La sonrisa del escorpión
En teoria esta web es solo para relatos eroticos, pero apelaré al nombre de la web todorelatos para mandar este con la experanza de que lo publiquen, segun vuestras criticas lo continuare o no.
Todavía recuerdo aquella tarde de invierno que dio comienzo a esta locura, acudía con mi tío a la cena que ofrecieron los directores de la empresa tras la reunión. Light, así se llamaba la empresa, había salido a bolsa, y mi tío disponía del cincuenta por cierto de las acciones. El otro cincuenta pertenecía a Jaume Valls, un importante empresario, que poco a poco y de maneras poco ortodoxas se había hecho con el control de las importantes empresas de telefonía del mercado actual, incluida Light por supuesto.
Mis padres siempre estuvieron en contra de esta situación. Tras la explosión de una de las centrales, las acciones de Light bajaron en picado justo antes de salir a bolsa, momento que mi tío aprovecho para comprarlas. A veces pienso que tiene un cierto sentido para esas cosas ya que rápidamente subieron, y con el dinero obtenido compro el veinte por ciento restante, a otro inversor que no quería arriesgarse a que otro golpe climático lo dejaran en la banca rota. Mi tío enfrentado a Jaume Valls quien lo iba a decir.
Los periódicos financieros rápidamente inundaron las portadas con titulares como: David Castell, y Jaume Valls controlarán Light. Creo que ese titular fue el principio de todo.
Tío David empezó a sentirse presionado, una legión de banqueros se atrincheró por decirlo de alguna manera en la puerta de la oficina, le recomendaron que contratara los servicios de alguna compañía de seguridad para que le protegieran, pero por desgracia no les hizo caso.
Creo que fue solo unos días mas tarde cuando viajábamos mi hermana, yo y mi tío en la limusina, cuando al pasar la avenida de Rom, un disparo atravesó la ventanilla delantera e impactó en la cabeza de Roberto nuestro chofer. Mi tío dijo que nos bajáramos del coche y echamos a correr, pero el miedo me dejo clavado al asiento, cuando pude reaccionar vi a través del cristal como varios hombres con vestidos con gabardinas y gafas de sol disparaban a mi tío y metían en una furgoneta a mi hermana.
Cuando se fueron salí llorando del automóvil y cuando llegue hasta mi tío, vi que todavía seguía vivo, pedí a gritos que alguien se acercara, y a un chico joven que se aproximó le pedí que llamara a una ambulancia.
Las horas pasaban como si las manillas de mi reloj fueran del más pesado de los metales, y mientras ahí me encontraba yo, rodeado por mi familia en una fría sala de hospital esperando a que el doctor nos dijera que suerte había corrido mi tío. La espera fue interminable, el rostro del doctor se mostró tras la puerta acristalada, y acercándose hasta mis padres les dijo que estaba fuera de peligro, pero que había caído en estado de coma.
Creo que a mis catorce años, esa fue la experiencia mas trágica que había sufrido, aunque en ese mismo instante no sabia bien que hacer, me alegraba de que al menos no estuviera muerto, pero me preocupaba era mi hermana, el policía que estuvo en casa dijo que no iban a hacerle daño, que si no la mataron y prefirieron llevársela es porque iban a tardar poco tiempo en pedir algo, pero no fue así.