La tía de mi amigo
Asitía a un funeral y ahí estaba Sandra, la tía de mi amigo, mas caliente que nunca, me llevó a su casa y la noche fue espectacular, todos sus huecos fueron mío esa noche.
LA TÍA DE MI MEJOR AMIGO
Con el propósito de asistir al funeral del hijo de mi amigo Eduardo, viaje a mi ciudad natal recorrido que hice en dos horas por el mal estado de la carretera.
Llegue a la iglesia iniciándose los ritos religiosos en horas de la tarde; una vez concluida la ceremonia me acerque a Eduardo y a su esposa a darle el pésame.
Afuera de la iglesia me encontré con algunos amigos de la infancia y con Sandra, la tía de Eduardo, quién me saludo muy efusivamente con un beso cerca de la boca y apretando su cuerpo contra el mío.
Al separamos. - Dijo, que bien té vez José. Contesté y tú guapa como siempre.
José, estas para comerte, sonriéndose provocativa.
Sandra, es divorciada y muy atractiva, baja estatura, con un cuerpo apetecible para cualquier hombre a pesar de sus 60 añitos.
Yo tengo 45 años, trigueño y 1.75 de estatura, las mujeres mayores siempre han sido mi debilidad desde que era joven y Sandra no era la excepción.
Sandra, siempre me había atraído como mujer y nunca se me había insinuado como ahora.
Eso me llamó la atención.
Estuvimos conversando de los años pasados sin vernos, preguntándome luego, si asistiría a la casa de su sobrino. Dije que sí, y con mucho gusto podía llevarla en mi carro.
Vine con otras personas, voy a decirle que tú me llevas.
Minutos más tarde Sandra, subía al auto, dejándome ver sus preciosos muslos al sentarse.
Mientras manejaba, no le quitaba la vista a sus piernas, su falda estaba subida más arriba de la mitad de sus muslos.
Sabía que la observaba, pero en vez de bajarse la falda, abrió sus piernas dejando ver su braga.
Así, transcurrió el corto trayecto, moviendo sus piernas y sonriéndose en forma coqueta, hasta llegar a la casa de su sobrino..
Ahí, salude al resto de la familia de Eduardo y otros amigos. Alrededor de las 5 de la tarde comenzó a llover torrencialmente. En ese momento decidí llamar a mi esposa para comunicarle, que sería mejor no regresar esa noche, por el estado de la carretera y la fuerte lluvia que caí. Y que retornaría en la mañana.
Mi mujer contestó, que esta bien y que manejara con cuidado.
Busque a Eduardo, para decirle mi intención de pasar la noche en la ciudad y que me recomendara un buen hotel.
Contestó, pregúntale a mi Tía, tiene buenas conexiones con los hoteles de aquí.
Fui a buscar a Sandra, encontrándola en la cocina preparando unos bocadillos para la familia y amigos.
Necesito tu ayuda Sandra. Contestó, pídeme lo que quieras guapo.
Le explique mis intenciones de pasar la noche en la ciudad y que me recomendara un Hotel.
No hay problema, solo me avisas cuando te quiera ir y yo hago una llamadita.
A las 8 de la noche la lluvia continuaba, sin embargo, preferí quedarme un rato más, acompañando a Eduardo y a su esposa.
A las 9:30 de la noche decidí retirarme. Llamé a Sandra para decirle que me iba.
Espera un momento, quiero que me dejes en la casa, vivo cerca del hotel que te voy a recomendar.
Me despedí de todos y salí con Sandra, en el camino continuamos conversando de la muerte lamentable del hijo de Eduardo.
De pronto, dice José, porque no-té quedas en mi casa, y te ahorras el pago del Hotel.
Contesté, me gusta la idea. Vives sola.-sí solita y libre como el viento, con una sonrisa provocativa. No hay problema Sandra.
Al llegar a su casa. Dice José, ponte cómodo mientras me cambio, en la nevera hay bebidas con y sin alcohol.
Decidí tomarme una cerveza, me senté en la sala a ver la televisión.
Minutos más tarde, Sandra salió con una bata corta, que dejaba ver el color de su braga y sus lindos senos, no llevaba sostén.
Que tal, la cerveza, muy buena y fría contesté. Yo prefiero un trago, fue el bar de la sala, sirviéndose un trago de ron con hielo y soda.
Luego, se sentó frente a mí, permitiéndome verle la tanga y su oscuro valle de venus, tenía las piernas abiertas sin dejar de sonreír e insinuándose cada vez más.
