La tentación no vive arriba (8)

Aparece el cuarto personaje de la trama.

Lucía miraba como su padre y Olga se besaban después de su orgasmo. Había sido todo tan bonito....Se acercó a ellos, arrodillándose junto al sofá.

-Gracias Lucía...Tenías razón..ha sido...me he sentido amada.

Lucía vio las lágrimas de Olga. Su cara denotaba que eran lágrimas de felicidad. Con su mano, delicadamente se las enjuagó. Luego, la beso en los labios. Después, besó a su padre.

-Eres un sol, papá. La has tratado con mucho amor. Gracias por demostrarle a Olga que no todas las personas son.. ya sabes, como esos dos.

-Mi vida, no hay nada que agradecer. Para mí ha sido un...gran placer. Olga a parte de preciosa es muy tierna, como tú.

Miguel besó a su hija, y besó otra vez a Olga. Seguía dentro de ella. Y seguía erecto. Se movió un poco y Olga gimió. Aquella polla que tanto placer le había regalado seguía dentro de ella. Notaba la vagina llena aún de semen. Sintió que el placer volvía suavemente. Gimió..

-Agggg, oh Miguel....

Lucía, al darse cuenta que los dos amantes iban a volver a hacerlo, se empezó a levantar, para dejarlos solos. Pero Olga, al darse cuenta, se lo impidió.

-Ummmm, Lucía..no te vayas... Quédate..conmigo...quédate con...nosotros.

Ella miró a su padre, como pidiendo permiso. Por respuesta recibió un beso, así que volvió a acomodarse, dispuesta a contemplar aquel acto de placer sucedía ante sus ojos. Vio como su padre empezó un suave bombeo. Sus caderas subía y bajaban, haciendo que su polla entrara y saliera suavemente del coñito e Olga. Y Olga gemía. Cerraba los ojos, sintiendo el placer renacer en sus entrañas.

-Agggggggg Lucía....cómo siento a...a tu padre dentro de mí,

-Ya te dije que era maravilloso.

-Ummmm, sí...bésame, Lucía, bésame.

Mientras Miguel seguía penetrando a Olga contemplaba a aquellas dos preciosa mujeres besarse. Era una imagen muy excitante. Él quería participar de aquella belleza y besó las mejillas de Olga. Lucía entonces lo besó a él, y luego otra vez a Olga. El placer que Olga sentía, lo sentía Lucía. Entre sus piernas su coñito rezumaba líquidos. Estaba muy excitada por poder estar tan cerca de su padre mientras amaba a Olga.

Miguel deseaba contemplar el precioso cuerpo de Olga, así que se incorporó un poco, Ahora podía ver mejor a sus dos mujeres besarse. Y como Lucía llevó una de sus manos a las tetas de Olga, para comenzar a acariciarlas. Aquello era tan erótico, tan sensual..

Lucía miró a Miguel. Ahora podía ver su pecho, su pelvis subir y bajar. Vio los dos pubis juntos, el de su padre y el precioso y negro pubis de Olga, pegados, unidos. Y cuando Miguel salía, podía ver parte de la polla de su padre, brillante de los jugos de Olga y del semen depositado antes. Le gustó esa visión.

-Ummmm, Olga...veo como mi padre entra y sale de ti...es tan bello.

-Agggggggggggggggggggg Lucía...y ...y yo lo siento...que...ricoooo.

Aquella chica iba a tener otro orgasmo.

-Papi, hazlo más fuerte..Está a punto de correrse.

Miguel redobló sus esfuerzos. La penetración se hizo más profunda, más rápida. Olga empezó a temblar.

-Aggggggggggggg

Las yemas de los dedos de Lucía, que acariciaban las tetas de Olga notaron con claridad el orgasmo de Olga. Sintieron sus músculos tensarse. Pero no hacía falta tocarla para notarlo. Bastaba con mirarla. El pecho levantado, ofrecido. La espalda arqueada sobre el sofá. Los ojos cerrados, con fuerza. La respiración cortada...Y después de interminables segundos de placer, la relajación final. La respiración fatigosa, los labios resecos...La besó para humedecerlos.

-Lu..Cía..Tu padre me va a matar de placer.

-Este placer no mata, Olga.

Miguel no se había corrido. Salió de Olga y se sentó, contemplado una vez más aquel precioso cuerpo de piel blanca y pálida. La mano de Lucía en una mejilla de Olga mientras se besaban.

