La Traición de Mía 3

Para los que quieren la continuación jeje Gracias por leer y cometar y Aunque Mía todavía no aparece espero aparezca jeje

En otra parte…

-¡A ti, te espera la Directora!- dijo la funcionaria

-¿Quién a mí? Preguntó Carmen con cierta inocencia cínica, -pero ¡yo no hice nada!-

-¡Eso no sé!  Hala - dijo la funcionaria

Ya en la oficina

-¡Aquí esta Sra. Directora!-

-Bien gracias podéis retirarte-

-Carmen, Carmen, Carmen, aunque tú no lo sepas, sé bien lo que hacéis, bueno casi todo. Las mujeres que se te acercan por interés y que no desprecias, sino que usas para tu beneficio por decirlo de alguna manera, bueno es muy tu problema ya lo creo. Pero hasta ahora no habéis forzado a nadie o me ¿equivoco?, ya que todas también obtienen algo de ti.

-Tiene razón, la mujeres me aman y soy irresistible- dijo con cierto aire de orgullo y cinismo dejando ver lo maliciosa que era.

-Bueno en concreto te he hecho venir para decirte, advertirte, y prometerte algo. Si tú, tus amigas compinches o demás, lastiman, amenazan, coaccionan a cosas que no quiere hacer una de las nueva llamada “Rosaura Mateos Arce” para que no haya confusión de persona. Te aseguro, prometo y juró, que te voy a hacer la vida miserable, con todas las cosas que puedo hacer con tu estadía en este lindo lugar, puedo y tengo los recursos, Ahhh empezando con las lindas visitas de tu madre y el economato. ¿C O M P R E  N D E S? No penséis que suelo ser sólo una correcta directora, sino que he aprendido cosas de ustedes y se los agradezco. Sois muy buenas. Y no es necesario que ella se queje, sabéis que es fácil saber cuando una mujer es ultrajada. Se siente, se percibe es nuestro trabajo saberlo ¡lo sabéis!

La cara de Carmen estaba trasformada de un humor cínico, a una cara de preocupación, sabiendo que aunque lo negará, ella lo sabía, ahora ya estaba advertida de lo que le podría suceder.

-Eso es todo, podéis salir- Lo dijo con cierta cortesía, volviendo los ojos a sus papeles y al ordenador,  que no parecía la misma mujer que le había casi gritado sus amenazas y visto con rabia.- Ah otra cosa, espero seas discreta porque de igual manera no querrás que me enfade por andar en boca de las internas-.

“Maldita perra frígida, hija p…, se nota que le hace falta hombre a la muy desgraciada, o mujer da igual. Maldita sea ya casi la tenía, ¡Pero que &%%&%&% le importa!” Ahora se preguntaba cual era su interés, “pero dijo amenazan lastiman o coaccionan y… entonces por su voluntad no hay problema ja… pues así será ja.”

Iba mascullando Carmen hacia el comedor mientas Lorenza La directora empezaba a reflexionar

“Espero que le haya quedado claro Esa perra no se puede quedar con ella ni tenerla. Maldita sea no paro de pensarla quiero disfrutarla, que placer más intenso me ha dao, esta necesidad de ella me empieza a molestar. Así será que sienten los hombres cuando se encaprichan  o desean a las mujeres, jajaj pues si siempre sienten así jajaja pobres, este deseo malsano que me empieza a carcomer y No me hace pensar con claridad, odio esto… es muy peligroso en pensar volver a tenerla…  No puedo estar con alguien así, sería denigrante para mí el mantener cualquier tipo de relación con ella, que pasaría si se descubriera, “amiguita” de una reclusa jajaja… para no creerse… bueno si ella accediera… pero cómo se lo pediría o sería que siempre la tendría que ordenárselo, ¿ella querrá? … No Lorenzita estáis mal, ya sé qué soy, ahora debo buscar mi musa jeejej pero no aquí eso es definitivo... Conocer mujeres es lo que me hace falta, estar encerrada me ha afectado la materia gris, Alguien decente, con intelecto aceptable, mmmm rubia de preferencia que nada tenga que ver con “esa” y si es cariñosa mucho mejor, y sobretodo misma condición económica, no voy a mantener a nadie, eso es definitivo”

-Haló Laura, que bueno que te encuentro, te parece si nos vemos el fin-

-Si claro pero que milagro, tu trabajo tan horrible muje me deprime, pero yo más que encantada-

-Te acuerdas de Bar ese tan especial al que nos invitó Ofe… Estaría algo interesante acudir no te parece?.....

