La Sumisa (1: Cita a Siegas)

Demás esta decirles que soy muy devota, voy todos los domingos a misa y todo eso, es más, soy la que creen, mejor dicho creían que iba a llegar virgen al casamiento.

Hola, me llamo Cristina, tengo 28 años, vivo en la Argentina y antes de describir mi aspecto físico debo decirle que mentalmente soy muy conservadora y puritana y es por eso el sexo nunca fue una prioridad para mí, ya que mi familia es muy chapada a la antigua, a propósito ella esta compuesta por mi madre Maria de 47 años y padres Gerardo de 55, y dos hermanos, un varón y una mujer; yo soy Medica, trabajo para una importante clínica de mi ciudad y además colaboro con una parroquia de mi bario, que ayuda a chicos con problemas familiares y de drogadicción, como así también doy clases particulares de ingles, ya que soy bilingüe.

Demás esta decirles que soy muy devota, voy todos los domingos a misa y todo eso, es más, soy la que creen, mejor dicho creían que iba a llegar virgen al casamiento, pero mis convicciones religiosas obviamente no fueron tan estrictas, ya que no soy más virgen, lo mas sagrado de una mujer me lo había llevado mi primer y único novio ya hace 4 años.

Les comento además que siempre fui obesa, pero desde hace dos años empecé una dieta estricta que me hizo bajar de peso, obligada por mi madre, dado que estaba preocupada que así no iba a conseguir pareja, y eso ya era preocupante, ya que no soy una chica tan joven ya.

Físicamente soy una chica linda de cara, mido 1.65, peso 68 kg, tengo el pelo negro hasta la media espalda, ojos oscuros y labios gruesos, tengo el busto grande (105cm) y un trasero ancho, como se imaginaran soy media gordita, ya que tengo 99cm de cola, pero a pesar de ello tengo piernas bien formadas, pero lamentablemente los chicos no se fijan en mi, tal vez por que soy media gordita y no me visto en forma provocativa como todas las chicas o porque no me animo a ser mas liberal, hasta hoy.

Pero la única verdad es la realidad, como decía el General Perón en la Argentina, y la verdad es que yo me sentía completamente sola, desamparada y sin aliciente alguno, quizás, y sin quizás también, estaba pasando una de las peores temporadas de mi vida, con 28 primavera y mi único noviazgo arrojados por la borda, la dura realidad se imponía cada mañana que me levantaba de la cama.

Por la relación tan absorbente que mantuve con mi ex, mis amistades comenzaron a olvidarse poco a poco de mí, y aunque ahora intentaba reanudar un nuevo contacto con ellos, sospeché que retomar las mismas iba a ser más complicado de lo que esperaba, ya que cada uno tenía sus propios problemas y las reuniones y citas con ellos eran más que espaciadas en el tiempo.

Así, todas las mañanas me miraba en el espejo con una fuerte sensación de desamparo y soledad, además me sentía fea y gorda, poco a poco la rutina invadió mi vida: levantarme, irme al trabajo, volver, dar clase de inglés, ver la tele o escuchar la radio, acostarme, así todos los días, y para completarla ir a misa todos los domingos. Me costaba un imperio ir al cine, a un restaurante o a cualquier otro sitio sola, no estaba acostumbrada y me sentía fatal con solo pensarlo. Tampoco tenía muchos deseos de hacer nuevas amistades.

Hasta que me paso una historia increíble, pero a la vez bastante traumática para mi, que comenzó en la primavera pasada, les cuento por que: no es que fuera muy asidua a Internet, pero a mi hermano le compraron una PC y en uno de esos días que no sabes que hacer me conecte y conocí a mi primer amigo virtual, fue una experiencia emocionante.

