La Terapia de mi mujer 05 - (Un Futuro Incierto)

Tras volver a follar con Elena el día que la acompañó a la terapia, volvemos al presente con Adrián recibiendo una humillante noticia al salir Elena de la terapia

(Tras volver a follar con Elena el día que la acompañó a la terapia - http://www.todorelatos.com/relato/135698/- volvemos al presente con Adrián recibiendo una humillante noticia al salir Elena de la terapia.)

Tras esa noche de hotel tuve una pequeña crisis interna, durante semanas rechacé cualquier contacto sexual con Elena y evité acompañarla a la terapia, aunque era incapaz de pasar un solo día sin pajearme recordando ese polvo. Ella siguió como siempre, le advertía algo más pendiente de mi, pero sin agobiarme, sin mostrarse contrariada rechazarle sus ofrecimientos sexuales y no ir con ella a la terapia.

Finalmente, gracias al Dr. Castro acepté que me excitaba que Elena tuviese sexo con otros hombres y que no tenía por que avergonzarme de ello, cuando le admití a Elena la situación se puso contentísima.

Desde ese día nuestra relación ha sido bastante buena, apenas hemos discutido, realmente nunca por cosas graves, Elena es absolutamente complaciente, nunca me dice que no, su sonrisa es permanente y conmigo siempre se muestra cariñosa y encantadora en público, además de seguir haciéndome unas mamadas espectaculares casi a diario y follar al salir de la terapia, a la que siempre le acompaño. A veces no uso la sala de observación por que prefiero pensar que al lado alguien esta follándose a mi mujer con violencia mientras que yo espero pacientemente y que Elena me cuente como ha sido la sesión, paso casi toda la espera empalmado por que reconozco que me gusta que la maltraten y se la follen para ser siempre el que se queda con las sobras.

Elena habla de mi poniéndome en un pedestal, a tal punto que algunas de sus amigas le han confesado inmensamente atraídas por mi. Así que no se si puedo decir que la vida me sonríe, pero salvo el tema de la terapia, todo lo demás es perfecto y lo compensa, pero veo que Elena ya sale de la sala de recuperación.

La veo caminar despacio y dolorida, nunca había salido así, además, la ropa que traía Elena era una blusa totalmente transparente que al ir sin sujetador deja sus tetas a la vista de cualquiera y una minifalda muy corta, que, al tener algo de vuelo, seguro que alguien podrá ver que va sin bragas. Le acompaña la mujer que entró a recogerla tras la sesión y me da una serie de instrucciones sobre los cuidados de las próximas veinticuatro horas.

Mujer - "¿Adrián es usted?"

Adrián - "Si, soy su marido. ¿Como está? He presenciado la sesión y me ha parecido excesiva, sobre todo viendo en el estado en el que sale Elena."

Mujer - "Si, ha sido muy dura, pero era lo que su mujer necesitaba. Ella misma dio su consentimiento de endurecer su tratamiento."

Adrián - "Elena, cariño. ¿Estás bien?

Elena - "Si cielo. Tan solo agotada y completamente relajada como hace tiempo no lograba estar. Llévame a casa por favor, quiero descansar."

Mujer - "Acuéstela en cuanto lleguen a su casa y no se entretenga, su mujer necesita reposo. Se dormirá enseguida y posiblemente no se despierte hasta mañana. No se preocupe, le hemos administrado un relajante muscular y combinado con el cansancio de la terapia hará que duerma profundamente."

Adrián - "Bien, esperaré a que mi mujer descanse y me diga si está conforme, pero si me da la mínima muestra de que hayan sobrepasado los límites, le aseguro que tomaré medidas."

Mujer - "Adrián, ustedes firmaron los consentimientos en los que aceptan y reconocen estar al tanto del desarrollo de la terapia, su mujer también ha firmado un consentimiento previo a cada sesión en los que queda bien claro que no hay límites. Así que déjese de amenazas y cuide de su mujer como debe."

Adrián - "Pero como se atreve..."

Mujer - "Cállese y lleve a su mujer a casa, necesita descansar." "Por cierto, dentro de dos semanas dará comienzo el mes de internamiento de Elena. Ante su lenta evolución ella misma ha aceptado pasar al siguiente nivel con la esperanza de mejorar aún más."

