La sorpresa que nunca olvidare

El encuentro mas deseado que termino siendo una "violacion" que disfrute, la sorpresa que recibiria...

LA SORPRESA QUE NUNCA OLVIDARE

Estaba próxima a la fecha de mi cumpleaños y como siempre me ha encantado que me sorprendan, pero nunca imagine que esa sería la sorpresa de mi vida

Ya tenía una reunión planeada con aquel hombre que me hace su esclava, que me domina y hace conmigo lo que desea, en algunos correos ya me había confirmado algunos de los requisitos que debía cumplir para que ese encuentro fuera el mejor, así que esa misma mañana, muy dispuesta me arregle para él, depile toda mi vagina tal y como él la desea y limpie mi ano para que pudiera disponer de mi culo como lo dispusiera, para que lo tomara cómo y en el momento que quisiera… eso me excitaba, me sentía emocionada porque al fin me iba a sentir presa, deseosa de sexo, me encanta la idea de ser el objeto con el que pueda satisfacer todo lo que quiere, Salí de mi casa, y en frente vi un taxi, cuando me di cuenta, se me estaba haciendo algo tarde, por lo que decidí tomarlo, iba muy distraída, la verdad la sola idea de pensar lo que pasaría me hacía sentir súper cachonda, ya empezaba a sentir mi vagina súper mojada, y si me movía sentía como me resbalaba, entonces note que el taxista me miraba sospechosamente, notaba algo extraño en aquella mirada por el espejo que de vez en vez me hacía, y me sentía incomoda, me di cuenta que no me llevo por donde esperaba, entonces, le pregunte que sucedía, y me dijo que había trancón y que cogeríamos por otro lugar… como no se ubicarme muy bien confié en el juicio de ese personaje, de repente ya no conocí más por dónde íbamos, fue entonces cuando paro el taxi y abrió la puerta, entro un hombre y me dijo algo así como si te quedas quieta no te pasará nada, me gritó ese hombre mientras yo temblaba de miedo, luego me vendó los ojos. Luego de un rato, me dijo que bajara la cabeza y que no dijera nada. Pude sentir como el taxi se detuvo por segunda vez… bájate, niña ya llegamos no sabía en donde estaba y mucho menos a donde me llevaban.

¡Déjenme, por favor!- suplique, pero eso no le importó a aquellos dos hombres, que me tenían secuestrada. Me sentaron en una silla y me amordazaron, cuando ya estuve lista, escuche una conversación telefónica de uno de los secuestradores que decía: Jefe ya el paquete está en el sitio

Unos minutos después apareció tal hombre, pago a sus cómplices y les pidió que se fueran para que se pudiera quedar solo conmigo, no volví a escuchar nada, solo pude sentir a un hombre detrás de mí. Pude oír su respiración. Noté su aliento en mi nuca... intenté moverme, pero habían hecho un buen trabajo, me habían amarrado los brazos atrás, de codos y muñecas, sentí que me tenía agarrada y tenía más fuerza que yo… se acerca a mi oreja y me susurra: cómo me encantaría arrancarte el vestido... no intentes huir o gritar, no quiero hacerte daño

Mi corazón palpitaba como nunca. Parecía que quería salirse por la boca. Jamás había tenido esa sensación de malestar y nervios. Le pregunte qué era lo que quería de mí, con algo de lágrimas en los ojos que casi ni salían porque estaban vendados, a lo que él responde, con otra pregunta que puedo darle, me manoseo los senos y como no respondí, sentí que eso lo había hecho enojar… Te pregunte algo me dijo, me agarró del cabello y me mando la cabeza hacia atrás, de un jalón me levanto y me empujó contra la pared que había detrás de mí.

Me apartó el pelo del cuello, y empezó a lamérmelo, con algo de temor le pedí que se alejara de mí, mientras que manoseaba cada parte de mi cuerpo, empecé a moverme para evitarlo pero me amenazo, esperando que por mi bien no llegara a hacer algo que me perjudicara, Vas a quedarte calladita??? Me dijo con su mano en mi cuello, a lo que respondí sin dudar que sí, me seguía lamiendo el cuello, y poco a poco fue cambiando de rumbo hasta llegar a mi boca. Al notar su lengua, intente quitar mi cara hasta que no pude más!!!! Sentí sus manos en todo mi cuerpo, sentía como por encima de la ropa buscaba llegar a mis senos, a mi vagina, a mi culo, fue fácil quitarme el vestido. Quede en ropa interior, únicamente

