasta que él no lo hizo, por eso que decían los padres que se podían poner cosas en las bebidas. Se levantó y fue a buscar entre los CDs el de Chopin. Lo encontró, lo puso en el equipo y buscó el tema. Las notas melodiosas del concierto empezaron a sonar, era hermosa, me tranquilizó bastante.

Querés que te lo grabe? – Me preguntó.

Me encantaría, pero no tengo ningún cassette virgen – Le contesté.

No importa, te presto uno y otro día me lo traés y ya está... Te parece?

Si muchas gracias!

Tomó uno, lo abrió y preparó todo para la grabación, cuando empezó a grabarse me preguntó:

Vos también lo sos?

Que cosa?

Si sos virgen – Me dijo mirándome a los ojos.

Si – Le dije poniéndome rojo como un tomate – Que se yo! Lo que pasa es que todavía no tuve la oportunidad de hacerlo con nadie.

No tenés porqué ponerte colorado – Me dijo – Todavía para eso sos chico.

No tanto, ya puedo hacerlo...

Seguimos hablando. Cesar, que este era su nombre, cambió de tema rápidamente. Yo estaba esperando que me hablara de las películas, pero no me decía nada. El cassette se estaba terminando de grabar y todavía no había tocado el tema. Jugándome todo por el todo, le pregunté señalando el mueble del televisor:

Y... tenés muchos videos? – Le pregunté.

Si tengo varios, como a veces no estoy en todo el día en casa, grabo los programas que me interesan. – Me contestó.

No – Tartamudeé – Por lo que te pregunto es por esas películas que me dijiste que tenías...

Ahhh! Me había olvidado... – Me dijo palmeándose la frente – Pero vos, estás preparado para verlas?

Pienso que sí, vi una o dos revistas que...

Pero esto es muy distinto – Me cortó – Estas son películas, acción pura... Te lo vas a bancar?

Si – Le dije – Quiero ver una!

Se sonrío, se levantó de su silla y encendió la videograbadora. Buscó una película y la puso. Yo estaba super excitado. Ya tenía la verga medio morcillona desde antes que la pusiera. Puso su silla al lado de la mía, apagó la luz y se sentó al lado mío. Nuestras piernas se rozaron, pero no me importó en absoluto.

La escena era interpretada por dos hombres y una mujer jóvenes. Entraban en una habitación y mientras conversaban uno de los hombres le hizo abrir las piernas y mostrarle la vagina al otro. Mientras se besaba con el primero, el segundo se agachaba y le empezaba a chupar la vagina. El primer hombre le empezó a desabotonar la camisa a la chica, que era rubia y tenía unas tetas enormes y se las comenzó a masajear con las manos. Mientras sucedía esto en la pantalla, Cesar me comentaba la película y me tocaba la pierna para darle más énfasis a sus palabras. Yo estaba mudo. Mi verga estaba durísima. La chica se la estaba chupando al primer hombre que tenía una cosa inmensa y con unas bolas extra grande. En eso siento que Cesar aproxima más su pierna a la mía y la deja quieta. Yo no la saco, estaba demasiado excitado para hacerlo. El segundo hombre se para al lado del primero, con una verga mucho más gorda que éste, pero un poco más corta. La rubia se apura a metérsela en la boca y juega con las dos a la vez. En eso exclamo:

No puede ser que se pueda meter las dos juntas!

  • Es una profesional, está preparada para hacerlo – Noto que me apoya la mano en la pierna y la deja ahí. El primer hombre sale de la boca de la chica, se sienta en el sillón y ésta a su vez se sienta sobre su miembro mientras sigue chupando. Siento que si mano me empieza a acariciar lentamente. Cada vez estoy más excitado, me gusta, lo dejo hacer. Cesar llega hasta mi entrepierna, me toca la verga y dice con voz ronca:

Que dura que está, vas a romper el pantalón! No querés que te la saque?

