La subasta de caridad, Yo Ivonne. 1

El evento anual de caridad del club se aproxima y en esta ocasión será una subasta...

La subasta de caridad, Yo Ivonne.

Me encanta saludarlos de nuevo con otra historia de mi BF Ivonne, jiji. Todos los mensajes que le han enviado a dratentacion gmail com se los he pasado y los hemos contestado personalmente. Igual no se olviden de seguirme en twitter. Me puden encontrar como dratentacion de que otra forma iba a ser, jijiji!!! Bueno, vamos con la historia, besitos...

En la demarcación en donde hemos vivido ya por mucho tiempo, mi padre se ha hecho conocer por su amabilidad y por su buen trato y relaciones con toda la comunidad. Es un empresario que gusta de hacer negocios y que la gente se vea beneficiada de sus proyectos.

Así es como mucha gente lo conoce y pues a mi familia por igual. No es que seamos famosos, pero si la gente alrededor nos tiene en buena estima.

Cada año se realizan diferentes actividades en el club, con el fin de obtener recursos y donaciones para diferentes instituciones o proyectos de beneficencia. Ya habían pasado de las ventas temáticas, concursos de pasteles, torneos de golf y tenis, desfiles de modas, noches de casino y demás en los años pasados. En todas habíamos participado y ayudado en su organización. Pero este año al parecer iba a ser diferente.

En alguna de las reuniones de organización, a alguien se le ocurrió la magnifica idea de hacer una "subasta de solteros", idea que había visto en alguna serie o película. La subasta consistiría en que la gente podría pujar por el candidato subastado y así obtener una cita o reunión con el. De inmediato las señoras más conservadoras pusieron el grito en cielo, pero bueno, se les explicó que serían citas más de juego y amistad que otra cosa, dado que la invitación sería solo para miembros del club y sus amigos más cercanos. La idea era reunir la mayor cantidad de dinero, que no?

A final de cuentas se aprobó la idea y se pusieron en marcha los preparativos. Se realizaría un coctel muy elegante como marco a la subasta. Todo parecía muy bien, hasta que se presentó el momento de conseguir a los voluntarios a ser subastados. No obstante que ya se había dicho mil veces que no serían citas románticas ni mucho menos, la gente no se atrevía y no mostraba mucho interés en participar.

Mi mamá participaba en el comité organizador, por eso me enteré de todo el asunto y las complicaciones que se estaban presentando. Durante una comida familiar el fin de semana nos contaba la situación y que el evento a beneficio no funcionaría como otros años.

En un momento, a mi cabeza llegó una gran idea:

  • Mamá, no es tan complicado, porqué no hacen una encuesta secreta y que sea la misma gente la que proponga los nombres de los que quisieran estuvieran disponibles para la subasta?

  • Cómo, no te entiendo... dijo mi madre.

  • Sí, está fácil, mira. Ponen una urna en la entrada del club y ahí que la gente ponga el nombre de la persona que quisiera estuviera en subasta para tener la cita con ella. Así podrían saber rápidamente quienes son las personas a las que tienen que convencer, en lugar de estar buscando a todo mundo. Solo tendrán que hablar con los más solicitados.

  • Mira que no está mala tu idea, lo voy a proponer al comité a ver que les parece... dijo con cara de alivio.

Pasó la semana, cuando charlando con mi papi me comentó que la idea que le había dado a mamá había funcionado muy bien. Que la gente había sido mucho más receptiva a esta dinámica y que ya estaban convenciendo a los más solicitados.

En la lista por supuesto estaba mi papi, jiji. No podría ser de otra forma. Lo que no imaginaba es que se fuera a negar. No quería participar y ser objeto del juego. La gente lo conocía bien y tenía una imagen que cuidar.

Llegó nuestro acostumbrado jueves donde nos reunimos a "desayunar" mi papi y yo. Llegó a mi casa como de costumbre, puntual a las nueve de la mañana. Yo lo esperaba ya con un jugo de naranja en mano y vistiendo uno de los nuevos bikinis que me había reglado. Era muy pequeño y transparente, el top apenas alcanzaba a tapar mis pezones, los cuales se marcaban claramente bajo la delgada tela amarilla. La tanga era un cubre sexo unido por un par de delgadas tiras que se anudaban a los lados. Era más una decoración en forma de triangulo sujetada por la tira que se clavaba en mi conchita subiendo hasta mi cola. Las zapatillas altas abiertas que le encantan y una bata abierta de satín negro completaban mi atuendo. Me había pedido un masaje para este día ya que estaba muy estresado. Yo por supuesto estaba lista.

