La tía, la sobrina y la amiga

Una madura divorciada disfruta con su sobrina y una amiga

Estábamos llegando tarde y se nos iba a ir el colectivo. Cómo siempre hacia todo a último momento pero por suerte llegamos con lo justo. Empezaban tres semanas de vacaciones en un hermoso pueblo costero de Argentina. Desde la ciudad mediterránea estábamos yendo junto a mi amiga Sofi a pasar unos días a la casa de una tía segunda mía, prima de mi mamá. No nos alcanzaba el dinero para alquilar un departamento y menos para un hotel así que decidimos aprovechar el receso de la universidad para alejarnos unos días y descansar. Desde chica que no iba a ese pueblo, no tenía lugares para ir a bailar pero no necesitaba eso, sino disfrutar en la playa bajo el sol y descansar. Además iba con Sofi que nos llevábamos muy bien. Surgió la oportunidad de ir a la casa de mi tía y la aprovechamos. Ella iba a estar por dos semanas y la última estaríamos solas ya que se iba a visitar a unos parientes al sur. Hacia varios años que no veía a esa tía pero recordaba que era una mujer muy amable y cuando hable con ella me dejó tranquila que no nos iba a molestar y que nosotras hiciéramos nuestra vida.

Me llamo Jose, en ese momento yo tenía 21 años, soy rubia, mido 1,65, ojos marrones claros, muy linda de cara. Sobretodo gusta mi sonrisa pícara. Mi cuerpo es delgado normal, unas tetas pequeñas con persones rozados, no hago ejercicio pero mi vientre se mantiene plano. Lo que más me gusta de mi son mis piernas bien torneadas y mi culo que volvía loco a los chicos (y también a las chicas). La naturaleza me dió una linda cola parada, con nalgas proporcionadas y firmes sin llegar a ser duras. En mi despertar sexual me consideré bisexual aunque hacía mucho que no estaba con una chica y era algo que mantenía oculto. Pero era sexualmente abierta y con mucha personalidad lo que hacía inhibir a muchos chicos de mi edad. Con Sofi siempre hubo tensión sexual pero nunca había pasado nada. Éramos compañeras de la facultad y sin ser amigas que nos contábamos nuestra intimidad, la pasábamos bien juntas y pasábamos mucho tiempo estudiando. Ella tiene un año más que yo, morocha de 1,70. Algo regordeta o "rellenita" que le sentaba muy bien. Tenía el pelo negro y largo y una cara preciosa con ojos miel que contrastaban con su piel y la hacía muy atractiva. Pero lo que más llamaba la atención eran sus pechos grandes. Tenía un poquito de barriga pero no mucha y a pesar de algún kilito de más sus piernas grandes y su culo parecían bien firmes. Tenía caderas anchas con un culo un poco grande pero muy apetitoso. Su cuerpo me despertaban los más íntimos deseos.

Me gustaba mucho su compañía. El viaje fue largo pero nos divertimos y dormimos mucho. Al fin me alejaba un poco de la ciudad. Cerca del mediodía llegamos al pueblo y caminamos hasta la casa de mi tía que estaba cerca de la terminal y a unos 100 metros de la playa. Tocamos la puerta y apareció mi tía Julia con una gran sonrisa. Se veía muy bien a sus 47 años. Ella es blanca de piel a pesar de vivir en el mar. Pelo castaño oscuro lacio y largo por debajo de los hombros. Tiene un rostro con pequeñas arrugas que son obvias a esa edad. Mide aproximadamente como Sofi, de contextura un poco grandota pero no gorda. Con pechos medianos, algo de barriga y con amplias caderas que las complementa con un culo grande y unos muslos también prominentes. Pero que me encantaban. Hacia mucho que no la veía y si bien nunca fue muy cercana tenía lindos recuerdos con ella. Nos dimos un fuerte abrazo, le presente a Sofi y pasamos a dejar nuestra cosas, darnos una ducha y comer algo, con conversaciones mundanas sin mucha importancia. Dormimos un rato con Sofi y a la tarde nos preparamos para ir a la playa que era lo que más deseaba. Cuando salí de cambiarme entre a nuestra habitación y la vi a Sofi con su bikini rojo y se me subió la temperatura. Estaba de espaldas y tenía la parte inferior con una tanga minúscula que dejaba ver su hermosa cola. Era firme con unas pequeñas marcas de celulitis que la hacía bien natural y eso me encantaba. Se estaba atando la parte de arriba y cuando me escuchó entrar me pidió si la ayudaba. Lo hice con gusto y cuando se dió vuelta quedó su rostro frente al mío. Cómo decía tengo mucha personalidad pero al mirarme fijo a los ojos y decirme "gracias" de manera seria, no sé por qué me inhibio tanto que baje la mirada con un tenue "de nada" y le dije con alegría "vamos a la playa?". Ella se puso un pareo en su cintura y salimos despidiéndonos de mi tía que nos dijo que más tarde nos alcanzaba. Miraba de reojo a Sofi y me encantaba cómo le quedaba esa prenda dejando ver la dimensión de sus tetas. Grandes, algo caídas por el tamaño pero redondas y hermosas. Si bien era ella la más reservada en nuestra relación, ahora parecían invertirse los roles. Seguro que era un problema de percepción pero la notaba más segura y yo un poco más tímida pensando en que quería tener la oportunidad de estar con esa belleza.

