La Traición de Mía 5
¿Los golpes pueden ser detonantes de tanto placer?
Gracias por seguir leyendo agradezco sus valoraciones y sus comentarios, disculpen le he metido tijera y espero sea entendible
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Cuando despertó estaba en la enfermería y no veía claramente debido a lo hinchado que tenía los ojos y en general la cara.
-Maja ya despertaste, imagine que eras la bella durmiente, no despertabas ya me estabas asustando.-
Trato de -Ya dijo que le sucedió?hablar R. pero cualquier movimiento facial era doloroso, pero la mueca que demostró fue suficiente para que la enfermera supiera que le dolía todo.
-No tratéis de hablar vale?
Entraron a la enfermería dos funcionarias más Juanita, la observaron y preguntaron
-¡No! acaba de despertar y no puede hablar esperemos a que se mejore un poco para que le pregunten-
Ni siquiera ella sabía que había pasado, sólo que Alma tenía esa mirada de regocijo que la hirió y le dio miedo. No imaginó que la despreciara así. Los golpes de las fulanas ahora ni siquiera eran importantes como el descubrimiento que hizo de Alma. “mujer mala es la que se burla de la desgracia ajena” pensaba. Nunca más se acercaría a ella.
Por la tarde Laisha estaba junto a ella, no supo cuando había llegado perdía la noción del tiempo, no sabía qué hora era siquiera, los parpados se cerraban casi solos, le costaba mucho el estar despierta le dolía todo. Sonrió al verla y deseo abrazarla, pero su cuerpo no pudo moverse el llanto fue inevitable en cuanto vio la cara triste de Laisha.
-Cariño no llores vais a estar bien-
Laisha se acomodo todo lo que pudo para no lastimarla, para abrazarla lo más posible, le demostraba que la quería, Rosaura no paraba de llorar
-¡Tengo miedo Laisha! no sé cómo explicarlo pero no quiero que me sueltes Lai. Sigue así.
-¡No tengas miedo yo te protegeré y no volverá a pasar!-
La voz dulce y tierna de Laisha hacia que llorara más, no quería separase, quería sentirse protegida, cuidada y Laisha era todo lo que tenía. La preocupación y el remordimiento de que no pudo cuidarla también la irritaban, sentía culpa porque no estuvo ahí, la mente de Laisha comenzaba a especular acerca de quién le hizo eso lo podría volver hacer; por lo que averiguaría que fue lo que sucedió, hasta ahora había preguntado y nadie le supo decir nada ya que “nadie” vio nada. No había tenido más tiempo de investigar ya que su prioridad en ese momento era cuidar de Rosaura.
En la Dirección la Lorenza sumamente nerviosa esperaba la entrada de la funcionaria que había encontrado a Rosaura. Le habían llamado a su casa para informarle que a las 8:00 de la tarde habían encontrado a una reclusa golpeada pero que ya la estaban atendiendo, por lo que no asistió, sin embargo se quedo algo preocupada por este hecho. No toleraría estos actos violentos como su antecesor, éste dejaba que sucedieran y eran pocas las golpizas documentadas. Quería un informe detallado de todo lo que aconteció, pero sobretodo de las lesiones de la interna.
-¡Aquí está el informe!- La expresión de Juanita era de una seriedad muy poco frecuente en ella, lo que inquietó a Lorenza.
Lorenza se quedó pasmada y su corazón acribillado al descubrir el nombre Rosaura Mateos Arce, sólo pudo leer el nombre Lesiones contusiones en la mayor parte del cuerpo ……..
-¿Le preocupa?- Su voz era seria, y observaba cada expresión por minima que fuera, sabía que había más.
-¡Me preocupa como me preocupa cualquier interna! no… -
-¡Sra. Directora le voy a contar lo que yo vi!- Juanita interrumpió a Lorenza porque no quería forzarla a contarle algo que probablemente le avergonzaría.
