La Srta Daniela Mi Prepago por un fin de semana.
Un fin de semana de prepago, el relato de la Srta Daniela y el Sr Esteban contado por los dos, con algo de sumisión y mucho placer
Daniela y su fantasía de ser una prepago nos llevó a los dos a escaparnos de nuestras oficinas, para poder disfrutar un fin de semana solos en un punto intermedio.
Fue algo muy planeado por los dos muchas ideas,
En días anteriores al encuentro, y dado que la idea era ser una prepago ALL IN, compré una disfraz de colegiala en un Sex Shop, pero, eso no fue todo, adicioné una soga, quería algo de sadomasoquismo también, esa deliciosa sensación de mezclar el placer con algo de dolor, quería estar atada, pero también atar a mi cliente don Esteban, ya que tener a un sumiso sexual a mi merced, es algo que consideraba divertido y excitante, y que sin duda quería probar.
Los mensajes por el celular eran constantes durante los días previos, el nerviosismo era mutuo y cada vez era peor y las ganas de tener un fin de semana sexual era muy excitante. Arribé temprano por el vuelo y me alojé en el hotel, la esperé durante algunas horas, hasta que llegó, nerviosa y con una sonrisa de oreja a oreja, feliz como una niña, escapada del colegio. Me di cuenta que temblaba como una hoja, la abrace y le di un beso profundo para calmarla….. que surtió efecto inmediato….
Leía 50 sombras de Grey, mientras esperaba, ansiosa en el aeropuerto y luego en el avión, don Esteban, la había leído previamente, así que el intercambio de apartes de la novela erótica, cosas que tal vez podríamos atrevernos a probar, era realmente excitante, y solo intensificaba nuestras ganas de tener nuestro fin de semana sexual. Esto, debo confesar, era algo que nunca había siquiera intentado con nadie, pero, las cosas con Don Esteban, siempre han sido diferentes, existe una conexión sexual intensa e inexplicable, con la que los dos hemos llegado a sentirnos tan cómodos, que nos decimos todo, antes, durante y después de nuestros encuentros sexuales. Y ese día, al llegar al hotel en el que él me esperaba con esa hermosa sonrisa, me ganaron la ansiedad y los nervios, llegué a preguntarme: Dios, ¿cómo es que he llegado hasta aquí?, pero, él hizo desaparecer todas mis dudas, con un abrazo y un beso que me subieron al cielo, y me confirmaron que la decisión de estar ahí, en ese lugar y en ese momento con él, era lo que necesitábamos para disipar, toda la tensión sexual que ya estaba acomulada entre los dos...
Una breve charla para aliviar la tensión, risas y comentarios como los dos nos escapamos de las oficinas, que además, se encontraban en ciudades distantes, miradas cómplices, la tensión sexual se notaba en el aire y cada vez iba en aumento, besos profundos, sensuales buscando saciar las ganas de estar juntos, de sentirnos el uno al otro, porque nos gusta estar así, disfrutándonos.
El solo hecho de estar allí, frente a él, era como una utopía, sentir el contacto de sus labios, de sus manos sobre mí, sobre mi piel, ardía mi entrepierna, solo quería que me penetrara, fuerte, profundo, que me hiciera suya, quería sentir esa deliciosa erección rellenándome, haciendo que me expanda, su calor, esos impulsos involuntarios y deliciosos cuando su erección crece, escuchando sus gemidos, gozando de su cara de placer, que llegará dentro de mí, con su explosión de placer...
La ropa comenzó a volar por la habitación fue un rápido encuentro feroz y salvaje, nos deseábamos y quería sentir su calor, humedad, sus orgasmos y sobre todo sentirla y ver como disfrutaba en la cama, sin pena, ella se soltaba y disfrutaba cada uno de los orgasmos y esa increíble sensación cuando se viene apretando mi pene y la humedad que me llena.
Creo que no quedamos desnudos completamente para nuestro primer encuentro sexual, pero, no nos importó, solo queríamos sentirnos, y aquí, juega nuevamente esa deliciosa conexión sexual que hay entre los dos, la que nos permite ser lo que somos en la cama y disfrutarnos, gozar intensamente del encuentro, disfrutando cada beso, cada caricia, cada penetración, cada respuesta de nuestros cuerpos, cada palabra que describe las sensaciones, el calor y la humedad de cada uno y luego aquella explosión de placer incontenible, que humedece hasta las piernas de Don Esteban, acompañada de esa sonrisa nerviosa, que se genera después de tener tanto placer, y de una expresión idiomática adoptada de hace tiempo, viviendo en otro país y que denota asombro: “nossa”...
Lo mejor estaba por empezar recién el fin de semana comenzaba y esto era solo calentamiento……..