La tarde en la playa fue normal, yo estaba muy a gusto de estar ahí tomando mate, leyendo, bañarme en el mar y disfrutando con mi amiga. A las horas llegó mi tía Julia que vestía una malla entera bastante de señora pero no dejaban de gustarme sus formas aunque no la veía con deseo por ser mi tía. Pero me estaba sintiendo caliente en general y los pensamientos se me iban constantemente. Esa noche me duche y masturbe pensando en Sofi y muchas escenas se me cruzaban por la cabeza. Desde estar juntas en la playa y en la casa de mi tía. Si bien siempre sentí tensión sexual nunca me había pasado eso con mi amiga. Salí de bañarme y me dirigí a la habitación. Sofi estaba recostada con su celular y yo me saqué la toalla para cambiarme dejando ver mi ropa interior que era una tanguita negra que dejaba ver toda mi hermosa cola. Quería ver si a ella le provocaba algo pero sólo me miró de reojo y siguió con lo suyo. Esa noche comimos y bebimos unas cervezas y nos quedamos hablando mucho con ella y mi tía que nos contaba que desde que se separó de su ex marido estaba más aliviada porque se llevaban muy mal pero estos dos años habían sido de mucha soledad. Tiene algunas amigas en el pueblo pero los inviernos son largos y difícil. Con Sofi le hacíamos bromas si no había algún hombre que la visitara aunque sea y ella se ponía colorada y reía. Pero nos decía que no. Que no quería saber más nada con hombres y menos con hombres grandes. Y Sofi como si nada le preguntó "y con mujeres? Digo, me imagino que no vas a dejar de tener sexo". Yo entre a reír y mi tía también. Le decíamos que era una atrevida y seguimos hablando de otras cosas. Las risas relajaron un poco mi tensión sexual y al rato nos fuimos a acostar. Cuando estábamos por dormir seguíamos hablando con mi amiga que sentía pena por mi tía, de lo feo que era estar sola sin siquiera un amigo que la "atendiera" de vez en cuando. "O amiga" agregué para seguir con las bromas. Ella sonrió y dijo..."si, en tres semanas nos tenemos que buscar un amigo o amiga porque yo no voy a aguantar como tu tía". Y nos quedamos en silencio. Me puse un poco nerviosa porque tenía ganas de decirle que yo podía ser esa amiga. Pero no me animé. Algo raro en mi. Le dije "zorra, acabamos de llegar. Algo va a aparecer". Y me dispuse a dormir aunque me costó.