Lucía miró a su padre, sonriendo. Era tan feliz! Cómo quería a aquel hombre que le dio el ser, que le daba tanto placer y que ahora también le había dado tanto placer a su amiga. Y se dio cuenta de que su padre seguía duro. Y se dio cuenta de que ella misma estaba muy excitada. Así que se levantó, se sentó sobre su padre y se sintió llena. La penetración fue total y profunda, arrancándole un gemido de placer.

-Ummmm, mi niña...me he reservado para ti.

-Oh...papi, papi...cuanto te quiero...aggggggggg ummmmmm estoy...estoy muy excitada.

Ofreció su cuello a su padre para que se lo besara, mientras miraba Olga, que aún se reponía de su segundo orgasmo. Las chicas se sonrieron la una a la otra. No había mayor vínculo entre dos mujeres que compartir al mismo hombre.

Ahora era Olga la que contemplaba a Lucía y a Miguel amarse. Miguel había puesto sus manos en las nalgas de Lucía, y las acariciaba mientras besaba su cuello. Lucía subía y bajaba sobre su duro mástil, gimiendo de placer. Olga se incorporó sobre el sofá y se sentó junto a la pareja. Deseaba besar a Lucía. Y Lucía deseaba besar a Olga. Cabalgando a su padre, junto su boca con la de su amiga. La mano de Olga acarició la espalda de Lucía.

La polla de su padre entrando y saliendo de su mojado coñito mientras Olga se la comía a besos provocó lo inevitable. Un fuerte orgasmo explotó dentro de Lucía, haciéndola gemir y gritar de placer. Durante todo el orgasmo no dejó de subir y bajar, y cuando terminó quedó, quieta, sobre Miguel. La cabeza en su pecho, los ojos cerrados...y los labios de Olga en sus mejillas, besándola tiernamente.

Con dificultad, se salió de su padre y se sentó al otro lado. Ahora Miguel estaba sentado en medio de las dos chicas. A su izquierda, Olga. Ladeo su cabeza y la beso. A su derecha, Lucía. Giró la cabeza hacia ella  también la besó. Las dos chicas lo abrazaron, y luego apoyaron sus lindas cabecitas en su pecho. Miguel pasó sus brazos sobre los hombros de las dos mujeres. Más a gusto no se podía estar. Se equivocó. Sintió que una mano acariciaba delicadamente su polla.

-Papi, no te has corrido.

-No, mi niña. Pero no importa. Estoy muy a gusto.

Lucía pensó que no era justo. Ese hombre había amado a las dos mujeres llenándolas de placer. Se merecía su recompensa. Así que empezó a hacerle una lenta paja, recordando la primera que lo hizo. Pero ahora no estaba sola. Miró a Olga, que a su vez miraba como Lucía masturbaba a su padre.

-Ayúdame, Olga.

Olga sonrió y aceptó encantada la invitación. Acercó también una de sus manos y agarró la polla. Miguel gimió al sentir las dos manos empezar, acompasadamente, a masturbarlo. Ni en sus más locas fantasías pensó nunca en tener a dos bellísimas mujeres acariciándolo de aquella manera.

-Ummmm, mis niñas...que rico...Agggggg

-¿Te gusta, papi?.

-Claro..claro que me gusta...

-Olga, dale un besito.

Olga besó a Miguel en los labios.

-jajajaja! No, a la polla, tontita.

-jajaja, Ups

Ahora sí. Le dio un besito en la punta. El primer besito que daba a una polla. Miró a Lucía, sonriendo. Y luego observó como Lucía se agachaba y también le daba un beso. Pero hizo más. Se la metió en la boca y chupó. Sacó la lengua y lamió toda la cabeza. Miguel gemía. Su niña le chupaba la polla mientras Olga la sostenía con la mano.

-Ahora yo , protestó Olga

Su amiga le dejó el camino libre. Acercó su boca..la abrió y la polla de Miguel entró en ella. La sensación que Olga tuvo era extraña, pero le gustó. La punta era muy suave. Le pasó la lengua alrededor, como había visto hacer a Lucía, que en ese momento movía su manita arriba y abajo y besaba a su padre en la boca.

-Agggggg Ummmmm - gemía Miguel

Aunque Olga era más inexperta que Lucía, no lo hacía nada mal y proporcionaba a Miguel un gran placer. Él llevó su mano al precioso cabello negro de ella y la acarició sintiendo su cabeza subir y bajar a lo largo de su polla.

-Ahora yo, pidió Lucía.