Mi verga crecía rápidamente dentro de mi pantalón.
Pregunté, donde esta el baño, señalándome su recamará dijo, ahí adentro.
Cuando salí del baño, encontré a Sandra acostada en la cama, solo con la braga puesta.
Quiero que duermas conmigo. Contesté, estas segura.
Desde que té vi en la iglesia, me calenté contigo y cuando dijiste que te quedabas, casi me orino de la alegría, y si me tocas ahora te vas a dar cuenta que estoy mojadita.
Tócame José, para que veas. Coloque mi mano entre sus piernas, su tanga estaba humedad.
Estas bien caliente nena, déjame quitarme la ropa.
Me desnude rápidamente mientras Sandra, se bajaba la braga, viendo su bello coño lleno de vellos.
Me acosté a su lado. Sandra, cogió mi verga en sus manos y comenzó a masturbarme lentamente, poniéndose dura de inmediato.
José, la tienes grande y dura.
Con una mano sobaba la velluda concha moviendo mis dedos en su raja mojada.
Volvió apretarme la pinga. Dijo, está como me gusta, grande y dura.
Besó la punta del glande, pasando la lengua lentamente alrededor, luego aceleró los movimientos de su lengua, desapareciendo toda en su boca, era mujer con mucha habilidad y experiencias. Era capaz de satisfacer a cualquiera con su lengua y la boca.
Estuve a punto de venirme. Pero, se detuvo. Todavía no-corazón, la quiero toda adentro, quiero sentirla bien adentro.
Se sentó encima de mí, dirigió mi verga a la entrada de su coño caliente y húmedo, separó los vellos de su pubis con la punta del glande, empujando poco a poco hasta que entro la cabeza de mi verga.
Luego, se dejó caer de un solo golpe, hasta tenerla toda adentro, Ohhhhh oooooh que sabroso estas, no te muevas, si, siiiiii, rico ricoooooo, espera.
Sandra, comenzó a mover la cintura pegada a mi bajo vientre, se levantaba un poco hasta llegar a la mitad de erecta verga, para bajar suavemente, volvía a subir, repitiendo el mismo movimiento, hasta que tomó un ritmo más acelerado. Dejo caer su cuerpo sobre el mío.
Ahora estábamos pegados de arriba abajo, me besaba metiendo su lengua adentro de mi boca, mientras sus caderas ascendían y bajaban. Sandra, meneaba su cintura contra mí bajo vientre cada vez más rápido.
Comenzando a gemir cada vez más fuerte sssiiiiiiiii uuuunn OOOOOOOOHOHHHHHHHoooo UUUUUUUUUUMMMMM UUUUUUUMMMOOOOHHOH UUUUU.
Mientras, sobaba las nalgas con mis manos, Sandra, contorsionaba sus caderas en forma oscilante, hasta que no pudo más y se vino. AAAAAAAAAAHHHHHHHHH Coñooooo siiiisiiiiiii gritó José me vengo me vengo coño, estremeciendo su cuerpo de placer, momento que aproveche para colocarla boca abajo. ¿ Que haces?
Tranquila, me coloque detrás de ella, le abrí las piernas y la penetre desde atrás de un solo empujón, entró rápido sin obstáculo, siiiiiii metelo todo metelo, inicie él mete y saca, más rápido.
Me detenía cuando tropezaba con sus nalgas para menearme y besarle el cuello y las orejas.
Mi lengua hacía que su cuerpo se retorciera y sus caderas se estrujaran contra mi pelvis.
Continuaba, gimiendo OOOOOOOOuuuuuu, yo estaba cerca de mi corrida.
Dije, me vengo. Dale dale. Dame tu leche, papi damela toda, siiiiiiiiii uuuuuuuuuuu hasta derramarme en su coño, mientras su cuerpo volvía a estremecerse, señal de su corrida.
Al sentir mi leche caliente en lo profundo de vagina, apretó los labios vaginales contra mi verga, era una sensación indescriptible y muy agradable.
Continué expulsando semen en vagina, cada vez en menos cantidades, mientras ella exprimía su coño, con mi verga semi erecta.
Al terminar me acosté cerca de ella y agotado.
Sandra, tomo con una mano mi verga casi flácida y se la metió en la boca para sacarles las últimas gotitas de leche que quedaba.
Te gustó, dijo. Contesté sí mucho.
Sabes que tenía meses que no cogía, ha sido una culiada muy buena José, creó que me he venido como cinco veces. Te creó, dije. Con las ganas que tenía de coger contigo, la verdad que me hiciste gozar bastante.
