La subasta de caridad, Yo Ivonne. 2

La subasta al parecer va a tener un participante inesperado...

La subasta de caridad. Yo Ivonne. 2

Feliz de esta de vuelta con la historia, al parecer habrá cambios importantes en la lista de participantes a ser subastados... Estoy apurando el paso para poder contestar todos sus mensajes que me envian a dratentacion gmail com  y tambien a mi twitter arroba dratentacion. Ivonne se emociona mucho cuando se entera de todo lo que le escriben. Vamos adelante con la historia...

Pasaron un par de días antes de que mi madre sacara a la conversación el tema, la organización la tenía muy ocupada y preocupada...

  • Nos sigue faltando gente que quiera ser subastada, vaya que son unos cortados en el club. Primero dicen que si y a la hora de confirmar, nada!... decía entre enojada y preocupada.

  • No te preocupes mami, poco a poco irán confirmado. Ya sabes que la gente se decide a último momento. Cuantos hombres llevan?... pregunté sin pensarlo mucho, solo por seguir con la plática.

  • Son los que con mayor facilidad aceptan, ya contando a tu padre... llevamos 11, solo nos faltaría uno. Pero la mujeres son unas pesadas, con trabajos hemos conseguido a 4... dijo ya con algo de desesperanza.

  • Pues mejor se ponen a hablarle a todas las amigas que tengan, jajajaja!... le dije.

  • Vaya que eres chistosa... contestó.

  • Mami, no te preocupes tanto, si no juntan a todas...

  • Qué?, te apunto a ti? Jajajaja, ya parece que tu padre lo permitiría. Ya sabes como es de celoso... dijo acertadamente. Mi padre es muy celoso con sus chicas, o sea mi mami y yo.

  • Bueno, solo en último caso, así te apuntas tu también, jajajaja!!!...

  • Deja de decir tonterías Ivonne, ya parece que tu padre lo permitiría. Vamos a ver como lo hacemos para conseguir a más señoras...

Mi papi es muy celoso, bueno, a su forma. Le gusta que mi mamá se vista con vestidos, faldas y escotes pero solo cuando estamos con gente de confianza. Mi madre es muy guapa, delgada, no muy alta. Tiene unas bonitas piernas, torneadas por el ejercicio. Trasero normal, nada como el mio, jiji. Lindas tetas, no muy grades pero bien puestas para su edad. Se viste elegante con toques sensuales. Muy apropiado para su edad. Digamos que si llama la atención cuando pasa, es una señora elegante. A papi le gusta que la vean, pero no mucho, jiji. De inmediato la toma de la mano o de la cintura para marcar su territorio, su propiedad.

Conmigo es diferente, es celoso hacia afuera, pero con sus amigos, sus buenos amigos; es más que compartido. Le gusta presumir a su adorada hijita, o sea, yo! Con algunos muy cercanos hasta me ha compartido, jiji. Ya les he contado antes.

La cosa es que como todos los hombres, les gusta ver a todas pero que nadie vea a las suyas. No lo podemos negar, así son.

Pasaron un par se semanas más, las cosas avanzaban de buena manera, al parecer el evento se llevaría a cabo sin mayor contratiempo. Recibo una llamada de Roberto, mi papi...

  • Hola!!!...

  • Güera, como estás? Ya lista para el evento de hoy?...

  • Claro que si papito, no me lo perdería por nada. Ya hasta me preparé para ver por quien voy a pujar!, jajaja. Tú como estás? Ya listo?

  • No mucho, en verdad no quiero hacerlo, pero ni hablar. Tu madre en lo que me mete...

  • No te preocupes, te prometo que entraré a subastar por ti!..

  • Jajajaja, está bien, me salvas por favor! Jajaja.... dijo de forma sarcástica.

  • Te vas muy guapo eh!!!, yo ya tengo mi vestido listo, llevaré el rojo cortito que tanto te gusta...

  • Está bien mi amor, quieres que pasemos por tí para que no vayas sola en el coche?... preguntó.

  • No papi, me acompañará mi amiga Silvia, la recuerdas, la pelirroja. Claro que la recuerdas, que pregunta tan tonta; si no le despegabas los ojos de encima...