Usted me había pedido que observara a Rosaura por cualquier accidente que pudiera tener y he tratado de estar pendiente de ella, casi… aunque por parte de Carmen sé que no podría lastimarla pero he tenido mis dudas así que no he dejado de perder a Rosaura de vista sin embargo he fallado al confiarme, la vi sentado con Alma y solo en lo que camine como 10 mts y regrese ya no estaba la comencé a buscar porque no es propio de ella dejar un lugar intempestivamente y algo me decía que la buscara, en su celda, baños, con su amiga, biblioteca pensaba buscarla en todo el modulo… pero cuando pase por corredor que da a la parte trasera de los talleres vi una figura que se asomaba muy deprisa como escondiéndose la sabandija, camine lo más rápido posible de hecho creo que corrí y al dar vuelta como a 5 metros estaba ella tirada con sangre en la cara y en el suelo, el cabello revuelto. Silbé para que me asistieran las demás y fue así que Rosaura fue llevada a la enfermería, desmayada. No pude ver quienes fueron pero creo que hay una testigo y es Alma.
-Laisha ha pedido permiso para cuidar de ella y la cuida bien, ha estado pendiente de ella y creo que la quiere-
-¡Juanita calla por favor! ¡No sabes lo que dices!- Lorenza había perdido la compostura con el comentario de Juanita y estaba encolerizada, con la mirada furiosa y ojos brillantes, pero sobre todo sorprendida y nerviosa.
-¿A usted le ha dao duro verdad?
-¿Lo sabes?
-¡No! pero lo sospechaba-
-¡No! Juanita es solo un capricho, o curiosidad solo eso. Esa mujer me interesa como me interesarías tú misma Juanita-
-Jajajaja ¡pues estaría más que feliz porque uste se preocupara así! … Usted sabe que me puede contar lo que uste quiera, si en algún momento tiene la necesidad puede confiarme lo que desee. ¡No la defraudare!
Las palabras sinceras de J. la dejaron pensando unos segundos con una mirada tan seria y pérdida, en su interior las ideas se confrontaban, y por más que intentaba analizar cada una, no encontraba un resultado satisfactorio. Tal vez Juanita le podría señalar cual era el error o tal vez cual era el camino.
-¿Juanita tú me conoces? …Pero he faltado a la ética le he fallado al trabajo que vengo desempeñando, pero lo más irónico es que pago con creses mi crimen.
-Sra. No…-
- Por favor déjame terminar lo que te voy a contar no lo repetirás ni volveremos a hablar del tema… Hace meses hice algo indebido, no te voy a mentir diciéndote que fue un impulso, porque fue premeditado así fue. Cuando llego a mi el expediente de una interna lo leí como siempre pero había algo en la mirada de la chica que podríamos decir que me sedujo… mis dudas acerca de mi condición sexual comenzaron como cuando era una chavala… regresaron…mi vida amorosa ha sido siempre terrible, dentro de mi comenzó una pequeña guerra de intereses egoístas y lascivos que me avergüenzan ahora, pero en su momento ganaron… no podía dejar pasar mucho tiempo antes de que la nueva llegara y se relacionase con otras internas, ese era el momento a su llegada un poco vulnerable y con un poco de miedo… Si sé que piensas yo misma me lo he dicho soy un monstruo pude…
-Pero qué hizo?
-Sonia… la chica que recomendaste la hice venir para darle la orden que la trajera a cierta hora después de su llegada… la hice entrar y… le pedí… bueno le ordene que … me diera placer Eso dejaría en claro mi orientación… yo…
-Sra. no soy nadie para juzgarla, que precauciones tomó Sra. Esto es muy grave la interna la ha chantajeado, amenazado con hablar, apago debidamente el circuito cerrado de video… ¿el personal la vio?