Fue como les dije que esa tarde en el chat conocí a un joven con en el que tuve la típica conversación, ¿dónde vives?. ¿Qué edad tienes?, convérsanos animosamente hasta que él me pidió mi numero de celular, a mi me pareció apresurado tal pedido pero no obstante de riesgo que significaba se lo di, y a posteriormente me llamó recién habíamos terminado de chatear. Debo decir que su voz me impactó y la descripción que hizo de su físico también despertó en mí cierto interés, pero ya saben, en internet y por teléfono uno puedes mentir, así que después de otras conversaciones que practicamos decidimos conocernos en persona.

Y que mejor cerca de mi casa, ya que había una fiesta en mi bario, por eso entendí que era una noche y un lugar ideal para conocerlo a mi amigo virtual llamado Mario, el acepto con gusto, y quedo que me vendría a buscarme tipo 20 hs.

Era un caluroso día de Diciembre, la hora a la que habíamos se acercaba y tenía que decidirme sobre que ropa me pondría, afortunadamente había hecho buen tiempo y tenía un bronceado muy bonito, quería dar buena impresión, pero como les dije soy una perdona muy timada y generalmente no uso ropa llamativa, pero esa noche debería ser diferente para impactar a mi príncipe virtual, por eso escogí un vestido de tirantes con falda de vuelo hasta media rodilla muy fresquito de color gris claro.

Me probé el vestido delante del espejo, los tirantes del sujetador se veían y no me gustaba, me lo probé sin sujetador y me convenció mas, aunque el escote era pronunciado decidí no llevar sujetador, debo aclarar que nunca salgo sin corpiño, pero esa noche era la excepción, debajo me puse una unas bombachita bastante pequeñas aunque sin llegar a ser un tanga (yo nunca uso debo decirles) que era de algodón color blanco, pero al bajar la persiana de mi habitación y encender la luz, me vi reflejada en el espejo y me di cuenta de que el vestido era tan fino que según las luces que hubiese se transparentaba, me miré poniéndome de costado y prácticamente se me veía el perfil de los senos con el pezón al final, también se adivinaba la cuerda de la bombacha, pero ya no me daba tiempo a cambiarme de vestido, y entonces decidí que iría así a mi cita.

Sonó el móvil, era el, estaba en la puerta de casa, miré por la ventana y vi un Corsa ultimo modelo estacionado en la puerta con las luces encendidas, empezaba a oscurecer.

Al salir vi a mi vecino, el padre de Cecilia, mi mejor amiga que estaba en la puerta con su perro, yo iba rápidamente hacía el coche, decidí que antes de entrar en el coche, primero lo saludaría, así que pase por delante del auto y justo en ese momento mi vecino me llamo.

Me pare y me gire para ver que quería, al girarme le vi como una cara de sorpresa que no dejaba de repasarme, con un gesto me indico que solo había llamado mi atención para saludarme, pero en ese momento caí en la cuenta de que estaba delante de los faros del coche mirándole de frente, claro por eso ese repaso, solo fueron unos segundos pero imagine que prácticamente me había visto desnuda ya que el vestido trasparentaba y me abría visto mi bombacha que era relativamente pequeña y mis senos al descubierto, en ese momento pensé que quien estaba detrás de mí también estaría disfrutando de un buen espectáculo, estaría estudiando mi culito anchito.

Corrí rápidamente hacía la ventanilla para saludarlo un poco avergonzada por la situación, el me miró con una cara de felicidad que no dejaba lugar a dudas de lo muy contento que estaba por verme (y quizás por lo que acababa de ver), era un chico normal, tirando a guapetón, la primera impresión fue buena, me incline hacía delante para darle dos besos, el prácticamente no giro la cara y rozo con sus labios la comisura de los míos, de pronto sentí como por detrás el perro de mi vecino venía a saludarme, era un perro grande, llamado Sultan, al estar inclinada el perro se levanto sobre las dos patas traseras para saludarme, pero al hacerlo me levanto ligeramente el vestido por detrás.