Sandra, dijo.- espero que me vuelvas a coger antes de dormirnos, contesté claro, dame un ratito y vuelvo a culiarte.
Transcurrido unos minutos, comencé a sobarla los muslos, mientras ella, comenzaba a pajearme.
Al sentir el contacto de su mano mi verga, comenzó a levantarse de nuevo.
Luego, se lo metió en la boca, su lengua era increíble, cuando introducía toda mi verga en la boca, lo chupaba apretándolo con sus dientes, hasta llegar a la cabeza del glande, para pasar la punta de su lengua, alrededor de mi glande ya erecto.
Dijo, esta lista José, la había puesto dura en pocos momentos.
Sandra, quiero darte por el culo, deseo meter mi pinga en ese culito apretado, quiero sentir tus nalgas.
José, por atrás no me gusta mucho. Ya te han cogido por ahí.-si, siempre me hacen sufrir.
Es porque no cogen con frecuentemente por ahí. Pocas veces me dan por ahí.
No te gusta, dije. Contestó, si me gusta, pero a veces no lo disfruto como quiero. Me he encontrado con algunos torpes que no saben hacerlo bien, espero que tú no sea uno de ellos.
Dije, todo depende de lo caliente que este. Es cierto, cuando estoy caliente lo he disfrutado.
Bueno, mi verga esta lista. Por favor, dale suave José..
Si reina, vas a disfrutarlo, ya veras. Te creó amor.
Metelo con cuidado, por favor. Acuéstate boca abajo y levanta el culo un poco.
Me coloque detrás de ella, la penetre sin avisarle por la concha, entro toda, suspiro de placer que rico se siente cuando la tengo toda adentro, ooooooooohhhhho, no me avisaste, UUUUUUUHHHIHHHMMMM se siente rico, sigue no pares dame duro amor duro.
Nos acomodamos en la cama y seguí penetrándola. Sentía sus nalgas duras contra mi pelvis, nos meneábamos, cada vez que chocaba con sus caderas y mi verga estaba toda adentro.
Tomamos un ritmo violento, la metía y la sacaba rápido. Comenzó a gemir con fuerza, decidí sacar mi verga y colocarla en la entrada de su ano, dejando caer un poco de saliva..
Suave José, para que no me duela. Tranquila amor va a gozar mucho.
La penetré nuevamente por su coño mojado, mientras trataba de meterle un dedo con saliva en su culito.
Se resistió, al sentir el dedo. Dije, afloja un poco hasta y entro, saque mi verga de su coño, continúe penetrándola con el dedo.
Deje caer mas saliva en su culo, mi dedo entró más fácil.
Metí dos dedos, entrando un más apretados, gemía suave, suave José, suave, siiii dale, poco a poco, deje caer más saliva, penetrándola con los dos dedos hasta llegar al fondo, comencé a mover mis dedos, hacía adentro y afuera, mientras la besaba en la nuca y las orejas, seguía gimiendo ohhooooo uuuuuh mmmmmmmm, saque los dos dedos y coloque la cabeza del glande en la entrada, aflojó y abrió sus nalgas un poco a igual que las piernas.
Dijo, suave José, suave, fui empujando la punta de mi verga hasta que entró, la deje un ratito adentro, para seguir empujando poco a poco hasta llegar al fondo y tropezar con sus nalgas.
Esta adentro, bien, sigue, no me duele, seguí empujando mi verga para adentro y afuera.
Cuando normalizamos la penetración, aceleré mi ritmo.uuuuhhhh me vengo dijo, me vengo coño, duro, duro si rómpeme el culo José, si más, más, me entregue totalmente al ritmo mío, hasta que sentí venir mi leche y explote con varios chorros largos y abundantes en lo profundo de su culo, siiiii uuuuunn que bien siiiii.
Fui bajando la intensidad y mi verga comenzó a tomar su descenso inevitable, saliéndose del culo de Sandra, me acosté a su lado muy satisfecho del culo de la Tía de mi amigo Sandra.
Estuvo bien José, debemos repetirlo más tarde.
Contesté no te preocupes Sandra, volveremos a repetirlo. Pero el cansancio nos dominó y nos dormimos.
Temprano en la mañana culeamos primero por su coño y después por el culo, claro que antes me dio una gran mamada. Retorne a mi casa antes del mediodía.
Agradecemos todos sus comentarios y si desea intercambiar experiencias sexuales.con mucho gusto le contesto. Solo a las mujeres, sin importar la edad... todas son bellas... chao
José