La Traición de Mía 7

Rosaura en su celda sonreía, la felicidad inundaba todavía su cuerpo y mente, desnuda bajo sus mantas rememoraba el cuerpo que estuvo ahí, todavía estaba su calor, imposible dormir la exaltación no la dejaría, solo de rememorar la piel más suave que había tocado, delicada y a la vez tan ...

Séptima parte

Rosaura en su celda sonreía, la felicidad inundaba todavía su cuerpo y mente, desnuda bajo sus mantas rememoraba el cuerpo que estuvo ahí, todavía estaba su calor, imposible dormir la exaltación no la dejaría, solo de rememorar la piel más suave que había tocado, delicada y a la vez tan fuerte la hacía estremecerse, Rosaura dejó que ella mandara y dominara el encuentro. Se acordó de la mordida en el hombro y al verla se sonrió de forma lasciva al recordar la pasión con la que fue hecha. No quería pensar en obstáculos ni en nada,  sin más el cansancio se manifestó y perdió la conciencia, descansando como en mucho tiempo no lo hacía.

La amante de Rosaura fue conducida al área administrativa de una manera rápida y sigilosa; no había palabras ella sabía perfectamente dónde dirigirse y qué hacer subió rápidamente por unos pasillos, la funcionaría le proporcionó un manojo de llaves que utilizó. Entró a la oficina de dirección y le habló a Sonia.

-¡Sonia!… No tengo las palabras para agradecerles esto, Juanita y tú son las personas en quienes más confío. Las cámaras que desarreglaste y que no se han compuesto tardaran un poco.  Como vez el uniforme y lo demás me han quedado perfectos. Siento mentirle a ella pero es la única forma de acercarme… No te quito tu tiempo ve a tu ronda y Gracias.

-¡Nada, no es nada!  Estoy segura Sra. que sus intenciones ahora son más honestas… ¡perdón!-

-¡No!... tienes razón. Y no te preocupes si algo saliera mal no digas nada yo lo arreglare y siempre dí que son ordenes mías y tú nada puedes hacer-

-¡Será como ud. diga, me retiro y que descanse!-

-Pues quisiera decir lo mismo pero tienes que trabajar, cuídate y que sea una noche tranquila, gracias-

Lorenza sonreía, se abrazaba, daba vueltas como una niña, el encuentro con R. supero sus expectativas había sido maravilloso, ella la había aceptado y su entrega fue tan completa como si tuvieran ya un vínculo sentimental de mucho tiempo.  Buscó en un armario una pequeña maleta  sacó ropa de cama, se cambio y acostó en un sillón en el que descansaba durante sus largas jornadas de trabajo y se dispuso a dormir, aunque su mente aun divagaba con el cuerpo que había poseído, caricias, gemidos, el olor de “ella” todavía la acompañaba, quería gravarse todo, la primera vez con Rosaura lo ameritaba. Hubiera deseado no ocultarle nada pero era imposible que se diera este tipo de entrega si hubiera conocido su identidad, así que ya se las arreglaría para que la perdonara ya que él que no arriesga no gana. El problema es que ella estaba arriesgando mucho tal vez demasiado, era un juego bastante peligroso. Ahora el cause de su  vida se lo dejaba a dios y rogaba a éste que Rosaura valiera el correr todos los riesgos, riesgos que ahora no importaban.

Para el encuentro hizo que se le cambiara de celda con una reclusa que muy frecuentemente visitaba la enfermería debido a una enfermedad. Cortó el cabello de una manera muy sencilla a los hombros y consiguió una peluca muy parecida  al corte que tenía, ésta la iba a seguir usando, pasando desapercibido su nuevo look. No se maquilló en lo absoluto, se baño con los implementos que dan en el centro para aseo personal, el uniforme y los zapatos fueron conseguidos por Sonia, ésta trabajaba en el turno nocturno por lo que a Juanita le convenía enormemente tanto para cuidar de Rosaura como para ser cómplice en esta diligencia la cual le fue explicada, tenía miedo pero no por ella sino por la directora que a todas luces perdería demasiado si era descubierta, ella la ayudó la primera vez, para ella fue una orden, ahora lo hacía con gusto ya que sabía de los sentimientos de Lorenza.

