La subasta de caridad, Yo Ivonne. 3

Las ofertas suben y suben. Em que me he metido?

La subasta de caridad, Yo Ivonne. 3

La presión de la subasta sube y llega el momento de que Ivonne suba al escenario. Muchas gracias por todos sus mensajes a dratentacion gmail, les pido paciencia, contestaré todos y cada uno de ellos. Igualmente gracias a todos los que ya me siguen en twitt como dratentacion.  Dejemos que Ivonne nos siga contando...

El evento dio comienzo, poco a poco se llamaba al estrado al personaje a subastar. Se daban un par de datos de los mismos y se abría la puja. El primero; el Ing. Johnson, empresario restaurantero logró reunir $650 USD, nada más para comenzar. Todo iba viento en popa. Conforme se iba avanzando en los participantes, los montos pagados iban subiendo. Así llegó la mitad de la subasta y el momento de que llamaran a mi papi. El maestro de ceremonias decía:

  • Por favor recibamos con un gran aplauso a nuestro siguiente participante!!! El Lic. Roberto XXXOOOXXXOO, empresario y miembro distinguido de este club, personaje muy conocido y querido por todos ustedes.

Se levantó de la mesa, acomodó su saco y camino hacia el estrado. No sin antes darnos una mirada y sonrisa a mi madre y a mi. Se veía en su cara cierto desacuerdo y pena. El no lo quería hacer, pero era por una buena causa. Llegó al estrado y se colocó al centro, saludando a los asistentes con la mano. Silvia se acercó a mi diciéndome en voz baja...

  • Creo que ya se en que gastaré mi bono de este mes, jajajaja. Que guapo tu padre!... su voz denotaba cierta coquetería.

  • Jajajaja, tu crees? Veremos si es cierto, si te lo ganas es tuyo!.. le respondí burlonamente. Tenía que esconder de alguna manera los celos que sentí con su comentario. Mi papi es mío y no lo iba a compartir con ella, aunque pensándolo bien, la idea no sonaba nada mal...

  • Roberto, muchas gracias por participar, estoy seguro que el afortunado ganador o ganadora, pasará un muy buen rato en la reunión contigo. Así que demos inicio, quien me da $100 USD?... decía entusiasmado el presentador.

Se comenzaban a levantar algunas manos y paletas. No era de dudarse que algunas señoras pujaran. Las esposas de los miembros del club participaban de manera más reservada y discreta, pero no era así las invitadas que no eran conocidas en ese cerrado círculo.

La puja comenzó a subir, 200, 300, 600, 700. Mi madre tenía cara de sorprendida y no estaba tan contenta. Había dos mujeres muy entusiasmadas apostando por mi papi. Un par de sus amigos hacían juego con ellas tratando de subir la oferta. En eso, Silvia entra al juego...

  • Mil, yo doy mil dólares!!!... grito levantando su paleta. El subastador de inmediato la vio y confirmó su oferta.

  • Amiga!!! pero que bárbara, en verdad vas a subastar por mi papi?... le pregunté incrédula y con cierta emoción. Es una chica muy guapa, justo de las que veo como mi papi echa sus miradas.

  • Claro, no me creías?... Por supuesto que quisiera tener una cita con tu padre, hay tanto que aprender del él... me dijo entusiasmada.

La puja iba subiendo poco a poco, 1200, 1400, 1550... Ese fue el límite de Silvia...

  • Hasta ahí llegaste Sil?... le pregunté.

  • Si, creo que no podré subir más, que lástima... dijo en tono algo triste.

  • No te preocupes, yo te consigo una cita con el. Es más, podemos ir a comer con él la semana próxima, que te parece?... le propuse a modo de no verla sentirse mal.

  • Me parece perfecto, muchas gracias Ivonne, eres una gran amiga!!!... me dijo mientras me abrazaba y daba un beso en la mejilla.

De improviso se escucha el golpe de martillo y la voz del subastador...

  • Vendido!!! a la paleta 189 por mil seiscientos dólares!!! Muchas gracias y un fuerte aplauso a Roberto!!! Felicidades al comprador...

Vaya, había ganado la puja el hijo de un miembro del club. Era Jay Smith. Su padre tiene una casa de bolsa y siempre han querido atraer al negocio a mi padre. Seguramente era la oportunidad que querían para tener una reunión con él y hacerle la propuesta.

  • Que tal? Yo pensé que iban a apostar más por mi eh!!!... regreso mi padre diciendo en tono sarcástico.

  • Claro que si papi, pero no queríamos dejar sin  oportunidad a los demás, jajajaja.... le dije.

  • Ahora tendré que aguantar a estos cuates... dijo con voz de fastidio.

  • Papi, es por una buena causa. Solo tienes que comer o cenar con ellos y listo. Nada más... le dije animándolo un poco.

  • Si Roberto, yo hice mi mejor esfuerzo pero no me alcanzó, jijiji... le dijo Sil.

  • Si te vi... muchas gracias. Pero tu eres de casa, no hacía falta... le respondió.

  • Papi, ya le dije a Sil que la próxima semana nos invita a comer, así tendrá su cita y no habrá gastado nada, jijiji... les dije.

