La tita es bastante putita (2)

Continuación del relato anterior.

LA TITA ES BASTANTE PUTITA (AUNQUE NO LO PAREZCA) (II)

Hola de nuevo a todos. Soy Jaime y les voy a contar la continuación de la historia que empecé con mi tía Carolina por culpa de, o gracias a la enfermedad de uno de sus hijos, que está totalmente repuesto, afortunadamente.

Después de la primera experiencia con mi tía, que además he reconocer fue genial, seguimos unos días follando a la menor oportunidad que teníamos, que con dos niños pequeños en la casa son menos de las que a mi me gustaría disfrutar.

No se como, ni por qué, pero el caso es que en una de las conversaciones que mantuvo mi tía con su marido, Luís, ésta le comentó que le gustaría ir a la playa, a descansar un poco. Por su parte Luís le dijo que le parecía una idea genial, y que después de todo lo que había pasado con el pequeño ero lo menos que se merecía y que era una pena que el no estuviera allí para acompañarla. En esto mi tía le dice que la puedo acompañar yo, ya que además de llevarme muy bien con su hijo mayor, la había ayudado bastante y que sería como una especie de agradecimiento por su parte. Mi tío estaba encantado (no se yo si lo hubiese estado igualmente sabedor de su cornamenta) y que se fuese a un buen hotel, que, entre comillas no reparase en gastos. Esa noche mi tía llamó a mis padres para decirles que iba a la playa y que le gustaría que la acompañase, ya que además de ayudarla…bla, bla, bla…sería un agradecimiento. Mis padres no le pusieron ninguna objeción, lógicamente, ya que era la hermana de mi madre y en verdad ellos veían que la había ayudado mucho, sobre todo con el ingreso del pequeño.

Al día siguiente mi tía fue a una agencia de viajes a reservar algo. La verdad es que intentar reservar hotel cuando la temporada está en todo su apogeo es difícil. Al volver mi tía tenía una cara de felicidad que no podía ocultar el haber encontrado algo para pasar unos días. Me dijo que lo "único" que pudo encontrar fue un hotel de cinco estrellas en Roquetas de Mar, en la costa almeriense, que tuvo que coger una júnior suite twin, para que pudiésemos estar todos. La cosa, oficialmente, es que yo dormiría con mi primo Luís y Javier lo haría en la cuna con mi tía. Estaríamos una semana fuera, disfrutando de sol y playa.

A los dos días salimos rumbo a la costa. La verdad es que viajar en días que no son de gran tráfico es una gozada y encima los niños se entretenían con el DVD que llevaba el coche familiar de mi tía. Hicimos las pertinentes paradas, para ir al baño, estirar las piernas y que mi tía se fumase algún pitillo. Llegamos al hotel y tras hacer el check in subimos a la habitación. Era una gozada. Yo solamente había estado en un par de hoteles, y desde luego no se parecían a ese en absoluto. Se notaba muchísimo la categoría. Mi tía se llevó también una muy agradable sorpresa al ve la habitación…era de ensueño. Sacamos las cosas de la maleta y nos dispusimos a ir a la playa. Cogimos a los niños y bajamos para disfrutar un rato de la arena y el mar. Al llegar, como es habitual en mi tía, se puso en topless. Cada vez me gustaba más ver las tetas de mi tita. Eran preciosas. Fuimos un rato a la orilla del mar, con mis primos.

  • ¿Es genial, no te parece, Jaime?- preguntó mi tía.

  • Ya lo creo…es una pasada todo…el hotel, la playa…flipante- argumenté

  • Ya veráscopo lo pasamos de muerte- dijo mi tía dándome un rápido beso en los labios.

  • Tita, que está Luís- dije señalando a mi primo

  • ¡Bah!…no se entera de nada, está a lo suyo con el agua y a arena.

Estuvimos un buen rato en la playa y luego subimos, a duchar a los niños y nosotros. Bajamos a cenar y al rato de nuevo a la habitación, para que mis primos se fuesen a la cama. Tras dormirlos salimos a la terraza, ya que mi tía se quería fumar un cigarro y nos pusimos unas cervezas frescas para charlar un rato. La noche era muy agradable tanto que se estaba mejor fuera que dentro de la habitación.

