La taxista 6

Pasaron dos meses desde aquel problema y nuestra relación se fortaleció aún más. Me encantaba mimarla y ella me mimaba igual o más aún. Por otro lado venia una celebración única e importante pues mi niña cumplía 18 añitos y tenía que hacer de este, el mejor cumpleaños de todos.

LA TAXISTA: PARTE VI

ESTELA

Me dormí muy feliz recordando cada momento a su lado. Ya quería que amaneciera y poder estar con ella me bastaba con sólo verla, pues con el pequeño incidente nos quedaba claro que nada de hacerlo en el trabajo.

Me desperté a las 5:00am me bañé y vestí, desayuné, me cepille y lista para luego salir a tomar el microbús. A las 7:00 comenzaban mis clases y salía a las 12 llegué faltando 5 para las 7:00am.

Estaba ansiosa porque terminarán las clases ya y ver a mi amorcito.

A las 10:30am nos avisaron que no llegaría el profesor de contabilidad bancaria así que salimos

temprano. Tomé el microbús y de regreso para atrás. Ya quería ver a mi novia hermosa, pensé en llamarle pero mejor decidí darle la sorpresa. El viaje se me hizo eterno y a las 11:50 estaba llegando a Granada.

Tomé un taxi que me llevara a la cooperativa así llegaría más rápido. Al llegar salude al señor de seguridad y a la señora que se encargaba de la limpieza. Suerte que ya no estaba la secretaría al parecer se había ido a comer.

Pase directo a la oficina  y al abrir la puerta mi mundo se derrumbó, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo y con lágrimas en los ojos y con un hilo de voz le dije:

-          Por favor dime que  esto no es cierto mi amor

-          Déjame explicarte mi niña, esto no es lo que imaginas. –dije separándome de inmediato de Karina y yendo donde mi niña hermosa-

-          Entonces porque la estabas besando. –apenas se me entendía ya que no podía contener mis lágrimas nunca pensé sentir tanto dolor como lo estaba sintiendo en ese momento-

-          No tienes nada que explicarle Diana yo te puedo demostrar lo que es una mujer de verdad no esa niña estúpida.

-          No le vuelvas hablar así nunca más Karina

-          Pero Diana yo podría darte más de lo que te da esa chiquilla, yo te amo y estoy dispuesta a todo por ti.

-          El problema es que lo que yo quiero solo puede dármelo ella porque la amo y no podría estar con nadie más.   Ahora por favor no digas nada más y sal de mi oficina y no me molestes  hasta que yo te llame ok y no estoy para nadie.

Se fue  como alma que lleva el diablo no sin antes mirarme con odio para luego salir tirando la puerta. Pero esto no significaba que yo había dejado de llorar o que me sentía mejor al contrario estaba dolida y enojada con Diana. Ella quiso abrazarme pero se lo impedí no quería que se me acercara.

-          Ok no te tocare sino quieres pero siéntate por favor y déjame explicarte lo que paso.

No respondí tan solo me senté al frente de su escritorio esperando que me explicara porque se estaba besando con  Karina.

-          Bebé lo que viste fue un mal entendido ella me beso a la fuerza y yo no me la podía quitar de encima.

-          ¿…..? –no dije nada solo la miraba aun con lágrimas en los ojos-

-          Ten mi princesa sécate esas lagrimas por favor no soporto verte llorando. –dijo dándome un pañuelo-

-          ¿….? No dije nada solo lo tome

-          Ella vino a dejarme uno documentos que tenía que firmar los firme y luego me pregunto si podíamos hablar yo le dije que sí. Ella se fue a entregar los documentos y me dijo que volvería después.  Cuando volvió entro cerró la  puerta y me pregunto porque no había ido al cumpleaños el sábado, yo le respondí que tu habías tenido un pequeño accidente y se molestó mucho porque dice que no me di cuenta que todo fue una mentira solo para no dejarme ir.

-          Yo no necesito valerme de mentiras para retenerte a mi lado, si tú no sientes nada por mí y quieres  irte con ella solo tienes que decirlo y ya. –dije evidentemente enojada-

-          Yo lo se mi niña no tienes que decir nada yo sé que tu serias incapaz de mentirme, y se lo dije que ella estaba equivocada y no tenía ningún derecho hablar así de ti porque no te conocía.

-          ¿Y entonces porque la estabas besando?

-          Ya te dije que no la estaba besando ella me beso a la fuerza. Vino acá a reclamarme porque no fui al cumpleaños y luego empezó a decir que tu no merecías una mujer como yo y que ella podía demostrarme lo que era una mujer de verdad y me beso y en eso llegaste tú y el resto ya lo sabes bebé te ruego créeme por favor yo te amo y ni loca te cambiaría por nadie eres lo mejor de mi vida princesita y no te cambiaría por nada ni nadie mi niña.

-          De verdad no me estas engañando, mira que aun estas a tiempo de decirme la verdad anqué sufra y te vayas con esa.

Se acercó a donde estaba sentada y se arrodillo frente a mi tomo mis manos entre las suyas y me dijo.

-          Te juro que es a ti a quien amo bebé y te suplico que no dudes de mi por favor  es a ti a quien amo y te lo he demostrado y si no es así dime que quieres que haga y lo are pero no me dejes ni dudes de mi amor por ti por un mal entendido por favor.

Ella también tenía sus hermosos ojos rojos y sin poder evitarlo se le escaparon un par de lágrimas, que no pude evitar limpiar con la yema de mis dedos, ella beso mis manos y me miro de una manera muy tierna.

-          Está bien te creo mi amor, no dudare de ti pero por favor no llores preciosa.

-          Gracias mi niña por un momento me invadió el miedo pensé que me dejarías.

Recostó su cabeza en mis piernas y se abrazó a mi cintura ella aun lloraba.

-          Por favor amor levántate si, y ya no llores mi bonita.

-          Lloro de felicidad mi princesa pues me regreso el alma al cuerpo al saber  que me amas y que seguirás siendo mi novia.

Me arrodille junto a ella y la abrace me dio un beso en el cuello y el hombro. Cuando nos separamos  ella quiso besarme pero me hice a un lado.

-          ¿Qué pasa mi niña aun sigues enojada?

-          No, pero no pensaras besarme cuando acabas de besar a esa

-          Yo no la bese mi bebé, anda déjame besarte además me debes un beso pues no me has saludado aun.

-          He dicho que no y si quieres besarme tendrás que lavarte la boca pues yo no quiero en mi boca las babas de esa.

-          Jajajajajajajajaja eres única mi niña te amo. –Se levantó y me ayudo a levantarme, aún tenía sus ojitos rojos-

-          Ok iré a cepillarme  ya regreso bebita.

Se fue al pequeño baño que había en su oficina  y después de un rato  volvió.

-          Listo mi niña hermosa ya me cepille y me enjuague la boca con mi enjuague. Ahora dame mi beso.

-          Cambie de opinión y lo are al rato

-          A no ahora me cumples porque me cumples mi niña. –dijo abrazándome fuerte y tratando de besarme hasta que le correspondí.

Al separarnos me pego más a ella y yo empecé a besar su rostro al tiempo que le decía:

-          Por favor mi amor no quiero que esto se vuelva a repetir no imaginas el dolor que sentí, jamás quiero volver a sentirme así

-          Te prometo que no volverá a pasar tomare medidas drásticas.