El vecino vino rápidamente para atarlo y al ponerle el collar deslizó (yo quiero creer que sin querer) su mano por mi cola, que en ese momento estaba totalmente al aire, incluso note como uno de sus dedos recorrió desde donde empieza mi bombacha hasta tocar la tela que me cubría el sexo, pero todo disimuladamente, así que decidí no darme por enterada, aunque debo confesar que me excito un poco.

Una vez en el auto intercambiamos comentario de rigor para unas personas que recién se conocen y para luego ir a la fiesta, que era en una casa vieja, pero muy equipada para la ocasión, ya que había muchas bebidas y una sala de baile con muchos juegos de luces. Al llegar presente a Mario a todos mis amigas, evidentemente todos se percataron que era un chico muy lindo, demasiado para una chica un poco gordita como yo. Les debo confesar que en lo único en que pensé esa noche fue en él y en lo mucho que deseaba sentir sus besos, ya que con él, experimenté una química especial, que nunca había sentido con otro hombre.

Bueno, al cabo de un rato fui a bailar con el, empezó el juego de luz a parpadear y se formo un clima ideal para divertirse, yo me movía energúmenamente, el también, me estaba divirtiendo como nunca, ya que esta muy contenta a tener a Mario a mi lado, mis senos se movía al compás de la música y con esa luces se me veía mi bombacha por dejado de mi vestido, todos los chicos me miramos de forma muy babosa y eso debo decirle que me gustaba, pero en ese momento apareció Cecilia, mi mejor amiga, al verla Mario se quedo sorprendido como estaba vestidas, ya que tenia puesto una blusa color café con un escote muy generoso y que a duras penas podía mantener ese busto, redondo, que ocasionalmente mostraba el sostén de encaje blanco que llevaba debajo. Así mismo, un pescador del mismo color, entallado, que disimulaba la tanga que se perdía en ese trasero redondito, en ese momento mire a Mario y vi como la miraba en forma muy deseosa, eso me molesto, pero por supuesto no dije nada e inmediatamente despache a mi amiga para otro lado, ya que no podía permitir que ella me saque a este chico.

Ya entrada la noche Mario había bebido mucho, y se notaba que estaba bastante alcoholizado, luego me llevo a lugar mas alejado de todo, allí se puso mimoso pero yo desconfiaba porque parecían mimos de un borracho, pero me sorprendió cuando me dijo que quería ir un rato más a bailar a algún lado, solos. Esa palabra me enloqueció "solos", por eso fuimos a un lugar llamado "El Morado" e inmediatamente al rato de entrar y pedir algo de tomar me llevó a un lugar escondido y se me abalanzó, yo estaba tocando el cielo con las manos, ya que estaba enloquecida con él, ya no sabía qué hacer para que se fijara en mí, me beso como mucha ternura, pero luego estaba poseído, a los dos minutos de besarme empezó a tocarme todo el cuerpo, pasaba su mano desde la espalda hasta mi cola y se detenía ahí para tocarme con fuerza y apretar mi glúteo quería que sienta su pene cómo se endurecía, yo trataba de sacarlo, pero el me apretaba muy fuerte y me agarraba del pelo, a mi no me gustaba pero no quería arruinar el momento, ni siquiera terminamos los tragos que me dijo que quería ir a su departamento, yo le conteste que no, que era muy pronto, a el no le gusto tan contestación y me llevo a mi casa, luego se despido de mi con un simple:

Chau, fue un gusto.

Espero volverte a verte pronto?, le conteste

Si claro, y me marcho.

Pasaron los días y Mario no daba señales de vida, yo lo llamaba a su celular, le mandaba msj de texto y de vos, mail a su casilla de correo y pero el nunca me contestaba, evidentemente me había cortado el rostro, yo estaba muy mal por eso, ya que sinceramente esta loca por el.

Pero al día siguiente de mi ultimo mensaje sonó mi móvil, era Mario que me llamaba para disculparse y para invitarme a cenar su departamento, yo acepte con gusto, ya que no podía dejar pasar esa invitación, a pesar que yo sabia que si entraba a su Dpto. era el certificado de sexo que el andaba buscando.