  • ¿Te lo estás pasando bien, Jaime?- dijo la tita

  • Genial, la playa es muy divertida y el hotel una pasada…las mejores vacaciones que he tenido- dije siendo todo, punto por punto cierto.

  • Y además puedes ver muchas chicas bonitas en la playa- empezó a decir mi tía.

  • Bueno…la más bonita la veo todos los días…aunque no esté en la playa, incluso la veo ahora, sentada a mi lado- piropeé a mi tía.

  • Muchas gracias…pero la verdaderamente afortunada soy yo, con este sobrino tan maravilloso que tengo- se acercó hasta mi y me dio un beso en la boca, corto…luego otro, también corto y otro más, para luego darnos un beso más largo, suave, muy dulce. Seguimos charlando de cosas triviales- Oye, ¿no tienes nada de música?- preguntó mi tía.

  • Me he traído la i-pod- le contesté

  • Bien…puedes traerla para poner un poco de música

  • Vale- dije, levantándome a buscar el aparatito maravilloso- el problema - le expliqué al regresar- es que solo se oye con los cascos y solo tengo unos.

  • No hay problema- dijo mi tía levantándose de la silla y dirigiéndose a una de las hamacas que había en la terraza- Ven aquí…eso es…ahora túmbate- así me puso cómodo en la hamaca y mi tía se puso encima mío, cogiendo cada uno un auricular. Escuchamos música y mi tía me cogió de las manos, poniéndolas sobre su vientre. Estuvimos un rato jugando de esa forma, acariciándonos…muy tierno. Mi tía me subió las manos hasta sus tetas, levantándose su blusa sin sujetador. Acaricié, amasé y estrujé sus tetas y sus pezones, hasta que mi tía empezó a gemir de manera casi imperceptible- ¡Jaime…mi amor, como me haces gozar!

-¡¿Si?!- pregunté, un poco incrédulo

  • ¡Si! Eres todo lo que una mujer pueda desear…atento, cariñoso, listo, guapo…y un amante genial- terminó de decir mi tía al tiempo que cerraba los ojos y suspiraba ostensiblemente.

  • ¡Guau! Que cantidad de piropos en tan poco tiempo.

  • No son piropos…es la ¡ah!...la verdad- mi tía estaba disfrutando mucho con aquel masaje a sus preciosas gemelas.

  • Tita…que voy a engordar con tanto piropo.

  • No…es verdad, es verdad…eres tan delicado conmigo…como ahora, has hecho que me corra solo con tocarme las tetas…tienes un don especial- mi tía seguía con los ojos cerrados y la respiración entrecortada- Pero ahora quiero que me hagas el amor

  • ¿Aquí?- pregunté…estábamos en una terraza, eso si, de la última planta del hotel.

  • Si, aquí, bajo las estrellas- dijo Carolina mientras se quitaba la camiseta que llevaba y se giraba dándome la cara, besándome. Yo me quité la camiseta y mi tía se terminó de denudar, sentándose a horcajadas sobre mí, que aún llevaba los pantalones. Sin embargo ella empezó a moverse de forma parsimoniosa, de arriba abajo, con los ojos cerrados y las manos detrás de la cabeza. Por mi parte le seguía tocando las tetas y mantenía su ritmo de hacer como si folláramos sin haber penetrado todavía. De repente mi tía paró y me miró fijamente a los ojos- Quiero que me la metas ya…la quiero sentir dentro de mi- Se levantó lo justo para dejarme quitar los pantalones y los calzoncillos, para luego dejarse caer justo encima de mi polla- Que bueno…siiii, que bueno.

  • Si, tita, es genial…como me gusta- comenté, iniciando mi periodo de trance.

  • Ahora, mi amor, ahora…más rápido…así, hasta el fondo, hasta el fondo- la tita estaba ya estremeciendose y yo, a punto.

  • Tita…ya estoy, ya estoy

  • Y yo, mi amor, y yo…vente dentro de mi, lléname.

  • Siii

El orgasmo fue de los más delicados que recuerdo…fue todo muy "tranquilo". Nos volvimos a besar, recogimos la ropa y nos fuimos a la cama, durmiendo abrazados los dos.

Al día siguiente realizamos la misma rutina que el día anterior, solo que por la noche…lo delicado del día anterior fue salvaje esa noche, con un polvo a cuatro patas totalmente bestial.