Lorenza comenzaba a aceptarse y a tratar de rehacer su vida social, parcialmente olvidada, el trabajo y su confusión no habían ayudado mucho a tener deseo de socializar con gente de su edad y menos con un hijo  al que le dedicaba el poco tiempo que le quedaba. Pero ya estaba tomada la decisión, buscaría al amor, y todo lo que conlleva.

Ajena a todo esto Rosaura no paraba de darle vueltas al asunto y hacia las cosas como automáticamente sin prestar atención a como hacia las cosas, así pasó el día, hasta que llego la “hora”

-¡Llegaste!- Le dijo Roberta, la mujer que estaba en la entrada de la celda

-Si-

-Sabéis, mejicanita el puesto ya esta ocupado y me temo que la entrada al Club es V.I.P. y la verdad tú no cumples los requisitos-.dijo la mujer con desprecio

-¡Gracias!- no sabiendo más que decir, con una gigantesca sonrisa camino hacia atrás sin dejar de mirar a la mujer y aun no creyéndoselo  con una media vuelta rápida salió casi corriendo de esos lugares.

Carmen estaba escuchando todo y sintió mucho coraje al ver que la chica no tenía la intención de querer estar con ella, sino que todo lo contrario.

Ya en su celda Rosaura, pensaba “Diosito gracias, ya me has dado un gran prueba de que existes, gracias en verdad, haré todo lo que pueda para no fallarte” y rezó agradeciendo no haber sido violada, ya que estaba resuelta a tratar de convencer por las buenas a Carmen, le diría que ella no valía la pena, trataría de negociar aunque ella no poseía nada, Debía haber algo… Pero estaba 100% segura de negarse a pagar el precio que exigía Carmen, no porque le tuviera miedo a tener sexo, sino porque no sabía “con qué” podría ser tomada y “por cuantas”, además que eso lo hacía por deseo y amor si lo sintiera y ella ya no amaba ni estaba dispuesta a enamorarse el amor no era para ella.

Días después…

-¡Hola!

-¡H o l a!

-Mi nombre es Laisha, Laisha Robles

-Rosaura Mateos Arce, mucho gusto-

-Te he visto y no había tenido oportunidad de charlar un poco, el curro tu sabes, creo que no tienes mucho aquí verdad?

-No mucho, tu juegas verdad? Te he visto… lo haces muy bien

  • si, jejej de haber sabido que eras admiradora te traigo una camiseta autografiada jejej-

  • Pues mira que me hace falta jeje… disculpa no debí decirlo

  • No tienes porque avergonzarte así llegamos muchas sin nada, pero poco a poco mejorarán las cosas, pero hay que cuidarse, primero que nada la salud, jeej comer bien porque es lo peor que te pudiera pasar el enfermarte, después de una depresión queda la enfermedad o juntas van de la mano, siguen las drogas, no hay que consumir y por último y no menos importante estás tú.

-¿cómo?

-Sí, no te vendas, no te prostituyas acabará con tu espíritu.

-¿Pero aquí hay todo eso?

-Y supongo que hasta más cosas ha de haber aquí, jejeje pero es lo poco que puedo decirte, si vas con el loquero no te tomes ningún tranquilizante, porque después te dan más, y más hasta que necesites un “aguacate”

  • ¿“aguacate”?

-Cocktail de tranquilizantes y más ves esas las que parecen retardadas pues son muestra fiel, de lo efectivos que son, supongo que ya oíste los gritos cuando se  les pasa?

-Si son horribles-

  • ¿Te preocupé?-

-Un poco, pero deja que lo digiera-

  • Te veías nerviosa, hace rato ¿tienes algún problema?

  • ¡No!... gracias por la información y voy a mis deberes bye.