Por eso esa noche me vestí de forma mas llamativa que lo habitual, me puse una bombacha tipo vedetina de encaje de color azul fuerte y unos jeans súper ajustado con un top azul que tenía un escote que dejaba ver mis grandes senos, obviamente que con ese top no me puse sostén, evidentemente esa vestimenta me hacia más gorda, pero no me importo, solo quería excitarle a Mario.

Como les dije me paso a buscar por mi casa y fuimos a cenar a un lugar muy lindo y discreto, luego fuimos un pub a tomar algo, pero ni siquiera terminamos de beber los tragos que me llevó a su domicilio, yo ya no tenía escapatoria, en cada lugar que teníamos que pasar hasta llegar a si habitación me manoseaba y me apoyaba su bulto en mi cola, estaba desaforado, como íbamos nos abalanzamos y empezamos a recorrer nuestros cuerpos con las manos, parecíamos pulpos, sin dejar de besarnos, después nos sentamos en su cama, empezó a besarme el cuello hasta llegar a mis senos, luego sacó mis grandes tetas de mi top y las chupó con maestría, yo mientras tanto le acariciaba sus manos y las piernas, mientras el seguí succionando mis pezones, que bien se sentía, mientras me decía que tenia unas enorme tetas, yo a esa altura estaba muy caliente, mi concha estaba mojadísima, podía sentirlo, luego empezó a besarme el ombligo hasta llegar a mi pantalón, me desprendió el mismo y me lo bajo de un solo tirón, luego me empezó a besar mi vagina por encima de mi bombacha, allí me pregunto si no usa tanga, yo le conteste que no, "es una lastima Cris, tenes un culo grande y ancho para usarla", posteriormente me la corrí para un costado y empezó con lamer despacito y luego mas rápido, mientras me decía: "que concha peluda que tenes gordita", no me gusto que me llamara gordita pero yo estaba loca de placer por eso no le dije nada. En verdad el era un experto jugando con mi clítoris, empezó a introducirme un dedo en mi concha y dando lamidas a mi clítoris, yo me sentía en el mismo cielo, por inercia levantaba mis caderas hacia su boca, lo tenia mis manos en su cabeza, estuvo lamiéndome un buen rato, no tarde en alcanzar un orgasmo delicioso.

Luego me levante un poco de la cama y lo empecé a besar dulcemente, yo estaba loca de amor y de placer, me dejaba dominar y me hacía la nena tonta, eso le gustaba, ponía cara de víctima, y le dije:

Me la dejaba ver?, le pregunte con voy de sádica, así que el abrió la cremallera de su pantalón y sacó su pene, que era más chico de lo que lo imaginaba, pero a pesar de ello le brotaban las venas.

Después metí mi mano dentro de su pantalón y le toco sus bolas, sin tocar su miembro, el se volvió un poco brusco, se quito completamente su pantalón y allí pude apreciar un pene de unos 15 centímetros aproximadamente, era muy blanco, con venas saltadas, se sentía tan caliente, luego el me tomó de los pelos y me tiró nuevamente en la cama, se subió encima de mí, puso su pija a la altura de mi boca y sujetándome toda me dijo:

Sabes cuánto hace que te quiero meter la pija en la boca, putita?, en realidad no me gustaba que me hablara así, pero otra vez surgió el miedo de que se corte todo y no dije nada, me agarró la cabeza y me metió el pene en la boca con brutalidad, yo me atragantaba y cuando tosía me lo sacaba por un momento y me decía:

Chupa hija de puta?, yo no le conteste nada, pero evidentemente no me gusta su trato, luego me lo metía de nuevo, así una, dos tres veces.