Las bocas que chupaban aquella polla volvieron a cambiarse, siendo ahora Olga la que besaba apasionadamente a Miguel en los labios.

-¿Lo hice bien, Miguel? - preguntó Olga.

-Ummm, agggggg, sí ...muy..bien...me diste...mucho..placer..

-Tú si que me diste mucho placer a mí, Miguel. Y no sólo físico...

Cuando Olga volvió a pedir su turno, Lucía no se retiró, así que las dos chicas empezaron a chupar la polla al mismo tiempo. Una la mamaba mientras la otra lamía el tronco. Luego la que lamía chupaba y la otra lamía...Y Miguel gozando de aquellas dos bocas que lo estaban llevando al cielo

-Aggggggggg chicas..chicas.. chicaaaaaaaaaas..no puedo más...me voy ..a .. correeeeeeeeeeer!

-Tómate la tu, Olga.

Lucía quería que su amiga probara la rica leche de su padre. Así que se cedió la polla a punto de eyacular. Olga la aceptó, con gusto. Lucía sabía que la corrida de su padre iba a ser abundante, así que previno a Olga.

-Te ve a dar mucha lechita caliente. Ten cuidado y no te atragantes. Olga asintió.

En ese momento un chorro de caliente semen inundó la boca de Olga, seguido por otro, y otro. La boca se le empezó a llenar, así que tuvo que tragar para que no se saliera nada. Miguel temblaba, su polla temblaba, y seguía llenando la boca de Olga, que tuvo que volver a tragar. Sentía el semen caliente bajar por su garganta...Con una ultima tragada se había bebido todo lo que Migue le había dado. Sacó la polla de su boca y le dijo a Lucía.

-Ummmm, tenías razón. La leche de tu padre está muy rica.

Se fundieron en un beso. Miguel agotado, tenía los ojos cerrados. Aquellas dos bellas chicas lo habían dejado para el arrastre.

.....

.....

-¿Te quedarás a comer?

-Umm, no sé. Mi madre me espera.

-Llámala.

-Vale.

....

....

-¿Mami? Hola, soy Olga. Mira, Lucía, una amiga me ha invitado a comer. ¿Puedo quedarme?

-¿Lucía? No la conozco, no?

-No. Es de la facu. ¿Puedo?

-Bueno. No vengas tarde.

-Gracias, mami.

....

....

Comieron los tres juntos, riendo, felices.

En casa de Olga, Amanda, su madre, comió sola. Desde que su marido la dejó no había tenido más hombres. Algún polvo esporádico, pero ya hacía tiempo que nada. Se había volcado en su hija, y en su trabajo.

Estaba preocupada por Olga. Había sufrido mucho con lo de su padre, y encima después con su novio. Lo pasó muy mal, pero parecía que iba saliendo del bache.

Cuando llegó, sobre las 8 de la noche, venía radiante. Se la veía feliz, contenta. La abrazó y le dio un beso. Amanda estaba encantada. Le contó que se lo había pasado maravillosamente con Lucía, que era una gran chica.

-¿ Y sus padres que tal?

-Ah, su madre murió hace poco. Vive con su padre, Miguel. También es muy simpático.

Después de la cena sonó el teléfono. Olga salió corriendo a contestar. Amanda estaba un poco extrañada, así que se acercó para escuchar sin que Olga se diese cuenta. Ya se sabe que las madres tienen un sexto sentido.

-Si, sí..fue maravilloso...me trató tan bien..y me dio tanto placer...

....

-¿Dormiréis juntos?

...

-Que envidia. Dale un beso de mi parte, ya sabes donde, jijiji

...

-Hasta mañana. Un beso.

Amanda estaba atónita. Por lo que había oído, su hija se había acostado con alguien. Y hablaba con otra persona. Su cabeza empezó a cavilar... Cuando Olga se giró y la vio allí, se dio un susto.

-¿Quién era?

-Era..Lucía, mi amiga.

-No me mientas.

-No te miento mami.

-¿Dónde has estado hoy?

-Ya te lo dije. Lucía me invitó a comer a su casa. He comido con ella y con su padre.

-Me estás mintiendo. He oído claramente como hablabas con alguien. ¿Te has acostado con alguien, verdad?

-Mami...

-Olga Hernández. Dime la verdad.

Olga vio que su madre estaba muy enfadada, pero no podía contarle nada. No lo entendería.

-No te importa con quien me acuesto o quien no me acuesta. Ya soy mayorcita.