Yo estaba tan excitado que solo atiné a asentir con la cabeza. Me desabrochó el cinturón, abrió el botón del pantalón, bajó el cierre, corrió el elástico del slip y me sacó la verga que ya estaba despidiendo gotas de líquido. En la pantalla el hombre que estaba penetrando a la chica levanta la cabeza y comienza a chuparle los huevos al segundo, mientras la chica seguía con el tronco. Siento que Cesar, me empezó a besar en el cuello, mientras me masturbaba despacio. Me acaricia el pecho y me saca la camiseta que tenía puesta. Me comienza a chupar las tetillas, me muerde un poco una de ellas y me duele, se lo digo y baja la presión. La chica estaba siendo penetrada por ambos lados, lanzan sonoros suspiros. Los dos hombres dejan de penetrar a la chica, esta se acuesta boca arriba. El segundo hombre la penetra y el primero se coloca entre las piernas del otro y comienza a chuparle el ano. Cesar desciende lentamente y llega hasta mi verga.

Con su lengua empieza a lamer mi cabeza, lo cual me enloquece. Se mete todo en la boca y comienza un movimiento de baibén. Me siento incómodo con el pantalón puesto, entonces me paro y me lo bajo hasta las rodillas. El primer hombre comienza a penetrar al otro, los tres comienzan a gritar de placer. Yo estaba desnudo sobre la silla, mi compañero, ya se había encargado de hacerlo. Me hace abrir las piernas, se arrodilla y empieza chuparme los huevos, mientras me sigue masturbando. Le agarré la mano para que acelerara el movimiento, pero no quiso. La mujer tiene las dos pijas en la boca y mientras estos se besan, empiezan a eyacular, los masturba hasta que terminan y con la boca llena de esperma, mira la cámara y sonríe.

La escena cambia. A un callejón llega una moto con un hombre vestido de cuero, lentes negros y gorra haciendo juego. Lleva a un rubiecito imberbe pero muy bien formado detrás suyo con un par de esposas en las muñecas. Cesar deja de chuparme se levanta y se saca la camisa, los zapatos, las medias, se abre el pantalón y guía mi mano hasta su entrepierna. El slip cubría un pene no muy grande. Se lo baja y me lo muestra, estaba totalmente erecto y con el glande descubierto. Era casi totalmente lampiño, salvo unos pocos pelos en el vientre y las piernas. Le bajo del todo el slip.

Su verga mediría unos 13 o 14 cm y no muy gorda, pero sus huevos, en comparación eran muy grandes. Se los toqué, me gustó el contacto de sus bolas cálidas en la mano. El motoquero con una navaja en la mano, obliga al chico a arrodillarse, mientras le pide por favor que no le haga daño. Con una mano lo obliga a acercar su cabeza a la entrepierna y el chico con cara de compungido comienza a lamerle el gran bulto que tenía. Se la agarro, se acerca y me la apoya en los labios. Saco la lengua y con la punta pruebo la cabeza. Me gusta. Abro la boca y de un empujón, me la mete entera. Empieza un mete y saca con sus huevos golpeándome en la barbilla. Miro de reojo la pantalla y veo que el motoquero ya se había sacado su gran verga del pantalón y golpeaba con ella la cara del muchacho que con la boca trata de atraparla. Cesar sale de mi boca y se da vuelta, se separa las nalgas y me pide que le chupe el ano. Me da un poco de asco, pero lo hago. Lo tenía totalmente afeitado.