- ¡Sí! Creo que hice todo, Yo … revise su expediente… ella tenía una pareja mujer, sus estudios sanitarios eran buenos, ninguna enfermedad, los psicológicos bien, extranjera latina y ellas tienden a ser dóciles con las autoridades fue ello lo que me alentó más que nada … yo no he podido encontrar a alguien afuera con la que me sienta bien y contratar a una puta no me va, jamás pagaría… ¡pero dios la obligue..!
-¡Sra.! ¿La amenazó para obligarla?-
-¡No! pero como podía negarse a lo que le pedí yo soy la directora y eso pesa más que nada-
-¡Esa mujer es!… ¡Rosaura!-
-¡Sí!… es ella, creo que ni siquiera sabe que me tiene en el infierno, no sabe nada de lo que ha despertado en mí, ni yo misma lo sé, pero pienso en ella más de lo que debo. Creo que sólo es curiosidad, porque ella y yo no tuvimos casi… nada Juanita.-
-Sin embargo uste quiere… algo más con ella …
-¡Sí!, si quiero algo, no … todo con ella deseo tanto… pero no puedo Juanita no debo, y ella tampoco lo aceptaría de buena manera ni de mala manera, ahora ella se interesa en otras y …. ¡No hay manera!-
La confesión de Lorenza había desestabilizado un poco a Juanita, trataba de comprenderla pero Lo irónico de la vida es que había caído en su propia trampa, ahora pagaba el abuso que cometió, nunca en su vida había procedido de manera incorrecta y ahora lo pagaba **
Laisha se había vuelto la enfermera oficial de R. su mejoría era notable, un médico que nunca habían visto llegó, al parecer había examinado a Rosaura cuando la encontraron, y ahora procedía a revisar los puntos que tenía arriba de la ceja izquierda, bastante pequeños por cierto. Siempre pensó que el médico del centro era el que la había atendido, y así fue pero y éste.
-¡Quedará muy bien! no habrá cicatriz, pero ponte esta pomada para que pueda desvanecerse aun mejor-
-¡Doctor! Usted no atiende en el centro?
-¡Por lo regular no! sólo cuando me solicitan me hago presente-
-¿Y quién lo solicito? No es que me disguste al contario, pero tengo curiosidad-
-Me llamaron de aquí del centro, para una evaluación, y claro como un profesional responsable me hice presente muñeca jejeje-
El médico respondía con una agradable sonrisa denotando su caballerosidad y buen genio, que R. le creyó, por qué no iba a hacerlo; lo cierto era que alarmada Lorenza en cuanto vio quien era y la herida que le habían dicho tenía, hizo que acudiera un médico cirujano plástico muy allegado de hecho casi de su familia para que la atendiera, Lorenza se lo pidió como un favor especial y como favor especial también le pidió discreción con la propia interna. La excusa que le dio a su padrino fue que ninguna interna debía tener cicatrices mientras ella estuviera ahí, agradeciéndole con un abrazo una sonrisa y la promesa de que descansaría más del trabajo.
Rosaura no quiso decir quién la había golpeado, tenía miedo que Laisha quisiera vengarla y saliera lastimada o muerta eso le daba pavor, no podría permitir que volviera a pasar en todo caso ella misma arreglaría el asunto ya que si denunciaba a Loise también provocaría algo, y lo peor es que no sabía de que sería capaz la gringa. Laisha frustrada sólo pensaba que probablemente Carmen era la única culpable de lo sucedido por lo que trataba de encontrarse con ella a solas pero no se daba siempre en compañía de alguna que ¡perra suerte! Pensaba, tenía sin embargo pensado hacer algo para verse a solas con ella. La solución era tan simple como mandarle un recado, busco a la recadera que le dio la nota y espero en dónde le indicaba.
-¡Hola!… ¿Rosaura… estáis aquí?-
-¡Bueno no soy exactamente ella pero veo que acudís con premura!-
-¡Qué diablos! mierda, ¿qué haceis aquí?- Carmen estaba sorprendida de ver a Laisha
-¡Esperándote!