  • La de las piernas bonitas?, jajajajaja...

  • Si, esa!!!, jajajajaja. La he invitado para no estar sola. Así platicamos y me hace compañía... le dije.

  • Está bien, nos vemos en el club entonces, llega puntual por favor.

  • Si papi, ahí nos vemos...

Pasó la tarde de prisa, entre pendientes de oficina y la emoción del evento en el club. No soy muy entusiasta en estos eventos, pero este si me tenía con ganas de asistir. Todos irían muy bien arreglados y elegantes. Buenos bocadillos y cocteles, la noche pintaba bien. Por supuesto la subasta, veríamos quienes son los que se animaron a participar y ver cuanto pagarían por cada uno. Sería divertido, no obstante sabía de antemano serían un montón de viejitos y sus esposas los objetos a subastar.

Me dispuse a arreglarme para estar lista a tiempo y salir hacia el club en cuanto llegara mi amiga Silvia. Ella es una chica de la oficina, entro al equipo de cuentas y atención al cliente. Es muy guapa, como lo exige el puesto y como lo exijo yo que soy su jefa, jijiji. Mide un poco más que yo, 1.60 mts., me imagino. Lindo cuerpo que no tiene reparo en presumir y le saca provecho para lograr lo que quiere.

Me di un baño rápido, no quería se me hiciera tarde. Me envolví en la toalla, salí del baño y me dirigí a mi vestidor. Encendí la luz, viendo mi reflejo en el espejo de cuerpo entero que esta al fondo. Del cajón elegí un conjunto de lencería muy coqueto. Brassiere de media copa con transparencias y filo de encaje, a juego con una tanga igualmente de transparencias y filo de encaje al frente; era color rojo, para hacer juego con mi vestido. Deje caer la toalla, tomé la crema y comencé a esparcirla por todo mi cuerpo para humectarlo. Me encanta darme esas breves sesiones de caricias y masaje por todo mi cuerpo, sintiendo la suavidad de mis manos en cada uno de mis rincones. Por supuesto doble capa sobre mis senos y nalgas. Me gusta verme desnuda en el espejo, me gusta verme acariciarme yo misma; será que me gusta explorarme y conocer mi cuerpo, saber que, como y donde me gusta ser acariciada. Súbitamente rompe mi ritual el sonido del timbre.

Salgo a contestar el interfono...

  • Si???...

  • Hola, soy yo! Silvia...

  • Pasa, enseguida te abro... le dije.

Se había adelantado un poco o yo me había tardado de más acariciando mi cuerpo. Timbre el tono para abrir la puerta y me dirigí de nuevo al vestidor para apresurarme a vestir. Me coloqué el brassiere y la tanga, mis zapatillas y mi bata de satín encima. No tardaría Silvia en estar dentro de la casa. Me dirigí al cubo de la escalera, donde la escuche entrar.

  • Amiga, pasa!!! estoy aquí arriba, sube...

  • Todavía no estas lista?, si quieres te espero acá abajo... replicó.

  • No, pasa. No tardaré mucho pero me da pena que esperes abajo. Sube anda, así me hace compañía y me doy más prisa... le indiqué.

Escuche sus pasos sobre los tacones subir la escalera, al llegar arriba donde yo la esperaba, nos saludamos efusivamente. Se veía espectacular, vestía un vestido corto ceñido al cuerpo en color gris aperlado. Sus piernas lucían perfectas haciendo resaltar los altos tacones que calzaba. Se adivinaba su figura bajo la tela, redondas nalgas y tetas.

Entramos a mi recámara donde la invité a sentarse sobre la cama mientras yo acababa de arreglarme en el vestidor. Linda sorpresa me llevé cuando al mirar en el espejo del fondo, me di cuenta de que no había cerrado la puerta y al fondo se veía mi cama y a Silvia sentada en ella, viendo hacia donde yo estaba. Me estaba viendo en lencería mientras me colocaba el vestido. No lo negaré, me provoco una sensación electrizante en todo el cuerpo. Mas que pudor o pena, sentí cierta excitación. Delicada y sensualmente me coloque el vestido y las zapatillas altas abiertas de color negro con las que haría juego. Perfume en lugares estratégicos. Salí del vestidor fingiendo no haberme dado cuenta de nada...