Pasaron dos o tres días normales. Sólo descansar, ir a la playa, a la noche tomar algo en el pueblo y largas charlas con Sofi y mi tía. A ella le gustaba mucho nuestra compañía y con Sofi se llevaban muy bien. Había turistas aunque pocos, sobretodo familias. Pero nuestra presencia en el pueblo llamaba un poco la atención y lo mismo que nuestros trajes de baño un poco provocativos. Sentíamos las miradas de los maridos y de los pocos jóvenes que había aunque ninguno se nos insinuó. Una de esas tardes que se empezó a nublar y estaba por empezar a llover, nos fuimos temprano a la casa con Sofi. Mi tía había ido a una ciudad costera cercana por cuestiones de trabajo. Sofi se entró a bañar mientras yo estaba tirada en la cama sólo con mi bikini que tampoco daba mucho lugar a la imaginación. Sofi entró envuelta en su toalla y se notaba que arriba no tenía ropa interior. Verla húmeda por el baño, con su hermosa cara y pelo mojado me dejó hipnotizada. No paraba de mirarla y me volví a calentar como el primer día. Quería besarla ya mismo. Ella mi miró extraña y me preguntó si me pasaba algo y me la jugué. Me levanté de la cama y me puse frente a ella muy cerca. La mire seriamente y ella también se puso seria. Y sin mediar palabra le di un beso. Ella se quedó dura. Creo que lo esperaba pero no sabía cómo reaccionar. Separé mis labios por un instante, la mire fijo. Ella seguía dura sin hacer nada. La abrace por la cintura y la volví a besar. Esta vez su boca se abrió y tímidamente me devolvía mis besos. Nuestra respiración se agitaba. Su toalla cayó al piso y su cuerpo húmedo y desnudo sólo con una tanga quedó pegado al mío. La acerqué más y sentí sus tetas junto a las mías. Nuestros besos eran cada vez más calientes. Baje mis manos a su cola que estaba húmeda y un poco fría. Por fin podía sentir su piel contra la mía, mis manos explorando su cuerpo. Ella tímidamente hizo lo mismo y posó sus brazos sobre mis hombros. Nuestras piernas se entrelazaban. Su cuerpo era más grande que el mío, me encantaba. Sin separarse de mis labios me llevo hasta su cama.

Hizo que me acueste encima de ella mientras nos seguíamos besando. Estaba muy caliente. Me saque la parte de arriba del bikini para sentir más su piel. Estaba muy mojada. Ella me besaba y me agarraba la cola. Exploraba con sus dedos el interior de mis nalgas que estaban hirviendo. Bajaba con sus dedos hasta llegar a mi conchita que estaba muy húmeda y llegaba a la tela de mi tanguita. No podía dejar de besarla y sentir su boca grande y labios gruesos. Pero comencé a bajar por su cuerpo, quería sentir con mi boca sus senos y más. Con mi lengua recorrí su cuello, hombros hasta llegar a sus tetas. Las acariciaba y palpaba con mis manos mientras las besaba. Me calentaba la visual y el tacto de su piel suave, pero también mi lengua degustaba ese manjar hasta llegar a sus pezones marrones, chicos en comparación de sus tetas y que a esta altura estaban muy erectos. Me detuve a sentirnos con mi lengua y Sofi emitía leves gemidos. Quería explorar cada centímetro de sus tetas, cada pliegue mientras que mis manos bajaban por su vientre para sentir su conchita por encima de su tanga y acariciar el interior de sus muslos. Su concha estaba muy caliente y húmeda. No había resistencia a mis caricias por lo que decidí bajar con mi boca por su vientre acomodándome entre sus piernas. Metí mi cabeza besando las partes que antes acariciaba. Mis besos suaves entre sus muslos cerca de su conchita hicieron que Sofi gimiera de gusto. La besaba por encima de su tanga y ella apretaba mi rostro para sentirme más. De a poco fui bajando su tanguita y ante mí pareció una hermosa conchita sin pelos y brillante por sus jugos que emitían un aroma a hembra en celo que me invitaban a probar. Sin prisa pero sin pausa empecé a besar ese manjar y sus gemidos aumentaron. Pase mi lengua por los pliegues de su vagina, adentrándome entre sus labios interiores y envolviendo su clítoris entre mis labios y jugando con círculos. Notaba como Sofi largaba más jugos y su respiración se aceleraba acompañada con movimientos pélvicos y gemidos más fuertes. Sus manos se posaron sobre mi cabeza apretándola contra su entrepierna. Decidí introducir uno y luego dos dedos para acompañar a mi lengua y mis labios hasta que sentí que sus muslos se tensionaban y acabó en un orgasmo profundo, con alaridos de placer y abundantes jugos que empaparon mi rostro mientras yo agarraba con fuerza lo que podía de sus nalgas.