Después del primer encuentro, con la tensión sexual un tanto disipada, decidimos darle rienda suelta a todas nuestras fantasías, y entonces, en nuestros juegos apareció la soga, este elemento que solo intensificó nuestras ganas de disfrutarnos, así que la prepago ALL IN, se dejó atar, ubicada en posición leyenda (en cuatro, con los brazos extendidos al frente) y a merced de Don Esteban, dejé que el jugara con todas las partes de mi cuerpo, incapaz de realizar algún movimiento que impidiera sus caricias, sus besos, su penetración, intensa y profunda, sus manos jugando en mi cola y con los pezones erectos de mis pechos, luego y sin previo aviso, su boca estaba jugando en mi sexo y mi nivel de excitación subió exponencialmente, yo solo gemía y disfrutaba de esos deliciosos juegos, y la reacción incontrolable de mi cuerpo, un delicioso orgasmo, un momento después, su erección en mi boca, y en los intervalos, mi voz entrecortada, que solo podía pedir “por favor”, pero, aún después de que ha pasado el tiempo, no podría decir, si era un por favor de pedir más o uno de por favor, para, porque todo mi cuerpo solo registraba aquella mezcla deliciosa de placer, ansiedad y sí dolor, por los nudos de la soga en mis muñecas, fueron un sin número de orgasmos uno tras otro. Previamente a ser atada y muy al estilo Cristián Grey y Anastasia, acordamos una palabra de seguridad, AMARILLO, para que si cualquiera de los dos deseaba parar, pudiera pedirlo, pero en aquel momento de tanta excitación y con aquel éxtasis total de sensaciones, la olvidé, por suerte para mí y gracias a esa inexplicable conexión sexual y amplio conocimiento de nuestros cuerpos y nuestras reacciones, Don Esteban notó mi desespero, y jadeando preguntó: ¿Quieres que te desate?, - sí, por favor, dije, al sentir de nuevo mis manos en libertad, solo quería agarrarlo, acariciarlo, sentirlo y luego, en la cima de nuestra mezcla de sensaciones, nos entregamos al placer de un orgasmo compartido… uno de esos que te deja con la cara en una sonrisa y el brillo de los ojos, mientras respiras jadeante.
Ahi la tenia a la Sra Daniela, las charlas por mensajes y llamadas sobre nuestra literatura había generado deseos y curiosidades….. te gustaria ser mi sumisa…. Nerviosa dijo SI!!!.
La puse en posición Leyenda atada con una soga en las manos, totalmente estirada, con su sexo al borde de la cama, húmedo, caliente.
Toque su Sexo y ella suspiro, bese sus nalgas y me puse a disfrutar con el placer de mi lengua y mi boca su húmedo y caliente….sexo, suspiraba y repetía esa palabra que surgía de su boca….Nossa!!!! fui aumentando la intensidad de mis juegos hasta sentir el rico orgasmos en su cuerpo y su calor en mi boca me inundaba. La deje húmeda, jadeante y me puse delante de ella, le dije quieres mi sexo y ella con la voz entrecortada respondió….Sí, Por Favor!!! Comenzó a comerse mi sexo con pasión, ganas y desesperación, ya estaba listo y lubricado… me puse detrás de ella, seguía atada gimiendo, y lentamente la penetre profundamente… me quedé unos segundos sintiendo su calor, su humedad su sexo jugoso en ese momento!!!!.
Me dedique a ir despacio a disfrutarla centimetro a centimetro...era mi sumisa… mi pre pago sentía como su humedad iba en aumento, luego de varios encuentros con la Srta Daniela conocí su cuerpo y ya sabía cuándo y cómo se vendría, juego con ese ritmo para saber el momento exacto para poder hacerla disfrutar más y sentir su orgasmo, algo que jamas me habia pasado, es que ella cuando se viene automáticamente aprieta con su sexo el mío inconscientemente dando mucho placer, la deje venirse varias, veces, comencé a notar su desesperación, pero no escuchaba la palabra de seguridad….AMARILLO!!! la cual dicha suavemente o jadeando es una caricia. Le pregunté, ¿quieres que te suelte?, Ella respondió sí Sr Por favor!!!!. Una vez que la desate su desesperación era palpable, sus manos me agarraron, su boca me dio un beso profundo y su desesperación por sentirme nuevamente hicieron que el momento fuera salvaje, gemidos, besos, pasión hasta llegar los dos juntos, agitados, desnudos, húmedos…..caímos en una abrazo y ahí nos quedamos jadeando después de tanto placer...ella sonreía y pensé no puede creer lo que ha hecho, no podía creer que a partir de ese momento tenía mi SUMISA… una rola de rico cantadito!!!!