La sustituta
Una hija que quiere mucho a su padre intenta consolarlo.
Aquella noche, como casi todas las noches, al entrar en casa oí como mi padre sollozaba, lo hacía desde aquel día hacía ya seis meses, en que mi madre se largó, sin mas.
Mi padre la quería mucho y se hundió en una profunda depresión y no había forma de sacarle de ella.
Yo estaba muy preocupada por la situación, menos mal que el tema económico no era problema ya que mi padre tenía muchos negocios que funcionaban casi solos y los ingresos no faltaban, pero mi preocupación era mi padre en sí, su persona, su salud, yo lo quería con locura, de pequeña siempre había sido mi héroe, mi príncipe azul y no podía soportar verlo en aquel estado.
Hasta que aquella noche tomé la decisión, hacía días que la estaba rumiando y no me atrevía a ponerla en practica, pero no podía soportar mas el verlo sufrir de aquella manera. Había que intentarlo.
Entré al baño me duché sin mojarme el pelo y después de secarme me miré un momento al espejo, la imagen que me devolvió me hizo esbozar una ligera sonrisa, era el vivo retrato de mi madre pero 20 años mas joven, mis 19 años resplandecían en todo su esplendor, 1,68 cms. de estatura, mis senos no eran muy grandes pero si deliciosamente sensuales, me solté la roja melena que me había atado para no mojarme y esta se deslizó con un suave roce sobre mis hombros hasta casi la cintura, mi piel era escandalosamente blanca y muy pecosa, tenía pecas casi por todo el cuerpo, mi cintura era muy estrecha y mis caderas eran anchas y voluptuosas, en las nalgas no tenía pecas, cosa extraña. Unos gruesos y bien torneados muslos servían de marco a un vientre liso, que acababa entre ellos con un gracioso triangulito también de color rojo, no tanto como el cabello pero si bastante intenso y al ser la piel tan blanca resaltaba mucho mas.
Levanté la pierna sobre el borde de la bañera y apartándome un poco el rojizo vello examiné con un espejo de mano mis labios vaginales, estaban totalmente normales, nada inflamados, aquella tarde había tenido sexo con mi novio y aunque había sido un poco fuerte, nada en mi cuerpo ni en mi sexo, delataba la penetración de la que habían sido objeto hacía unas cuatro horas, y la ducha había eliminado cualquier vestigio de los abundantes chorros de semen con que me había obsequiado mi querido Angel ( mi novio ) por algunas partes de mi cuerpo.
Complacida con el examen de mi figura, me puse un breve camisón blanco muy transparente que apenas si cubría el rojo vello de mi pubis, y que solía usar mi madre para poner caliente a papá, bajé a la cocina, me tome un buen vaso de leche tibia para darme ánimos y sigilosamente me dirigí a la habitación de mis padres.
Mi padre de espaldas a la entrada de la habitación ya no sollozaba, cuado abrí la puerta esta chirrió un poco y él se dio la vuelta en la cama medio incorporado yo había encendido la luz del pasillo y solamente debía ver mi melena roja y la transparencia de mi silueta a través del blanco camisón.
.- Isabel ¿has vuelto? (Isabel, es mi madre, yo también me llamo Isabel). Su voz sonaba entre extrañada y sorprendida. Yo me acerqué a la cama rápidamente, y sin decir nada, solamente emitiendo un siseo de silenció, le obligué a tumbarse tal como estaba antes, dándome la espalda, me acosté junto a él y nuestros cuerpos se rozaron, mi padre como siempre dormía con un pijama corto sin nada de cintura para arriba.
Me subí hacia arriba el camisón y mis senos se apretaron contra su espalda mientras nuestros muslos se entrelazaban.
Una descarga eléctrica de 220 v. no me hubiera causado la impresión que me produjo este primer roce.
.- ¿Pero....., pero...¿que quieres de mi? balbució mi padre. Otro psssssssssttttt., salido de mis labios, hizo que no hiciera mas preguntas.
Con un rápido movimiento, baje su pijama , él se ayudó con los pies para liberarse de la prenda y se arrebujó contra mi cuerpo que por aquellos momentos ya estaba muy caliente, frotó su nalgas contra mi pubis y me abrazó los muslos con ambos brazos, apretándolos contra los suyos.
Mi mano buscó su vientre acariciándolo, después a los pocos segundos, noté como su verga ya en erección me rozaba el brazo, sabía como era la verga de mi padre, le había visto desnudo en algunas ocasiones follando con mi madre, ( sin que ellos se dieran cuenta, por supuesto) y la verdad era una maravilla de miembro, recto , grueso hermoso y bien proporcionado, posiblemente debía medirle unos 20 cms , estaba circuncidado y el glande era de un bonito color púrpura, (me había masturbado un montón de veces, escuchando como hacían el amor y deseando ser mi madre en aquellos instantes).
Ya totalmente desinhibida, le agarré con fuerza la polla, y suavemente empecé una dulce masturbación, el liquido preseminal empezaba a brotar de su agujerito y lo use para dar mas fluidez al roce de su pene con mi mano.
.- Ohhhh..... Isabel, Isabel mi amor, has vuelto, ...has vuelto para darme placer. Yo volví a silenciarle y mis labios empezaron a besarle y lamerle cuello, nuca, oídos, cabello, el intentaba darse la vuelta para besarme en los labios, pero yo se lo impedía forzándolo a seguir de espaldas a mi, por el momento no debía romperse el encanto, ya habría tiempo para ello, si me besaba en la boca seguro que se daría cuenta de que no era " su Isabel ".
Mis manos seguían masturbándolo con sensualidad, mis pezones ya totalmente en erección frotaban su espalda causando en él descarga tras descarga.