Lorenza no paraba de sonreír estaba feliz como nunca antes, había hecho el amor con una mujer, con Rosaura y le encantó. No sabía como iba a aguantarse las ganas de volver con ella al día siguiente o cómo la iba a mirar cuando tuvieran que hacerlo (Directora-reclusa) se le notaría el deseo en los ojos. Pero ahora mismo quería preguntarle si aquello fue real o una fantasía.

Rosaura por la mañana se moría de ganas por salir al patio y tratar de indagar quien era “ella” estaba pendiente de las personas que se le acercaban  no perdía detalle de sus compañeras, ninguna parecía coincidir, era infructuosa la búsqueda, al regresar a su celda se encontró con Sara, su compañera de celda a quien saludo algo decepcionada.

-Hola… Sarita-

-¡Joder tía, qué carita, cuanta efusividad, decidme que os pasa!-

-¡Nada! Son los ánimos que están por los suelos, pero nada… ¿ya estás mejor? O visitarás la enfermería pronto?- Rosaura no sabía cómo preguntar si está noche estaría ausente ya que eso aumentaría la posibilidad de que ella regresara.

-¡No! no quiero ir a la enfermería joder, es horrible oigo todo,  gillipollas, mira Rosaura aquí pasa algo bien gordo, escuche sus pasos y voces de las mujeres, varias… caminando por el pasillo que da a la lavandería, siempre pensé que era imposible lo que casi todo  mundo sabe… Y es que sacan a las chicas a hoteles o sabrá dios a dónde pero las llevan a darle gusto al cuerpo. Jejejeje las prostituyen con hombres ricos, las tías que van tienen un control sanitario muy bueno, no pueden estar con nadie más que con sus clientes, les pagan muy bien pero los que se quedan con casi todo son las que las enrollan. Te lo digo porque tú ex es una de ellas jejejeje Tal vez pronto te invite jejeje al negocio. Si sales tráeme una botella de un buen coñac, las chicas siempre regresan con regalos, ¡Putas caras en este lugar jejejeje! es que hay diversidad si yo tuviera 30 años menos no lo pensaba dos veces jejeje. Aunque tú no la pasáis mal jajaja anoche os fue muy bien jajaj joder muchas  comentan que follaste pero nadie sabe con quién; debe ser alguien  que tiene pasta o ¿tú la tenéis?  jejejeje-

-¡No tengo dinero! y creo que no puedo negar lo de anoche. ¿Pero qué ex?-

-Jajajaj Carmen la perra de Laisha o al reves jejeje ¡esa sí, tú amiga! Mira no queréis un tecito es de hojas de … te va a relajar a mi me ayuda muy muy bien con esta maldita reuma y a mis nervios  aunque no sé si ayude al puto asma jejeje, estoy tan relajada deberías probar, solo que mírame pasándome de bocaza jejej afloje la lengua-

  • Te agradezco pero no, ahora no, tengo que irme- Rosaura no sabía que pensar demasiada información por eso Carmen siempre tiene cerca a las más bonitas no perdía de vista las mercancía en cuanto al  cotilleo que ya empezaba a correr no lo podía detener y asumiría lo que pasara ya que no se arrepentía. Sin embargo deseaba saber quien era ella, compartir un rato, conocerla, algo presentía que no estaba bien, de repente se sintió angustiada ya que si “ella” tenía dinero solo la estaba utilizando para distraerse, nada para ser tomada en serio por eso no le dio ni su nombre, por eso no la buscaba. No lloró simplemente no sufriría por nadie y menos una desconocida que no tuvo a bien ni dar su nombre. Aunque se mentía, sí sufría.

En la oficina de Lorenza, ésta ya se había duchado había vuelto a ser la directora la peluca era idéntica a su antiguo corte, aunque un poco cansada había comenzado su día muy temprano. Llamaría a su madre para preguntar por si hijo.

-Madre cómo amaneció mi niño hermoso?

-Muy bien, su abuelo jugo anoche con él tanto que terminó rendido y aun no ha despertado. ¿Con qué amiga  decís que saliste?

-Con una que no conoces pero espero la conozcas y en cuanto despierte llámame quiero hablarle y darle los… buenos días… por favor mamá.-Una voz triste empañó su felicidad.

-Sí… hija, lo haré-El mismo tono utilizó su madre.

  • Bye… madre estoy ya en la oficina y espero tú llamada gracias y te quiero-

-Jenny  dile a Juanita que necesito su informe-

-¡Si Sra.!