  • Qué tal? Cómo me veo?... le pregunté.

  • Amiga!, estas divina. Te ves hermosa y que cuerpazo eh!!!...

  • Jijiji, gracias! Tu también estas divina nena... me arreglo un poco el cabello y nos vamos!... le dije, notando la química que se estaba generando entre nosotras.

Me apresuré a arreglar mi peinado y nos dispusimos a salir hacia el club. Nos veíamos muy bien, seguro lograríamos voltear algunas miradas, jiji.

Llegamos al club, la gente llegaba muy bien arreglada, todos muy elegantes y guapos. Los saludos de siempre, mucha gente que conoces desde hace años y mucho otros que te presentan en el momento, amistades que los socios del club habían invitado. Pagamos nuestro donativo de entrada y nos dirigimos al salón principal. Nos acercamos a la barra para pedir un par de cocteles cuando mi madre me aborda de manera apresurada:

  • Ivonne, que bueno que llegaste, tenemos un problema!

  • Qué pasa mamá?.. le dije.

  • La Sra. Gómez Palacio se enfermó según esto y no va a venir. Así que nos falta una mujer para la subasta... y... pues...

  • Qué???, me estas pidiendo que yo cubra su lugar???... le dije asombrada.

  • Bueno, solo si tu quieres, me ayudarías muchísimo. Di que sí para apuntarte en la lista... Es para una obra benéfica recuerda eso, y ni que se tratara de una cita real, es todo puro juego... Te apunto???... me decía impaciente.

  • Pero sabes lo que dirá mi papá? Se va a enojar muchísimo!...

  • Ya lo se, pero lo entenderá. Yo hablo con él y me encargo. No le diremos nada hasta que ya escuche que te llaman y listo. No podrá hacer ya nada.

  • Pero madre!!!

  • Ya está, te voy a apuntar, gracias hijita!... me dijo apresurando el paso de vuelta a reunirse con el comité organizador.

No me dio tiempo de nada. Sólo decidió ponerme en subasta y listo. Siempre ha sido así, toma decisiones y después ve las consecuencias.

Mi padre observó la breve charla a lo lejos. Se acercó de inmediato...

  • Güera, que bien que ya llegaron!... me dijo dándome un beso en la mejilla.

  • Papi!!! puntual como me lo pediste. Ya conoces a Silvia, te acuerdas de ella? Es amiga mía de la agencia... le dije recordándole a mi amiga. Como si no se acordara, jajaja.

  • Claro, por supuesto que me acuerdo de ti, que bueno que pudiste venir Silvia, muchas gracias. Se ven hermosas las dos... dijo mientras saludaba igualmente con un beso a mi amiga.

  • Hola señor, gracias por la invitación... dijo Silvia.

  • Señor???, no me hagas eso. Roberto, o que ya me ves tan viejo?, jajaja... comentó mi papi.

  • Por supuesto que no!!!, perdón Roberto... dijo ella de manera coqueta.

  • Se ven muy guapas... Güera, que te decía tu madre?... preguntó.

Por poco y me ahogo con el sorbo que le estaba dando al coctel. Por supuesto no le podía decir nada, vaya aprietos en los que me metía mi madre. Porque no se había postulado ella a subir al escenario y ser subastada...

  • Nada importante, ya sabes. Saludando y nerviosa por el evento. Quiere que todo salga de primera... me apuré a decir.

  • Me imagino, ha estado con la organización muy estresada, pero todo se ve muy bien... Tengo una mesa enfrente del escenario, en la segunda hilera. Ahí están sus lugares para cuando se quieran sentar...

  • Gracias papito, ahí te vemos entonces en un momento... le dije.

Se alejo dando algunos pasos, volteo la mirada hacia mí y me hizo un guiño. En nuestro código secreto eso significa aprobación de como me veo. Entendí la señal y conteste igual. Un cruce de guiños nos hacía cómplices.

Continuara...

Besitos

Dra. Tentación