No pudo aguantar mucho tiempo.... seguro que no había vuelto a eyecular desde el día que nos dejó mi madre, noté como el orgasmo recorría su cuerpo apretado contra mi, y con una mano intenté retener los chorros de leche que se escapaban a borbotones de su verga. Vano intento, salían con tanta fuerza que era imposible retenerlos yendo a parar a la sabana que nos cubría.
.- Ooooohhhhhhggg....Isabel, mi amor, perdóname, hacía tanto tiempo......
.- Pssssssssssssttt. Volví a repetir. Aparté la sábana y la arrojé a los pies de la cama , después me incorporé un poco, me arrodillé con una pierna a cada lado de su cuerpo y mi nalgas cerca de su cara, en la posición del sesenta y nueve, su polla estaba un poco apagada y agachándome, me la introduje en la boca y empecé a mamársela con intensidad.
El al notarlo, quiso corresponderme y abrazándome por la cintura me obligó a sentarme sobre su boca, su lengua empezó a lamerme con desesperación, y yo al notar aquella caricia que tanto me gustaba, dejé escapar involuntariamente un gemido de placer.
El, al escuchar el gemido, paró unos segundos, yo asustada, intensifiqué la mamada poniendo en ello toda mi experiencia, por fin y después de unos interminables segundos siguió comiéndome el coño, con inusitado fervor, si seguía con aquel entusiasmo no tardaría en conseguir que me corriera, y si aquello sucedía...adios...entonces si que notaría que yo no era " su Isabel ", en vista de lo cual, puse todo mi empeño en retardar mi orgasmo, finalmente al cabo de unos 12 minutos, noté como su cuerpo empezaba a tensarse...., estaba a punto de correrse otra vez, seguí mamando con furia, masturbándolo al mismo tiempo con la saliva que iba escapándose de entre mis labios, esto mi Angel no lo aguantaba ni dos minutos.
Y mi padre no duró mucho mas que él, a los dos minutos del " tratamiento especial " mi boca se vio inundada por una oleada de leche tibia y espesa que iba tragando a medida que los borbotones salían incontrolados de su polla.
Después me agarró por la cintura y levantándome casi a peso me tumbó a su lado, buscó mi boca y me besó. Fue un beso largo, intenso, lleno de pasión, las salivas y los jugos de ambos se mezclaron en nuestras bocas....fue maravilloso, en mi interior el fuego seguía ardiendo, la humedad de mi vagina reclamaba algo mas, e intenté montarme sobre él.
El me agarró por los hombros y lo impidió, empezó a acariciarme muy tiernamente, el pelo, las mejillas, me besó suavemente en la frente y siguió acariciándome el pelo a todo lo largo, entreteniéndose en meter sus dedos entre mis bucles, aquello no eran caricias de amante.
.- Lisa ¿porque has hecho esto? Lisa, Lisa, solo él me llamaba así, entonces....estaba descubierta. Ya era inútil fingir mas. Apoye mi cara en su pecho y sollozando le dije:
.- Papá, no podía soportar mas verte sufrir y creí que confundiéndome con mama, haciéndote el amor, saldrías del pozo donde te estabas metiendo.
.- Mi pequeña, mi pequeña Lisa, mi dulce cariñito. ¿y hubieras sido capaz de cometer incesto solo para ver si conseguías levantar mi animo?.
.- Si, y con sumo placer papi y casi lo consigo, bueno levantarte algo si lo conseguí. ¿cuando te diste cuenta de que no era mama?
.- Cuando te sentaste en mi cara, tu sexo tiene un sabor mucho mas delicioso que el de tu madre.
.- ¿Ah, si? ¿ Y aun así continuaste?.
.- Es que con aquella mamada que me estabas haciendo me era imposible pensar o adoptar cualquier actitud.
.- ¿ En serio? ¿gozaste con ella?
.- Puedes estar segura, gocé como nunca lo había hecho.
.- Yo también papi, tu lengua me hizo explotar de placer.
.- Ya me dí cuenta, ya. La explosión me alcanzó de lleno.
.- Lisa, ¿ de verdad hubieras consentido en que te follara?
.- Claro y todavía lo deseo, lo deseo como nada en el mundo, quiero sentir tu carne dentro de mi , quiero que goces como cuando gozabas con mama, quiero sentir como tu semen se derrama en mis entrañas, quiero ser además de tu hija, tu amante, vamos papi hazme tuya, penétrame, amémonos hasta el final. Y mi mano se deslizó hacia su verga que había vuelto a ponerse dura como la piedra.
.- Lisa, Lisa...no se si debemos hacer esto....todavía podemos echarnos atras
.- ¿Tu me deseas, papi?
.- Con toda mi alma, Lisa. Al oir esto me levanté rápidamente y abriendo mi sexo con ambas manos me deje caer sobre la enorme verga, que se hundió hasta el fondo en mis entrañas.
.- Lisa.....mi pequeña...mi amor... oooohhhhhhh. Inicié unos movimientos circulares con mis caderas procurando que mi padre gozara al máximo....y yo también.
.- ¿Puedes quedar embarazada? me preguntó con cara preocupada.
.- No papi, puedes ir tranquilo, puedes darme toda tu lechita.
....Y así lo hizo....
Su depresión se curó rápidamente, cada vez que me deseaba yo estaba junto a él y viceversa.
Nos convertimos en amantes, se lo dije a mi novio y él comprendió la situación, me alentó a que siguiera con mi padre sin dejarle a él, yo le quería mucho y no le dejé... al final nos casamos ... y mi padre continúa follándome cuando me desea...que es muy a menudo y Angel mi marido participa en el juego muchas veces .... pero esto es otra historia.