-Sí, ya eres mayor. Como también eras mayor para abrirte de piernas para aquel cabrón. Y ahora seguro que otro te ha engatusado. Ha conseguido lo que quería y ahora te dejará tirada, como siempre.

A Olga se le escaparon lágrimas. De rabia. Su madre no entendía nada.

-No todos los hombres son como papá, ni como mi novio. Hay hombres maravillosos.

-¿Sí? Ja! En cuanto obtiene lo que quieren te abandonan como a una perra. ¿Es que no has aprendido la lección?

-No, no, no!!!! Tú no lo entiendes. El me ha tratado con cariño, con respeto, con amor. Me ha hecho ver que no todos los hombres son iguales. Miguel no es como papá - le gritó.

-¿Miguel? ¿No es Miguel el padre de tu amiga?

Olga sintió pánico. Se quedó sin habla.

-Por el amor de Dios!! Olga!! ¿Te has acostado con el padre de tu amiga? Pero que clase de hombre es ese?

-Es un hombre maravilloso, mamá. Tú, tú no lo entiendes.

-Lo que entiendo es que ese hombre se ha aprovechado de ti.

-No, mami, no!

-CALLATE!!! Y vete a tu cuarto

Olga salió corriendo y se metió en su cuarto. Cayó sobre la cama y empezó a llorar desconsoladamente.

Amanda estaba que echaba chispas. Ese cabrón!! Ese tal Miguel se había aprovechado de su niña. De su pobre niña. Lo iba a denunciar. Pagaría por todo. Por todo lo que ellas habían sufrido.

Se calmó un poco. Si lo tuviese delante..le sacaría los ojos.

Vio el teléfono. Había quedado en la memoria el último número. Lo marcó. Su corazón latía, de rabia. Una chica descolgó el teléfono.

-¿Que quieres, preciosa?

-Soy Amanda, la madre de Olga - dijo, con voz fría.

-Ho..Hola..soy Lucía

-Por favor, que se ponga tu padre.

....

....

-¿Sí?

-Es vd. un hijo de puta

-Señora!!

-Ni señora ni nada. Sé lo que ha hecho con mi hija, y lo va a pagar.

-Se equivoca vd. No sé lo que le habrá contado Olga, pero le aseguro que ...

-No me ha contado nada. No hace falta.

-Señora, le ruego, por favor, que antes de hacer algo que pueda destrozar mi vida, la de mi hija y la de la suya, hable primero con ella.

-Es vd un...

-No me conoce de nada, señora. No sabe nada de mi. Sólo lo que se imagina. Le vuelvo a pedir que antes de hacer nada hable con Olga. Y le ruego que mañana venga a verme. Le explicaré todo.

-¿Sí? Me va a explicar como sedujo a mi hija para aprovecharse de ella.

-¿Cómo se llama vd?

-Amanda.

-Amanda, se lo ruego. Por favor, no se precipite. Quedemos en el parque Wilson mañana a las 10 de la mañana.

-No le prometo nada, señor.

Y colgó.

Miguel tenía los testículos de corbata. Aunque no había cometido ningún delito, aquella mujer podría meterlos en un lío. Lucía estaba muy asustada...Y él, también.

La rabia de Amanda se iba calmando, pero no los deseos de acabar con aquel hombre. Cuando pasó por delante de la habitación de Olga la oyó llorar. Abrió la puerta.

-No llores, querida. Todo se va a arreglar.

-Mami, es que no lo entiendes? Ese hombre me ha hecho mujer. Me lo ha dado todo. Tú no lo conoces.

-Ya veremos. Ahora duerme. Mañana ya veremos.

Se dijo que iría a verlo a ese parque. Quería ver su cara antes de denunciarlo.

Cuando, al día siguiente, las chicas se encontraron en la facultad, las dos estaban muy asustadas. Y cuando Olga se enteró de que su madre había llamado a casa de Lucía, y que había hablado con su padre, sintió pánico.

Hechas polvo, temiendo lo peor, se marcharon para la casa de Olga.

Entraron.

Notaron algo raro.

En el cuarto de su madre oyeron risitas.

Se miraron la una a la otra.

Se acercaron al cuarto

Abrieron la puerta.

Y casi se caen de culo.

En la cama de su madre, Amanda se tapaba las tetas con la sábana. A su lado, desnudo entre las sábanas, estaba Miguel.

-MAMA!!!!!!!!!!!

-PAPA!!!!!!!!

-jejeje, Hola Lucía

-Hola hija

CONTINUARÁ.