La tetería
Unos nuevos vecinos montan un negocio en un local y nos invitan a la inauguración.
LA TETERÍA
Hola, mis queridos amigos; soy una latina morena que ha llegado un punto en su vida en que nada se le ha resistido. Normalmente me he llevado a la cama a todo macho que me ha apetecido. Actualmente estoy separada, ya que en este punto de mi vida no deseo estar atada a nadie, me gusta dar rienda suelta a mi vida según apetencias. Además, económicamente no voy mal ya que mi puesto de trabajo así me lo permite, ya que soy copropietaria de una cadena de peluquerías a nivel nacional.
Os voy a contar una historia que me sucedió el año pasado. Resulta que mi casa es un ático en un bloque de viviendas de 6 alturas y sucedió que en el local situado al lado de nuestro portal querían montar una tetería un grupo de nigerianos. Estuvieron comunicándolo a la comunidad de vecinos y nos pareció que no sería mala idea. El caso es que montaron el local y nos invitaron a todos a una visita un día entre semana.
Mi sorpresa vino al acudir y observar que de todos los vecinos de mi bloque yo era la única mujer; solo se habían presentado miembros del sexo masculino. La verdad es que todos se dieron cuenta y la anécdota dio pie a muchos chistes; pero bueno, yo no me amilané y estuvo bebiendo con todos ellos. Mis vecinos se fueron yendo uno a uno hasta quedarme yo sola con dos de mis nuevos amigos, dos negrotes altos y corpulentos llamados Sean y Colt.
Me dijeron que eran cinco socios y que los otros tres andaban de trámites con papeleos administrativos. Yo les asesoré un poco ya que trabajé un tiempo en administración de fincas y recordaba todo el papeleo que suponía crear un nuevo negocio. Observé que poco a poco iban intentando seducirme con pequeñas insinuaciones; me preguntaban a cerca de mi estado civil, mis aficiones, mi edad, si tenía novio, etc. Yo como no me sentía molesta les respondí a todas sus preguntas. Notaba un cierto calor en el ambiente que me envolvía; no sé si sería el aroma de las infusiones y las hierbas, pero el caso es que me encontraba como en una nube. Ellos notaron mi bienestar y encaminaron la conversación hacia un terreno mas ardiente.
Me invitaron a pasar a un cuarto interior que tenían y que se suponía que era la oficina de reuniones. Sean iba delante de mí, mientras que Colt se quedó protegiendo mis espaldas. Cuando Sean abrió la puerta, yo le seguí y pude observar una habitación en penumbra con una única lamparita que iluminaba muy tenuemente la sala. Al ver lo que ambos me proponían, me quedé pasmada, no reaccionaba y ellos no me dieron tiempo de pensármelo.
Colt cerró la puerta tras de mi y se colocó a mi espalda; comenzó a besarme el cuello muy ardientemente. Sean sin embargo no se acercó a mi, observé que se dirigía a la cama situada en el centro de la habitación; se empezó a desvestir muy lentamente hasta quedarse desnudo. Entonces se tumbó en la cama boca arriba y dejó que su miembro moreno se mostrase ante mí en todo su esplendor. Nunca había tenido ocasión de ver ni de disfrutar uno; siempre lo había hecho con gente de mi raza. La idea no me pareció ni mucho menos mala. Colt mientras tanto continuaba besándome y sobando mi cuerpo.
Una de sus manos acariciaba mi muslo derecho mientras la otra tomaba mi pecho izquierdo. Yo me dejaba caer la cabeza hacia atrás para que su lengua recorriese mi cuello y mis orejas, es algo que me excita al máximo. Yo mientras tanto comencé con una de mis manos a abrir su cremallera del pantalón y tocar aquel grandioso paquete que me tenía reservado; ya no aguanté más y girándome me puse de cara a él y comencé comerme su boca, se la llené con mi lengua sedienta, al mismo compás le bajé el pantalón y los calzoncillos, estaba acelerada, superexcitada. Entonces me arrodillé sin más y comencé a dar una grandiosa mamada. Sus ojos quedaron en blanco por lo rápida de la acción, yo creo que no se lo esperaba tan rápido.
Su rabo comenzó a crecer más, era normal de longitud pero de gran grosor, estaba realmente sabroso. Me duró Colt 2 o 3 minutos ya que mi boca le hizo correrse bien rápido: No llegué a tragármelo pero mi cara recibió todo el impacto de la descarga. Me limpié como buenamente pude y me desnudé sin perder mas tiempo.
Mientras Colt abandonaba la habitación sofocado, yo me dirigí a la cama a gozar de Sean que había contemplado todo lo anterior masturbándose; directamente me clavé encima de su polla sin decir nada, para que más preliminares si mi coño chorreaba ya su jugo. Esta polla si que era bastante mas larga y llegaría a rincones más íntimos; tanto es así que a las cuatro o cinco sacudidas me empecer a deshacer por dentro, menudo orgasmo que tuve.
Después me giré y me puse a cuatro patas, Sean se colocó detrás de mi y siguió follándome más y más hasta que me gritó que no podía más que se iba a correr, entonces yo me volví a girar y le dije que me empapara las tetas, el lo hizo sin miramientos, me pegó un verdadero baño de leche.
Nos levantamos y yo me fui a casa con el pecho bien mojado. Esa noche mientras me bañaba me masturbé pensando en lo que había sucedido y sobre todo pensando en lo que me esperaba a partir de ahora si quería gozar con mis amigos nigerianos. Así que ya veis, desde entonces ellos suben a mi casa (se turnan los 5) y yo de vez en cuando también les devuelvo la visita, incluso me he atrevido a llevar alguna amiga que otra.........
Hasta la próxima mis queridos lectores.
Maite35. 23 de junio de 2004.