-          ¿Qué vas hacer? ¿La despedirás?

-          No bebita le are la propuesta de mandarla a otra de mis cooperativas para no tener que despedirla pues la verdad es muy buena trabajadora pero si se niega tendré que prescindir de sus servicios, no pienso arriesgar lo nuestro por nada del mundo.

-          Está bien amor tu sabrás como resolver esto.

-          Ok, ahora que te parece si vamos a almorzar y luego al cine como tu querías princesa.

-          Ok amor lo que tú digas.

Tomo sus cosas y yo las mías y salimos de la oficina, la secretaria no estaba al parecer había salido almorzar, y menos mal porque no quería  verla.

Me abrió la puerta del auto y luego subió ella.

En el trayecto no hablamos nada yo aún seguía pensando en lo que había pasado. Y al parecer ella leyó mi mente porque me dijo:

-          princesita ya no pienses en eso no vale la pena.

-          no puedo evitarlo, yo nunca antes te había visto con otra y tengo miedo.

-          miedo de que

mi niña.

-          de que ella tenga razón y tú merezcas alguien mejor que yo y que me dejes por alguien de tú edad.

-          jajaja creo que la que debería estar preocupada soy yo ya que la vieja acá soy yo bebé no tú.

-          eso no tiene nada que ver eres demasiado linda y siempre tienes pretendientes además por donde pasas todos te quedan mirando.

-          pues a mí no me importa nadie más sólo tú mi niña hermosa.

Se acercó a mí y me beso tratando de trasmitirme todo su amor para que me sintiera segura...

-           ese beso estuvo rico y me gustaría darte muchos más pero sino bajamos te aré el amor aquí mismo.

-          por mí no hay problema yo estoy dispuesta a todo jefa.

-          jajaja eres una calentona hermosa.

-          con semejante mujer a mi lado como no voy a serlo.

-          te amo eres demasiado linda bebé. Pero vamos ya que si no te has dado cuenta ya llegamos al centro comercial.

-          sí es verdad no me había dado cuenta.

Nos bajamos del auto y me tomo de la mano. Primero fuimos al área de las comidas para almorzar. Elegí una hamburguesa de pollo con papas y salsa de tomate y un jugo de naranja, ella decidió pedir lo mismo, luego nos sentamos en una mesa.

-          ¿habiendo tantos tipo de comida porque elegiste una hamburguesa?

-          porque me gusta el filete de pollo a la plancha que lleva en el medio y en conjunto con los ingredientes me encanta. Además las papas están buenísimas y me gustan muchísimo.

-          eres muy sencilla e inocente princesita y amo eso de ti. Eres dulce, tierna, linda en todo y a cada instante haces que me enamore más de ti.

-          pues yo te amo más y tú eres la más linda mi amorcito.

-          ven dame un piquito.

-          ¿así?

-          ¿así como?

-          pues así llena de comida.

-          no importa al contrario as de tener un sabor más delicioso mmm.

-          jajaja viste que tú eres más linda.

-          mejor terminemos de comer para luego ir a ver una buena película porque si seguimos así te comeré a besos.

Elegí una película de comedia romántica, si yo la elegí pues ella quería ver una película de miedo pero después de darle un par de besitos en su cuello y susurrarle que después la recompensaría de una manera que le encantaría.

Ya sentadas muy cómodamente en nuestros asientos nos dispusimos a ver la película ella con sus nachos y yo con mis palomitas, aun lado en el portavasos nuestras bebidas.

Observe el lugar y no habían muchas personas pues un día lunes y a las 2 de la tarde eran pocos los que llegaban pues por lo general se llenaba más por la noche.

-          Amor me das de tus nachos.

-          Claro bebé coge lo que quieras

-          Uuuf ese fue un golpe bajo

-          ¿Cómo así por qué?

-          Como que porque, pues porque lo dijiste con segunda intención

-          No princesita para nada.

-          Mmm ok como digas.

-          Bebé porque elegiste que nos hiciéramos atrás y hasta el fondo.

-          Pues porque  quería recompensarte.

-          Pues a mí siempre me ha gustado sentarme en las primeras filas.

-          Luego cambiaras de opinión ya verás. Pero ahora veamos la película.

Pasaron unos 20 minutos viendo la película  entre nachos y palomitas. La verdad que si le estaba poniendo mucha atención hasta sentía celos de que toda su atención estuviera en la pantalla.  Le puse mi mano en su pierna y ella no dijo nada solo coloco su mano sobre la mía yo seguí subiendo mi mano que bueno era que anduviera de falda y no de jeans así podía sentir su piel, ella me volvió a ver y me dijo:

-          No, bebé acá no pueden vernos

-          Abre las piernas mi amor

-          No bebé

No le dije nada solo me acerque y la bese muy apasionadamente al separarnos le susurre

-          No hay mucha gente mi amor además por eso nos sentamos acá  para que no nos vean. Solo déjame tocarte si preciosa.

-          Tengo miedo que nos vean

-          No verán nada porque 1 estas contra la pared 2 es a mí que verían si alguien se levantara y 3 no te quitare la ropa solo meteré mis manos si anda déjame tocarte.

No respondió nada solo me beso y abrió sus piernas pude sentir  con las yema de  mis dedos su tanga y por instinto cerro sus piernas manteniendo presionada mis dedos.

-          Bebé por favor pon las cosas en ese asiento vacío

Tome las cosas y las coloque en un asiento al lado mío y enseguida volví a besarla.

Hice a un lado su tanga y pude sentir su vulvita mojadita mis dedos resbalaban muy deliciosamente.

-          Uuuuff mi amor  estas muy mojadita y se siente divino.

-          Divino siento yo con tus caricias

Le estampe un beso mientras daba pequeños masajes sobre su clítoris con mis dedos, era divino sentirla así y estar haciéndolo ahí era más excitante. Acaricie su entradita y decidí jugar un rato hacerla sufrir un poquito pues jugaba a querer entrar pero no lo hacía solo movía mis dedos pero sin entrar.

-          Bebé por favor no me hagas sufrir más te necesito

La vi desabrocharse un par de botones y subirse el sostén sacando a relucir ese par de senos que sabía perfectamente que me volvían loca.

Sin pensarlo me lance a devorarlos aun cuando era algo incómodo pero demasiado excitante. Mamaba de sus pezones como si fuera una bebé y sin previo aviso metí 2 de mis dedos en su vagina ella solo presionaba mi cabeza contra sus senos y trataba de callar sus gemidos. Me separo de sus senos y yo me queje porque no quería despegarme de ella, pero después de verla subirse un poco la falda  para abrir con mayor libertad sus piernas volvió a tomar mi cabeza y a pegarme  a sus senos y me susurro.

-          Vamos bebé hazme acabar ya que no  puedo más y además no quiero que la película termine y enciendan las luces.

-          Ssshhhh eso no pasara mi amor.

Volví a pegarme a sus senos y empecé con un mete y saca muy lento ella movía un poco sus caderas y me susurraba quiero más bebé. Saque mis dedos y volví a meterlos pero esta vez con un tercer dedo ella lo sintió pero para mi sorpresa no se quejó de dolor sino de placer.

