La tarea (2)

Siguen las propuestas del amo a su posible sumisa. el quiere que poco a poco ella consiga mas cosas.

Este relato es fruto de la imaginación, pero está basado en las ideas proporcionadas por otro autor de " todorelatos.com", Picante 100, y a él se lo dedico.

Me has pedido que vuelva intentar lo mismo que la otra noche, pero esta vez debo conseguir introducir dos dedos en mi ano...

Hemos desconectado hace un rato, pero aun me siento excitada por la conversación que acabamos de mantener.

He decidido intentar lo que me has dicho, pero antes comienzo con la tortura de las pinzas.

Iré escribiendo mientras me las coloco para describirte lo que siento.

La primera que he puesto es la que se que menos duele, en el labio derecho, aunque la he puesto muy atrás y de forma profunda, de forma de que toque la entrada de mi vagina, lo cual hace que a la vez que me duele, me provoca cierto placer... En esta zona duele más que en la parte de delante de los labios que era donde me las había puesto la otra noche.

La segunda la he colocado en el mismo sitio pero en el otro lado, y mientras escribo, noto como van haciendo su efecto...

La tercera por variar y por probar, he intentado colocarla en mi clítoris, pero ha sido imposible, el dolor es insoportable. No he podido, era una verdadera tortura, así que tanto esa como la cuarta, las he puesto en la parte de arriba de cada labio.

Piensa que según van pasando los minutos la sensación de dolor va aumentando, y que lo estoy sintiendo en estos momentos en que te estoy escribiendo...

Pasemos a los pezones...

Primero, el que se que duele menos, el izquierdo; luego probaré con el derecho y te prometo intentar aguantar un poco más.

Bien...he encontrado la postura de la pinza para que el dolor no se haga insoportable, voy a jugar un poco con la pinza a ver que pasa...

He tirado de ella, he incluso la he retorcido un poco...es como si muchas agujitas me estuvieran pinchando.

Voy a por el derecho...uffffff.

Ya está...

Tengo los dos pezones aprisionados por pinzas, he conseguido ponerla en el pezón derecho pero este sufrimiento, sumado al del otro pezón y al de mi coño que cada vez esta más dolorido, casi hace que se me salten las lágrimas, aunque también siento una extraña sensación de placer...

Al teclear mis brazos chocan con las pinzas haciendo que tiren un poco de los pezones y acrecentando aun más la sensación.

La sensación de tortura aumenta mientras te escribo pero te he prometido antes que aguantaría y lo haré...

He soltado las pinzas de los pezones pero solo para cambiarlas de posición, aunque esta nueva duele aun más...

A pesar de la nueva colocación aun más dolorosa, he tirado de las pinzas, he jugado con ellas y las retorcido un poco, primero una, luego otra y luego las dos al tiempo...

Mientras he hecho todo esto pensaba en ti y en que eras tú quien me infligía los castigos...

El dolor de los pezones es atroz y tengo los labios de coño ardiendo, pero aun así no puedo evitar pensar que desearía que estuvieses conmigo, me quitases las pinzas de mis pechos y aliviases el dolor con tus labios mientras que con tu polla me follases, sin quitar las que atenazan mi coño.

Creo que ha llegado la hora de pasar a intentar dilatar un poco más mi ano, tal y como me has dicho. Para ello me voy a quitar las pinzas para poder tener más maniobrabilidad.

Después me masturbaré pensando en ti tal y como te dije.

Todo esto te lo describiré mañana.

¿ Se supone que tengo que dar las gracias " al amo "....?

Para cualquier comentario o sugerencia podéis escribirme a estadovirgen@yahoo.es