La sonrisa

Caronte participa en el Ejercicio con un micro micro de veras, no erótico, sobre el paso al más allá.

"Por más que lo intentaron, no lograron hacerle aparentar un mínimo de seriedad y tuvieron que enterrarle con aquella estúpida sonrisa en el rostro. El revuelo en el tanatorio fue de vértigo, pero nadie se atrevió a pensar que murió feliz; por fin iba a enterarse de qué se ríen las calaveras."