LAisha le cerraba el paso cuando C. intentaba salir era más baja que ella, en una ocasión habían llegado a los golpes y no le había ido muy bien a Carmen ella sola no podría con ella, sin embargo no era ninguna cobarde solo prudente, cuando sabía que no podría ganar, así que debía dejar ese lugar lo más pronto posible, aunque Laisha estaba aparentemente calmada estaba bastante seria. Carmen bastante irritada por el engaño fulminaba a L. con la mirada y trataba de alejarse de L. cada vez que está se acercaba.
-¡Joder! ¡Déjame ir!-
-Jajajaja no puedo hasta que me respondas por qué golpeaste a Rosaura-
-¡¿Yo?! ¿Ella lo dijo?
-¡No! pero eres la única que podría tener motivos, ella no quiso algo contigo y la golpeaste perra-
-¡No me importa lo que tu puta cabeza piense! ¡Vete a la mierda! no tienes pruebas déjame ir, ¡no tengo que darte explicaciones!
Ninguna se perdía de vista cada palabra era analizada y cada movimiento seguido, no podía confiarse Laisha de que Carmen no llevara algún pincho, a cada paso de una le seguía otro de la otra, Carmen seguía sin permitir que L invadiera su espacio. Lai no se le notaba que llevará nada, una camiseta blanca ajustada en la que solo se distinguía su cuerpo y ningún objeto extraño, pero su cuerpo era suficiente para infundir miedo.
-¡No te voy a dejar ir hasta que me digas qué le pasó!-
-¡Qué acaso no eres su amiga, pregúntale joder!
Laisha en una par de movimiento tenía a C. contra la pared y su mano izquierda en la espalda apalancándola para causarle dolor.
-¡Por qué no de una vez me arrancas el brazo perra!
Laisha pensaba contestar pero la cabeza de Carmen asestó un golpe al rostro de L. que la soltó de inmediato, aún sangrando de la nariz no dejo que saliera volviéndola a estrellar de frente contra la pared que la dejo un poco aturdida. El sangrado no era abundante pero seguían las gotas sangre cayendo por su camiseta, los ojos los tenía llorosos por el golpe y un sabor seco se apodero de su boca fundiéndose con el sabor a fierro de la sangre que sin permiso se colaba. Con su hombro trataba de limpiarse la nariz pero no era suficiente, sujetando las manos de C. con las suyas las bajo hasta el vientre de está sujetándola fuerte mente mientras echaba la cabeza atrás para tratar de parar la pequeña hemorragia nasal.
-¡Si vuelves a hacer algo estúpido te muelo a golpes!
Laisha no quería llegar a esos extremos pero las amenazas no estaban ya por demás. Carmen sabiendo vulnerable a L trato de zafarse pero unos brazos largos apenas si impidieron la salida, rompiendo los botones de la camisa de C por el jalón. Laisha hizo que carmen se sentara en el piso y después la empujo para que se acostara mientra se sentaba en el vientre de C. y sus largas piernas apretaban los brazos contra el piso. Laisha ahora tenía las manos libres para atender su herida y a Carmen bien sujeta contra el piso. Se quitó su camiseta quedándose en bras para limpiar su nariz y haciéndo presión a la altura del tabique dejo su cabeza hacia atrás por unos minutos, suficientes hasta comprobar que había cesado el goteo. Una vez más tranquila y sintiéndose mejor atendió los gritos de Carmen que ya habían bajado de intensidad.