“Qué si tengo nervios ella me los causa es tan, tan alta y fuerte pero está muy bonita la negrita jejeje… imagine que me buscaría bronca pero no resulto muy amigable, por qué me fui, debí preguntarle más cosas de este lugar, que miedosa a veces soy, que mensa”

Rosaura no creía estar en ese lugar tan desconocido pero trataba de adaptarse lo más que podía, ahora lo comenzaba a conocer, la deprimía cada día más, se dio cuenta de tantas cosas, cómo que sin dinero las cosas se vuelven más, mucho más difíciles. El poder dentro de la cárcel lo tenían unas cuantas, porque en ésta pequeña célula institucional había más de una que lo tenía y de las cuales tenía que cuidarse,  la desesperación de algunas hace que las noches se vuelvan un martirio entre gritos de histeria y gritos acallándose unas a otras, y las noches pasionales de algunas otras son demenciales; en dónde cada suspiro y gemido impiden  cualquier pensamiento puro, y hace que la mente divague en las pasiones carnales que se acontecen alrededor. No hay descanso para la mente, no se descansa. Las preocupaciones, enfermedades y sufrimientos son situaciones que la mayoría debe de afrontar por lo que si se mira con detenimiento en cada una se ve cierto cansancio o una mirada envejecida cuando se le puede sorprender relajadas, y en otras es tan obvio que es difícil saber que edad podrían tener. A esas pocas el poder les da magnificencia, poder controlar a otras les alimenta el alma y les resulta tan gratificante que harían cualquier cosa por conservarlo, ya que quién puede renunciar a lo que da el poder: dinero, salud, alimento, diversión (mujeres por supuesto).

A Rosaura todo le quedaba claro y todo la tenía preocupada sin casi nada de guardaropa, los artículos más indispensables los obtuvo ahí en prisión, sólo comía lo que ahí daban, sin amigas, solo miradas que le decían mucho y a la vez nada, porque solo le hablaban lo necesario y no sabía por qué.

En el comedor siempre cambiaba de lugar, no podía hacer amigas, comenzó a ver a sus compañeras como una espectadora, aunque no les hablara ella sabía a quién no debía ni siquiera ver por violentas, quienes eran las deportistas, las viciosas, locas (literalmente), las que se vendían (prostituyen) y una que le llamaba la atención era una mujer discapacitada; esta discapacidad era auditiva y del habla, mujer como de treinta y cinco, piel blanca cabello castaño claro, ojos cafés como bonitos, no se arregalba en lo más mínimo, no muy atractiva tal vez así se veía por el semblante bastante duro y serio, sin expresiones, un cuerpo algo delgado pero musculoso, se notaba que hacía ejercicio, mirada perdida. Siempre comía sola. Alguna vez se sentó cerca pero no se animó a comunicarse con ella, ya que notó que se quitó el aparato auditivo y lo puso en la mesa mientras comía, ella veía todo el comedor no perdiendo detalles de éste, siempre alerta de los que sucediese.

Los días le pesaban cada día más, no sabía como iba a hacer para sobrevivir a la desolada vida que llevaba, lo que no sabía era que Carmen había corrido la voz de que la persona que tuviera algún tipo de relación con Rosaura tendría serios problemas con ella, y cuando decía serios eran SERIOS. Había notado que Carmen no se acercaba ni molestaba a “la muda” como la mayoría se refería a ella, y sin más un día oyó a alguien decir que se llamaba Alma ahora sabía su nombre. Comenzó a  sentarse frente a ella para comer, aunque sabía su rutina de quitarse el aparato auditivo no le importaba y pensó que podría ser su amiga.

­-¡Hola Alma! Espero que no te importe que coma aquí- le hablaba muy despacio con una sonrisa apenas dibujada y unos ojos que buscaban la aceptación en la mirada de Alma, lo que nunca paso.

-Sé que invado tu espacio pero creo que no deseo estar en otro lugar, sabes la comida de aquí es muy diferente a lo que yo estoy acostumbrada, extraño tantas cosas de mi casa, de mi país, aahh.. el clima es extraño también, bueno para mí ja. Me he dado color, bueno cuenta de que no tienes amigas y como yo tampoco, me parece genial que fuéramos aunque sea compañeras de “comidas”. Me ha costado mucho el adaptarme aquí pero más el estar sola no entiendo que sucede creo que nunca he sido mala persona y cara de asesina no tengo o ¿sssí?...

Mientras comía algo despacio por la pequeña charla Alma ya había terminado y sin ninguna perturbación salió, ninguna mirada o movimiento que diera señas o indicara que la aceptaba, pero tampoco que la rechazaba.