-¡Buenos Días Sra. todo salió “bien”-

-Mejor que bien, estoy mmmuy contenta, no imagine que esto me fuera a pasar, fui muy feliz, ella me aceptó y no tengo palabras para decirte lo agradecida que estoy con Sonia y contigo por toda esta ayuda y apoyo. Si por algo esto se supiera yo me hago responsable Juanita, eso tenedlo presente. Rosaura supero mis expectativas yo tengo que regresar, ella se puede desesperar por no saber de mi… no puedo dejar que piense cosas que pudieran afectar lo que hay entre nosotras.-

-Me da gusto que uste sea feliz… nunca la he visto tan radiante como ahora, si gusta puedo hacerle llegar una nota a Rosaura para calmarla y estar seguras de que está bien-

-Esa es buena idea ya que su compañera no puede estar en la enfermería todos los días… y si la empujamos por accidente jejeje que estoy de broma. Pero en cuanto se ausente infórmame para alistarme, por favor-

-¡Sí Sra! permítame decirle que está uste muy bella y así siempre debería estar-

-Pienso lo mismo, ella es mi medicina jeje. Espera un poco le escribo algo y dáselo no quiero que me odie por no saber de mi, por no sé cuanto tiempo-

-¡Espero Sra.!-

Lorenza le escribió una nota, quería decirle explicarle tanto y a la vez era poca la explicación que podía darle. Al tomar el papel se dio cuenta que no podía escribir es ese tipo de papel que ella empleaba así que solicito a Juanita le prestara un cuadernillo  para escribir a su amante. Juanita escondió la nota entre sus ropas y  localizó a una reclusa que era conocida por dar mensajes sin dar información alguna de nada ni de nadie por ello era muy requerida. Juanita se cercioró de que fuera entregada a su destinataria y sonrío. Encargo cumplido, pensó.

Rosaura desdobló  la nota con ansiedad y una sonrisa presentía que era de ella. Y leyó:

“Amor mío, nunca imagine ocupar estás palabras que en otro tiempo me sonaran ridículas y cursis, pero ahora son perfectas para ti. No dudéis de mi por favor quisiera haberte dado los buenos días en mis brazos pero no podía quedarme y lo sabéis. Sin embargo estáis es mis pensamientos. Haré todo lo posible por estar contigo a la primera oportunidad ya que en el día me es imposible, no espero que me comprendas solo cree en  mi, sólo eso te pido. Mi corazón está contigo.”        “Te ama… Tu amante nocturna”

El corazón de Rosaura latió muy deprisa y esa nota calmo sus temores, se dio cuenta que ella  no regresaría si Sara estaba ahí, por lo que se le cruzó por la mente lo mismo que a Lorenza un pequeño empujón sería un buen motivo para estar en la enfermería, le dio risa pero declinó con la idea. Sara no tenía la culpa.  Las dudas  de su identidad ella las aclararía, claro si tenían tiempo de hablar.

Rosaura Buscaba a Laisha para contarle sobre lo que ya empezaba a deambular quería consultarle cuando…

-Mija espere, no camine muy rápido-

Rosaura volteo y miró extrañada a quién le hablaba era una chica latina que por el tonito supuso que era colombiana.

-¿Es a mí?-

-Sí, venga que desde el otro día queremos hablar con usted-

-¿Queremos, quienes?-

Rosaura estaba muy escéptica de confiar en ellas, puesto que ninguna le había hablado hasta ahora.

-Las cuatro fantásticas que nos juntamos cuando tenemos tiempo jajaja. Uste la verdad no la pone tan fácil, pero venga.- Era tan simpática que no dudo en seguirla.

Era conducida al patio y ahí estaban otras tres, una baja y blanca, cabello rizado castaño oscuro, otra alta y delgada cabello corto igual de blanca, la tercera de la estatura de Rosaura un poco llenita y una bonita sonrisa, el cabello a los hombros. La colombiana era de estatura baja, delgada, piel como la de Rosaura y muy afable, no entendía porque no fueron así desde el principio.