-¡Cacho puta …bájate que… me matas! … ¡No… puedo… respirar!-
-Jaja ni porque te mueres dejas de insultar, tranquila pero no debería hacer nada estoy muy cómoda- Sonrió con gracia ya que estaba haciendo pagar a C por el golpe sin embargo sintió que tal vez era cierto y poco a poco se fue levantando solo para dejarla respirar. Los ojos de Carmen estaban cerrados y su boca entre abierta jadeando para respirar, Laisha la observaba como si nunca lo hubiera hecho, su rostro agitado tenía un color hermoso sonrosado sus cejas bien delineadas enmarcaban unos ojos algo grandes con unas pestañas rizadas y tupidas que no necesitan de pintura para verse hermosos la nariz fina el cabello alborotado y algunos mechones en la cara que daba un toque bastante sensual a Carmen acompañado de una boca rojita que invitaba a ser probada. Laisha dejó que Carmen también se repusiera mientras ella sujetaba la camiseta en su nariz, que aunque ya no era necesaria le permitía seguir observando a C.
-¡Gigantona quítate de mí!-
-¡No! hasta que me cuentes-
Laisha volvió hacer que su peso cayera en el estomago de Carmen, cada vez que lo hacía C. se ponía lo más rígida posible para poder respirar y por consiguiente roja. Se levantaba Lai y era observada con odio por C. también la había observado y no reparo en grabarse bien ese cuerpo estético delgado pero atlético de Lai su busto no muy grande y los brazos que tanta fuerza le habían demostrado tenía, ya había observado las poderosas piernas cuando jugaba pero ahora la tenían excitada cada vez que ejercía presión sobre su cuerpo, inadmisible para Carmen pero cierto.
-¡Ya me estoy cansando Carmen dime y nos vamos!-
-¡Esto no se va a quedar así Laisha!-
-¡Carmen no estáis en posición de amenazar! ¡Más bien respóndeme de una puta vez!-
-¡Negra déjame ir y no te pasará nada! Vale… ¡deja de aplastarme… que me matas!-
Era muy cierto, bien pesada era Lai, pero su estatura de 1.78 mts lo justificaba, ahora pensaba que Carmen mentía pero su agitación la convenció y sujeto sus manos con las suyas por encima de la cabeza de Carmen haciendo que sus rostros quedaran a la misma altura, mientras su cuerpo buscaba seguir aprisionando a Carmen tomando una posición adecuada; la fricción de sus cuerpos mientras bajaba más para acomodar sus piernas entre las piernas de Carmen hicieron que la camisa expusiera uno de sus pechos Laisha había bajado los brazos junto con los de carmen para apoyarse sobre sus codos , está posición permitían ver con más detenimiento un rosado y exquisito manjar que junto con la respiración agitada de Carmen la invitaban a degustarlo. Laisha lo observaba con gran excitación y su mirada subió para encontrarse con la de Carmen que pasó saliva en cuanto se encontraron.
-¡Ni se te ocurra porque te arrepentirás!-
Pero toda la pelea había desencadenado fuerzas misteriosas que atraían a Laisha sobre su peor enemiga, ahora la sometía avasalladoramente y la intensidad de sus respiraciones tenían completamente desequilibrada a Laisha. No pareciendo importante nada de lo que dijera, sujeto más fuerte las manos de Carmen mientras poco a poco el atrayente pecho recibió los labios de Lai, Carmen gimió y contorsionó al primer contacto, apretó la boca para no darle el gusto a Laisha de oírla. Mientras está se concentraba en sentirlo dulce caliente y ahora bastante excitado, su lengua comenzó un recorrido alrededor de este, bastante gratificante para C. sus labios la lengua hacían un trabajo magnifico y delicado. Carmen al borde del delirio apenas pudo hilar tres palabras que su mente le dictaba.
-¡No! ¡ya… no!-
La voz suave con la que las susurró fue el permiso que tuvo Laisha de continuar un sendero de besos en el cuello, cara hasta quedar nuevamente frente a frente. Sus ojos se cerraron y bajo lentamente para probar por primera vez los labios más hermosos que había visto, la caricia fue delicada y sublime, se separaba un poco y volvía a hacerlo. El corazón d Carmen era un caballo galopante, tan pocas caricias la tenían loca de placer, estaba casi paralizada de tanta emoción, sus ojos acuosos manifestaban la inimaginaria felicidad que la embargaba.
