La tanguita que me convirtió en una nena ninfómana
Un chico latino se convierte en sexy chica latina después de probarse por primera vez la tanga de su hermana, así inicia su transformación en una sissy sedienta de penes colosales dentro de su hoyito
Lo recuerdo como si fuera ayer, tenía apenas 18 añitos, siempre he tenido un cuerpo delgado, 1.75 m. de altura, piel color canela, ojos cafés y cabello negro ligeramente rizado, un chico latino común pero nunca había notado mis facciones femeninas hasta que un día, solo en mi casa entre al cuarto de mi hermana y todo cambio.
Como un típico adolescente caliente de 18 años, completamente solo en su casa, conecte mi ordenador y me puse a ver porno, me aburrí buscando el video perfecto para masturbarme cuando me encontré por casualidad un video de un chico que estaba probándose la lencería de su hermana cuando de pronto su hermana lo descubre y con tal de que ella no lo acuse con su papá, él cumple todos los deseos cachondos de la hermana. Ella lo maquilla, lo viste con una tanguita y un bra rosas de encaje, le pone unos zapatos de tacón negros, muy chulos la verdad, y después lo folla salvajemente con un dildo enorme y venoso mientras el gime de placer y termina con un gran orgasmo.
Estando solo y teniendo una hermana dos años mayor que yo, supuse tendría a mi alcance lencería como la del video. Muy excitado, un poco dudoso y con miedo de que alguien llegara y me descubriera fui hasta su guardarropa y en un cajón encontré toda su lencería, braguitas, tangas, cacheteros, bras y pantimedias. Tomé una tanga muy chiquita de encaje negro, un bra negro que le hacia juego y fui hasta su closet donde encontré unos zapatos de tacón muy altos.
En este punto mi pene (que ahora llamo clítoris) estaba muy duro y ya estaba mojado de liquido preseminal, me puse el bra y los tacones y al final metí un pie por la tanguita, enseguida el otro y la deslicé por mis piernas hasta mis caderas.
En ese momento, cuando sentí la tanga abrirse camino entre mis nalgas y llegar hasta tocar mi culito fue cuando supe que era una nena, me vi al espejo vestida como toda una chica y me sorprendí, la tanga me quedaba perfecta y observé que mi pequeño pene se había acomodado perfectamente, mis testículos se escondieron y mis piernas delgadas y largas se veían muy femeninas. De perfil pude observar que con los tacones mis nalguitas se veían bien paraditas, eran pequeñas pero redonditas y bien formaditas, muy femeninas. Me sentía femenina, linda y caliente a la vez, la sensación entre mis nalgas me volvía loca, me tiré de lado en la cama de mi hermana y comencé a frotar mi pene mientras pasaba mi mano por mis nalgas, noté que estaba muy mojada y que la tanga de mi hermana estaba completamente manchada, sin darme cuenta comencé a gemir como una verdadera putita, frote y frote más rápido hasta que termine y tuve uno de los mejores orgasmos de mi vida.
Así fue como al ponerme la tanguita de mi hermana una sola vez, me convertí en una nena ninfómana, esa fue la primera vez que me moje y termine gimiendo como mujer. A partir de entonces mis experiencias y mi transformación en una sexy chica latina continuaron y ahora disfruto mucho mi vida sexual como una chica muy puta y hambrienta de experiencias nuevas para mi culito.