Bajó sus manos, y empezó a acariciármelo todo. Me excité cuando con su dedo rozó sobre mi tanga mi clítoris. Solté un pequeño grito de placer. No tardo en correr un poco mi tanga para poder estar directamente en mi vagina, no podía dejar de pensar que estaba en una situación extraña, no sabía quién era aquel hombre que me sometía, por lo que le pedí que dejara de hacerlo, pero solo pude escuchar una corta risa burlona, me agarro del cabello, me dio la vuelta, me cogió un seno con una mano, y me empujó totalmente contra la pared, quede totalmente pegada, sentía como el frio hacia que mis pezones se endurecieran aún más, cuando se acercó mas a mi pude notar cómo estaba empalmado. Notaba su bulto en mi culo, y se restregaba con movimientos que usaba para mostrarme lo que haría conmigo en un rato más, no podía creer que todo eso me estuviera excitando. No podía ser que una "violación" me pusiera cachonda, pensaba en mi hombre, aquel que debía estar esperándome para nuestra cita, a la que no llegaría...

Con su mano libre, empezó a masturbarme. No tuvo ningún cuidado, metió tres dedos de golpe y me daba golpecitos en el culo con su paquete. Poco a poco iba sintiendo que iba abandonándome a lo que estaba sintiendo, me dijo que esto que estaba pasando no era un juego de niños, y que estuviera segura que ahora venía lo mejor… eso hizo que volviera a la realidad y me asustara un poco. Se alejó de mí, no lo sentí, podría pensar que estaba quitándose la ropa, porque cuando volvió a mí ya no sentía la textura de su ropa, y en esas cogió mi mano y empezó a masturbarse, la soltó y me pidió que lo hiciera yo sola, y empecé a mover mi mano rápidamente. Notaba su respiración, cómo le gustaba. Ahora agáchate... y enséñame lo que sabes hacer, me arrodillé frente a él, mientras me estiraba del pelo, y empecé a mamársela. Eso le gustaba, y cuanto más se excitaba más fuerte me tomaba del cabello y me acercaba a él, casi no podía ni respirar, pero eso no parecía importarle, porque quería que yo lo sintiera muy adentro y que su leche evidentemente inundara mi boca y me la tragara… y así fue, no me permitió desechar nada del... sentí que mientras descansaba buscaba algo, me tiro en la cama, me levanto quedando de rodillas, me amarro los tobillos a las piernas y cada pierna totalmente abierta, amarrada a las patas de la cama, al puro borde, cuando estuvo todo listo, noto que estaba muy mojada, me dijo que era una puta, y que me sentiría como tal, la más zorra y perra de todas, pero que me iba a encantar, acaricio mi vagina y mi ano, le pedí que por el ano no, pero solo reparo en decir que este lo disfrutaría más adelante, me dijo que lo único que quería era penetrarme, que me deseaba y de repente me penetró la vagina violentamente, así que gemí. Pero poco a poco los gemidos cambiaban, y empecé a ponerme más y más cachonda.

Una de sus manos acariciaba rápidamente mi clítoris. Yo estaba concentrada en ello, hasta que sacó su polla, y la restregó por mi culo... se burló de mi porque me asuste, volví a sentir como me penetraba por la vagina otra vez esta vez más profundamente, ya que se apoyaba en mis hombros y mis codos un poco doblados, y con la fuerza que yo hacía le permitían tomar más de mí, sus embestidas eran monumentales, fuertes, prolongadas, todo esto me daba un inmenso placer… en esa posición, podía disponer de mi como quisiera, por lo que luego de eso comenzó a jugar con sus dedos en mi clítoris, sentía que estaba a punto de correrme, así que me intenté apretarme y alejarme, pero me era algo imposible. Me quedé como estaba. Faltaba poco. Notaba mi clítoris a punto de reventar, sus dedos no paraban, iban cada vez más rápido. Mis gemidos empezaron a ser más fuertes, hasta que llegué. Intenté contenerme, pero no pude. En ese momento decide que lo que quiere es comerse mi coñito, su eufórica lengua hacia maravillas, hacía que tuviera arqueadas en la espalda y movimientos invasores, que por cierto le encantaban pues me veía indefensa sin poder moverme. Quiso entonces que volviera a mamársela, esta vez los movimientos los determinaba yo, pero sin dudarlo de vez en cuando me manejaba la cabeza con su mano.

Como me había portado bien, decidió soltarme, aun sin quitar el vendaje de mis ojos, descanse un poco de las ataduras, sin perder tiempo me ato las piernas nuevamente a las patas de la cama, y empezó a besarme, yo le rechazaba el beso, pero el oprimía su boca contra la mía. Él era demasiado fuerte, me empezó a manosear mis tetas, las agarraba con fuerza, Estaba intentando huir a otro mundo cuando sentí su pene duro y empalmado cuando me lo puso en la mano.