-          Así bebé que rico uuff así asiiiiiiiii

Me encantaba escucharla susurrar sus gemidos, succione más de sus pezones y metía y sacaba mis dedos a veces los dejaba dentro y los movía ella presionaba más mi cabeza contra sus senos para luego levantar mi cabeza y besarme intensamente sus gemidos quedaron atrapados en mi boca, mis dedos quedaron atrapados en su interior  y yo podía sentir en mis dedos las pequeñas contracciones de su orgasmo. Cuando su respiración se había calmado un poco abrió sus piernas liberando mis manos y  se separó de mi boca susurrándome.

-          Uuufff que rico bebé.

Atrapo mi labio inferior entre los suyos para luego separarse de mis labios y empezar a abotonarse los botones que había desabrochado  y  acomodarse la ropa. Yo seguía con mi mano en su vagina no podía evitar jugar con su humedad pues sentía rico que mis dedos resbalaran tan fácilmente. Lleve mis dedos a mi boca y los limpie ella solo me veía, yo volví a meter mi mano y volví a repetir lo mismo llenaba mis dedos con sus jugos y los limpiaba. Hasta que ella  detuvo mi mano y me dijo:

-          Ya bebé vámonos

-          Pero aún no termina la película además quiero que me dejes limpiar tus juguitos.

-          No princesa es muy incómodo no creo que puedas y seguramente ya casi termina la película.

-          Por favor no tardare nada y  lo are muy rápido ¿sí?

-          Está bien  bebé pero date prisa ok

No respondí solo busque como acomodarme rápido entre sus piernas y la verdad si era un poco incómodo pero logre ponerme entre sus piernas y lamer sus juguitos que tanto me encantan, quería seguir comiendo de ella pero sabía que no podía tardar así que me levante y le dije.

-          Listo mi amor. Ahora vámonos.

Ella se arregló  su tanga y su falda. Luego tomamos nuestras cosas y salimos del cine la película acababa de terminar y había estado buenísima.

-          Que quieres hacer ahora mi princesita.

-          Quiero que nos vallamos

-          Ok, entonces vamos por el auto.

Nos subimos al auto y ella pregunto:

-          Quieres que te lleve ya a tu casa mi niña.

-          No, iremos a la tuya, no pensaras que me  quedare con las ganas de seguirte comiendo –le dije mientras ponía mi mano su pierna empezando a subir-

-          Yo también quiero hacerte el amor

Condujo hasta su casa mientras me decía que lo del cine estuvo increíble y que ni en su adolescencia lo hizo jamás.

-          Yo tampoco lo había hecho nunca pero como sabrás leo relatos lésbicos así que alguna vez leí en uno que se masturbaban en el cine.

-          Tendré que leer contigo esos relatos mi amor porque tu cada día haces el amor más rico.

-          Jajajaja eso es porque no hay nada más rico que tenerte a ti y poder comerte.

-          Te amo princesita.

-          Y yo a ti mi amorcito.

Llegamos a su casa y fuimos a la cocina por un vaso con agua. Ella me lo sirvió y yo lo tome de su mano para luego tomar un poco y colocarlo sobre la mesa. La atraje hacia mí y la bese e hice que diera unos pasos hacia atrás hasta topar con la pared. La tome de su trasero y lo presione luego fui subiendo poco a poco su falda tome su tanga y comencé a bajarlo, me separe de sus labios y me arrodille para bajar por completo su tanga, le quite sus zapatos  y viéndola a los ojos tome uno de sus pies y lo bese subiendo poco a poco hasta llegar a ese precioso tesoro. Aspire profundamente su olor era delicioso ese aroma y me volvía loca sin poder evitarlo me hundí en su entradita metiendo mi lengua para buscar más de ese néctar que tanto me gustaba, luego empecé a dar lamidas y recoger cada gota de su humedad. Atrape su clítoris entre mis labios y empecé a succionarlo, ella gemía con sus ojitos cerrados, era precioso verla con su boquita entre abierta. Empecé a comer de ese delicioso manjar succionando su clítoris y luego quedándome en su entradita penetrándola con mi lengua para luego volver a su clítoris  el cual estaba muy hinchadito y al que le daba pequeños golpecitos con mi lengua. Presionaba sus nalguitas y hundía mas mi cabeza entre sus piernas estar ahí era lo máximo y no me quitaría hasta hacerla terminar.  Ella  jalo una silla y subió su pierna derecha y me sonrió.

-          Para que estés más cómoda

Le sonreí y me volví acomodar  entre sus piernas y esta vez empecé a comérmela pero con más ímpetu hasta que pude volver a sentir mi boca llenarse de sus jugos y sin dudarlo me los trague para luego limpiar cada gota no quería desperdiciar nada. Ella seguía agitada me levante y le plante un beso con sabor a ella.

-          Woow hoy andas muy caliente bebé

-          Solo un poco –le dije sonriendo-

-          Si ese es un poco que tal cuando andas tus hormonas a mil.

-          La verdad es que en unos días me bajara mi periodo y pues mis hormonas andan muy alborotadas. Además qué esperas si eres demasiado bella y tenerte a mi lado es una enorme tentación.

-          Jajaja eso es bueno pues a mí me encanta que seas así de caliente me haces sentir inmensamente feliz, todo a tu lado es lindo.

-          ¿Sí? Entonces déjame demostrártelo otra vez –dije mientras le empezaba a quitar la ropa-

-          Podrás hacerlo después, ahora me toca a mí –me decía mientras me desabrochaba el jeans y a la vez subía sus manos para sacar de una vez mi camisa-

-          No se vale mi amor –beso- porque yo –beso- todavía te –beso- tengo muchas –beso- ganas.

-           Ok, entonces vamos a mi habitación y hacemos esas posiciones que nos complacen a las dos cuando  una quiere comerse a la otra.

-          Mmm ¡sí! ¿Y qué posición es esa mi amorcito?

-          Mejor déjame demostrártelo mi princesita.

Entre beso y beso me llevo a su habitación me recostó en la cama y me beso de una manera apasionada.  Hicimos el amor hasta que tuvo que llevarme a casa, pues no podía quedarme ya que me había quedado el fin de semana y apenas era lunes.

Diana.

Cada momento a su lado es increíble por un momento tuve mucho miedo de perderla pero gracias a Dios ya está todo solucionado y mi ex secretaria ya no me daría problemas, aunque si batalle mucho cuando hable con ella y me saco de mis casillas pero se lo dije claro o era la trasferencia o se quedaba sin empleo y  al final acepto que la transfiriera a una sucursal de la cooperativa.  La nueva secretaria era una mujer de 38 años casada y con 3 hijos, la eligió mi niña  me dijo que así ya no correría riesgos y yo solo la dejaba hacer pues me encantaba ver su carita celosita cuando miraba las demás chicas que se presentaron a la cita y yo le decía que estaban más buenas que Karina jajajaja si es una mala broma y hasta se me enojo y ya me estaba preocupando porque no podía contentarla pues pase una hora rogándole y nada que me disculpaba.

-          Bebita ya por favor solo fue una broma ¿discúlpame si?