-¿Qué desean?- Preguntó muy seria Rosaura

Ante la seriedad de Rosaura todas también se pusieron serias

-Mire la verdad es que no podíamos hablarle, La mujer esa… Carmen corrió la voz que no debíamos hacerlo, ella tiene recursos y nosotras no, además somos extrajeras igual que usted y no es tan fácil la vida cómo para que nos la compliquen-

-Espera Moni, deja que siga, sé que piensas que somos unas cobardes… pero entiéndenos y tú “amiga” Laisha que no te deja nunca. Era difícil acercarnos-

-¿Y por qué ahora?-

-¡Porque dios las crea y ellas se juntan! jajaja. Carmen está con Laisha  y por lo tanto tú ya no eres la prioridad de ella y Laisha… sabemos que sólo es tú amiga pero… debes cuidarte de ella, no sabemos por qué es tú amiga, pero ella es soberbia muy engreída siente que nadie está a su altura, esa faceta no se la conoces. Cuando te golpearon no dejó que nos acercáramos a ti, dijo que no éramos tus amigas por lo que no teníamos derecho…-

-También hemos visto que en ocasiones anda muy misteriosa jeje, más de una vez la hemos seguido y cabum se esfuma la tipa, mire mamita piense que no está por demás que sepa todo esto, y si no nos cree es su decisión, piense que no te deseamos ningún mal y puede contar con nosotras, no tenemos nada pero en algo tal vez la podremos ayudar-

Rosaura las veía con atención, no iba a echar en saco roto esto, sin embargo le dolió cada palabra que dejaba mal parada a Laisha… no decir nada era lo más correcto ya que si se disgustaba con ellas y tenían razón no tendría cara para verlas. A Laisha la quería pero  sabía poco de ella.

-¡Gracias por la información y lo tendré en cuenta! -Les brindó una sonrisa y se dio vuelta para buscar a Laisha, en el fondo de su corazón quería que fuese mentira, y si era verdad ella tendría que explicar algunas cosas, afortunadamente no era nada grave por lo que probablemente seguirían siendo amigas.

-¡Espere Rosaura! No se vaya tan rápido, nos gustaría que se viniera con nosotras a compartir el rato, y queremos darle algo…

-¿Qué es?

-¡Venga para acá, tome!

-¡Una navaja! No necesito una navaja…

-Jajajaja claro que necesita esto, tal vez le salve la vida un día, no puede andar sola por aquí, aunque con la seguridad que usted tiene tal vez  no la necesite…

-¿Qué seguridad?

-Rosaura mija siempre la cuidan… las carceleras jejeje ¿no se había dado cuenta?-

-Ellas hacen su trabajo, cuidarnos a todas…

-¡Sí! ¡A todas como no!-

-¡Sandy no seas sarcástica!

-Mire… Elisa de repente nos dijo que había visto que una carcelera siempre la seguía con disimulo, le dije que no, que era coincidencia pero después pusimos atención y sí… a dónde usted va, ella va y no es mentira, usted  ponga atención y sabrá que decimos la verdad, suponemos que por ello no la mandaron al otro mundo…

-¡Ya! Moni no digas cosas desagradables, afortunadamente está bien… pero supongo que tienes razón-

Cosas nuevas en que pensar, la navaja que ocultó rápidamente pero no sabía si aceptarla o no, Laisha y su otra personalidad y su “escolta particular”.

-Chicas todo lo que me dicen es nuevo para mí, ahora mismo no sé que pensar, el regalo se los acepto porque quiero pensar que todo lo que me dicen es cierto, sin embargo Laisha seguirá siendo mi amiga no puedo cambiar con ella aunque me dijeran más cosas, los hechos han estado de su lado y eso me tiene en gratitud, no podría ni preguntarle sobre su actitud sería un descalabro en nuestra amistad y yo la valoro. Sin embargo de lo que sí estoy segura es que acabo de encontrar nuevas amigas… gracias por buscarme y preocuparse por mi eso me hace sentir muy bien. Me tengo que ir, nos vemos después-

-¡Adiós…  cuídate!-fueron las palabras de despedida de las chicas.

Le dio mucho gusto contar con nuevas amigas, el ya no saberse tan sola era  motivo para no deprimirse, sus pensamientos estaban en “ella” y en la navaja, no sabía si debía cargarla o dejarla guardada; el dejarla guardada era muy peligroso una revisión y no sabría que pasaría, el portarla era lo más lógico pero como esconderla, recordó que en las películas las chicas guardaban armas blancas en el interior de los muslos. Se dio a la tarea de elaborar una muslera con un pedazo de tela gruesa y velcro que localizó en unos talleres. Le dio un poco de miedo al recordar a su padre decir que si no pensaba utilizar algo para qué llevarlo, y el utilizarlo sería porque su vida estaba de por medio… No podía ser negativa tal vez nunca la ocuparía.

