La sumisa de Internet (Parte 3

En este tercer episodio vuelvo a la mazmorra y al fin le doy a Ana un placer que llevaba tiempo deseando.

Tarde poco más de una hora en volver y cuando regresé a la mazmorra me encontre Ana hasta casi temblando como causa de los múltiples orgasmos que había sufrido durante todo ese rato. Sus mirada me transmitió una súplica para que cesará aquel tormento basado en algo que en un principio era un placer absoluto pero que poco a poco se había convertido en sufrimiento.

- Parece que has estado pasandolo muy bien esta última hora, yo he aprovechado para cenar algo este rato.

Me acerque despacio a ella y arranque la cinta americana de un solo tirón, lo cual provocó un pequeño gemido de dolor por su parte y el vibrador fue saliendo de su coño lentamente hasta que cayó al suelo. Suspiró aliviada al sentir aquel objeto salir de su vagina, pero su alivio duraría poco.

Le quité la mordaza y las ataduras que la retenían y cayó de rodillas al suelo. Parecía estar sin energías.

- Te he traído algo para que cenes tú también, no soy tan malo como para dejarte sin cenar.

Fui a por una bolsa que habia traido en los que estaban las sobras de mi cena y las tire al suelo.

- Cómetelo todo, o si no haré que tu coño sufra el triple de lo que ha sufrido hasta ahora.

Se resignó a obedecer con un “Si, amo”, se levantó y empezó a ir caminando hacia la comida.

- ¡Para! Ves caminando a cuatro pata como la perra que eres.

Volvió a arrodillarse y empezó a caminar como una perra hacia la comida. Debía estar hambrienta porque no tardó ni 5 minutos en acabarlo todo.

Me acerqué a ella y de los pelos la incorporé sobre sus rodillas, mientras me bajaba la bragueta y sacaba mi pene frente a su cara.

- Todavía te falta comer esto.

La introdujo hasta el fondo de su garganta como pudo, como si hubiera estado deseando hacer eso desde hacía rato. Aguanto con ella dentro durante varios segundos hasta que no aguanto mas y la sacó. Empezó a lamer la punta con una gran técnica que incluso me sorprendió.

- Gracias por dejarme comer su polla, amo.

En cuanto dijo aquello le agarre la cabeza y la metí entera en su boca.

- No te he dado permiso para hablar, así que no hables ¿Entendido?

A pesar de estar asintiendo un rato con la cabeza seguí presionando su cabeza impidiéndole sacar mi pene.  Hasta que se notaba que no aguantaría más y le deje ir. En cuanto dio la primera bocanada de aire, le di un guantazo fuerte que dejó su cara roja.

- Que sea la última vez que hablas sin permiso. Ahora sigue.

Siguió chupando durante unos diez minutos antes de que le hiciera darse la vuelta y poner el culo en pompa hacia mi.

- Se ve que tienes el culo muy cerrado ¿Eres virgen analmente?

- Si…. -Susurró, prácticamente no se escuchaba.

- Genial, te voy a dar a elegir. Te follo el culo por primera vez o el coño, pero ten en cuenta....

Le metí un par de dedos en el coño ante lo cual soltó un fuerte grito de dolor.

- ...que lo tienes bastante afectado por el consolador durante una hora.

Seguí metiendo los dedos ante lo que no paraba de gritar.

- ¡EL CULO! ¡POR FAVOR, FOLLEME EL CULO!

- Como desees.

Saqué mis dedos de su coño y empecé a estimular su ano y poco a poco ir introduciendo un dedo. Ante lo cual se quejó moderadamente. Cuando ya cabía un dedo sin problema me dispuse a acercar mi pene hasta que la punta estaba pegada. En ese momento la introduje entera de una estocada, su grito fue ensordecedor.

- ¡AAAAAAAAAAHHH!

Intentó con su mano echarme para atrás para que no entrara tanto en su culo pero era inútil pues no tenia opción de evitarlo. Así que empecé a intensificar la velocidad y fuerza de las embestidas

- Tienes buen culo, perra.

Seguí follándomela lo más duro que podía. Le agarraba del pelo haciendo que su espalda se arqueara, los gemidos eran intensos pero parecía haberse acostumbrado y estar empezando a disfrutarlo. Había dejado atrás cualquier queja o intento de que la sacara y parecía estar incluso ayudando a que entrara mas.

Acabé corriéndome, dejando todo el interior de su culo blanco y al notar aquello pareció correrse de nuevo. Quedando hecha polvo y cayendo tumbada al suelo mientras poco a poco el semen iba saliendo de su culo y manchando todas sus piernas. Me acerque a su cara y le hice limpiarme la polla con la boca.

- Me has servido bien hoy. Puedes irte a tu casa, he pedido un taxi y vendrá en 15 minutos. Yo me voy ya, mas te vale levantarte y vestirte para cuando llegue, no querrás que te encuentre así.

Dicho esto, le hice una fotos para mi colección y salí por la puerta.

Gracias de nuevo a todos los que me habéis hablado y siento la tardanza pero a causa de la situación no tuve tiempo para escribir antes. Cualquier crítica, opinión o simplemente decirme lo que habéis disfrutado el capitulo tenéis  mi correo