La suerte me persigue (1)

La suerte me persigue (parte 1)

A veces parece que la suerte lo persigue a uno… y no es la mala suerte la que me sigue en mi caso particular, es la buena suerte que he tenido yo desde hace un buen tiempo la que me ha llevado a expresar estos relatos que daré… algunos son Filiales y otros no tanto, pero no dejan de expresar la suerte que poseo.

Mi nombre no es David pero es el que usaré para identificarme en el relato. En estos momentos poseo 26 años, antes era muy delgado hace como unos 10 años empecé a engordar pero no a llegar a ser gordo sin forma. Me considero llenito la verdad, de la cara yo nunca había visto el potencial cuando era mas chico pero sin embargo las chicas les agradaba (creo que lo empecé a notar cuando estaba entrando a la universidad y toda mujer desde la mas chica a la mas grande se fijaba en mi). Yo me considero si no muy bien dotado como todos los que dicen aquí (algunos mentirosos claro) pero yo tengo un miembro de 14 centímetros de largo y un grueso muy decente (algo así como unos 5 centímetros)… MUY promedio.

Bueno iniciare mi relato por allí en el año 94… Si para el mundial de USA. Pues mi primo había tenido 3 hijas… la mayor en ese entonces andaba por los 11 años, a ella la llamare Sara… yo claro andaba por los 13 (empezando a conocer lo que era el sexo claro)… Los juegos eran comunes entre nosotros, ya que sin importar que yo tengo una hermana Sara prefería estar jugando conmigo (creo que era porque yo era mas amable). Dentro de los juegos inocentes que hacíamos, a ella le gustaba mucho el de familia (juegos de chicas pero como venían a visitarnos debía hacerlo). Así pues lógico, yo era el papá y ella la mamá, y ella estaba muy "hacendosa" en la casa y yo regresaba de trabajar.

Los juegos iban así como siempre, la familia de Sara visitaba mi casa algo así como cada 2 semanas, por lo que los juegos entonces no faltaban. Uno de los tantos días de estar jugando a la "familia" me dijo algo que me dejo turbado (y que no debía desaprovechar):

Davi… - dijo ella.

¿Qué quieres mi cielo? – respondí yo ya que había que seguir con el juego.

Hay que irnos a dormir ya porque mañana temprano tienes que ir a trabajar.

Bueno Sara, ahora me voy a la cama.

Yo me fui a acostar sobre la cama y cerré mis ojos fingiendo estar dormido, a lo que ella repuso:

No Davi, tienes que quitarte la ropa para dormir.

En ese momento abrí los ojos solo para encontrarme a Sara completamente desnuda (como le hizo para quitarse toda la ropa en un momento no lo se)… y yo con mi cara de estúpido no supe que decir.

Anda Davi… es tu turno de quitarte la ropa. – me dijo ella ya casi en un tono de orden.

Obedecí aun sin darme mucha cuenta de que pasaba (digo sabia algo de sexo pero el ver a una chica desnuda NUNCA)… me puse de pie y me quite el pantalón dejándome solo en calzoncillo. Ella entonces me dijo:

¡No! Tiene que ser todo. Los esposos no duermen en calzoncillo.

Se aproximo a mi y me bajo el calzoncillo en medio de una sorpresa. Me tenia desnudo, asustado y a su merced a lo que ella me dijo:

Bueno ahora si, a acostarse en la cama.

Me empujo hacia la cama, y se acostó a mi lado. Sus pechos, aun cuando eran pequeños, eran calidos sintiéndolos en mi brazo. Se enpierno conmigo y empezó a acariciar mi pecho. A mis 13 años mi pene empezaba a crecer lentamente porque la situación era increíble y nueva para mí.

Davi, ¿ya viste lo que te pasa allí abajo?

Si Saris pero es que esto me puso así.

Yo vi algo en una peli. Lo voy a intentar porque después de que lo hicieron se regresa a la normalidad allí abajo.

Delicadamente empezó a tomar suavemente mi pene, y lo tomo en toda su manita. Mi pene estaba calido y su mano fría, por lo que me estremecí un poco cuando lo sentí.

Oye Sarita, ¿que fue lo que viste en la peli?

Esto.

Cuando dijo eso se acerco a mi pene medio erecto y lo metió a su boca lamiéndolo como si fuera una paleta o un helado. Lo metía a su boca y lo chupaba muy bien. Un poco lastimado con los dientes pero muy sabroso la verdad… Yo no podía ni creer lo que pasaba ni la situación por lo que alcancé a agarrarle a Sara fue su trasero que era lo que tenía a la mano. Después de casi unos 10 o 15 minutos de esa mamada sentí una gran presión dentro de mi vientre y que surgía hacia fuera de mí ser y sin saberlo solté todo mi semen en la boquita de Sara.

Ella se alejo un poco y me vio con una cara de medio repulsión y sorpresa.

¿Te gustó, Davi?

Uff como no te imaginas Sara.

Pues ya ves, así en pasaba en la peli también.

Después de eso decidimos vestirnos aprisa por si llegaba mi primo o alguno de mis papas. Cuando terminamos nos acostamos, efendi la TV y nos quedamos abrazados.

Esto no ha sido la ultima experiencia que he tenido filial… pronto continuare mis aventuras poco a poco.