Los días pasaron y Rosaura pensaba si la había soñado sin embargo tenía la nota, sin ella probablemente hubiera pedido una consulta urgente con la psiquiatra. A Laisha le habían llegado rumores de la noche apasionada de Rosaura que no quiso creer, pensaba que eran chismes o cotilleos del módulo ni siquiera pensaba ofender a su amiga;  Rosaura aun no estaba lista para decirle, como explicarle a  Laisha que una desconocida la convenció para hacer el amor, claro que no le iba a creer que era una desconocida, de alguna manera le avergonzaba el ser “accesible”. Sara su compañera cuando no estaba alcoholizada o dopada hablaba poco pero cuando lo hacía soltaba la lengua y le soltó que pensaba que la actitud de Rosaura era una falacia ya que hacia que le llevaran a “tias” para su satisfacción, tenía escolta y no le faltaba nada, pero era tan inteligente que sabía como guardar la pasta, ya que la había buscado y no la halló, “tremenda sinvergüenza al descararse” pensó. Rosaura dio gracias por llevar consigo la navaja sino menudo lío con “Sarita” que era muy colmilluda. Pero  lo que decía casi coincidía con lo que le dijeron las nuevas amigas así que no era la única que lo pensaba, hasta ella se estaba convenciendo que era cierto, pero si ella no pagaba quién… sería “ella”.

-Rosaura y la #%&%  que te visitó, ¿te la manda Carmen? jejeje, ha de ser la hostia estar con una así- Rosaura no contestó le pareció bastante horrible pensarla como mujer de cuatro letras, pero sobre todo no iba a discutir con una alcohólica y drogadicta.

-Seguro que Carmen le saca muy buena pasta… cuando la manda de paseo jejeje, pero cuando ya no puedas pagar seguro no vuelve más y sobretodo si ella se interesa por ti, aunque no lo creo las profesionales no les pasa joder, ¡seguro que la pasaría muy mal!-

Rosaura comenzó a pensar que si “ella” no aparecía por el día era porque Carmen era quien la regenteaba  lo que ocasionaría problemas a “ella” si se les veía juntas. Sintió cierta tristeza al pensarla de esa vida, un fuerte dolor en el estomago apareció y le subió a la garganta, sus ojos se llenaron de lágrimas al imaginarla, su corazón latió con fuerza  y un pesar la comenzaba a atormentar. Qué podía hacer… dejarla por ser lo que era o seguir mientras ella la buscara. Ninguna de las dos opciones le satisfacía la primera le parecía una cobardía,  la segunda la avergonzaba ya que la remitía a la primera ¿cómo podría seguir si era una prostituta? También se recriminaba… quién era ella para ser prejuiciosa si era una lesbiana en cierta forma señalada por la sociedad y la cereza del pastel presidiaria. La única manera de salir de toda duda era preguntándole, si era afirmativo se conduciría según las explicaciones que escuchase, no podía adelantarse y sacar conclusiones por adelantado ya que todas eran especulaciones o conclusiones de una ebria, Rosaura solo creería en “ella” tras meditarlo lo decidió así, por su propio bien.

Al siguiente día apareció de repente Mónica ante Laisha su agitación la intrigó eran como la 6 de la tarde y sospechó que no era nada bueno.

-Laisha es Rosaura, está golpeada… la llevo con ella, las otras la cuidan-

-¿Pero qué pasó? ¿Por qué no está en la enfermería?-

-¡Que le explique ella venga!-

-¡Rosaura qué demonios te ha pasado! ¡Vamos a la enfermería!

-¡No! no quiero ir… cúrenme y ya… no es para tanto jejej-

-Todavía te ríes, eres una demente, ¡estás mal!-

-Te llame… para que nos vean juntas como siempre, a las dos y… con una excepción también estarás con mis amigas… ¿entiendes Laisha? Si estoy con todas no creo que se acerquen a mí… tengo un poco de temor y no quiero estar sola… pura precaución jejeje.- Rosaura exaltada contestaba

-¡Tonterías! Necesitáis un hospital o la enfermería deja la necedad-

-¡No! No podría explicar lo de la navaja-

-¿Qué navaja?