Después de verme de arriba a abajo y devorarme con los ojos, nos saludamos con un rico beso. Le di su jugo y subimos al área donde tengo mis aparatos de ejercicio para darle el masaje que me había pedido. Ya tenía preparada la mesa de masaje, toallas y la aromaterapia relajante que utilizaba para descansar.

Entre platica sin importancia, le pedí se preparara: desnudándose y quedando solo en toalla sobre la mesa. Mientras tanto, yo salí por la crema de masaje y el aceite que había dejando calentando en agua caliente. Al regresar, estaba ya boca abajo listo para que yo iniciara. Me quité la bata, quedando solo en el diminuto bikini y mis zapatillas altas. Puse aceite en mis manos y comencé a masajear su espalda.

  • Así está bien papito, donde te duele?

  • Me duele el cuello y los hombros güera, ahí es donde necesito le des duro... me dijo acomodándose.

  • Esta bien, eso haré... caminé hacia la parte de la mesa donde estaba su cabeza, acariciando su pelo un par de veces antes de comenzar a masajear su cuello bajando hasta los hombros.

  • Que bonitos zapatos mi amor... dijo mientras veía mis pies por el agujero donde descansaba su cara. Tenía una vista perfecta de mis piernas y mis pies calzando los tacones que tanto le gustan.

Baja sus brazos y los lleva directo hacia enfrente, para encontrarse con mis piernas, me acaricia con ambas manos, una en cada pierna. Sube y se sujeta de mis nalgas, agarrándolas con fuerza y separándomelas al tiempo que las amasa con deseo.

  • Gracias papito, se que te gustan y por eso me los puse... le dije. Tocaba mis nalgas y las separaba con sus manos, trataba de llegar cada vez más haciendo que en momentos alguno de sus dedos tocaran mi rajita y mi ano.

Seguí con el masaje en sus hombros, me tenía sujeta no me soltaba. No se quien estaba recibiendo mejor atención, si el en el cuello y hombros o yo en mis nalgas y mi colita. Platicábamos un poco de todo, nada en especial. Así pasamos un rato hasta que le pedí se volteara boca arriba. Era momento de seguir, estaba ya muy mojada y necesitaba algo más. Libero mis nalgas y camine hacia un lado de la mesa de masaje para tomar un poco más de aceite en mis manos.

Comencé a dar masaje en su pecho, bajando lentamente por su abdomen. No había mucho que esperar, con una mano quitó la toalla dejando su miembro semi erecto al descubierto.

  • Papi, que es esto?... le dije sujetando sutilmente su pene en mi mano.

  • También me duele un poco cariño, jejeje! Necesito le des un buen masaje...

  • Eso veo, necesita que le demos un masaje muy especial... Tomé un poco más de aceite y comencé a acariciar su hermoso falo, de arriba a abajo llegando hasta sus huevos.

  • Si güera, lo necesito mucho y me encanta como tú me lo haces... dijo mientras con una de sus manos buscaba liberar mis tetas del pequeño bikini.

  • Quieres verlas papi? eso quieres?... quieres que deje salir mis tetitas?... le dije con voz suave mientras me tocaba sugestivamente los senos. El aceite de mis manos de inmediato los hizo brillar.

  • Claro que quiero mi amor, sabes que me encantan... dijo sin quitar sus ojos de mis redondos y brillosos senos.

Lascivamente me sobé las tetas un par de ves más, haciendo de lado los triangulitos de tela que tapaban mis duros pezones. Con mi mano derecha tomé de nuevo su pene y lo empecé a masturbar. Me incliné un poco y le ofrecí mi seno izquierdo en su boca. De inmediato levantó un poco la cabeza y comenzó a besar mi pezón. Lo chupaba y le daba pequeñas mordiditas.

Lo tomé de la cabeza, acercándolo más a mi seno, quería sentir rico como me chupaba. La escena era casi maternal. Después de unos momentos más de estar masturbando su pene, ya estaba bien erecto, listo para mi. Me separé de él, mi pezón estaba hinchado de tanto que lo había chupado y succionado.

Sin dejarlo decir palabra, deshice de un tirón los nudos laterales de mi tanguita dejándola caer al piso y me subí a la mesa de masaje sentándome sobre su vientre y dándole la espalda. Con mis manos seguí jalándole la pija. La tenia ya bien dura, marcaba muy rico sus venas y brillaba con el aceite. Movía un poco mi cadera para restregar mi sexo en su abdomen. Estaba empapada, lista para recibir tan delicioso,  viril y familiar miembro.