  • Por supuesto que sí güera, el día que ustedes quieran. Me va a dar mucho gusto salir a comer con dos chicas tan guapas... respondió mi papi poniendo la palma de su mano sobre la pierna de Sil. Ella solo le sonrío coqueta como signo de aprobación.

Por un momento me había olvidado de que en cualquier momento me llamarían a mi. No faltaba mucho para que mi nombre fuera mencionado en el micrófono y la grandiosa idea de mi madre se llevara a cabo. Y así fue...

  • Ahora una muy grata sorpresa! Tenemos una participante de último momento!!! Por favor recibamos con un fuerte aplauso a la guapísima miembro de este club, Ivonne XXXXOOOOXXXXOOOO!!!... decía el subastador.

Mi padre me volteó a ver con cara de admiración. Yo me levanté de la mesa y solo alcancé a decir: no fue mi idea, pregúntale a mamá!, mientras caminaba rumbo al estrado. La luz del reflector me ubicó de inmediato y acompaño mis pasos. Me sentía nerviosa y al tiempo algo excitada, definitivamente me gusta ser vista.

Con paso firme y rítmico me abrí paso. Subí la escalera al escenario y tome mi sitio justo al centro. La altura del estrado era perfecta para ver a quien se paraba sobre él. Sin duda las luces que bañaban mis piernas, y el corto y ceñido vestido que vestía hacían lucir mi cuerpo. Lo podía yo confirmar por algunos chiflidos que se escuchaban.

  • Demos inicio a la subasta!!!... decía el subastador.

Desde ahí podría ver a toda la concurrencia, el salón estaba completamente lleno. Algunas paletas se comenzaban a levantar haciendo caso de las arengas del subastador. De inmediato pude ver a Gabriel, el amigo de mi padre comenzar a subastar por mi. 100, 200, 400, 500, 700; las ofertas subían rápidamente. Jorge también subía la oferta con mucho animo. Ellos ya habían visto la mercancía y sabían de mi secreto y el de mi papi, seguramente querían sacar partido de eso.

De pronto un grito fuerte llamó mi atención... era mi padre:

  • Mil doscientos!!!... gritaba al tiempo que levantaba su paleta.

  • Muchas gracias!, mil doscientos tenemos de la paleta 287 aquí enfrente... decía el subastador.

Su mirada era firme, fija. Algo enojado se podría decir. Conocía esa mirada, seguramente ya mi madre había pasado por su primer reclamo. Si, mi papi es celoso, y eso me gusta.

A la subasta se unían ahora un par de cuarentones de no mal ver. 1400, 1600, 1900, se escuchaba de diferentes partes del salón. La oferta seguía subiendo, los ánimos de la gente estaban muy arriba, sería por las varias copas que ya todos habíamos tomado. El subastador en su afán de lograr subir la puja lo más posible, hacía pausas para describir lo guapa y elegante que me veía. En un momento hasta me pidió dar una vuelta para que todos me pudieran ver. La bulla y silbidos no se hicieron esperar. Todo de manera muy "educada", si así lo podemos llamar; pero era claro que la subasta no subía precisamente por ganar la oportunidad de tomar un café conmigo, era claro que las intenciones y deseos de los actores era otra. Porque no, pensarlo me gustaba, sentirme deseada me gustaba, exhibirme un poquito en ese escenario, también me gustaba! Me sentía algo excitada por la situación. Mi coquetería salió a lucir de inmediato. Las ofertas seguían subiendo!!! Vaya que estaba siendo un éxito! jijiji.

  • Tres mil!!!... se escucha de la parte media del salón. Gabriel levantaba su paleta en todo lo alto.

  • Tengo tres mil, quien me da tres mil quinientos?... decía el subastador.

Mi padre levantaba su paleta quedándose con la oferta. Gabriel lo voltea a ver de forma amable, como amigo. Mi padre le sonríe dejándole claro que no iba a ganar.

De la parte trasera del salón se levanta otra paleta, cuatro mil se escucha. La luz del reflector no me deja distinguir quien es el autor de la oferta. No había pasado mucho tiempo cuando de nuevo la voz de adelante se escucha...

  • Cuatro mil quinientos!!!... dice mi papi. Mi mirada se encuentra con la de él, no va a dejar que nadie gane esa cita conmigo.

  • Cuatro mil quinientos a la una, cuatro mil quinientos a la dos... cerramos la subasta agradeciendo mucho a Roberto XXXOOOXXOOOO... Decía la voz del subastador al tiempo que se escuchaba el golpe del martillo. Mi papi me había comprado!!!

Bajo del estrado despidiéndome del público entre aplausos y silbidos. Camino airosamente hasta llegar a  mi mesa. doy un gran abrazo a mi padre diciéndole...

  • Papi, muchas gracias!!! Sabía que lo harías!!!... le dije acercando mi cabeza a su oído para susurrarle... - Me encargaré de que nuestra cita lo valga...

  • Por ti lo que sea güera, lo sabes... me dice mientras de nuevo cerramos nuestro pacto con un guiño de ojo.

Tomo asiento, doy un gran trago a mi coctel y viendo a mi madre le digo...

  • Me la debes mamita...

Continuará...

Besitos

Dra. Tentación