Adrián - "¿Internamiento? ¿Un mes? Eso no estaba estipulado en ningún permiso de los que hemos firmado, además ¿En que consiste y donde es el internamiento?

Mujer - "Ella ha dado su consentimiento y no nos hace falta más."Hay varios centros de internamiento, pero sus direcciones solo las conocen quienes trabajan allí, ni siquiera las pacientes saben donde estarán internadas. Lo único que debe saber es que nunca es en su ciudad de residencia."

"En cuanto al tratamiento, será similar al que ha recibido hasta ahora, pero constante y con varias sesiones diarias."

Adrián - "De eso nada, me niego categóricamente a que mi mujer se someta a ese internamiento y en cuanto pueda hablar con ella estoy seguro de que opinará como yo."

Mujer - "Bien, siga soñando, por que su mujer es quien ha solicitado el internamiento hace algo cerca de un mes, tras estudiar su caso, analizar su evolución y tener un par de entrevistas con ella, el comité consideró que era una buena candidata, así que no puede hacer otra cosa que aceptar."

"Buenos días."

Se dio media vuelta ignorando mis llamadas, dejándome a Elena en un estado que, si no fuese por que yo la estaba sujetando, sería incapaz de tenerse en pie. Al ver que no podría solucionar nada y teniendo a mi mujer en ese estado, decidí llevármela a casa en un taxi.

Durante todo el trayecto me di cuenta que el taxista no dejaba de mirar las tetas de Elena por el retrovisor, bueno, no solo las tetas, al entrar su falda había quedado medio subida dejando sus piernas y su sexo al aire. Podría haberla tapado, incluso podría haberle llamado la atención al taxista, pero me gustó dejarla expuesta ante ese extraño.

Llegamos a casa, la desnudé y la metí en la cama. Su cuerpo mostraba varias marcas por los golpes recibidos y su coño estaba irritado, pero muy mojado. Al verla me vinieron a la cabeza las imágenes de la sesión que acababa de recibir empalmándome de inmediato. Elena estaba absolutamente dormida y yo más cachondo que un mono, así que, de manera casi automática metí mi cabeza entre sus piernas y empecé a comerle el coño con ansia. Al hacerlo me di cuenta que seguía sucia y sin lavar, así que me estaba comiendo los restos de la corrida del Sr. Johnson, sentí tal morbo que lamí también su culo buscando restos de la corrida del Sr. Logan.

Elena se corrió un par de veces y yo una pajeándome mientras saboreaba la mezcla de flujos y semen de su entrepierna. La dejé durmiendo, me fui al salón a ver la tele y pensar lo del internamiento, apenas sabía en que consistía y me daba muy mala espina. Me dormí sin darme cuenta y me desperté de madrugada, Elena seguía totalmente dormida, me metí con cuidado en la cama y ella, cuando me sintió a su lado, se dio la vuelta, me abrazó, yo también a ella y cuando nos despertamos seguíamos en la misma postura.

Preparé el desayuno mientras Elena se terminaba de despertar, le llevé a la cama para desayunar juntos y empecé a preguntarle sobre la sesión, su dureza, por supuesto también sobre el internamiento y el motivo por el que no me había dicho nada en ningún momento.

Adrián - "Bueno, me has dicho que estás perfectamente, pero la sesión de ayer me pareció excesiva, incluso te han quedado marcas de los golpes."

Elena - "Si, fue una pasada y disfruté como una bestia, hasta me estoy mojando al recordarla."

Adrián - "Pues estuve tentado de pararla en varias ocasiones."

Elena - "No habrías podido, una vez que empieza, la única persona que puede parar la sesión soy yo y como viste no lo hice, es más, no me habría importado que hubiesen seguido."

Adrián - "No entiendo como puedes decir algo así, aunque claro, eso explicaría lo del internamiento."

Elena - "¿A que te refieres?"

Adrián - "¿No estabas pendiente de que te aceptasen para un mes de internamiento en otro centro?"

Elena - "Si, pero... ¿Como te has enterado?

Adrián - "Por que la mujer que te atendió me dijo que empezarías dentro de dos semanas. ¿Te importaría decirme en que diablos consiste ese internamiento y por que no me dijiste nada?"?