-          No te disculpo me hiciste recordar la última vez que la vi y no es un buen recuerdo –dijo con su voz dolida y su mirada clavada en el piso-

-          Que tienes mi niña –le pregunte mientras me levantaba de mi escritorio y caminaba hasta el de ella-

-          Nada

-          Como que nada –dije levantando su caria con mi mano derecha- entonces porque tienes esos ojitos tristes mi princesita.

-          No es nada

-          Estas a punto de llorar Estela y no me gusta verte así dime que pasa mi niña.

-          Es solo que me dolió recordar el beso que te dio esa

-          Mi bebita yo te amo a ti y no me gusta que estés triste y lo sabes

-          Si, lo sé pero no pude evitarlo es algo más fuerte que yo.

-          Mi princesita ella ya no está y solo estamos tú y yo y nada ni nadie se interpondrá entre nosotras ok.

-          Tienes razón mi amor perdóname soy una tonta

-          Nada de eso tú no eres tonta, eres lo mejor que me ha podido pasar en la vida, te amo chiquita hermosa.

-          Y yo te amo a ti mi amorcito –nos fundimos en un beso lleno de amor-

Pasaron dos meses desde aquel problema y nuestra relación se fortaleció aún más. Me encantaba mimarla y ella me mimaba igual o más aún.

Yo estaba ansiosa pues en unos días seria su cumpleaños y quería que todo estuviera perfecto, me había hecho amiga de su mamá y su hermana así que le estábamos preparando una fiesta sorpresa que empezaría  a las 6 de la tarde para que terminara temprano pues yo me la traería después a mi casa a darle su regalo de cumpleaños. Y si todo salía bien ese día seria formalmente mi novia pues pensaba proponérselo delante de todos aunque antes de hacerlo pensaba hablar con su mamá y pedirle permiso pues mi niña aún seguía siendo hija de dominio y para mi futura suegra era la niña de sus ojos y para mi futura cuñada ni que decirlo era igual las dos la mimaban mucho y la complacían en todo.

Su mamá y hermana se encargarían de invitar a sus amigos y familiares, por mi lado les dije que me encargaría de la comida y bebida pues lo reservaría de mi restaurante y claramente eran varios platillos en los cuales su mamá me había dicho sus comidas favoritas.  El pastel ya lo había reservado lástima que no fuera uno de esos donde pudiera meterme dentro y hacerle un estriptis pues no se podía qué sino fuera por su familia lo haría jajajaja, a ella seguro le encantaría no se quizás se lo haga para cuando cumpla 20.

Los días pasaron y llego el día tan esperado ni que decirlo mi futura suegrita y cuñadita estaban nerviosas pues decían que ni para sus quince primaveras le habían organizado una fiesta pues solo habían hecho una comida familiar.  Las tranquilice un poco para que no arruinaran la sorpresa pues mi niña hermosa pensaba que solo era una cena nosotras las cuatro en su casa y luego se vendría conmigo como lo habíamos hablado.

Era sábado y el sol estaba perfecto hacia un día precioso. Llegue a la oficina con una caja y  un ramo de rosas blancas con bordes rosados como le gustaban a mi niña para que en cuanto llegara felicitarla y llenarla de besos.

-          Buenos días mi amor –dijo entrando a la oficina-

-          Buenos días a la niña más linda del mundo. Feliz cumpleaños bebita.

-          Gracias preciosa. Desde hoy soy toda una mujer mi amor, tu mujer.

-          Claro que si bebita eres mi mujercita bella.

-          ¿Y esas flores? ¿y esa caja?

-          Son para ti princesita.

-          ¿Para mí y que es amor?

-          Pues ábrelo y veras.

-          Las rosas están divinas mi amor gracias.  –abrió la caja y saco un hermoso vestido azul obscuro-

-          Amor esta hermoso, no te hubieras molestado y además unos zapatos y ropa interior, woow tú quieres vestirme de pies a cabeza  verdad.

-          Si mi princesita eso quiero, además aún falta algo

-          ¿Más? Pero si ya con esto es demasiado mi amor

-          Vamos busca en el fondo de la caja.

-          ¿Salón y spa?

-          Es para que vallas y te traten como lo que eres mi princesita

-          Pero es demasiado mi amor no sé si aceptarlo

-          Como que no sabes si aceptarlo? Es  mi regalo de cumpleaños y te suplico que no me lo rechaces hoy es tu cumpleaños y no quiero enojarme contigo bebé.

-          Está bien pero prométeme que ya no más regalos mi amor.

-          No te lo puedo prometer porque si lo ves desde mi punto de vista veras que son regalos para mí misma.

-          ¿Cómo así mi amor?

-          Pues si bebé. Dime tu quien va a gozar de verte más linda y sobre todo de esto Mmmm –dije tomando con mi dedo índice su ropa interior-

-          Amor mira que tú eres la caliente luego dices que soy yo jajajaja

-          Pues a mí me encanta hacer el amor contigo y no te lo hago horita nomas porque quiero que estés más caliente porque en la noche te are el amor hasta que se acabe tu cumpleaños y es más celebraremos un día después de tu cumpleaños mmmmm

-          Amor cálmate que sino seré yo quien te haga el amor aquí mismo.

-          Por mi encantada tómame y hazme tuya –dije sonriendo y abriendo los brazos para que me tomara y me tomo en sus brazos solo que para plantarme un beso muy apasionado lleno de amor-

-          No se vale, eso era todo

-          Jajajaja como tu dijiste tengo que guardar fuerza para la noche mi amor –dije acariciando su hermoso trasero-

-          Ok mi niña linda. Por cierto a las 10:30am tienes que estar puntual en tulipanes spa y obvio también mande contratar un chofer para que te lleve donde tú quieras mi princesita.

-          ¿Enserio?

-          Jajajajajaja obvio no amor  yo seré quien te lleve a donde tú quieras. Además no me arriesgare a que te rapten por bella.

-          Jajajajajaja no exageres mi amor acá la bonita eres tú, soy yo quien debe cuidarte de todos para que no me roben mi amor.

-          Te amo y no tienes que cuidarme pues yo siempre me muero de ganas por estar contigo todo el tiempo te amo y te necesito.

-          Ay mi amor eres tan linda tan tierna. Haces que te amé más y más a cada instante mi bonita.

-          Bueno vamos a trabajar ya o no nos dará tiempo de terminar de revisar los contratos de los nuevos trabajadores que queremos contratar bebé.

-          Si amor pero antes dame un último beso mi amorcito lindo.

Después de eso nos pusimos a trabajar, la nueva secretaria era muy eficiente además de amable. Mi niña estaba muy concentrada en unos documentos así que llame a mi restaurante para preguntar cómo iban con los preparativos de las cosas que pedí. Afortunadamente todo iba súper bien, les di las recomendaciones necesarias de que tenían que llevar el pedido a la hora acordada  y los tres que se encargarían de llevar las cosas se quedarían para ayudar a servir la comida. Después de colgar llame a mi futura suegrita para preguntarle a qué hora quería que llevara a casa a su niña hermosa y también saber cómo iba con los preparativos de la fiesta, ella me decía que no me preocupara de nada que todo estaba bien que solo me ocupara de mi niña de llevarla hasta las 4:30pm a la casa para que fuese una sorpresa única de su familia para que luego recibiera los invitados.