En un instante su verga me atravesó, como el gemido fue algo fuerte, decidió tomar la mordaza y colocármela en la boca. Estaba follándome salvajemente me decía que era su puta y que era solo de él, me hacía sentir en cada una de sus embestidas que eso era así, cada penetración era más fuerte y más honda que la anterior. En medio de sollozos y sonidos le pedía que parara, y yo batallaba en mi interior porque esto de verdad me estaba gustando mucho, me dio y me dio hasta que termino llegando, cuando hubo terminado con su labor se levantó, me dijo que me iba a dejar ahí calmadita, para que su zorra pudiera descansar un poco más

Sentí que me dormía un poco cuando de repente me dice, acércate puta, y como no accedí, me llevó a rastras hasta la mesa que tenía cerca. Caí de rodillas junto a él y con su mano libre me agarró del cabello forzándome a mirarle a los ojos. Me vas a tener que hacer un servicio zorra… necesito mi polla en su máximo furor… ¿Entiendes?... ¿No me has oído? ¿No entiendes lo que tienes que hacer?... ¡Acércate, puta, comienza a mamar de una vez por todas esa polla!

Estaba como paralizada, simplemente era incapaz de moverme… rígida, completamente rígida, sin poder reaccionar… Me agarró diciéndome que ya que no había entendido él me iba a hacer entender, simplemente así, me cogió como si fuera una muñeca, me tumbó sobre la cama boca abajo como si fuera una perra, hundió mi cara contra el colchón de forma que mi culo y coño quedaran expuestos para él, agarró con sus manos mis tetas, con brusquedad y torpeza y comencé a sentir extremadamente próxima su verga absolutamente erecta. Me penetró de forma rápida, profunda, contundente… de un solo empellón que sentí como jamás había sentido

-¡OHHHHHH!-grité no pude reprimirlo. Quieres que te siga dando puta??? Sssssssssssssssiiiiiiiiiiiii respondí torpemente, ahogada por los gemidos, empezó a darme con energía, entregaba suavidad, nobleza… ¡No lo podía creer! ¡Me estaba excitando!... Era sólo un polvo pero me follando sin preliminares… Era sólo una polla que me penetraba, sin palabras, sin besos, sin nada… y me excitaba… ya empezaba a creerme su total puta.

¡Sí!, soy una puta… Me gusta sentir este pene dentro de mí… le pedía que me diera, que me diera más… le decía, dame más, más…le pedía que me follara, que me hiciera su total puta, que me follara todddddddaaaaaaaaaaaaaa, mis gemidos ahogaban mi respiración, ¡me estaban forzando! Estoy mordiendo la sábana, mientras siento, con un placer brutal y vulgar este rico pene golpeando una y otra vez contra mí, lo siento muy adentro.

Me agarro la cabeza y me la hundió con fuerza en la cama, sentí su polla cada vez más dentro… como nunca había sentido una polla, como nunca me habían penetrado, nuevamente quería acabar en mi boca y así fue, pero no quería que me la tragara, quería que me quedara en los senos, como una marca de que yo era de su propiedad, que era solo suya… ¡Abre bien las piernas! Quiero verte bien ese coño de puta me gritó de pronto ¿No has oído zorra? ¿Y qué puta lo harás? Esto es lo que eres… una puta, una puta de lo peor, eres mía… Te follaré cuando quiera, como quiera… y tú, no te opondrás… yo solo pensaba en que otra vez estaba ahí dispuesto a usar mi cuerpo, brindándome un placer infinito

Amarro mis brazos a mis piernas, dejándome totalmente lista para él, buscando follarme esta vez viendo mi rostro, amordazado y vendado, el empieza a darme pequeños golpes, como azotes, y de repente, me doy cuenta que él tiene una vela encendida en la mano, y empieza a darme cierto temor, y le pido que no lo haga, que no me lastime, que otra vez no, que ya no quiero más, pero el solo responde: Sí, otra vez, sí... Mi hermosa zorra, todas las veces que quiera. Puedo hacer contigo lo que quiera, todo lo que desee... su miembro ya está erguido y se le aproxima amenazante.

Eres mi juguete, mi putita, mi hermoso juguete sexual, y voy a jugar contigo hasta que me harte, hasta que revientes si ese es mi deseo se agacha y sus manos empiezan a sobar mis pequeños senos canela, apretando con fuerza mis pezones, a los que decide ponerle pinzas, el dolor hace que me tire hacia un lado, cerrando las piernas y los brazos, se ríe y me amenaza diciendo: procura divertirme, porque si me canso de ti, te arrepentirás, así que no me jodas, pórtate bien y abre las piernas, zorra.