Elena - "Primero por que no era seguro que me aceptasen y segundo por que sabía que no te gustaría"

Adrián - "¿Como quieres que me guste? Un mes durante el que no sabré nada ti, ni siquiera donde estás, que has sido tu la que lo has solicitado y que, según palabras de esa mujer, recibirás varias sesiones diarias. ¿A ti te parece normal?"

Elena - "Si cariño, es una fase más de la terapia. Llevo un tiempo en el que estoy haciendo verdaderos esfuerzos por no perder el control, aunque parece que tu no te has dado cuenta. Las sesiones me calman, pero no tanto como antes y sus efectos apenas me duran dos o tres días. Por eso solicité el internamiento aconsejada por el Dr. Castro."

Adrián - Joder. ¿Y por que no me dijiste nada? Me siento como si no significase nada para ti.

Elena - No cariño, lo eres todo para mi, pero no te quería preocupar, si no me hubiesen aceptado si habría hablado contigo para buscar tu apoyo."

Adrián - "Sigo pensando que deberías haber hablado primero conmigo para buscar una solución juntos, pero al menos dime en que consiste ese internamiento y que sabes tu de él."

Elena - "Bueno, se que el centro está en otra ciudad, me llevarán y devolverán sedada para que no pueda tener ninguna información sobre el trayecto y nunca sepa donde esta ese centro, además, eso ayudara a que pierda la noción del tiempo y mientras dure el internamiento las rutinas de sueño y vigilia, así como las comidas, que servirían como guía para calcular los días que pasen, serán alteradas."

Adrián - "Pero eso es lo mismo que hacían en las guerras para torturar a los presos. ¿No sabes que te puede causar problemas mentales?"

Elena - "Cariño, ya tengo problemas mentales muy graves, aunque sean de tipo neurológico, afectan a mi comportamiento y la terapia esta dejando de hacer efecto, así que lo único que se es que este tiempo internada puede ayudarme."

Adrián - "¿Al menos sabes cuantos terapeutas habrá, si estarás con otros pacientes, el nivel de las sesiones y otros detalles?"

Elena - "Lo que se es que todas las internas e internos conviviremos juntos y desnudos durante el periodo que estemos allí, lo haremos en una estancia acondicionada para que no sea necesario que salgamos de ella hasta el fin del internamiento, allí dormiremos, comeremos, haremos nuestras necesidades y recibiremos los tratamientos necesarios sin poder tener intimidad en ningún momento. los tratamientos se harán siempre en presencia del resto de internos y si los terapeutas lo consideran necesario, varios de los internos recibiremos el tratamiento de manera conjunta. La sala no tiene ventanas, está siempre con la luz encendida y totalmente insonorizada, por supuesto no tendremos ninguna información del exterior y estaremos constantemente vigilados a través de cámaras, en ocasiones recibiremos ordenes por la megafonía que deberemos acatar sin más."

Adrián - "Tengo miedo Elena, no se si eso funcionará, ni tampoco como te afectará, pero sospecho que hay algo turbio en todo esto."

Elena - "Cariño, no temas, no hay nada turbio, además, el internamiento no tiene ningún coste económico, el pago se hace trabajando, para una filial del centro,  durante once meses como prostituta en distintos burdeles de nuestra ciudad o de otra si lo solicito."

Adrián - "¿PERO QUE COÑO DICES? ¿Que después de un mes encerrada y torturada te vas a prostituir para ellos durante un año? ¿Te estás escuchando? ¿Eres consciente de lo que estás diciendo?

Elena - "Totalmente cielo, no soy ninguna tonta. Lo único que siento es el mes que te voy a dejar solo, pero el Dr. Castro me ha aconsejado que, mientras esté internada, te de permiso para que folles con quien quieras, incluso con nuestras amistades y por cierto, a Rocío y a Marta las tienes deseando follar contigo, harían lo que fuese para conseguirlo, fíjate, tengo la sensación de que lo desean tanto que podrías hacer un trío con ellas"

Adrián - "Me importa una mierda Rocío, Marta y la madre que les parió, la único que me preocupa eres tu."

Elena - "Lo se y por eso te digo que no preocupes, además, anoche no me follaste como haces siempre cuando salgo de la terapia."