La lleve a tulipanes spa y pregunte a qué hora volvería por ella y me respondieron que como a las 3 de la tarde. Al dejarla instalada en el lugar me dio un delicioso beso de despedida pero muy apasionado después de eso me retire suspirando por mi niña hermosa, ella es lo mejor que me ha podido pasar en la vida.

Ahora venía lo difícil y es que me dirigía a la casa de mi futura suegra necesitaba hablar con ella y pedirle permiso de que su hija sea mi novia formalmente ante todos.

Al llegar estacione el auto respire profundo y salí a enfrentar a mi suegrita y a mi cuñadita.

-          Buenos días  -salude al entrar pues  la puerta estaba abierta ya que había gente arreglando  unas mesas y una pequeña tarima-

Al parecer nadie me escucho pues no respondieron volví a saludar pero esta vez un poco más fuerte.

-          Buenos días ¿hay alguien en casa?

-          Buenos días Diana –dijo la mamá de estela y Elena su hermana al salir de la cocina-

-          ¿Cómo van con los preparativos?

-          Todo va bien hija pero porque andas aquí. ¿Dónde dejaste a mi niña?

-          La deje en tulipanes spa para que le dieran un buen masaje y luego la arreglaran para que se vea más linda de lo que ya es.

-          Te veo nerviosa ¿estás bien Diana?

-          Si, señora pero quiero hablar con usted o más bien con las dos.

-          Ok, vamos a sentarnos y nos dices de que quieres hablar.

Nos sentamos en la mesa de la cocina ellas dos juntas y yo al frente la verdad eso me ponía más nerviosa. Mjem mjem me aclare un poco la garganta y empecé hablar.

-          Quiero de Estela.

-          ¿Qué pasa con mi princesita? –hablaron las dos al mismo tiempo-

-          No pasa nada ella está bien. Pero no sé cómo decirles lo que pasa.

-          Pues diciéndolo tal y como son las cosas –dijo Elena-

-          Estoy enamorada de su hija – dije bajando la mirada y presionando con fuerza la pequeña cajita que tenía en el bolsillo de mi pantalón-

-          Eso ya lo sabíamos –dijo doña Nubia la mamá de Estela-

-          Ya lo sabían? –dije levantando mi rostro mostrando gran sorpresa-

-          Sí, no creas que nos engañaban era obvio mi hija viene y me presenta a su nueva amiga y se pone feliz  en un segundo cuando tiempo atrás andaba triste. Además un jefe normal no haría una fiesta para una simple trabajadora y tu estas tirando la casa por la ventana por el cumpleaños de mi hija.  Y lo del trabajo era solo un pretexto para estar juntas ¿no es así?

-          Si, bueno no porque ella es muy buena en su trabajo solo tuve que enseñarle un poco y listo.

-          Mi hija es muy inteligente  pero no quita que actuó y actúa como una chiquilla  enamorada. Y tengo miedo que sufra es la primera vez que la veo tan enamorada.

-          No se preocupe doña Nubia yo la amo y por eso vine –saque la pequeña cajita y la coloque en la mesa frente a ellas-

-          ¿Y eso que es?

-          Quiero que me dé permiso de ser la novia de Estela –dije abriendo la cajita y mostrándole una pequeña cadenita con el dije de un corazoncito-

-          Está muy hermoso –dijo Elena y  doña Nubia se quedó callada-

-          Y porque no un anillo? –dijo sonriendo y devolviéndome el alma al cuerpo pues por un momento pensé que se enojaría-

-          Porque ya le di uno el día que nos hicimos novias pero ahora quiero formalizar todo.

-          Está bien tienes mi permiso. Además no podría negártelo mi hija está muy feliz  y si mi bebé es feliz yo también lo soy.

-          Yo también te doy permiso pero tienes que cuidármela mucho o te las veras conmigo jajajajaja –dijo Elena-

-          Gracias de verdad, no imaginan lo importante que es para mí que me acepten como la novia de Estela.

-          Venga danos un abrazo pues a partir de hoy formalmente eres parte de la familia –dijo Elena-

-          Cuida mucho a mi hija Diana ella es una niña aun y no quiero que sufra.

-          Por supuesto señora yo are a Estela la mujer más feliz del mundo. Ahora con su permiso debo ir a mi restaurante a ver cómo va lo de la comida y de que la traigan a la hora acordada.

Me despedí y empecé a caminar hacia la puerta hasta que la voz de doña Nubia me detuvo.

-          ¿No estas olvidando algo Diana?

Me voltee un poco temerosa de lo que me iba a decir pero me calmo dándome una sonrisa y mostrándome en su mano la pequeña cajita, uuuf respire más relajada.

-          Gracias.

-          De nada ahora ve y trae a mi niña como a las 5 para que se vista y esté lista para recibir a los invitados.

Me retire feliz, el alma había regresado a mi cuerpo pues la verdad estaba muy asustada yo nunca pensé que tendría que pedir permiso para ser la novia de alguien. Pero todo había salido bien así que estaba feliz y dichosa de que mi niña seria mi novia a los ojos del mundo y no tendríamos que esconder lo que sentíamos por miedo a que su familia lo descubriera.

Aún era temprano hasta para ir a traer a mi niña así que me fui de compras para buscar lo  que me pondría esta noche.

Estuve de tienda en tienda buscando algo que me gustara hasta que en una encontré algo adecuado un traje un pantalón y chaqueta de color negro por dentro una camisa blanca. Si yo sé que cualquiera pensaría que si voy a una reunión de negocios pero si algo había notado es que a mi niña le encantaba verme con ese tipo de trajes, siempre desabrochaba los dos botones y metía las manos dentro para abrazarme así, aun cuando tenía la camiseta blanca.  Siempre me decía “me encanta como te ves mi amor” o  bien me decía  “uuuff cada día te pones más linda mi amor” y así me decía muchas cosas. Y algo que me llamaba mucho la atención es que le gustaba verme con pantalones de vestir por como marcaban mi trasero y lo que más risa me causaba es que me daba unas nalgadas y decía “deja que llegue la hora de salida y de mi nadie te salva” yo solo sonreía y me daba cuenta que físicamente lo que le llamaba más la atención a mi niña eran mis ojos y mi trasero aunque no por eso descuidaba el resto de mi cuerpo pues con lo caliente que era mi bebé me dejaba agotada y con los labios hinchados de tantos besos y mordiditas.  Sonreí de solo recordar cada momento a su lado pues si de algo estaba segura es de que la amaba y que me amaba, éramos felices y lo seriamos más aun….

Llegue faltando 5 minutos para las tres  a traer a mi niña. Y para mi sorpresa nada más bajarme y ella corrió a mis brazos tuve que agarrarla para que no se cayera.

-          ¿Qué pasa mi niña?

-          Nada, solo que te extrañe muchísimo

-          Jajajaja eres un amor princesita.

-          Nada comparado contigo mi amor.

Nos fundimos en un beso lleno de amor y dulzura al separarnos me abrazo fuerte y me dijo.

-          Me encantas mi amor, hueles muy rico.

-          No más que tu bebé.  woow quedaste más preciosa mi niña –dije al separarme de ella para verla-

-          Espera que me veas con el vestido que me regalaste.

-          Te vas a ver más linda que nunca bebita.