-¡Sí! a mí  también me dio gusto comer contigo, e igual que tengas buena tarde…jaaja-A Rosaura no le quedo otra que ser irónica tras la partida de Alma pero se quedo riendo porque le pareció divertido el hecho de que comenzaba a entrar en calor con la platica o autoplatica y la dejara tirada ahí nomás.

Media hora después en algún lugar en las calderas de la cárcel…

-¡Valla me habéis ganado! comiste bastante deprisa por lo que veo-

-Vale, que otra me ha quedao se fue a hacerme compañía una que para que te cuento… hostias, como habla, y que si extraña su país, ya sabéis empezaba a querer lloriquear y que me queda, más que apurarme y venir.

-No está por demás deciros que no puedes hacer ninguna amistad con nadie, eres mi apoyo y debéis estar muy pendiente de todo.

-Si, lo sé, y no tengo la menor intensión de encariñarme con está porque la infeliz se parece a la puta que me quitó a Pablo y cada vez que la veo me dan ganas de echar los intestinos, pero me contengo para no darle leche, como a la otra, porque le faltó eeh y si algún día se me diese la oportunidad igual me las paga su paisana.

-¿Pero también es Puertorriqueña?

-Jajaja para mi es lo mismo, morenas, melosas, estúpidas, y tetonas son lo mismo.

-Jajaja eres única Alma, todavía te duele que te dejara Pablo.

-¡Lo tengo aquí!- Señalando su sien- No se me olvida como me canto todos mis putos defectos como él me dijo; y los maravillosos atributos de la puta esa. Laisha, disculpa pero dos años no han sido suficientes y este último aquí me hacen recordar más - sus ojos denotaban impotencia y rabia

-Bueno, que habéis sabido del contacto de afuera de Carmen

-Nada Laisha ha cambiado de gente y de modus operandi, lo hace constantemente por eso es buena la muy perra.

-Mira es urgente atraparlos y salir de la ratonera para mi ha sido demasiado el tiempo que tenemos es está misión y la verdad que de no ser por el buen  entrenamiento, créeme no podríamos. Pero yo no voy a salirme de acá hasta no llevarme al talego a los cabecillas, Alma, no podemos fracasar. Aguanta Alma.

-Para ti es fácil porque tienes amigas o hermanas como decís, juegas baloncesto. Pero a quién se le ocurrió que fuera una muda y medio sorda joder, aunque en muchas me ha ayudao. La mayor parte me ha jodido la existencia.

-Tranquila siento que estamos cerca

-Por nuestro bien espero que así sea y el acenso también porque no voy por menos.

-¡Claro amiga vamos!-

Sale primero Laisha, muy despreocupada fumando un cigarro sin mirar nada como si nada no ve a nadie en específico solo camina por lo que no llama la atención  y tomándose más tiempo Alma, al salir del corredor que da al patio de inmediato se sienta y comienza a ver sin ver, esto es, haces que todos piensen que le interesa todo pero solo es curiosidad, sin embargo no pierde de vista a Carmen, Antonia, y Teresa. Las detesta porque por ellas está ahí.

-¡Hola! Te busque después de la comida y nada, te esfumaste… bueno no te importa que me siente contigo?… vaya entonces me siento, no sé por qué pero me caes bien y me agradaría ser tu amiga, aunque es algo incomodo ser la única que habla, no quisiera atosigarte ni que te sientas acosada pero me interesa mucho estar en compañía de alguien así tranquila serena, aunque me daría más gusto que tuviéramos algo de comunicación, para saber si también te agrada mi compañía o..- Cuando se levanta Alma y la deja hablando sola.

“Qué se piensa esta gilipollas… que está en un club y que somos unas putas colegialas felices de hacer amigas, supongo que tiene mierda en la cabeza, o la esta volviendo loca el encierro la muy hija de puta, si poco falto para que le gritara unas frescas a la muy cabezona… ser su amiga primero asno, carajo que difícil es callarse toditito, esto que irritante me resulta… repugnante su comportamiento de adaptación como si estuviera de… vacaciones la muy pusilánime. Tranquila Alma no cometas chorradas y lárgate.”