Laisha la soltó despacio sin prisa, sus piernas nuevamente se posaron cada una aun costado de la cintura, ahora su centro ya no presionaba a Carmen, la había soltado para tomar su cara y seguir besándola con más intensidad, su lengua candente estimulaba a su gemela para sucumbir a las atenciones de Laisha. Carmen también comenzaba a responder de manera parecida a L tranquila, sus manos se posaron suavemente en los hombros de L, por un momento pensó en alejarla pero no, era imposible no dejarse llevar por el mar de sentimientos que ahora la embargaban, pasión, ternura, excitación, como parar.
Un codo de L. servía de apoyo para no dejar caer su peso en Carmen, las manos de L poseyendo los pechos de carmen la hacían gemir en su boca, C. apretaba las tetas de L aun con brass, busco la manera de deshacerse de él y lo consiguió tras varios intentos y sonrisas de Lai porque no se lo hacía fácil, sólo por jugar un poco.
Laisha desmonto a Carmen para hacer un camino de besos que llegaron a su vientre, las miles de sensaciones la mataban de gusto junto con las mariposas que le remolineaban ahora en el estómago, su estimulación era apoteótica quería ya ser poseída pero dejaba a Lai darle ese placer. Lai quería tenerla ya, desabrocho con cuidado el pantalón de C y en un momento se puso algo seria por lo que espantó a C. la miraba fijamente a los ojos, mientras su mano comenzaba a palpar su intimidad, las dos comenzaron a respira más fuerte, los dedos de Laisha la acariciaba dulcemente, estaba lo suficientemente inundada para recibirla pero Lai se dedicó a torturarla con sus suaves dedos, uno hacía intento por entrar y salía mientras el pulgar masajeaba el clítoris bastante hinchado; cada vez que pasaba cerraba los ojos y Laisha al sentir en su mano tanto calor se iba también era sumamente excitante para las dos.
-¡Deja… de jugar por dios, sigues… queriéndome… matar!
La voz de Laisha era una agobiante suplica. Laisha le sonrió, dio un pequeño beso en los labios y se quito ella su pantalón dejándose las bragas y no dejo que C se quitara el suyo ella misma se lo quito y con mucho cuidado fue deslizando también sus bragas quedando totalmente expuesta a Laisha que comprobó algo que no se imaginaba de Carmen, pero le encanto.
Repto por su cuerpo dejando un sin fin de besos y caricias con la lengua, que volvieron la mente de Carmen tan delirante que solo deseaba que su amante se metiera en su mismisimo cuerpo y ocupara su mismo espacio para ser una, nunca lo sintió hasta ahora, que pasión tan desbordante la había poseído para pensar tal cosa. Su cuerpo reclamaba el sentir toda la piel de Laisha, sus manos empezaban a conocer cada cm. de ese cuerpo magnifico, era un placer sin igual.
La mano de Lai volvió a bajar mientras le daba atención a los bellisimos pechos de Carmen, cada succión la mandaba la mismo cielo, una pierna la tenía alrededor de las caderas de Lai, mientras la otra se abría todo lo que podía para que Lai la poseyera sin complicación alguna, Lai se comenzó a internar en Carmen lo más sutilmente pero un movimiento pélvico de C hizo que entrara rápidamente. Laisha comprendió que ahora era dar satisfacción total, y el empeño de darle placer fue su prioridad el movimiento de ésta fue constante que bastaron unos momentos para que sintiera sus dedos apretados por el interior de Carmen ésta arqueaba su cuerpo mientras su respiración hacia una pausa los ojos cerrados fuertemente eran clara muestra que había alcanzado un grandioso orgasmo. Lo que Laisha no sabía es que había sido el último de muchos porque C simulo tanto, que Lai no se dio cuenta.