Separé un poco sus piernas dejando espacio para hacerme hacia adelante. Sin dejar de sujetarlo de los testículos, me deslicé hacia adelante recibiendo en mi dilatada concha su pija. Lentamente me la fui metiendo hasta lo más profundo. Era deliciosa la sensación que me daba cuando sentía a mi papi penetrándome.

  • Ahhhhh!, que delicia güera, que rico mamita!... dijo mi padre con la voz entrecortada.

  • Sí papi, siiiii, te siento todo, te siento hasta adentro... exclamé entre gemidos de placer.

Con una de sus manos me tomaba de un pie y la zapatilla, mientas que con la otra sobaba mi ano con su dedo. Yo le cabalgaba lenta pero profundamente. Era tal mi excitación al sentir sus intenciones de meter su dedo en mi colita que me empujaba para atrás para sentir más...

  • Hazlo papito, hazlo!!!... dame tu dedo, dámelo en mi colita, quiero sentirlo!!!... Palabras que salieron de mi boca, estaba fuera de control con tanta excitación...

Sin decir nada, empujó un poco más su dedo, abriéndose paso en mi ano. Me estaba dando placer en mi colita y en mi concha, era delicioso.

  • Ivonne, me estas haciendo acabar, no puedo más!!!, me vengo!!! me vengo!!!...

  • Si papito, siiiii!!!!!... fue lo último que pude decir antes de sentir en mis entrañas el chorro de leche caliente que me bañaba por dentro. Poco a poco dejé de moverme hasta quedarme quieta con su miembro clavado en mi conchita y su dedo en mi ano.

Lentamente dejé salir su pija, inclinándome hacia adelante mostrándole lo que había hecho...

  • Papito, me dejaste bien llena de tu leche, que rico papi. Ya viste como de dejaste?... mostraba mi trasero por completo, me exhibía ante él para que disfrutara de ver mi ano dilatado y mi concha derramando su leche.

  • Estas deliciosa güera, me dejaste seco... me encanta como me lo haces...

Lentamente me reincorporé y baje de la mesa, acercándome a él para darle un rico beso en los labios. Tomé la toalla y se la acerque para que se limpiara y tapara.

Tomé mi bata de satín y me la puse encima. Estaba cansada, así que me senté en el sillón. Roberto, mi padre me acompañó enseguida.

  • Me encantó este masaje, jiji. Lo haces de maravilla mi amor... me dijo.

  • Encantada de complacerte papito, lo sabes. Me gustan mucho los jueves, los espero con ansia. Ahora te tengo un reclamo...

  • Que cosa Ivonne, que pasa?...

  • Pues que habrá que reclamarle a mamá, te tiene ya con los pelitos muy crecidos, no te ha rasurado. Quieres que te lo haga yo? Te rasuro la pija papi?...

  • Me encantaría güera, pero tu madre se pondría a preguntar y volvería loca. Mejor le pido a ella me lo haga...

  • Esta bien, doble disfrute para ti, jajajaja... le dije con voz de reclamo y broma.

  • Pues si mi amor, que le voy a hacer, así somos los galanes, jajajaja... dijo sarcásticamente.

  • Siiiii, eres mi galán favorito, jiji. Oye, por cierto, ya te decidiste a aceptar que te subasten en el evento del club?

  • Tu madre sigue insistiendo en eso, y ahora tú. La verdad no quiero, me da pena estar haciendo esas cosas. Seguro conseguirán más gente.

  • No papi, debes de aceptar, acuérdate que es para una buena causa. La gente verá que estas apoyando y participando como todos los años. Hazlo por mi... te parece?

  • Ivonne, no estoy seguro. Pero si tu me lo pides con esa carita y así como estamos no tengo mucha alternativa, o si?... dijo mi padre mientras señalaba con su mano y veía mi desnudo cuerpo junto a él.

  • Creo que no papito, sabía que aceptarías!!! Sólo por eso te has ganado una recompensa conmigo después del evento, así que ve pensando que te gustaría... le dije mientras lo abrazaba pegando mis senos en su pecho y le besaba en la mejilla.

  • Me parece perfecto, ya veremos que se me ocurre... concluyó mientras se incorporaba y levantaba del sillón.

Se vistió para marcharse al club a tomar un baño de vapor y confirmar su participación en el evento de beneficencia.

Continuará...

Besitos

Dra Tentación