De a poco Sofi se empezó a calmar, a relajar su respiración mientras yo le daba suaves besos alrededor de su vagina y en sus muslos. Me incorpore para besar sus labios y nos dimos un beso profundo, nuestras lenguas jugaban y ella me abrazaba con pasión. Bajo sus manos para acariciar y apretar mi cola y sacarme la tanguita. Tome la iniciativa y me senté sobre su rostro sosteniendome con el respaldar de mi cama. Me encantan que me coman la conchita en esa posición. Ahora ella probaría mi manjar que estaba muy húmedo y con ganas de ser comido. De a poco sentí su lengua tímida jugar con mi conchita depilada. Lo hacía con poco ritmo y de manera inexperta pero yo ayudaba con el movimiento de mis caderas. Me encantaba cómo sus manos apretaban mi cola mientras presionaban mi concha contra su cara. No me importaba su desempeño. Estaba tan caliente que el sólo roce de su lengua ya me llevaba a la gloria. Fue poco el tiempo hasta que sentí que se aproximaba un tornado de placer. Acelere mis movimientos, mis gemidos aumentaron, le decía "seguí seguí que acabo" y con un grito y posteriores gemidos mis concha se llenó de jugos y acabe en un orgasmo muy intenso que me dió contracciones por todo el cuerpo.

De a poco fui desacelerando mis movimientos y salí de encima de su rostro para acostarme a su lado. Mis manos no podían parar de acariciarla y mis labios no dejaban de buscar sus senos y su boca. Nos brindamos caricias mutuas y se notaba que ella tenía una predilección por mi cola. De esta manera nos dormimos con nuestras piernas entrelazadas y abrazadas. Había sido increíble el sexo con Sofi y me sentía feliz. A las horas empecé a despertar y estaba anocheciendo. Ya había parado la tormenta y el clima era cálido. Sofi seguía durmiendo. Le di un beso suave en su mejilla y me fui a dar una ducha. Me sentía plena y dejé caer el agua tibia sobre mi cuerpo mientras se repetían las imágenes en mi cabeza. Me vestí en el baño y fui para la cocina donde se encontraba mi tía. Esto me puso un poco nerviosa, recordaba que la puerta estaba entreabierta y a lo mejor nos había visto desnudas y abrazadas. La verdad es que no quería que mi familia supiera de mis gustos sexuales. De todos modos la saluda con toda la actitud preguntándole por su día. Me respondió que seguro no le había ido tan bien como a mí. Me dejó un poco descolocada pero ahí nomás dijo "yo trabajando y vos en la playa jaja". "Ni tanto, hoy nos volvimos temprano por la tormenta". Pero me intranquilizo lo que dijo y me sentía incómoda. Me hice unos mates que compartimos sin mucha conversación. Se la notaba rara. Decidí ir a hacer unas compras para la comida y cambiar el ambiente. Salí a caminar por el pueblo con cierta intranquilidad pero feliz por la tarde con Sofi. Al volver Sofi estaba levantada, sentada en la galería del patio trasero mirando su celular. Le pregunté si quería algo de beber pero su respuesta fue cortante. Habrán hablado algo con mi tía? Estaba confundida.

La cena fue normal con poca conversación. Nos fuimos con Sofi a la habitación y la invite a ir a tomar algo al pueblo pero su respuesta fue negativa. Le pregunté si le pasaba algo y me acerque para hacer contacto pero ella bajó su cabeza que fue el gesto que me detuvo. Se mantuvo unos segundos así que fueron una eternidad y luego me miró y me dijo que estaba confundida y que se le pasaban mil cosas por la cabeza. Me confesó que era la primera vez que estaba con una chica y que no era lo mejor que encima estuviéramos durmiendo en la misma habitación. Quería un poco de oxígeno. No era algo que tenía planeado y no sabía cómo seguir. No quise generar más incomodidad. Le dije que entendía sus sentimientos y que estaba todo bien. No pregunte nada para no invadir la y le dije que iba a ir sola por el pueblo y que iba a dormir en la sala para que estuviera tranquila. Me fui varias horas y cuando volví estaban todas las luces apagadas. Entre sin hacer ruido y me dirigí al baño pero en el camino escuché unos gemidos apagados que venía de la habitación de mi tía. Lo primero que pensé es que estuviera con Sofi pero lo descarte de inmediato. No creía que Sofi luego de su primera vez con una mujer estuviera con mi tía. Pero luego pensé....nos habrá visto durmiendo y eso la habrá calentado? Traté de borrar eso de mi cabeza pero volvía. Sonreí pensando en esa posibilidad y luego de ir al baño me acosté. Seguro todo iba a ser más claro al día siguiente...