La noche siguiente mi tía contrató un servicio de niñera, para poder salir a cenar y dar una vuelta. Fuimos a cenar pescadito frito y luego dimos una vuelta por el paseo marítimo. Nos sentamos en una terraza a tomar un cubata y a que mi tía se fumase un cigarro. Luego nos animamos y fuimos a la zona de ambiente.

  • Venga, Jaime, que tenemos que aprovechar el no tener a los niños este rato- me decía mi tía al tiempo que me tiraba de la mano rumbo a un local

  • Ya lo creo, tita.

  • Creo que será mejor que me llames Carolina…a lo mejor la gente no puede entender que me llames tita y te esté dando un beso en la boca.

  • Como prefieras, Carolina-

  • Genial- dijo dándome un buen beso en los morros

Esa noche nos tomamos un par de cubatas y mi tía fumó más de lo permitido, pero un día es un día. Bailamos en la pista, como si fuéramos una pareja de enamorados, pegados, sueltos, cogiendole el culo, frotándonos, besándonos…tonteando como dos tortolitos

  • Esta noche estoy súper caliente, Jaime- me susurró al oído

  • ¿No lo estás siempre?

  • Si…pero esta noche más…tanto que te voy a dar algo…único-dijo mi tía con un halo de misterio

  • ¿El qué?

  • Es una sorpresa

Volvimos al hotel y la niñera estaba en la terraza fumándose un cigarro, con los dos niños perfectamente dormidos. Después de decir que no hubo ningún problema y que eran unos niños encantadores, mi tía le pagó y se marchó. Casi sin haber terminado de cerrar la puerta mi tía se estaba quitando la ropa. Llegó junto a la cama sin nada puesto y se tiró encima de mi, besándome, apretándome…era salvaje.

  • ¿Mi amor?

  • Dime, Carolina

  • Ya me puedes decir tita otra vez…me gusta más- se relamía al decir esto

  • Dime, tita

  • Eso me gusta más…pues quiero que me comas el coño- dijo empujándome sobre la cama y poniéndome su frondoso conejo sobre mi cara- Vamos, Jaime, lámeme el chumino, cariño…como a mi me gusta- le abrí un poco los labios y me centré en chuparle sobre todo el clítoris, que es lo que realmente la vuelve loca- así, cariño, así…no pares ahora…en la pipa, en la pipa, mi amor…como sabes lo que me gusta…como lo sabes, cabrón

  • Es que tienes un coño sabroso, tita- dije en una de las veces que "salí" a respirar.

  • No pares ahora, cariño, sigue, sigue…un poco más… un poco…con la lengua… ¡asíiiiii!- mi tía se había corrido y lo notaba por la gran cantidad de fluidos vaginales que tenía.

  • ¡Como me gusta tu chochito, tita!

  • Pues no hemos terminado… ¿ves mi neceser?

  • Si

  • Ábrelo y coge un tubo que hay dentro, ¿quieres?

  • Claro… ¿Qué es?

  • Vaselina

  • ¿Vaselina?

  • Si…esta es mi sorpresa…quiero que seas el primero que me rompa el culo.

  • ¿Segura?

  • Completamente…quiero que te untes bien la polla con la vaselina y me ponga a mi bien en el ojete…y que seas tan delicado como siempre- me dio un beso. Seguí sus instrucciones…y simplemente apoyé la polla en la entrada de su virgen ano- Ahora despacio, mi amor, muy despacio

  • Si…muy despacio

  • Ahora, métela un poco, despacio… ¡ah! sigue, un poco más…otro poco…siii, hasta el fondo…que bueno mi amor…que bueno…ahora fóllame el culo, mi príncipe- empecé a menearme al principio muy lentamente y cada vez más rápido.

  • ¡Tita!...estoy a punto…me voy- cuando me iba a correr

  • Córrete en mis entrañas…quiero tu leche en mis intestinos- mi tía hablaba con voz de viciosa.

  • ¡Yaaaaa! Cuando la saqué del culo de mi tía esta hizo algo sorprendente…se llevó mi polla a la boca y me la dejó reluciente.

  • El favor se hace completo- dijo Carolina con la cara de viciosa que tenía esa noche. Volvimos a dormir juntos