Con los dedos de la mano izquierda separa mis labios vaginales y aproxima un dedo de la mano derecha, bien erguido, a la entrada de su sexo. Su dedo anular se mete dentro de mi vagina hurgando, removiéndose, girando en uno y otro sentido. Le sigue otro dedo. Me ahoga un gemido cuando me introduce otro dedo más. Continúo apoyada contra la cama, con las piernas bien abiertas, apretando los dientes, mientras el hombre saca y mete los dedos. Como estoy inmóvil sobre la cama, y tengo la cabeza cerca a uno de los bordes, acerca su pene hasta mi boca y la penetra, y como la garganta esta recta es probable que entre más profundo, el controla sus movimientos por lo que disfruta aún mas de tenerme dominada en esa posición, me lo mete en la boca y empiezo a chuparlo y lamerlo con los ojos cerrados, procurando no pensar en otra cosa que en hacerlo bien, la boca bien apretada, chupando sin parar un instante, lamiendo, aleteando la lengua por la punta, intentando que se corra pronto para que me la llene de semen, pero decide acabar antes de que pueda pasar… Me siento rendida, tirada en la cama, pero no. No es suficiente. Nunca es suficiente, me pide que me levante y que me dirija hacia la pared, me dice que me dé la vuelta, que me arrodille, sintiendo más temor, le pido que por favor, no vuelva a hacerme daño... que no me pegue pequeños latigazos, Haré lo que quieras suplique, mas excitada que angustiada, él se ríe porque esa estrategia solamente la usaba para que ella dijera esa frase: Hare lo que quieras

Tienes un culito agradable, me abrió las nalgas con las manos y mango del látigo roza mi ano. Te preguntarás por qué no te lo he empalado aún. No será por falta de ganas, pero tu culito es ahora mi entretenimiento, ya verás cómo te la voy a meter!!!!

Deja el látigo a un lado, y mientras una mano se mantiene ocupada introduciendo dedos en mi vagina y pellizcando mi clítoris, la otra mano se dedica a pellizcar mis pezones. Siento como me baja más la cabeza y sube mis caderas casi dejándome en puntas. Se sitúa detrás mío y me roza el ano con la punta de su miembro, tentando desde el ano a la vagina, de atrás hacia adelante, me dice que le encantaría abrirme el culo mientras nos damos una ducha. Pórtate bien, ya que tendrás una gran sorpresa. Me llevo hasta la ducha, donde no resiste más y me penetra, solo puedo decirle que me encanta... Aaaaahhh... y él se mueve más rápido, con las manos agarra mis senos. Me encanta sentir tu enorme verga dentro de mí, bien dentro de mí, llenándome toda. Me encanta saborear tu polla, lamerla y chuparla hasta que me regala su leche. Le digo que quiero que me folle bien fuerte por detrás... Que me meta la polla bien dura, bien adentro y que me deje su leche, toda. A cada embestida, hace chocar mi cabeza contra la pared. Empiezo a gemir ¡Asíiiii! ¡Fóllame! ¡Fóllame así! Me gusta... Mmmm... No pareeeees... Fóllame, fóllame así... AAaaaaahhhhhh...., Sí, sí síiiiiii... Qué culoooo... Mmmmm... Qué estrechooo, dice mientras se corre extasiado dentro de mí, sujetándome del cabello.

El hombre quedo con ganas de un poco más y me pregunta, ¿Quieres que te la meta más hondo, verdad? Estoy súper excitada y solo puedo decirle que sí que me la meta más, toda... que la meta toda... Síiii. Mientras, el desde atrás sigue empujando, arremetiendo algo más fuerte, golpeando ya los testículos nuevamente sobre mí, parecía que le gustara tenerme sometida a sus deseos, incluso más que otras veces, ya que su verga estaba más dura y excitada. Repentinamente, tiró de mi pelo y me hizo levantar diciendo: Vamos, zorra, te voy a follar como te mereces. Me llevó hasta el sofá que teníamos enfrente me pide que me arrodille sobre el sofá porque me iba a dar lo que quería.

Luego de eso, cuando ya todo estaba terminando, estábamos acostados en la cama, me recuerda sus palabras cuando me dijo sobre mi sorpresa, cuando estaba descansando de todo esto, me quita de los ojos la venda, luego de mejorar mi visión a causa de la luz que no había visto, descubro que todo esto fue planeado por él, por ese hombre, aquel hombre que me hace su esclava, que me domina y hace conmigo lo que desea y con el que no pensé encontrarme ese día… todo fue planeado por el para que recibiera la mayor de mis sorpresas, y de verdad, así fue