Por fin desitio con es practica, luego el se acostó en la cama y llevo mi mano a su miembro, con mi mano lo empecé a masturbar, luego me pidió que se la chupe, la empecé a besar, evidentemente yo no lo hacia muy bien ya que no tenia mucha experiencia en el arte chupar un pene, entonces el me dijo: "chupala bien putita ", y empecé a lamer su pene bajando hasta los testículos, luego me lo lleve a la boca, empecé con lamidas despacito y luego mas rápido, el se contorneaba en la cama, el gemía de placer, allí me di cuenta de que mi forma de chupar era suficiente para que disfrutara de la mamada que le estaba dando, estuve así un rato, mientras el me pedía que el dijera algo, y entonces le dije:

Te gusta como te la estoy mamando amor.

Así putita, ahhhhhhh, me encanta.

Ya no podía mas, lo quería sentir y tener adentro de mí, le dije:

Mario, metemela¡¡¡¡¡ por favor?, no le dije ni dos veces cuando me recostó, se coloco el preservativo y luego sin tocar su miembro, pues lo tenia bastante levantado, solito se dirigió a mi concha y empezó a entrar, yo estaba mojadísima, la abertura me latía conforme fue entrando, me sentía yo en el cielo, por fin, ya estaba adentro, empezó a bombearme despacio y luego mas rápido, yo lo tenia sostenido de sus nalgas, que duras, que bien formadas, no tenia nada de grasa, bombeaba y yo lo ayudaba contorneando mis caderas, de arriba hacia abajo, el placer estaba al máximo.

Mario, te quiero, mmmmeeeee vennnnnngooooo¡¡¡¡, y que orgasmo tuve, largísimo y riquísimo, la piernas me temblaron al máximo, cambiamos de posición, ahora yo lo monte, el se recostó y yo me le trepe, estando arriba le tome la verga y la clave, apoye mis manos en su hermoso abdomen, y empecé a moverme con firmeza y sobre todo duro, mi vulva quería comérselo todo, veía en su rostro satisfacción y desde luego el veía en mi lo mismo:

Ummmmmmm¡¡¡¡ahhhhhhhhhh¡¡¡¡¡¡que rico¡¡¡ asiiiiiiii¡¡¡¡ ahhhh Mario me matas ¡¡¡¡¡ ahhhhhhhh¡¡¡¡siiiiiiiiii¡¡¡¡¡ te gusta Mario¡¡¡¡¡¡¡¡¡ lo hago bien Mariooooo¡¡¡

Ahhhhhhh¡¡¡¡¡¡ siiiiiiiiiiiii¡¡ Cristina ahhhhhhh¡¡¡¡ si ¡¡¡¡¡¡¡ahhhhhhhhhhhh, ahora yo era la me movía duro, el de pronto se levantaba y me besaba los senos.

Chupamelos¡¡¡¡¡¡¡¡ahhhhhhhh¡¡¡¡¡¡¡

Nuevamente cambiamos de posición y me recostó boca abajo, pensé que me la metería por el culo, me dio terror, pero no, me la metió por la concha, estábamos en la posición de perrito, me tenia agarrada de las caderas, yo giraba las mismas, que placer me estaba dando, me estaba cogiendo bárbaro, se movía riquísimo.

Me fascinas¡¡¡¡¡¡ahhhhhhhhh¡¡¡¡¡¡¡¡ya me quiero venir, no aguanto Cristina voy a llegar¡¡¡¡¡

Pude sentir como el globo del preservativo se llenaba en mi vagina, por eso me recosté totalmente boca abajo y el se acostó sobre mi espalda, me beso el cuello, yo seguía gimiendo, me seguía moviéndome despacito y apretando los músculos de mi vagina, quería exprimirlo todo, nos detuvimos, quedamos en silencio, allí el se saco el preservativo y me pedio suavemente que limpiara su verga bañada de su semen, yo por supuesto que me negué, ya que nunca había experimentado su gusto, y entonces le dije que eso lo iba hacer, el al escuchar mi contestación se enojo y marcho al baño a limpiarse inmediatamente, sin darme un solo beso ni una sola caricia.