Mientras tanto Rosaura

-Si adiós o hasta mañana… que a ti también te vaya bonito… e igual cuídate… jajajaja- hablaba con ironía tras la partida de Alma “Supongo que ha de ser difícil tener una discapacidad de tal magnitud pero debería darme la oportunidad de ser su amiga estoy segura que me estimaría aunque sea un poquito, o la estoy acosando? No? o… Si? Mmmm  pero como me va a conocer si no platico con ella. No la seguiré más, sólo le charlaré a la hora de la comida mmmmm”

Esta sabia decisión fue la conclusión a la que llego Rosaura ni siquiera sabía por qué hablaba tanto.  Los días consecutivos Rosaura siguió sentándose con Alma le hablaba de cómo había sido su vida en su infancia adolescencia y sobre todo lo incomodo que fue para ella el tener su primer novio, primero fue un deseo y después cómo se dio cuenta que no era lo que quería y lo dejó. Casi nunca se esperaba a que terminaran sus platicas se iba en cuanto terminaba de comer, ella decía que era un suplicio pero le comenzaba a acostumbrar.

-Alma he visto que es Rosaura la chica que te hace compañía… Alma tú sabías que Carmen está muy interesada en Rosaura.

-¡No!

  • ¡Púes sí! he observado que no la pierde de vista, creo que ya la abordo y no le fue muy bien.

  • No creo.

-Por qué no?

-Rosaura no me ha dicho nada.

-Jajajaja no me digas que eres su confidente.

-Eso parece, no deja de parlotear.

-Pero os platica de lo que le ha pasado aquí?

-¡No!-

-Yo he querido abordarla, pero casi no he podido y tú no puedes entablar comunicación con ella, jajajajja.

-¿Por qué queréis conversar con ella o por qué os interesa?-

-Es guapa y no sé pero me parece interesante-

  • jajajajajaj INTERESANTE jajajajajajaj os CALIENTA no?-

-Bueno, vale, tranquila no lo niego, pero sería una buena forma de saber de Carmen a través de Rosaura-

-¡No creo que Rosaura sea una chivata!-

-Se lo contaría a una muda, que sería igual a una tumba, abierta pero al fin tumba-

-Mira como me rió jaja-

-No eches en saco roto esta oportunidad, presta atención y no intervengas en la vida de Rosaura-

-Quién interviene en mi vida es ella, joder no hago nada, y no me importa en lo absoluto su puta vida-

-¡Tranquila! entonces vas genial… De verdad nunca te ha hablado de mi?

-¡No nunca!, no creo que le vayan las gigantonas, palurdas-

-Jajajajaj palurda yo, si soy el refinamiento en persona-

-¡Sí Leidy Di!- “No niego que es muy elegante la muy cojonuda pero ni muerta se lo digo”.

-Venga hay que irse, que creo que ya nos tardamos-

-Vale-

CARMEN Y SUS BISNES

-Teresa ya sabes a que chicas les toca hoy,  ya te hablaron a cuales quieren?

-Sí y ya me confirmaron-

-Ninguna se ha negado?-

-Jajaja, no la paga es buena-

-Menos mal-

-Sabes me han “sugerido” el que ya  debemos de cambiar el catálogo, que necesitan carne fresca jaja. Estoy pensando en 5, entre ellas a la Mejicana y a…

-Mira mejor no sigas sabes que a ella no la quiero meter en estos asuntos vale…

-Pero si no tiene pasta para nada, sería bueno para ella y mejor para nosotras …

-Cállate deja de decir “&&&&”

-Cálmate que no es de tú familia jeje , no me digas que te gusta, si ni la  miras, y qué pasó? Por qué la dejaste en paz?

-¡No la deje en paz!, sólo estoy tomándolo con calma- Volviendo a su cara una sonrisa lasciva y brillo en sus ojos de fiera al acecho. –Esa mercancía primero la tomo yo y después ya veré-

-Debemos de tener cuidado porque los contactos de adentro se ponen cada vez más exigentes y codiciosos ya no quieren tan sólo la pasta, los muy …. Quieren probar la mercancía me están presionando Carmen.

-Mira Tere, querida amiga, consíguete un móvil guay, y ….

-Eso es genial Carmen con eso los vamos a tener agarrados de las patas ajajajj

-Bueno espero que sean unos maricas sino bonito lío en el que nos vamos a meter.

Los negocios de Carmen existían desde antes de que ingresara la Directora. Heredado de otra reclusa que había salido y que seguía en el negocio desde afuera se había elaborado un Red de Trata de blancas no muy elaborado pero que funcionaba bastante bien, era tan sencillo que nadie se percataba de que había tal situación en la Cárcel.