-¡Dios mío! el piso está frío Carmen te haz aguantado todo este tiempo te podrías enfermar-
-No lo había sentido no me he quitado la camisa solo la abriste y no lo sentí tanto-
-Pero ven recuéstate sobre los pantalones, yo aquí cerca de ti! Dijo Carmen
Ahora Laisha cerraba los ojos, acostada y C tendida aun lado, delineaba su cara sus pecho, bajaba un dedo por su vientre volvía a subir, una caricia tan sutil pero erótica que deseaba más pero el juego ahora lo tenía C.
-¿Por qué sonríes así Laisha?-
-Porque estoy viéndote desnuda y me gusta, eres pelirroja Carmen ¿por qué te pintas el cabello?-
Carmen se puso roja porque la había observado detalladamente Lai, y se había gravado la imagen bastante bien ya que tenía los ojos cerrados ahora.
-En la escuela me molestaban y no me gustan los motes, así que decidí pintarlo desde muy pequeña, me he acostumbrado y hay ocasiones que ni recuerdo que soy pelirroja-
-Me gustaría verte pelirroja de hecho creo serías más bella-
-Shhhhh tú quieres distraerme de esto ¿verdad? ¡Te dije que te arrepentirías!
Carmen comenzó besando a Lai. Dándole atención a su cuerpo con caricias besos que Laisha disfrutaba con mucha intensidad, se sitúo entre sus piernas, beso su vientre, fue bajando hasta abrir el cielo de Laisha, se quito la camisa la junto con la camiseta de Lai e hizo una pequeña almohada que metió debajo de las caderas de Lai para hacer cómoda su postura, paso sus manos por las exuberantes piernas de Lai y poso sus labios en la parte más abultada, que la estremeció por completo, sus labios besaron cada milímetro del centro de Lai haciéndola sucumbir, esto ocasionó fuertes orgasmos, la lengua igual reclamo en especial una pequeño orificio que por un momento pensó que le devoraría su muy apreciado músculo bucal.
-¡Te… necesito!-
En cuanto separo su cara la mano de C tomo su lugar, su cara pringada pero satisfecha sonreía al besar la clavícula de Lai, suficiente humedad pensó y la comenzó a invadir, tres dedos buscaban moverse para volver loca a Lai. El movimiento pélvico buscando mayor satisfacción indicaban que no le estaba haciendo daño y susurrándole al oído. “Relajate cariño” comenzo a apoderándose de lai
-Qué… tratas de …hacer…¿ ma..tar..me?-
-¡Tranquila! …disfruta…Laisha-
Los besos caricias de Carmen por el cuerpo de Lai eran tan sublimes que hasta la mínima respiración de C. sobre la piel de Lai hacían que está se erizara, el cuerpo de Lai pedía y Carmen le daba. Los brazos de LAi buscaban con desesperación algo para aferrarse para no irse a donde ni ella misma sabía, aferraba con desesperación a Carmen golpeaba de vez en vez el piso, los orgasmos de Lai llegaban y no se iban.
-Dime … que no… es posible… Carmen? Laisha como pudo artículo las palabras necesitaba saber de este placer.
-Siii, abre los ojos y podrás verlo tú misma – La voz suave y aterciopelaba que usaba le encantaba a Lai.
Laisha como pudo abrió los ojos y se dio cuenta de que la mano de Carmen desaparecía, estaba en el interior de ella. La miro y beso con desesperación había conseguido eso sin ningún esfuerzo y Laisha estaba en el paraíso. Un par de leves movimientos hicieron que Laisha entrara en un fuerte trance de placer que asusto por un momento a Carmen, quién delicadamente fue deslizando su mano para darle descanso a Lai, sin embargo quería tenerla abrazada y así quedaron, tratando de bajar un poco la ebullición de sus cuerpos.
Continuará
P.D. NO QUISO JUSTIFICARME EL TEXTO SORRY