Luego me llevo a mi casa con su auto, eran aproximadamente las 5 de la mañana, al llegar al frente de mi domicilio, apago el motor y la luces del vehiculo, e inmediatamente me empezó a besar, primeramente en forma suave y dulce, luego mas violento, hasta que yo le detuve y le dije que no veíamos mañana, evidentemente tuve que cortar allí los besos y los manoseos ya que las cosas se estaban apunto de salir de control y no quería que pasara a mayores frente a mi casa.

Pasada una semana no tenia noticias de Mario, yo esta muy desesperado por verlo, ya que no me lo podía sacar de mi cabeza y por que no decirlo de mi corazón, hasta que un día yo estaba en el msm de Internet y lo encuentro conectado, lo saludo muy corridamente y el me contesta como si nada, luego de charlar muy amistosamente me pregunta:

Mario dice: y cómo te vestiste hoy?

Cristina dice: tengo un short blanco - evidentemente era mentira, pero quería llamar su atención -

Mario dice: ¿en serio?, que lindo

Cristina dice: sí

Mario dice: descríbete cómo te ves

Cristina dice: ¡¡guapa!!, mira traigo mi cabello suelto

Mario dice: pero descríbete bien, como si fuera la primera vez que lo harías?

Cristina dice: traigo una blusa color azul con botones al frente, mi corpiño es color blanco, ¡¡me lo puse de media copa!!, mi blusa es de cinco botones y traigo desabrochados los dos primeros de arriba para que se me vea un poquito el pecho.

Mario dice: mmmmmm, qué rico

La conversación se estaba poniendo caliente, yo estaba bastante avergonzado ello, pero debía seguir el juego si quería logra mi cometido.

Mario dice: como es la bombacha que traes puesta?

Cristina dice: me compre una tanguita color blanca para vos, con un corazoncito en frente

Mario dice: wow y ¿se te marca la tanguita a través del pantalón?

Cristina dice: si

Mario dice: ¿se te ve muy discreta la tanga?

Cristina dice: no, para nada, se me trasluce toda, - yo no podía creer lo que escribía, pero ya era demasiada tarde para arrepentirme -

Mario dice: que tenes que hacer hoy, te gustaría que hagamos algo?

Cristina dice: si, claro, me gustaría.

Mario dice: quiero que te visita para mí de forma provocativa y que te pongas algo transparente para que te vea la tanga

Cristina dice: mmmmm, ya veré.

Mario dice: Ok, no me defraudes, te busco a las 22 Hs. Un beso.

Cristina dice: Ok. Saludos

Ese tarde estaba muy tensa, así me di una ducha, allí recordé la conversación con Mario en el chat, eso me éxito, por lo elevado de las palabras, por eso empecé a deslizar mis dedos enjabonados por los labios de mi vagina, yo nunca me había masturbado, pero debo reconocer que me gusta aún más cuando me jale suavemente el clítoris como haciéndome una pequeña paja, luego volví en si, y salí inmediatamente de la ducha y me empecé a arreglar para la cita.

Busque algo sexy, ya que le había prometido a Mario una vestimenta así, encontré un pescador de mi hermana alicrado color rosado que me quedaba pegadísimo a la cadera, evidentemente me queda muy chico, debajo me saque lo bombacha vedetina que llevaba y busque una de mi hermana y encontré una sexy de color marrón, la verdad que cuando me la puse sentí una sensación rara, ya que la bombacha a pesar que también era vedetina pero al ser unas tallas mas chicas que lo que suelo usar cuando me lo puse esta se achico de forma muy brusca, convirtiéndoos en una tanga muy pequeña, arriba me coloque un top tipo bividí, pegadito con un buen escote, de lycra y de color rosado tambien y un brassier blanco, al miarme en el comprobé que la bombacha se me marca en el pantalón y mote que me hacía una cola muy grande, debo confesarlo.