-Bueno… una que me obsequiaron por ahí jejeje-

-¡Deja la broma!

-¡Mejor cúrenme y después hablamos!-

-¡Estás sangrando todavía del brazo, necesitaréis que te suturen!-

-¿Mira Laisha, porque te enojas de esa manera?... En verdad el corazón no se me saldrá por la herida está demasiado lejos de él jejeje-

-Sois demasiado obcecada cuando queréis, es por tú bien-

-Mira las chicas me van a maquillar los golpes… y esta rajadita no es tan fea… también quedará arreglada… además no voy a necesitar aguja jejee mira, ya vienen con lo necesario para que paré-la voz algo ronca preocupaba a Lai

-¡Qué! ¿¡Tela de araña!?

-Funciona bastante bien jejejeje, ya veras que en unos segundos estará de maravilla jeeje, solo hay que limpiar la sangre que ha escurrido… y ya no habrá más jejeje-sonaba animada pero sus ojos cristalinos parecían querer desbordarse.

-¿Por qué ríes y estás acelerada y…?-

-Jejeje creo que es la adrenalina que todavía tengo en el cuerpo y río de nervios, así soy cuando tengo una emoción demasiado fuerte… espera otro rato para que me controle jejeje sin embargo me gusta reír… saco toda la excitación-

Las chicas no decían nada. Moni y Elisa limpiaban el brazo izquierdo, la herida se situaba abajo del hombro lo primero fue desinfectarla con un poco de ron que sabrá dios en dónde lo consiguieron pero sacó de Rosaura unas palabrotas que nunca Laisha le había escuchado, después de decirlas siguió riendo mientras unas lágrimas bajaban por sus mejillas. Secaron con trapos limpios y prosiguieron con la tela de araña,  está cerraba muy bien la abertura por lo que decidieron por el momento ponerle un pedazo de gasa y cinta adhesiva sólo por precaución después la quitaría para q se curara mejor, Sandy y Caro veían el uniforme que habían conseguido junto con el maquillaje, ellas sabían de eso; arreglarían su cabello, traían lo necesario; Laisha desconfiaba que funcionara, ella preferiría mejor hacer la denuncia, sin embrago no podía forzar a Rosaura.

Una vez que acabaron con la herida ayudaron a cambiarse rápidamente y ha quitar la suciedad de su cuerpo, pasaron una manta sobre Rosaura y prosiguieron con el peinado y el maquillaje, este equipo era de 10, ninguna articulaba palabra alguna sólo hacían lo suyo, Laisha no imaginaba que las L.americanas fueran así tan unidas apenas conociéndose. En unos cuantos minutos Rosaura estaba lista.

-¡Espere Rosaura tómese esto!

-¡Gracias… lo conse…guiste! créeme que lo… comienzo a necesitar jeje- La voz quebrada de Rosaura denotaba más llanto.

Una pastilla de Ibuprofeno y  se llevó a la boca y un sorbo de agua la secundó.

-Ya estoy más tranquila… será mejor que nos vean como siempre… ¿vamos? Pero por si las dudas… me guardan… algo de ese ron jejeje- Todas rieron sin embargo el miedo en ella era palpable

Las 6 chicas aparecieron como si nada en el patio platicando y riendo de pequeñas bromas a las que Rosaura y Laisha nunca prestaron atención; no haciendo demasiado escándalo. Ellas mismas no lo podían creer trabajaron a tiempo record y haciendo un trabajo excelente. Laisha veía a Rosaura y no daba crédito que era una mujer golpeada y ahora nada en apariencias pero Rosaura tenía los ojos sin vida. Sabían todas que los golpes aparecerían en los días posteriores y serían un reto más. Por ahora se vanagloriaban de los resultados.

-¿Pero cuéntanos Rosaura cómo pasó todo?-

-Lo… siento, no… puedo- La recién calma dio por resultado la asimilación de lo ocurrido y por ende el miedo la inquietó.

