La sumisa de papá
Los morbos de una adolescente y su papá
Oí a mi mama coquetearle y morí de celos, en ese momento me di cuenta que estaba enamorada de él. De mi papá.
Voy a detallar su cuerpo: El tiene ojos verdes, una nariz recta y perfecta, una sonrisa compradora y pelo castaño oscuro. Un porte de hombre que me vuelve loca, una espalda grande y a la vez una cintura marcada. Sus brazos con algunos tatuajes lo hacen verse muy varonil, el de su muñeca más que todos. Y a veces con solo verlos me humedezco. Yo sabía que el era muy sexual, tenia dudas si mi madre lo complacía en la cama.
Cuando me enteré que mamá se agrandaría los pechos sentí que ya había perdido, porque a el le encantaban las tetas grandes, al menos eso oía cuando lo escuchaba hablar con mis tíos sobre mujeres. Claramente ella lo hacía para complacer sus deseos, comprendí.
Hasta que un día los escuche hablando.
Analia, eso no es natural, y no me va a excitar, voy a saber que debajo de eso tenes plástico.
Luciano, no tengo nada de tetas, siempre dijiste que te encantaban las tetonas, yo me las quiero hacer y te molesta.
Me gusta lo natural Ani, quizás te queden lindas pero me gusta lo natural. No te enojes, le dijo acariciandole la mejilla. Me alegré de que a papá le gustará más lo natural, mis tetas eran chicas, pero eran más grandes que las de mama, ciertamente las de ella eran un chiste, como una espalda. Las mías en cambio tenían una forma bastante linda, eran blanditas, mi cola era muy grande y mi cintura hacia que se notará más.
La semana siguiente, luego de un asado exquisito que había preparado papá, estábamos todos exhaustos y fuimos a dormir.
Eran las 4 de la madrugada y me levanté para ir a tomar agua. A medida que iba bajando las escaleras escuché unos susurros y voces agitadas. Caminé en puntitas de pie para que no me escucharán. Era papá hablandole a mamá de una manera violenta y dominante.
-No te vas a hacer las tetas me escuchaste? Si te las haces no te voy a hacer más ésto. Le decía mientras le chupaba los pezones con seguridad y la empujaba hacia el.
-Ahora arrodillate y mamamela. Ella obedeció rápidamente. -Eso trola, te queres hacer las tetas para que otros te quieran coger no? Ves que sos una puta.
Era increíble ver que el hombre mas dulce que yo había conocido, trataba de esa forma a mi mamá. Escuchar como esas palabras tan vulgares salían de su boca me dejó tarada. Papá la subió, la empezó a coger muy duro y acabó dentro de ella. Subí rápido pero sigilosamente a mi cuarto antes de sé dieran cuenta de que su hija de 16 años había presenciado su "amoroso" acto sexual.
Cuando me acosté me di cuenta que mi tanga estaba empapada. Me sentí totalmente sucia e indecente, pero enamorada, jodidamente enamorada de ese hombre al que le tenía que decir papá.
Esa noche no dormí, diagrame un "plan de conquista". No podía ser conciente de que a mi papá le encantaba el sexo fuerte y no hacer nada.
Sabía que mamá esa tarde viajaba a Carlos Casares para ir a ver a mi tia y que mi hermano la iba a acompañar. Mi pasaje ya estaba sacado, pero inventé que me sentía malisimamente mal y se la creyó. Me quede sola con papá. Le cocine, me halago la comida como acostumbra a hacer y me contó de sus nuevos proyectos, yo no podía sacarle los ojos de encima, es tan lindo, sexy y respetable.
-Anda a dormir si queres, yo me encargo de estos platos papi.
-Gracias hermosa, no doy más, hasta manaña. Y me dio un beso en la cabeza. A las horas no daba más del nerviosismo, sabía que se dormía tarde asi que me quedaban unos minutos para idear mejor las cosas, pero también sabía que podía ser rechazada y que mi papá me podía considerar una completa loca enferma.
Estaba muerta de miedo pero me decidí. Fui en pijama. Le di dos golpecitos a la puerta su habitación.
-Pasa, que pasó mi amor?
-Nada pa, tengo miedo, la otra noche me quede a dormir en lo de Tami y vimos una peli que me dejó mal, puedo dormir con vos?
