La tormenta
Pequeño, cómo todo empezó.
El silencio tentó otra vez nuestras respiraciones agitando el tiempo,
Te envolví en mis brazos y con suaves labios no quise dejarte ir.
No quería perder de vista la desnudes de tu cuerpo cansado
Y tu mirada enterrada entre sabanas ansiosa de querer sonreír.
“Otra vez” es lo único que profesaban mis besos en tu espalda
Y otra vez nuestros ojos enlazaron sus almas y juro que te vi…
En ese momento fui el hombre más feliz que piso tus tierras,
En aquel pedazo de sabanas la tormenta nos unió a ambos.
Mis recuerdos se estremecen al recordar cómo empezó,
Recorridos en la playa y buscando el silencio de la tarde.
Mientras las nubes me perseguían acechando un mal día,
Recordando como la soledad se volvió mi única amiga.
Dudo que sea coincidencia o que estuviera escrito
Pero un abrir de ojos y una sensación de destino.
Un chocar por descuido y caer los dos al piso.
Murmuramos disculpas los dos, muy tímidos.
Luchamos contra nuestras pasiones sin siquiera lograrlo
La tormenta afuera despertó algo dentro de nosotros
Mis besos no solo tocaron la comisura de tus labios
Mi lengua no solo sintió el sabor de tu aliento
Fue tanto el deseo que sin pedirlo supe lo que querías,
Y te levante como una hoja al tocar el viento.
Nos unimos entre suspiros, nos amamos a gritos.
A pesar de pasar años desde ese entonces.
Cada vez que te miro veo una tormenta de amor.