Me desperté con el sol en mi rostro. Me costó levantarme pero me dispuse a encarar el día ya que pasara lo que pasara con Sofi estaba de vacaciones y las tenía que disfrutar. Cuando fui a la cocina para desayunar la veo a mi tía de espaldas haciéndose el propio. Pero me llamo la atención su atuendo. Iba con una musculosa y un shorts del pijama que dejaban la mitad de sus nalgotas afuera. Me llamó la atención la imagen y por primera vez desde que había llegado la vi con otros ojos y un calor interno me invadió. Intenté cambiar mis pensamientos rápidamente y la saludé antes de preparar mi desayuno. Ella se dio vuelta y me dirigió un hola con una sonrisa. Si actitud había cambiado respecto a la noche anterior. Pero yo no podía dejar de observarle esas nalgas y me empezaba a calentar. Luego desayunamos pero Sofi no salía de su habitación. No quise molestarla y me fui a la playa donde pase todo el día sola hasta que llegó mi tía a la tarde. Cuando me encontró se recostó a mi lado y comenzamos a hablar de todo un poco. En un momento me sorprendió hablando de su soledad pero que lo tenía que superar. Que necesitaba estar con alguien. Y Sofi tiene razón, si no es con un hombre a lo mejor tendrá que ser una mujer. Me quedé unos segundos sin saber que responder y ella estaba expectante a mi reacción. Lo había dicho muy decidida y notaba que quería hablar de eso. Me habrá visto el día anterior y eso le dio confianza? Ojalá haya ayudado, pero muchos pensamientos corrían por mi mente y trataba de alejarlos. No me podía calentar con mi tía pero me estaba pasando. Le respondí que me sorprendía un poco pero ella se tenía que sentir libre de hacer lo que le venga en gana y así seguimos hablando hasta que estaba anocheciendo y emprendimos el regreso a su casa en el que me llamo la atención sus piropos que hasta ese día no los había hecho. De que estaba muy linda, de lo bien que me quedaba el bikini y demás. Pensaba para mí..."está intentando seducirme? Estaba dispuesta a estar con mi tía? Y si Sofi se entera?" Además nunca había estado con una mujer tanto mayor que yo.

Al llegar a la casa nos dimos con que Sofi no estaba. No la quería invadir pero ya me parecía rara su actitud y le escribí para saber si estaba bien pero no me respondía. La llamé y luego de insistir me contestó que estaba bien, que no me preocupara. Sólo quería mantener una distancia para pensar. Se la notaba bien, con un tono de voz más segura. Le pregunté si la esperábamos a comer pero me dijo que iba a llegar tarde. Con mi tía destapamos unas cervezas y con música empezamos a beber y a la hora nos pusimos a cocinar un poco pasadas de alcohol. Me dijo que se iba a poner más cómoda y regresó con la ropa que tenía a la mañana. Yo estaba sólo con mi bikini negra que tenía una pequeña tanguita que apenas cubría la raja de mi colita. Los comentarios, roces y sonrisas me daban la señal de que mi tía estaba más cariñosa conmigo y que seguro me había visto con Sofi durmiendo desnudas. Me daba mucho morbo el hecho de que sea una mujer mayor y mi tía! Además desde que la empecé a ver con otros ojos quería comerme ese culazo. Yo estaba de espaldas cortando unas papas y ella se colocó al lado mía rozando con su mano mi cintura mientras me preguntaba si ayudaba en algo. Dejé de cortar, baje mi cabeza, suspiré, tome coraje, levanté mi mirada hacia sus ojos, nos quedamos unos segundos calladas y me animé a comerle la boca a esa madura que antes de que llegara a besarla me estaba abrazando y buscando mi cola para acariciarla y tocarla. Nos estábamos dando besos frenéticos, yo también agarraba sus grandes nalgas y tenía mucha calentura. Le bajé sus shorts y sin vueltas me arrodillé colocando mi boca a la altura de su concha y hundí mi lengua en su vagina con algo de pelos pero recortados. La agarre de su culo mientras introducía mi lengua y jugaba con su clítoris que hizo que a los pocos segundos empezará a gemir y acabar a chorros sobre mi cara..."aaahhh, ayyyy Jose, que lindo, ayyy". Arrodillada, eleve mi mirada para ver su rostro y permanecía con los ojos cerrados y con una cara de placer indescriptible. Su respiración era agitada pero aproveche para continuar. Quería disfrutar al máximo y ya estaba lanzada a esta aventura.