-¡Aúpa!- Dijo  Carmen en la entrada de la pequeña biblioteca

-Ho…ola – Respondió Rosaura algo insegura

-Ven te quiero enseñar algo

-¡No! gracias

-¡En verdad ven!- Le dijo Carmen a Rosaura con una voz muy dulce y delicada que a Rosaura le cautivo por un minuto. En cierto modo a R. le alteraba la presencia de Carmen y no sabía por qué, se sentía igual que en la primaria cuando la acosaban los chicos y ella se sentía un poco perturbada y sexualmente acosada. Por un lado miedo y por otro tenía curiosidad por saber que le podía ofrecer.

-Te aseguro que no haré nada que no quieras, sé que no me he portado bien contigo pero ya sabes que perro que ladra no muerde.

-Así que reconoces que no te portaste muy bien conmigo mmmmm, pues ya es algo.

No supo ni cómo pero Carmen ya la llevaba de la mano a su celda, le pareció muy encantador el que le tomara la mano y la guiara como si fueran amigas. En el recorrido casi no se encontraron a nadie, entraron. Carmen la llevo hasta el fondo de la celda, con pasos lentos seductores apenas si la tenía tomada la mano esperando la reacción de Rosaura ésta no opuso resistencia por lo que Carmen sabía que ya la tenía  y la colocó contra la pared mirándola a los ojos todo el tiempo para leer en ellos la respuesta de cada uno de los movimientos de Carmen, Rosaura no tenía miedo su mirada era de deseo también. Las dos empezaban a respirar un poco más deprisa a Rosaura  le  pareció por  un segundo que era mala idea el dejarse llevar pero era un hecho que se sentía atraída por Carmen

-Dime ¿te gusto?- Preguntó Carmen teniendo la cara de R. frente a la suya.

-No lo sé- Apenas respondió

-Así que no sabes- Le dijo en un susurro al oído, mientras sus manos tomaban las manos de R. y las subían encima de su cabeza y las pegaban a la pared.

-Por lo menos te gusta lo que te hago.

-Tampoco lo sé. Pero las palpitaciones en su sexo estaban ya de manifiesto.

-Creo que cometiste un error al venir, ya que no sabes las respuestas …preciosa.

Dicho lo cual, la echó suavemente en la pequeña cama y empezó a besarla y ni siquiera preguntándole le amarro las manos a la parte superior de los barrotes de la cama. Rosaura le produjo una satisfacción sexual tremenda, que no pudo negarse, sólo se estaba dejando llevar, no había ni amenazas ni malos tratos así que cerró los ojos y se dejó llevar por el deseo. Carmen no tardo en desabrochar la camisa y brass de R. aunque no pudo quitárselos los acomodó para que no le estorbaran, la parte inferior fue fácilmente eliminada. Ahora tendría a R. a la que llevaba un buen de tiempo deseándola y soñando con ella, pero se jactaba con sus compinches de que sería suya por las buenas y luego la dejaría tan rápido cómo todas sus anteriores victimas. Rosaura estaba pasando por unos días muy difíciles ya que nadie la visitaba, no tenía amistad con nadie, sobre todo porque todas sabían que a Carmen le interesaba y les iría mal si ella se enfadaba si la rondaban. Rosaura deseaba la compañía de alguien a estas alturas de cualquier tipo, tenía la ilusión de que Carmen no fuera lo que aparentaba y después de conocerse ella fuera su compañera. Carmen la besaba dulcemente al oído, mientras sus manos frotaban muy sutilmente los pechos y su muslo sobaba su sexo, despacio preparándolo para la posesión. Para R. todo iba bien, pero Carmen empezó a hablarle al oído con una voz muy suave.

-Rosaura, las dos deseamos esto ¿verdad?

-Siiii- murmuró Rosaura

-Sólo que no esperes nada de mí, no voy a ser tu novia ni nada parecido, esto es solo sexo. ¿Entiendes?... y no se va repetir te lo advierto.

Los ojos de Rosaura reflejaban cierta melancolía y asintió con la cabeza, bajando la mirada cerró los ojos. Ahora pensando qué tenía que nadie quería pasar tiempo con ella, sólo quería sentirse amada, tal vez mimada, cuándo encontraría a esa persona que la quisiera proteger, y que la quisiera conocer para que se enamorase de ella, sabía que debía haber alguien pero no podía ser que no la encontrara**** Ahora ya había dado un paso muy grande con Carmen y no le quedaba más que terminar con esto. Pero le haría pagar a Carmen su desprecio por no quererla conocer. Carmen siguió con la seducción. R. tuvo que dejar de pensar para guardar sus sentimientos dolorosos y dar paso a la pasión.