-          Si, solo que aún sigo pensando que me estás dando demasiado amor y no me gusta porque yo no te puedo dar nada como lo que tú me das.

-          No es necesario que me des cosas materiales mi niña. Tú me das algo que nadie más puede darme y que no puedo comprar ni con todo el dinero del mundo.

-          ¿sí? ¿y qué es eso?

-          Felicidad y sobre todo mucho amor.

-          Te amo

-          Y yo a ti princesita.

-          ¿A dónde vamos amor?

-          Pues primero a mi casa ya luego iremos a la tuya para tu cena de cumpleaños  mi niña.

-          ¿Y me dejas hacerte cositas  ricas mi amor?

-          No princesita eso no podrás porque si lo haces se te arruinara el peinado y el maquillaje.

-          Ahora ves porque no me gusta arreglarme tanto

-          Jajajajajaja te amo chiquita hermosa

-          No te rías que no ves que no puedo hacer lo que me gusta –dijo cruzándose de brazos  y poniendo una carita muy tierna-

-          Mi bebita es solo por unas horas ya luego hacemos lo que la cumpleañerita desee

-          Es que es demasiado tu sabes que eres mi adicción y necesito de ti de tus besos y caricias mi amor.

-          Solo serán unas pocas horas mi niña además yo no he dicho que yo no puedo tocarte.

-          Mi amor tendrás que consentirme un rato

-          Te consentiré ahora y siempre mi amor

Llegamos a la casa y baje las bolsas de las cosas que había comprado.

-          Bien ahora que aremos mi amor.

-          Bueno comer algo porque la verdad tengo hambre  ¿y tú tienes hambre bebita?

-          No quise comer porque siempre almuerzo contigo así que solo pedí un sándwich y un jugo.

-          Entonces comeremos como se debe preciosa. Solo déjame ponerme algo cómodo y vendré a cocinar algo rápido.

-          ¿Y eso que no llamas a tu restaurante para que te traigan comida?

-          Es que hoy es tu cumpleaños y quiero cocinar algo sencillo pero especial mi niña

-          Enserio, mi amorcito me va a cocinar?

-          No a ti no puedo cocinarte y luego comerte porque arruinaría tu peinado que si no te como enterita mmmmm

-          Y dices que yo soy la calenturienta jajajajaja

-          Jajajaja si lo eres mi niña y eso me encanta. –me acerque y le di un pequeño beso mientras me retiraba a mi habitación a cambiarme de ropa-

Volví con unos tenis,  short y una camisa sin mangas  que marcaba a la perfección mis senos y más mis pezones pues decidí quitarme el sostén.

-          No es justo lo que estás haciendo mi amor

-          Y que estoy haciendo mi  bebé

-          Pues vestirte así, te parece poco que se marquen tus pezones y peor aún que te pusieras esa camisa casi transparente. Además usar ese short tan cortito y ajustado, me mata verte así y no poder hacerte nada.

Me quede pensando y había decidido no hacer nada con mi niña es decir pensaba ponerla a mil pero sin tocarla ni dejar que me tocara. De todos modos cuando volviéramos a casa podría hacer conmigo lo que quisiera.

-          Amor que pasa en que piensas

-          Nada mi niña solo que será mejor que nos aguantemos un rato así no te despeino ni nada.

-          Está bien. –me dio una palmadita en el traserito y dijo- pero hoy en la noche de mi nadie te salva.

-          Jajajaja ok mi princesita, como tú digas.

Ella se sentó en el pequeño comedor que había en la cocina y empezó a pelar unas papas para luego cortarlas ya que ella quería papas fritas así que lo que mi princesita quisiera yo lo aria.

Yo  estaba friendo carne de res haría jalapeño con su salsita blanca picantita rica y unos tostones. Las papas serian algo extra.

-          Terminaste bebita

-          Si amor, ya las lave ahora mételas en empanizador para que queden más ricas

-          Ok como usted mande princesa.

-          Jajajajaja te amo.  –se acercó a mí y me abrazo por la espalda pasando las manos por mi cintura- uuufff  sentir tu traserito así y tocar estas cositas hermosa –dijo tocando mis senos-  me está volviendo loca. Lo siento pero no sé qué me pasa contigo te me haces tan irresistible, quisiera tenerte a cada momento porque aun cuando te estoy haciendo el amor tengo ganas de hacértelo.

-          Gracias por amarme tanto mi niña, y yo siempre estoy a tu disposición para lo que desees soy tuya mi bebita. Pero ahorita no podemos así que aguanta unas horas que ya luego me harás lo que quieras.

-          Está bien amor. Mejor preparare la mesa y serviré un poco de jugo.

-          Si mi niña ve, yo casi termino

La verdad es que mi niña si andaba bien alterada sus hormonas seguramente estaba próxima  a que le bajara su periodo y pues cuando andaba así le gustaban que la mimaran más  de lo normal y yo lo hacía encantada. Además siempre tenemos nuestro momento de besos y abrazos en la oficina –por cierto ahora pongo seguro a la puerta-  supongo que extraño eso y salir a comer juntas como siempre y lo de no vernos por casi seis horas.

La miraba con una enorme sonrisa llena de ternura al verla arreglando la mesa  y desee poder tenerla para mi cada día pero sabía que aún no podría ser por más que las dos lo quisiéramos.

Serví la comida y nos sentamos a comer. Y por estarla viendo comer no había probado la comida. Se metía varias papas a la boca y yo sonreía más pues hasta para comer  seguía siendo una niña. Hasta que me volvió a ver y me dijo:

-          ¿Qué pasa mi amor? ¿Por qué no comes? Dijiste que tenías hambre

-          Si princesa pero me encanta verte comer.

-          Perdón pero es que sabes que me encantan las papas y pues que quieres que haga si te quedaron muy ricas.

-          Jajajaja si veo que te gustaron pues ya casi te las terminas.

-          Sip todo esta delicioso. No sabía que supieras cocinar.

-          Claro que se, pues mi mamá me enseño desde pequeña. Me llevaba al restaurante  y me decía “mira bien como lo hago que luego me ayudaras a cocinar, pues toda mujer debe aprender a cocinar no me gustaría que cuando te cases  tengas que contratar a otra persona para que lo haga por ti. Quiero que sorprendas a las personas con nuestras recetas caseras”.  Y así aprendí aunque desde que murió mi mamá yo no había vuelto a cocinar hasta hoy.

-          No, y entonces como hacías en desayunos, almuerzos y cenas

-          Pues en el desayuno solo tomo jugo y a veces me preparo un sándwich. Almuerzo  pues como viste siempre como en el comedor del trabajo y la cena pues como en mi restaurante aunque te confieso que antes de conocerte comía menos más que todo solo almorzaba y ahora como veras  hasta me he engordado un poco.

-          Si eras un poquito más delgada pero ahora te has puesto  más linda más hermosa de lo que ya eras.

-          Bebé  ya viste la hora ya casi son las cinco y tengo que bañarme vestirme arreglarme un  poco y le prometí a tu mamá que te llevaría a las seis.

-          ¿Y dónde viste tú a mi mamá?

-          La llame en la mañana para preguntarle si no necesitaba  algo para la cena de esta noche.

-          Bueno amor por favor deja los platos ahí luego los lavo y los guardo. Yo me iré a bañar.