Antes de que pensara lo que estaba haciendo con su sobrina había que volver a atacar y me incorpore para comerle la boca, me baje la tanguita y puse mis manos sobre la mesada parando mi colita. Con ansiedad y calentura mi tía se volcó sobre mi colita a darle besos, tocarla y pasar su lengua por mi agujerito. La notaba muy arrecha, era un hembra en celo que volvía a sentir otro cuerpo después de mucho tiempo. Me di la vuelta, me senté en la mesada con las piernas abiertas y flexionada poniendo a disposición mi manjar. Sin dudarlo, mi tía se volcó a comerlo, chuparlo, introducir sus dedos y lamer mi clítoris. El sólo hecho de que sea mi tía ya me traía loca y el orgasmo fue la mezcla de ese morbo mental y la excitación que me producía la mamada de mi tía y explote en su boca mientras no para va de gemir. Luego me agarró de la mano y sin darme respiro me llevo a su cama donde nos seguimos cogiendo haciendo un hermoso 69 estando primero ella arriba mío mientras podía tocar en toda su dimensión su culazo, luego me senté en su cara, hicimos unas tijeras y volví a chupar su concha arrancándole el cuarto o quinto orgasmo que la hizo parar un poco. Estaba realmente muy caliente y con necesidad de compartir con alguien. Que lindo que ese alguien era yo porque me hizo acabar varias veces y me ponía muy caliente su cuerpo, sus besos y su pasión. Ella se fue a duchar y después la seguí. Nos duchamos juntas y continuamos con besos, caricias y masturbación y luego nos pusimos a cocinar muy relajadas y alegres hasta que llegó Sofi.

Se la notaba sería pero no demasiado. Saludo con sonrisa y le llamo la atención que hacíamos comiendo tan tarde pero le dimos una excusa y se disculpó y se fue al cuarto. Mi tía me preguntó que le pasaba y me dijo que no tenía que mentirle. Que nos había visto durmiendo la noche anterior. Me preguntó si éramos pareja pero le dije que sólo amigas y había sido nuestra primera vez juntas. Que yo había estado con algunas chicas pero ella no y el sexo conmigo se ve que la dejó confundida, pero que antes de hablar de Sofi le quería preguntar qué le pasaba a ella. Que lo que acabábamos de hacer no sabía si estaba bien aunque me había encantado pero también estaba sorprendida. Me confesó que desde que se separó hace dos años había tenido sexo en dos oportunidades con clienta suya de una ciudad cercana. Que antes no había estado con ninguna mujer pero que esa señora se le había insinuado y con tanta soledad y necesidad accedió y la pasó muy bien. Que la noche en que Sofi dijo de que podía estar con una mujer la había puesto nerviosa pero también dudar de si nosotras no éramos lesbianas. Y cuando nos vio durmiendo se calentó mucho y empezó a pensar si podía pasar algo pero no sabía si éramos pareja y le daba mucha culpa pensar estar conmigo pero que desde que llegué le habían dado ganas y se había imaginado estando conmigo. Que ella creía que iba a ser difícil pero que hoy se levantó queriendo probar si se daba y cuando la bese no lo podía creer. Que estaba muy caliente todo el tiempo y que tampoco sabía si estaba bien lo que hicimos pero podía ser nuestro secreto porque no se arrepentía. Su confesión me estaba tranquilizando pero le dije que Sofi seguía más o menos y no que quería que supiera que había pasado algo entre nosotras. Pero también le pregunté, por curiosidad y por morbosa, si cuando se imaginaba estando conmigo también se imaginaba a Sofi y con vergüenza me respondió que anoche se lo había imaginado. Mi tía no dejaba de sorprenderme pero me encantaba. Esa noche me fui a dormir a la sala pero a la media hora recibo un mensaje de mi tía si no quería estar más cómoda en su cuarto. Que Sofi no tenía por qué sospechar y sin dudarlo me fui con ella y esa noche estuvimos hasta la madrugada dándonos placer, intentando ahogar nuestros gemidos pero no sé si lo habíamos logrado...

(No se pierdan la segunda parte. Este relato es una historia que vivió mi amiga Jose que es protagonista de dos relatos en esta página por si los quieren leer: "Madura bisexual" y "Noche de sexo con mi amiga Jose y su amigo". Gracias por leer mis relatos, sus comentarios alentadores y mails. Saludos a todos y todas, ojalá lo hayan disfrutado)