La tía y su juguete

sorprendí a mi tía con sus jugetes, y no tuve más que cobrerle mi silencio.

Un día de mucho calor, en un verano de mucho calor, estabamos disfrutando de unas vacaciones en familia en la playa. Yo nunca había estado con ninguna chica, por lo que estaba bastante caliente y con ganas de encarar cualquier situación que se planteara. Tal como lo haciamos siempre con mis amigos, todas las noches saliamos en busca de chicas, pero con mis 15 años, solamente lográbamos incrementar nuestra calentura con franeleos y más franeleos, que no pasaban de besos, caricias y algún toquecito. Una de esas noches en las que llegaba de madrugada a la casa (muy caliente y con unas cervezas de más), observo que mi tía Rosa estaba levantada, ella estaba viuda de muy joven y tenía unos 40 años, pero estaba muy pero muy fuerte.

Tiene unas tetas enormes y bien paraditas, que cuando se ponía su bikini, me hacía volar la imaginación a mil. Además ella se cuidaba mucho con dietas y gimnasia y nunca se sacaba unos pantaloncitos muy holgados en la playa, porque decía que no le gustaba que la miraran. Yo tampoco podía divisar bien lo que había debajo de esos pantaloncitos, pero estaba cerca de averiguarlo.

Como contaba, cuando llegué y sentí ruido, me escondí en la oscuridad y pude ver que la tía estaba en ropa interior y me esforzaba por ver lo más posible. Solo veía que estaba parada contra la ventana, y no lograba ver más nada, al rato se fue para su dormitorio y yo sin sospechar nada, también me fui a dormir.

Al otro día nos cruzamos cuando yo me levantaba y ella se iba a acostar una siesta, y en el pasillo le comenté:

"qué estabas haciendo anoche ??"

Ella se dio vuelta y quedó como paralizada. Al ver su reacción, me imaginé que algo estaba haciendo más que mirar la luna...

Enseguida me dice muy ruborizada

"que viste...que viste?"

Ya me di cuenta que algo estaba pasando, y le conteste

"no se... no se ??" y me fui riendo.

A la noche otra vez salimos con mis amigos y el resultado el mismo más calentura y más cerveza. Al llegar otra vez la tía levantada, pero esta vez esperándome. Estaba con un camisón muy largo y ni bien abrí la puerta, me dice

"quiero hablar con vos..."

"que pasa tía, dejame ir a dormir que estoy muerto..."

"No, decime antes que viste anoche"

"No vi nada, no me jodas...."

"Decime por favor que viste", y se pone muy mal.

"Que pasa tía, no te pongas así" y la abrazo.

Al abrazarla, y sentir esas tetas en mi pecho y el olor a hembra en celo. Se me pudrió la cabeza y comencé a besarle el cuello y las orejitas.

Ella solo se acomodaba el pelo y con la otra mano me abrazaba también, y justo cuando estaba por comenzar a besarle la cara y la boquita divina que tiene. Me dice:

"mirá que confío en vos y no le cuentes a nadie lo que viste anoche, estoy dispuesto a hacer lo que quieras para que te calles."

Nunca hubiera pensado estar en esta situación, mi tía entregada y yo sin saber por qué. Entonces comencé a tratar de sacarle información haciendole preguntas un poco mentirosas, hasta que me muestra un consolador enorme, tenía como 30 cm. Y fue ahí que me dí cuenta que ella estaba masturbándose con su juguetito. Y me insistía:

"no le digas a nadie, por favor, por favor".

Al darme cuenta de la oportunidad que tenía, pensé que no podía dejar pasarla, y le dije.

"Tía, quedate tranquila, no le voy a contar nada a nadie, pero estamos los 2 iguales, yo me paso todo el día pajeandome y vos también, lo único que te pido es que me muestres como te masturbás, por favor, me encantaría verte..."

"ni se te ocurra, no podría, solamente tu tío me ha visto desnuda y hace 2 años falleció"

"dale tía, sinó le cuento a mis amigos..."

"no por favor, no"

"dale, aunque sea mostrame tus tetas, dale, soy tu sobrino, no te voy a hacer nada..."

Sin mediar más palabras, a esa altura yo estaba con la pija al palo y más aún cuando veo que se abre el camisón y entre la luz de la luna puedo ver su cuerpo con una ropa interior blanca muy chiquita, que contrastaba con su piel bronceada. Deja caer el camisón al piso y me toma de la mano, llevándome afuera al garage. Cuando estabamos ahí y con más luz, no podía creer lo que veía, tenía un cuerpo espectacular, muy cuidado y moldeado. Además de las tetas divinas, tenía un orto impresionante, bien paradito y con la tanga bien metida en las nalguitas, me dejó boquiabierto. Giró dos veces, y me dice:

"conformate con esto"

"no, no, no me jodas, mostrame como te pajeas, por favor, no me dejes así me va a hacer mal"

A esa altura estaba a punto de acabar, por lo que ya me había puesto loco y a esa altura ya la estaba tocando por todos lados, ella el proncipio me sacaba las manos, pero al ratito no se oponía tanto. Le saqué el corpiño y quedaron esas tetas moviéndose con un baibén, pidiendo que alguien las bese. Enseguida me puse a besarla y a mordisquearla por todos lados, fue entonces que ella emitió el primer gemido. Y entregándose mansamente.

El levantar la cabeza de esas tetas divinas, observo como ella es estaba tocando la conchita y con la otra mano tenía el consolador que se llevaba a la boca y lo chupaba todo. Al darme cuenta, me retiro un poco y le pido por favor que me la chupe a mi y que con el consolador haga lo que quiera, y al sacar mi pija a punto de acabar, enseguida se inclina y comienza a darme besitos, no había llegado a ponerla en su boca y ya estaba chorreando todo.

"Haaaaay que rica lechita, hace años que no la saboreo, que deliciaaaaaa"

Se la tragó toda y la saboreaba como un manjar, yo al escucharla gemir y verla con el consolador en su conchita, inmediatamente tuve otra erección. Pero esta vez quería coger por primera vez, así que le pedí que me dejara metersela.

"que linda pijitaaaa tenés, mi sobrinito preferido...., pero yo no me cuido, así que por la conchita noooo...."

Por lo que enseguida se puso boca abajo y me dejó ver su enorme culo redondito y su orificio bien abierto, mientras ella seguía dándole con el consolador y ya en busca de su segundo orgasmo, se lo sacó de la concha y comenzó a meterselo en el culo, yo no aguantaba más, entre los gemidos, los gritos de placer y teniendo ese panorama delante mio, lo unico que hice fue sacarle en consolador de su culo, que solamente se metía la puntita y se lo metí en la concha de nuevo y aprovechando ese divino culo, comenzé a metersela por atrás, no lo podía creer...

Ella cada vez gemía más fuerte y gritaba como loca:

"daleeee.... dale, que divino, daleeee ...."

"hayyyy.... acabooooo, acaaaaboooo, daleeeeee"

"ahhyyyyyyyy.......síiiiiiiii...."

Le dejé el culo bien lleno de leche y ella se retorcía toda, yo quedé parado viendo este panorama y ya estaba a punto de otra erección cuando ella se dio vuelte y guardando su juguetito en un estuche, me dice.

"estuviste divino, pero estamos a mano, no le vas a decir nada a nadie, verdad?"

Lo único que atiné a decir fue:

"si tía, gracias..."

Se retiró a ducharse y yo me fui a dormir como nunca lo había hecho, sin hacerme una paja....

En otra oportunidad les cuento otros encuentros nocturnos...