-          Está bien amor yo me quedare en la sala viendo tv un rato así no te distraigo y te vistes rápido que si entro ahí no sé si te deje vestir jajajajaja

-          Ok princesa hasta vuelvo en un rato.

Me maquille, me peine dejando el fleco casi llegar a tapar mi ojo  izquierdo pues al usar mi cabello tan corto no había más que hacer jajajaja pero así me gustaba.

Me termine de vestir  y salí a buscar a mi niña teníamos que irnos ya pues ella tenía que ir a terminar de vestirse pues aún no había querido cambiarse sino hasta llegar a su casa.

-          Wooow mi amor estas muy linda

-          Gracias bebita. Ahora toma tus cosas que se nos hace tarde.

Nos fuimos rumbo a su casa pero antes de llegar me detuve y le pedí que me dejara cubrirle los ojos pues su familia le tenía una sorpresa, ella accedió pero no dejaba de preguntarme cual era la sorpresa.  Al llegar la ayude a llegar a su habitación para que se vistiera y luego saliera por su sorpresa.

-          Hola Dianita llegas tarde

-          Hola doña Nubia, lo siento se me paso el tiempo comiendo y hablando con Estela.

-          Es bueno que cuides mucho de mi hija.

-          Yo amo muchísimo a su hija y siempre la cuidare.

-          Eso espero.

-          ¿De qué hablan? –pregunto mi niña al acercarse donde estábamos-

-          Estas muy hermosa mi niña, Elena ven a ver que linda esta nuestra princesita –dijo doña Nubia llamando a Elena-

-          Woow  está más linda que nunca.

-          Pues todo es gracias a mi linda  novia

-          Así que gracias a tu novia –dijo Elena al llegar donde estábamos-

-          Lo siento –dijo mirándome con tristeza pidiéndome perdón por habernos delatado en frente de su familia-

-          No tengo nada que perdonarte mi niña.

Volvió a ver a su mamá y hermana. Ellas la miraban fijamente como pidiéndole una explicación el momento se había vuelto tenso.

Saque la pequeña cajita que llevaba en mi bolsillo derecho del pantalón y me arrodille frente a ella abrí la cajita y  le dije:

-          ¿Princesita quieres ser formalmente mi novia?

Sus ojitos se llenaron de alegría y una enorme sonrisa invadió su rostro pero de inmediato se borró y con miedo volvió a ver a su mamá y hermana.  Con tristeza bajo su rostro y se quedó callada mirándome.

-          ¿No le vas a responder mi niña? –dijo doña Nubia-

-          ¿No pensaras tenerla arrodillada para siempre o sí? –hablo Elena en tono de burla-

Fijo su mirada en mis ojos y sonrió.

-          Sabes desde la primera vez que vi tus ojos grises me enamore de ellos son muy lindos.

-          Si son muy lindos pero responde ya –corearon las dos al mismo tiempo-

-          Por supuesto que acepto mi amor, ahora levántate de ahí –dijo brindándome su mano para luego pegarme contra ella y plantarme un beso. Me deje llevar y le correspondí hasta que escuchamos a su hermana decir:

-          Ejem ejem  por favor respeten a sus mayores jajajajajajaja

-          Lo sentimos –dijimos al mismo tiempo-

-          No digan tonterías bienvenida a la familia cuñadita y de antemano te doy el pésame porque no creo que aguantes a esta malcriadita jajajajaja

-          ¡Elenaaaa!!!. Mamá dile que no me moleste.

Jajajajajajaja todas nos soltamos a reír y dijimos en coro esa es nuestra princesa.

La fiesta empezó y mi niña estaba feliz todos los que llegaron le llevaban regalo y ella parecía niña chiquita pues quería abrirlos de una vez y doña Nubia le decía que no que era mejor que esperara a que terminara todo.

La comida estuvo excelente había alrededor  de 60 personas unos eran familia y otros las amistades más cercanas de mi niña.  Yo le di la dirección a mi hermano para que llegara si podía y para mi sorpresa si llego.  Y lo primero que hizo fue buscar a mi princesita y darle un regalo era una caja algo grande pero delgada y la verdad me preguntaba que era pero bueno ya le preguntaría más tarde.

Bailamos mucho y yo ya estaba un poco cansada ya eran las 9:35pm de la noche y la gente estaba que apenas empezaban la fiesta. Yo solo podía pensar “pensé que a esta hora mi niña y yo ya estaríamos en mi casa”.

Doña Nubia hizo un paréntesis y llamo a todos para que le cantáramos el “feliz cumpleaños” a mi bebita y que ella apagara las velitas del pastel.

Después de eso repartieron el pastel y de nuevo todo mundo con cerveza en mano bailaban. Si el hecho que nosotras no tomáramos pues a mi niña no le gustaba tomar pero eso no implicaba que los invitados no tomaran  así que como a todos les gusta la cerveza pues mande a comprar varias cajillas de cerveza, así que la fiesta apenas empezaba pero yo pensaba robarme a la cumpleañera.

-          Bebita estoy cansada por favor podríamos irnos.

-          No quieres recostarte un rato en mi habitación, mi cama no es tan grande como la tuya pero igual es cómoda y podrías descansar mi amor.

-          No bebé yo lo que quiero es irme contigo a mi casa además tú lo prometiste mi niña.

-          Está bien vamos a buscar a mi mami y a Elena para decirles que esta noche me quedare contigo que después vemos todo.

Después de buscar un rato encontramos a doña Nubia  en la cocina. Y solo nos dijo que tuviéramos cuidado, que ya era tarde y que esperaba que no nos pasara nada. Le dije que no se preocupara que todo estuviera bien.  Le pedí disculpas por dejarla sola con la fiesta pero que no se preocupara que cuando terminara mi personal que había traído le ayudaría en todo pues tenían la orden que hasta que no terminara no se retirarían.

Fuimos a buscar a Elena para despedirse y para nuestra sorpresa la encontramos bailando muy pegadita con mi hermano. Me miro y se me acerco.

-          Cuñadita porque no me habías dicho que tenías un hermano tan guapo.

-          Pues porque no me habías preguntad. Pero ten cuidado que él tiene novia.

-          No me importa tu hermano ya está seleccionado para mí.

-          Elena vete a la cama hermanita ya estás un poco tomadita –dijo mi niña linda-

-          No quiero mejor vete y déjame seguir disfrutando de la fiesta y de este papacito hermoso.

-          Está bien pero cuídate mucho.

Nos despedimos de los dos y nos fuimos rumbo a casa. Ella iba feliz decía que era el mejor cumpleaños de su vida.       Yo le decía que vendrían mejores aun….

Al llegar a casa estacione el auto y la tome de la mano y le hable:

-          Bebita este es mi regalo de cumpleaños –dije al llevarla frente a un auto que estaba tapado  lo destape y le pregunte-  ¿Qué te parece?

-          Woow es un hermoso auto y es para mí!!!

-          Claro princesita   es para ti

-          Pero te dije que ya no me dieras nada.

-            Si pero este ya estaba elegido para ti desde hace mucho tiempo solo me aguante hasta hoy para entregártelo.

-          ¿Cómo que ya estaba elegido para mí?

-          Si bebita. Ven subamos al asiento de atrás  y te explico ok.