-Así me gusta, que nos entendamos, cariño- Carmen estaba más que segura que R. era una mujer manejable y que seguramente después de ese encuentro le rogaría para que siguieran juntas ya que la sumisión que había visto eso le indicaba.

Carmen estaba encima de R. disfrutando de ese cuerpo que le había quitado el sueño más veces de las que ella misma reconocía. No había violencia Carmen se dio cuenta que a R. le estaba gustando de esa manera cuando pensó que era tiempo tuvo la delicadeza de preguntarle a R. si  ¡ya! Cosa que R. no podía creer, pero no dijo nada, tal pareciera que estaba tomando a una mujer virgen y eso le gusto a R. que movió la cabeza indicando que sí. R. no estaba hablando mucho, ella no tenía nada que decir porque estaba en los terrenos de C. y dado que no volverían a estar juntas no habría palabras bonitas ni promesas así que sólo el lenguaje corporal era lo que indicaba el desempeño de ellas. Carmen poseyó a R. al principio con delicadeza pero R. le indicaba con el cuerpo que fuera un poco más agresiva, los movimientos de está así lo indicaban, la llevo a máximo placer y cuando se calmo un poco R. pudo desatarse ella misma las ataduras y abrazó a Carmen quién se sorprendió pero le gustó que R. comenzara a tocarla y a desnudarla porque ella no se había desnudado para poseer a R. Ahora C. empezaba a deleitarse con las atenciones de R. Una vez que tuvo desnuda a C. la echo abajo froto salvajemente su cuerpo contra ella metiendo la pierna entre las piernas de C. la empezó a embestir con el muslo muy fuertemente, mientras mamaba salvajemente los pechos de C. no era nada delicada estaba siendo una bárbara, pero le estaba resultando a C. muy placentero y excitante, sus manos estaban como poseídas tocaban cada cm. de la anatomía de C. y cuando ya la había conocido casi toda con el tacto comenzó a acariciar delicadamente la parte inferior, fue ahí donde bajo la intensidad al sentir todo esa humedad que había generado con su esfuerzo, buscó los labios de C. y los besos fueron dulces, pausados y con mucha ternura mientras su mano de igual manera atendía su intimidad,  ésta no pudo evitar el orgasmo, su cuerpo ya lo tenía. R. se detuvo un poco pero no la penetro. Ninguna de las dos se había dado cuenta que Carmen desde hacía buen rato gemía y gritaba el nombre de “Rosaura”, Rosaura pensó que era su imaginación, y Carmen no se daba cuenta de lo que decía en voz alta, debido a su frenesí. R. puso boca abajo a Carmen y la arrodilló en la cama con las manos en la cabecera, ahora su pelvis estaba empujando el trasero de C. y sus manos acariciaban los pechos y la tripa de C., poco a poco las manos bajaban al centro de C. las acometidas eran fuertes y C. ponía cierta resistencia para que hubiese mayor contacto y mas satisfacción. Carmen tuvo que gritar –¡Fóllame ya!- para que R. la penetrara, y así lo hizo sintió cómo sus dedos eran apretados por las contracciones de C. y aumento la intensidad ahora era poseída de una manera brusca pero que a C. le fascinaba ya que sus movimientos le sugerían que no parara. Las dos terminaron echadas una sobre la otra. Rosaura sin saber por qué abrazo a Carmen esta sonrió y trato de calmar la respiración, cuando estaba en eso. Rosaura se levantó y comenzó a vestirse, para ella ya había terminado.

-¿Te vas?- preguntó Carmen con voz ronca, se sintió preocupada por la falta de comunicación sabía que debía decir más, que no había sido suficiente y que tenía más para ella, pero eso era cómo si suplicará y ella no hacía eso.

-¡Si!- Contesto R. sin nada más que decir salió.

Carmen se había arrepentido casi al instante después de decir las condiciones de su encuentro, pero como retractarse de ello, ¡claro que quería repetir!  Pero por la actitud de R. al salir sabía que R. se lo había tomado muy pero muy en serio.