-Pobeshita si, veni. me dijo haciendome un lugarcito.
-Gracias, que estabas viendo? -El informativo, pero si queres vemos una peli.
-Siii dale. Puso la peli. Fui bajando mi cuerpo hasta que mi cabeza quedó en su pecho. Y me di vuelta. Mi cola, estaba a centimetros de su pija. Para ese entonces yo estaba totalmente mojada.
Empezamos a ver la peli y me fui acercando más a el. Lo sentí y creí que el corazón me iba a explotar.
-Pa, me abrazas? No me contestó y me di vuelta. Se había dormido. Pero su pija hacia unos movimientos raros debajo de la sábana y la tenia grande e hinchada. Me estaba muriendo. Hasta que se la agarre despacito. Mientras lo tocaba le daba besos en su cuello, muerta de miedo pero confiada en que quizás no se despertaría. Hasta que se movió y me agarro la mano, empezó a masturbarse con mi mano. Me paralicé. Y saque mi mano rápido. El abrió sus ojos.
-Para que viniste, me dijo agarrandome la mano y poniendola otra vez en su pija. Que te pensas que no te escuché el otro día en la cocina? Que no leí lo que escribis en tus diarios sobre un tal L que soy yo.
Mis ojos estaban más abiertos que nunca.
-No tengas miedo, no le voy a contar a tu mamá que estas enamorada de mi. Pero con una condición.
-Decime Papá, voy a hacer lo que quieras.
-Si, ya se que vas a hacer lo que quiera. Bajate el pantaloncito.
Obedecí.
- Sos muy puta Gisela, te viniste sin bombacha.
-Si papá, perdoname.
-Que perdoname, date vuelta. Empecé a franelearle mi cola con su pija, no era nada parecido a las otras veces que había estado con otros chicos. Ahora me sentía totalmente sometida, pero a la vez cuidada, porque el que me tocaba era mi papá.
-Papá, por favor metemela.
Se río. -Vos sos muy buena con papá, pero no vas a safar de esta. Me la metió y empecé a gemir.
Mis gemidos eran muy parecidos a llantos, lo que el me hacía era de otro mundo, pero tan doloroso a la vez.
-Te duele hija? Te duele que papá te rompa el culo?
Si papá me duele mucho, pero seguí.
Que trola que sos, tenes el culo enorme. Me pegó una palmada con fuerza y me dejo la mano marcada. La cola me quedo temblando y caliente.
Es mejor que el de mamá, papá ? Aaah No pares.
Si bebé, vos sos toda mejor que tu mamá, ella está vieja, sabes cuantas veces me la cogí pensando que eras vos? Sabes cuantas pajas me hice imaginado que te cogía así?
-Si papito, dame más fuerte. Aaah Aaah.
Más fuerte queres hija de puta? Me agarró del cuello con una mano y me empezó a ahorcar, con la otra me pegaba cachetadas en la boca.
Por trola, te pego por trola, que hija más puta que crié. Estas toda mojada.
Si papá, no pares, seguí pegandome, soy una trola y me lo merezco. Ahora si, se me caían las lágrimas, me estaba pegando tan fuerte, me estaba rompiendo la cola de una manera indescriptible, pero me fascinaba.
-Por favor papá dejame tu lechita adentro, por favor. Le decía con llanto y congoja.
-Si hija, te voy a dejar toda la leche adentro. Toda la leche adentro.
-Si papá, dejame toda tu leche. Sentí como su pija se preparaba para acabar, como se hinchaba, sentí como su leche me inundaba por dentro. Se quedó arriba mío, y me daba besitos en la mejilla. Estábamos transpirados y agitadisimos. Alos minitus se separó de mi.
-Estas bien Gise?
-Si pa, muy bien. Tengo sed. Le respondí mientras me sacaba las lágrimas de la cara.
- Ahora te traigo algo para tomar hermosa, pero escuchame. Me prometes que esto queda solo entre los dos, no?
-Obvio papá, le sonreí.
-Que linda que sos.
Yo era su sumisa, su nena. Y estaba totalmente a sus pies. Mi papá gustaba de mi y eso era lo único que me interesaba en el mundo. Estuvimos todo el finde intentando ver la misma película. Cada vez que llegaba a la mitad estábamos cogiendo como animales otra vez. Ojala mamá tarde unos días más en volver...