Subimos y nos sentamos yo encendí la luz para  que no estuviéramos a oscuras y luego empecé a relatarle:

-          ¿Te acuerdas que la primera vez que nos conocimos e hicimos el amor en fue en un taxi?

-          Sí, pero que tiene que ver con que me estés regalando este auto.

-          Todo princesita pues fue en este auto fue que lo hicimos

-          ¿Cómo?, Cuéntame cómo está eso.

-          Después de todo lo que paso me y de ver las manchas de sangre que me mostraban que te había robado tu inocencia y tu mayor tesoro y peor aún que no lo había hecho de la mejor manera.  Así que mande a lavarlo y a que lo dejaran como un auto normal y desde ese día me propuse que si te volvía a ver te lo daría pues es demasiado especial como para usarlo  como un taxi más

-          Woow no sé qué decirte mi amor yo pensaba que no pensabas en mí y que no te importaba.

-          Claro que me importas y te amo demasiado bebé, por favor acepta el auto.

-          Con una condición

-          La que quieras mi niña hermosa.

-          Ok, quiero que recordemos viejos tiempos –dijo subiéndose sobre mí con las piernas abiertas y dándome un beso muy apasionado.

No pude evitarlo y lleve mis manos bajo su vestido y presione su trasero ella soltó un pequeño gemido, metí mi mano por detrás para acariciar su vagina con mi dedo medio haciendo un pequeño masaje de atrás hacia delante. Me encantaba sentirla tan mojadita, aprovechaba para bajar por su cuello y besarlo para terminar dándole suaves mordiditas y volver a besar.

-          Mételos por favor mi amor  y hazme llegar

Saque mi mano  e hice su ropa interior a un lado y metí dos dedos  a ella le encanto y empezó a mover sus caderas prácticamente cabalgando mi mano mientras yo me dedicaba a lamer y besar su cuello. Empezó a moverse más rápido estaba a punto de llegar me detuve y le dije que quería que se viniera en mi boca.  Ella muy agitada se bajó de mi yo me salí y ella se recostó en el asiento trasero con las piernas abiertas yo me coloque entre sus piernas viendo su ropa interior muy mojada estaba tan maravillada con la visión pues me encantaba tener a mi niña asi.

-          Amor por favor ya no me hagas sufrir

Y como lo que dice mi princesita se hace  le baje su ropa interior y me fui directo a su vulvita, abrí mi boca y atrape casi todo para luego succionarlo un poco, metí mi lengua en su entradita que estaba calientita y llena de juguitos como me encantaba. Me dedique a succionar, meter y sacar mi lengua de su interior mientras daba un suave masaje a su clítoris con mi dedo índice.  Su orgasmo estaba próximo así que moví mi dedo un poco más rápido como ella lo pedía.

-          Más rápido mi amor

-          Asíiii… Asíiiiiiii…  Asíiiiiiiii…….

-          Uuufff que rico

-          Ya casi mi amor no te detengas

Eran frases que decía mientras presionaba más mi cabeza contra su sexo.

-          Aaaaaaahhhhhhhh aaaaaaaaahhhhhhhhh

Sentí unas pequeñas contracciones que atraparon mi lengua en su interior antes de cerrar sus piernas y gritar mi nombre.

-          Dianaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

-          Aaaaaaaahhhhhhhhh aaaaaaahhhhhhhhhhhh

-          Uuuuffff eso estuvo genial –decía mientras respiraba muy agitada-

Poco abrió sus piernas y me dejo libre.  Empecé a limpiar los juguitos que no pude tomar. Pero igual los limpiaba con ganas de más juguitos que encontraba cada vez que metía mi lengua en su entradita.

-          Mmmm tienes un sabor delicioso mi niña –dije recostándome en su abdomen mientras ella se terminaba de recuperar-

-          Nada comparado con el tuyo mi amor.

-          Gracias por ser tan linda mi chiquita hermosa.

-          De nada preciosa tú también eres muy linda.  Cambiando de tema amor ahora que ya soy mayor de edad podre comprarme unos juguetitos para que la pasemos de maravilla mmmmmm

-          ¿Qué tipo de juguetes bebé?

-          Un arnés para poder hacerte cositas ricas como las que he leído en los relatos

-          Jajajajaja ok pero solo si después me dejas usarlo contigo.

-          Ok amor ahora vamos adentro a tu habitación pues no te dejare dormir hasta que salga el sol

Apague la luz que había encendido dentro del auto.  Nos tomamos de la mano caminando  hacia la puerta de la casa, vi mi reloj eran las 12:57am casi las 1 de la mañana.

Un nuevo día apenas empezaba así como nosotras apenas empezaríamos a demostrarnos el amor que sentíamos una por la otra.

Fin

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ESPERO QUE ESTA VEZ SÍ LO PUBLIQUEN ES LA SEGUNDA VEZ QUE LO SUBO.    MIL DISCULPAS POR HACERLOS ESPERAR MÁS.

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Gracias a todos los que me leen y sobre todo a los que comentan, sus comentarios son de gran valor para mí pues me motivan a seguir escribiendo….

De verdad gracias…. Son para mi ustedes un verdadero tesoro

Pd: Por favor podrían elegir un número del 1 al 5 y el número que más elijan será el número ganador… pues tengo 5 relatos que aún están sin terminar pero ya estoy en eso.   Así que el número más elegido será el nuevo relato en el que me concentrare y subiré la primera parte el lunes próximo. (Veamos que numero gana y a ver si tienen suerte y el relato les gusta jajajajajaja………………….. )

Pd2: sino eligen no subiré ninguno jajajajaja que mala soy  pero como los amo…..todos ustedes son para mí una de las 12 maravillas del mundo, ojo dije para mi pues no se el resto jajajajaja….. Hasta pronto mis amores…..

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La vida no es una sucesión de grandes acontecimientos, sino de pequeños momentos…  De Rose Kennedy.

Esta frase la saque de un libro muy especial para mí y la quise compartir con ustedes porque me gusta mucho y yo la entiendo así:

Muchas veces tenemos problemas y como es obvio a veces hasta queremos morir o solo dormir y no despertar nunca más… pero esto es solo porque vemos las cosas negativamente pues a veces hay que buscarles el lado bueno a todo y pensar que si he salido de cosas peores igual saldré de esta.  No debemos ser egoístas de solo pensar en nosotros y no en nuestros seres queridos.

No vale querer morir porque es de cobardes, pues cuando estamos muriendo rogamos a Dios una segunda oportunidad y nos contradecimos nosotros mismos.

La vida no está llena de grandes acontecimientos o llena solo de felicidad sino de pequeños momentos pues si todo fuese felicidad no sabríamos valorarla. Cuando sufrimos y recordamos los momentos que vivimos a diario reconocemos la verdadera felicidad.

Entonces vale la pena vivir porque con un puñado de hermosos recuerdos ayuda a calmar nuestras tristezas y heridas. Nos ayuda a darnos cuentas que siempre hay personas que nos aman y nos aceptan tal como somos y que aunque muchas veces no lo vemos ellas siempre están ahí.

Vale la pena vivir porque a cada momento del día vivimos momentos hermosos y mientras hay vida hay esperanza

Atte.: Rossy

Besos y abrazos desde Nicaragua tierra de lagos y volcanes.