-¿Quién me podría decir como le pasó esto?-Preguntó Laisha muy seria

-Fue Loise, fuimos por ella porque una mujer como rusa vino a decirnos que deberíamos ir por Rosaura que estaba agarrada a trompones… que ella nos llevaría, sinceramente no le creíamos pero se veía impaciente y nerviosa… corrimos con ella, nos llevó al segundo módulo en dónde guardan cosas viejas y allí estaba Rosaura siendo golpeada por Loise, ya sangraba del brazo y Loise también pero no sabía de dónde, cuando llegamos la rusa  directamente se fue con Loise quitándola y llevándola al otro extremo de Rosaura nosotras acudimos a levantarla; alzamos la cara y vimos a Loise que tenía lo suyo. Rosaura también le propinó sus buenos guantazos jeje; tenía sangre pero ella a mitad de brazo por encima y más largo que el que tiene Rosaura; tal vez por eso estaba furiosa. Sacamos a Rosaura y la rusa se quedó tratando de calmar a Loise y las demás a su alrededor no hubo problemas cuando salimos. Una carcelera también aguardaba afuera creo que es quién protege a Loise- Fue lo que Elisa mujer Contarricense narró.

-¡Joder, no entiendo por qué no queréis denunciar esto, no está bien!-

-Yo creo que es por… la navaja que le dimos…-

-¡Qué!-

-¡Ya ve creo que le sirvió!-contestó Mónica con voz orgullosa

-¡No habéis oído eso que las armas las carga el diablo! ¡Y si la matan con esa misma!... ¡Sabéis si sabe usarla! ¡No!… claro que no sabéis eso, esa cosa también tiene sus secretos de uso, fue como dársela a un niño- A pesar de que se quiso controlar, Laisha estaba muy disgustada.

-Mire mamita uste vaya a darle sermón a su…. Familia porque esto no es una escuela, aquí te defiendes con lo que tienes o te mueres-

-¡Aquí no hay asesinas! Contestó Laisha

-Poco le faltó a Rosaura averiguarlo el otro día, no íbamos a verla salir con los pies por delante si volvía a pasar… nadie puede proteger a alguien las 24 horas, sea realista mija-

-Yo… no quiero… que se sepa que me he pegado con Loise, las personas que lo vieron no podrán decirlo abiertamente lo esparcirán como un rumor y si ella me denuncia por las heridas que tiene se verá como una mujer sin honor, aunque no sé si lo tenga… No puedo asumir mi participación en la pelea porque me castigarían en los encierros y no puedo ir ahí, tampoco sé si eso mancharía mi expediente en ese momento no lo pensé... tampoco quiero eso; por favor Laisha no digas nada, es un favor que te pido muy especial- Dijo Rosaura con voz apenas audible.

-Rosaura creo que te estoy presionando lo siento, lo que menos quiero es preocuparte y no te he preguntado cómo te sientes del brazo, y de los golpes,  perdón me altere por verte así- Laisha se dio cuenta que no era momento de regaños, no estaba apoyando a su amiga no tenía claro si  eran los celos de las nuevas amigas de Rosaura o tal vez porque siempre hacía lo que creía correcto en cuanto a las agresiones físicas.

-Sólo un poco, pero te entiendo amiga… quiero dormir-

  • Faltan poco, aguante mija-

-Gracias a … todas … Dios me bendice con amigas como ustedes. Siempre he pensado que he sido afortunada a lo largo de mi vida porque dios siempre me pone a más  personas buenas en mi camino que malas. Un día se los pagaré.

-Rosaura no sea melodramática… que nosotros no somos fáciles para eso de lagrimeo  y piense en cosas bonitas ya no me llore….jejeje-Las pequeñas bromas daban ánimos a Rosaura su cuerpo no podía más, estaba totalmente cansada la necesidad de una cama era urgente, pero debía probar bocado ya que el esfuerzo reclamaba una retribución al cuerpo, aunque Rosaura prefería el descanso.

Loise sí acudió a la enfermería los golpes no eran de cuidado lo que no imaginó fue que la navaja sí asestaría en su cuerpo un largo recuerdo, para ser más exactos como de 12 cm. no muy profunda pero bastante llamativa, durante la curación fue interrogada y estuvo tentada a decir quién había sido, sin embargo tuvo conciencia de que Rosaura no la delató con la golpiza de ella, así que no tenía más remedio que callar. Sí abría la boca no sería bien vista.

Sólo dijo que unas mujeres le taparon la cara con algo, la golpearon y al ser empujada cayó sobre cosas y fue con algo filoso lo que le hizo esa herida; no era muy creíble ya que nunca estaba sola pero sobre todo por lo sucia que se encontraba la ropa y el cabello enmarañado e igual de sucio daba por resultado una pelea cuerpo a cuerpo. Iba a ser fácil dar con su contrincante está estaría en iguales condiciones así que en pocos minutos eran informadas las funcionarios que necesitaban encontrar a una interna con golpes y ropa sucia o alguna herida.