Según estaba diciéndolo se metió mi polla en la boca y comenzó una mamada de las suyas que me hacen perder el sentido. La hice girarse y ponerme el coño en la boca para hacer un 69. Al rato, antes de que me corriese, Elena se puso a horcajadas sobre mi polla y se la metió de un solo golpe en su culo. En vez de moverse, lo que hizo fue usar los músculos de su culo de tal manera que era como si me la estuviese cascando con ellos, eso sin contar con el espectáculo de verla toda espatarrada, masturbándose como una posesa.

No tarde mucho en correrme, al hacerlo mi polla perdió su dureza hasta quedar totalmente flácida, lo cual a Elena no pareció importarle ya que siguió a lo suyo hasta correrse sobre mi estomago, se situó de manera que la corrida de su culo cayese sobre la suya, sorbió la mezcla de ambas y me morreó haciendo que me tragara una buena parte de ellas.

Pero yo no dejaba de imaginarme a Elena y otras personas en ese internado, tratados como animales, usados sexualmente a todas horas y recibiendo todo tipo de castigos, así que me hice el firme propósito de impedir que fuese internada a cualquier precio.

Epílogo:

Desde aquel día ya han pasado casi diez años, Elena y Adrián siguen felizmente casados, a pesar de que Adrián no pudo evitar el internamiento de Elena, ni tampoco que los siguientes once meses se prostituyese para pagar la deuda adquirida con el centro, pero como temía Adrián, Elena no salió del internamiento indemne, los tratos recibidos durante ese mes le cambiaron, salió de allí con la necesidad de vivir esclavizada por otra persona y Adrián, para evitar perderla, decidió ser él quien lo hiciese. No le resultó nada fácil, al principio era incapaz de someter a Elena como ella necesitaba, le faltaba carácter y le sobraba delicadeza, pero gracias a los consejos e indicaciones del Dr. Castro, supero la barrera que suponía ver en Elena una mujer a la que cuidar y aceptarse a si mismo como su dueño. Una vez que Adrián lo consiguió, todo resultó más fácil y empezó a tratar a su mujer como su esclava.

Alcanzar esa seguridad también le hizo cambiar, se volvió más seguro de si mismo, se sintió que estaba por encima de los demás, en especial de las mujeres y sobre todo de los maridos que le recordaban a él mismo en el pasado y curiosamente, se dio cuenta de que muchas mujeres, en especial las casadas, su actitud les resultaba seductora y en poco tiempo tuvo varias mujeres con las que follar cuando, donde y como quisiera.

A Elena la obligó a seguir ejerciendo de prostituta para él, que es quien se encarga de concertar las citas, negociar los servicios, estipular las tarifas y de castigarla si recibe quejas de algún cliente.

En público parecen una pareja totalmente normal, pero algunas de sus amistades saben que no es así, en la intimidad Adrián hace tiempo que no mantiene ningún contacto sexual con su mujer, tan solo ocasionalmente puede ordenarla mamarle la polla y solo lo hace después de follar con alguna de sus amigas.

Elena asume que debe ser así, es su esclava y Adrián no puede rebajarse a follar con ella, pero le agradece que la prostituya para poder seguir teniendo sexo, aunque solo sea con los hombres que la alquilan, quienes raramente se preocupan de otra cosa que no sea su propio placer y como amantes suelen ser bastante inútiles, lo que a veces le hace añorar la época de la terapia en la que sus orgasmos la hacían volar, pero esa Elena hace tiempo que dejo de existir, ahora su vida pertenece a Adrián y será así hasta que él lo decida.

Adrián sigue trabajando como intermediario en operaciones financieras, estas le deja mucho tiempo libre y unos buenos ingresos que, unidos a los de Elena como prostituta son suficientes para vivir desahogadamente, incluso ahorrando una buena parte. La parte mala es que a veces ha de salir de viaje, suelen ser viajes de entre tres y cinco días, pero ha de ir sin Elena casi siempre, así que en esas ocasiones la interna en un burdel a cambio de una comisión por sus ingresos como prostituta.

La única preocupación de Adrián es que Elena se está acercando a los cuarenta años y no podrá mantener sus tarifas mucho más tiempo, así que está pensando en buscar otra mujer que desee la esclavitud, aunque sabe que no será fácil dar con alguna como Elena. Podría cambiar a Elena por otra esclava más joven o incluso venderla antes de que envejezca más, pero aunque dejase de ser rentable como prostituta no querría perderla, para él sigue siendo su mujer y lo será para siempre.