Al llegar Mario a mi casa me miro de forma extraña y me dijo que esta hermosa, yo le conteste que gracias. En el trayecto hacia el centro de la ciudad donde supuestamente íbamos a cenar me pregunto que ropa interior llevaba, "me puse una tanguita para vos", el de pronto al escuchar eso cambio de dirección y giramos a su departamento, ya que me dijo que se había olvido la billetera. Al llegar a su domicilio me llevo directamente a su dormitorio, el se me acerqué y me abrazó, y me dijo: "te quiero coger ahora gordita puta" y me empezó a besarme en el cuello y a acariciarme sobre la ropa, yo estaba bastante caliente por el manoseo para decirle que no, luego metió una de sus manos en mi vagina y empezó a acariciar mi sexo por encima de mi pescador, allí lo separe de mi cuerpo y le dije al oído que se tumbara en la cama, el cumplió y yo comencé a quitarme la ropa mientras hacía un pequeño baile delante de él, allí pude ver en sus ojos que le gustaba mi cuerpo, y sobre todo cuando le mostré mi cola con mi pequeña bombachita metida por el horto, el al ver semejante espectáculo me pidió que se la chupe, yo obedecí sin chistar y acerqué a él, empecé a chupar su pene, metí la punta en la boca y empecé a pasar la lengua por la punta, primero despacio y luego más fuerte, hasta empecé a notar un hilillo como de saliva que salía de su pene, evidentemente el estaba a punto de eyacular, por eso Mario me saco su pija de mi boca y me aparto.

Luego se levantó y sacó del cajón un consolador de 20 centímetros, me lo tiró y me dijo: "métetelo en la concha", yo no podía crees que eso cosa me lo tenia que meter en mi vagina, pero no dije nada, ya que no querida contar esa química, empecé a chuparlo para lubricarlo y él me miraba descolocado y se masturbaba, "qué puta que sos!", me dijo, yo solo quería verlo excitado, seguí poniendo cara de nena inocente y le empecé a decir chanchadas: "mi amor quiero tu pija... quiero que me la metas bien adentro...dale, vení, me querés acabar en la boca?, me querés llenar de cremita para que me la trague?", el al escuchar mis palabras se levantó y me dio vuelta sobre la cama, sujetó mis manos y metió el consolador en mi boca, "te voy a coger hija de puta", con el consolador en la boca empecé a decir como pude "sí, cogéme... cogéme... cogéme" se volvía loco con eso, me empezó a golpear la cola pero demasiado fuerte, me dolía mucho, me agarraba de los pelos y me tiraba con mucha fuerza, yo no entendía si gozaba o sufría con todo eso, yo lo quería a él y lo soportaba todo.

Siguió así un rato y luego me dio vuelta para penetrarme con todas sus fuerzas y cuando estaba por venirse quiso acabar adentro, le dije que no, que no era seguro, ya que el no tenia preservativo, entonces el me sujetó de todos lados y me dijo "te voy a llenar de leche, putita", me penetraba con tanta fuerza que era como un golpe, cuando estaba apunto de acabar, saco su pija y me agarró la cabeza y se puso frente a mi cara, y me ordeno que se la chupe, eso le hice, el gritaba una palabra por cada vez que me empujaba "tomá mi leche puta de mierda!!" y otras cosas más feas también, hasta se llego en mi boca, yo trate de escupir el semen pero el me agarro mi boca y me la cerro, obligándome a tragarme todo su semen, yo interiormente me sentía humilla y maltratada, pero sabia que era el costo que debía pagar para estar con el.

Ante de llevarme a mi casa me dio el consolador y me indicó que me masturbara pensando en el, y así que se fuera dilatando mas mi concha para meterme uno mas grande, yo al escuchar sus indicaciones me incomode, pero no le dije nada y luego me llevo a mi casa.

Desde allí supe que había cometido dos errores a partir de ahí, una fue creer que habíamos hecho el amor (amor para mí), en realidad solo me había cogido como a una puta, y la otra fue la reacción que tomé al ver que para él todo había sido cosa de dos noches.

Seguira.