El recuento fue un poco antes de lo acostumbrado ya habían cenado y Rosaura contaba los minutos para descansar, la comida le había caído bien recobró algo de fuerzas. Afortunadamente para ella harían el recuento antes, algo bueno aunque no sabía a que se debía, no podía quejarse sino agradecer a dios.

Las funcionarias pasaron junto a ella sin ninguna sospecha los raspones más visibles estaban en las piernas por las patadas asestadas por Loise.

Las funcionarias dieron su reporte de que ninguna interna tenía contracturas o signos recientes de una pelea más que las dos chicas previamente identificadas en la pelea que no pasó de insultos verbales y jaloneos.

La noche fue instantánea para Rosaura, el ruido en el corredor hecho por las demás internas hizo que abriera los ojos, sin embargo su cuerpo se negaba a moverse un poco hinchada una mandíbula “bien podía ser la muela del juicio jeje” comenzaba a recobrar su humor. No se movió durante toda la noche y un “ay guey” salió de su boca al percatarse de lo adolorido de su cuerpo, con afán y lentitud buscó las pastillas que le habían dado, localizó el agua y apuro a tomársela. Sara no enteró de su estado ya que por su “enfermedad” no era habitual el que se despertara temprano eso era suerte. Dos chicas fueron por ella tratando de ocultarla lo más posible; las duchas otro reto.

Los consejos recibidos por las chicas eran que debía hacer su vida normal, le habían llevado algunos implementos de maquillaje y en el baño todas giraban alrededor de Rosaura para que no la detallaran  los múltiples golpes, la cara es lo que preocupaba a Rosaura. Ya vestidas comenzaron con el trabajo, ahora debía ser más meticuloso y mejor que el día anterior. Una vez vuelto a desinfectar la herida vieron que estaba secando muy bien no estaba roja ni hinchada sólo un poco dolorida volvieron a ponerle más tela de araña por si las dudas y nada mas. El maquillaje muy bien. Una de ellas fue a avisar que Rosaura tenía cólico muy fuerte por la visita mensual y que faltaría al trabajo en la lavandería, nada que una pastilla no aliviara, buena excusa después de todo pensó Rosaura ese día trataría de recobrar bien las fuerzas. Aunque todo esto le abarcaba la mayoría de sus pensamientos su Amante nocturna era su aliciente y una constante en su mente, por ella no podía dejar de estar ahí, en su celda, necesitaba que ella la llenara de mimos y caricias; le contaría lo sucedido lloraría con ella, era muy imperiosa la necesidad de estar en sus brazos.

-Rosaura esa mordida que tienes se la hizo Loise, porque ya casi desaparece-

-¡Elisa qué pregunta, déjela en paz!- Mónica regañaba a Elisa

-Jejeje Chicas, no sé que decir, me da algo de pena, pero ¡Qué… les… importa! Jajajaja- Rosaura no tomó a mal la pregunta pero la respuesta fue muy picara y contundente. Todas observaban muy atentas la respuesta y se quedaron con un  palmo de narices sin embargo todas rieron.

-¡Pues es lo que digo, que nos importa! Jejeje.- Elisa tuvo que seguir con la singular conversación tratando de salir airosa.

Rosaura ya imaginaba que igual que las chicas, Laisha ya se había dado cuenta sólo que ella fue prudente en comentar, ellas ahora sabían que Rosaura tenía un amorío con alguien no podían creer que fuera tan discreta o había algo más, por qué no hablaba de su pareja, por qué era casi secreto, ellas no les había llegado el rumor como a Laisha, ahora ella lo corroboraba y estaba algo distante por la falta de confianza de Rosaura.

Antes de la cena Sara se comenzó a sentir bastante mal, peor que de costumbre a lo que se dirigió a Rosaura y con voz socarrona dijo:

-¡Rosaurita te la pasáis bien jeje!-

Una mirada seria y cara bastante serena fueron la respuesta a Sara, ésta lo sabía que le iba a hacer,  sin embargo no podía seguirle el juego ni dejar que se enterase de la inquietud que la mataba, cada segundo era mortal. ¿Llegaría “ella”?