Apoyo mi lengua, tenía olor a limpio y comienzo a humedecerle toda la zona con mi saliva. Pongo la lengua en punta y trato de introducirla un poco, la sensación me gusta. Cesar estaba gimiendo. Se pone en cuatro apoyándose con la silla y conduce mi verga hasta su orificio. Me voy introduciendo lentamente. Me encanta la sensación de entrar en ese lugar cálido. Cuando estuvo toda adentro, me empecé a mover lentamente. El chico tenía todo el miembro metido en su boca, era algo de no creer. El motoquero empezó a sacarla y parecía que no terminaba nunca de salir. El chico tenía las mandíbulas abiertas al máximo y lo miraba con cara de placer. Cesar gemía, yo entraba y salía de su culo, la sensación era fantástica. Cuando sacó totalmente la verga de su boca, lo hizo levantar aún esposado, recostarse contra la moto y de un tirón le rompió el gastado vaquero. No llevaba slip y en ese momento pensé en como se iría de ese lugar con el pantalón destrozado. Le hizo separar las piernas y le comenzó a introducir sin demasiados miramientos su estaca en el culo. El chico gritaba y gemía de dolor o de placer? Mis movimientos se fueron acelerando, mi verga entraba y salía con mucha rapidez. Estaba transpirando como un animal, los pulmones parecían que iban a estallar de tanto esfuerzo. Cesar gemía cada vez más alto. Mis huevos no aguantaron más tanta tensíon y evacuaron dentro de su culo hasta quedar agotados. Mi verga perdió su tamaño y se escapó. El motoquero estaba acabando en la cara del muchacho que se lamía las gotas que le llegaban a sus labios. Se guardó la herramienta en el pantalón de cuero, por suerte le sacó las esposas, se subió a la moto y se fue sin darle las gracias siquiera. El chico quedó tirado en el piso, con una gran cara de placer...

La escena cambia. En un vestuario hay dos muchachos bastante transpirados que se están desvistiendo. Uno era grandote y muy peludo como un oso. El otro en comparación era casi totalmente lampiño. Cesar me hizo sentar de cuclillas, me estaba taladrando el culo con su lengua, para mí sentirlo y mirar la película me parecía demasiado. El muchacho miraba de reojo al oso. Se dirigieron a unas duchas abiertas y cada uno, se situó debajo de una, dejando una en el medio vacía. Se empezaron a enjabonar el cuerpo, me encantaba ver esos tipos musculosos bajo la lluvia. Cesar me hizo poner en cuatro mirando la pantalla y siguió chupándome con ganas. El oso se enjabonaba su gruesa verga que le estaba creciendo, mientras el otro lo miraba con ganas. Siento que un dedo se empieza a introducir en mi ano, lentamente. Al muchacho se le cae el jabón cerca de los pies del oso. Se agacha para recogerlo y cuando levanta la cabeza se encuentra con la verga del otro muy cerca de sus labios.

El oso se la agarra con las manos y lo invita a chupar, el muchacho se la mete en la boca y empieza a succionar con locura. Siento que otro dedo se empieza a meter, me duele un poco, pero como lo hace con tanto cuidado, lo dejo. El oso agarra con ambas manos la cabeza del muchacho y le mete más y más en la boca. Cesar se para atrás mío y separa mis caderas al máximo. Me preparé para lo que venía. Tenía ganas de ser penetrado como en la pantalla. Sentí su glande en mi entrada. Mi culo tenía ganas de recibirla toda. Lentamente comenzó a introducirla. Me gustó. Tenía el conducto bien húmedo de su saliva. Me dolió un poco, pero quería que me la siga introduciendo. Cuando sus bolas chocan contra las mías, me siento feliz, me siento lleno. El oso, lo da vuelta al muchacho le separa las nalgas, toma posición y comienza a penetrarlo. El muchacho se mueve al compás de las arremetidas. Trato de hacer lo mismo, me muevo a la vez. A cesar le gusta, acelera el ritmo. Lo incito a que se apure. En la pantalla cambian la posición el muchacho está acostado en el piso azulejado con las piernas levantadas, el oso mientras lo penetra le chupa las tetillas y buscando su boca lo besa. Agarro a Cesar por las caderas y empiezo a gemir del placer. Acelera cada vez más los movimientos. El muchacho grita de placer el oso, lo penetra cada vez más rápido. Sacá su miembro y con un grito animal empieza a eyacular sobre su vientre; sobre mi espalda, los dos terminan abrazados en el piso, mientras la lluvia los envuelve. Me abraza y tratamos de recuperar el aliento. Se besan y la escena se oscurece. Me doy vuelta y nos besamos en la boca. Estoy contento.

En la pantalla están las barras de colores, señal que la película está terminada...

NICK: CHENY

Si querés hacer algún comentario o simplemente intercambiar experiencias, escribime a chenylig@hotmail.com