La sombra del pasado 11

Cuando por fin acabaron de hacer el corte de caja, se fueron cada quien para su casa, tal vez parecía ilógico que hicieran eso, pero querían hacer esta vez todo bien. Aunque se morían de ganas de estar toda la noche juntas. Tenían un poco de miedo que al día siguiente todo acabara como siempre; enojadas.

La sombra del pasado... XI

Capitulo... XI

Al día siguiente viajo a Alemania, para hablar con su novia. Y aunque no le dio muchas explicaciones termino definitivamente la relación, solo le dijo que era mejor para las dos. Después viajo a Paris donde había quedado con una decoradora de hoteles, porque tenía pensado en renovar la decoración del Hotel.

Al día siguiente se fue a un congreso de hotelería y turismo, que duro dos días. Su vida estaba llena de compromisos, pero aun a si no dejaba de pensar en Vivian. Por momentos su mente viajaba a donde Vivian de seguro se estaba casando.

Sabía que ella también tenía que ya buscarse a alguien. A alguien con quien al menos se sintiera bien a su lado, alguien que le diera la esperanza de poder ser feliz. Pero ahora ella no estaba segura de poder dar felicidad a alguien.

Cuando regreso a Roma, se dedico de nuevo 100% al hotel. No visitaba ni a María, ni a Karina, en sí a nadie. No quería saber nada de la boda de Vivian, no quería que le doliera cuando le contaran los detalles de la boda. Además pensó que Vivian estaría de Luna de miel.

Pero la vida tenía que seguir, tanto Ángela como Vivian también tenían que vivirla.

Aunque tuviera que ser cada una por su lado. Ángela vivía los días tristes salía casi de madrugada del hotel, y manejaba hasta la cabaña, escuchaba todo tipo de música que le hacían pensar en Vivian, pero no se atrevía ni a ir al Club, ni preguntar por ella a sus amigas.

Era cobarde siempre lo fue, se le hacía fácil pensar las cosas pero muy difícil hacerlas.

Llegaba a la cabaña se bañaba y se acostaba a dormir…

…Tenía que ser las compras, no tenía ya nada en el refrigerador. A provecharía para comprarse algo de ropa, empezaba ya el calor.

Después de entrar a varias tiendas y encontrar ropa a su gusto, fue al súper a recoger los comestibles. Estaba algo cansada para ir de nuevo a la cabaña, así que pensó en llevárselos a su casa y guardarlos en la nevera. Pero antes comería algo, pasó por el restaurante de Gustavo, el mismo que la saludo y la atendió personalmente.

-Vamos tráeme lo de siempre Gustavo

-ok, lo que mande la princesa.

La melodía “Inmortal” se oía a lo lejos. Ángela cerró los ojos para sentirla un poco más.

No cavia duda que últimamente se estaba volviendo muy melancólica.

-¿Puedo sentarme a tu lado? –Una voz hizo que abriera los ojos, y el corazón casi se le paraliza al ver a Vivian paraba junto a ella.

-Ah, ah… No sé, yo. –No podía ni hablar de la impresión.

-¿No sabes? O ¿Vienes con alguien?

-No, estoy sola. Le dijo Ángela demasiado tarde porque Vivian ya se había sentado en la mesa con ella.

-¿Cómo has estado Ángela? –Preguntaba Vivian con un nerviosismo muy notable.

-Yo, he estado bien. Contesto, agachando un poco la cabeza cuando Gustavo se acerco a ellas con la orden de ella.

-¡Hola Vivian! ¿Te sirvo algo? Preguntaba Gustavo, después de saludarla con un beso en la mejilla.

-Oh, tráeme lo mismo de Ángela, se ve apetecible.

-Ok, ahora te lo traigo.

-Gracias Gustavo.

-¿No piensas decir nada Ángela?-Le preguntaba Vivian al ver que Ángela se quedo muda por varios minutos.

-No, no tengo nada que decir Vivian.

-Ah. Ya veo. ¿Cómo esta todo con el hotel? ¿Con tus primos? ¿Co, con tu novia? –Le preguntaba Vivian.

Gustavo llego de nuevo con la orden de Vivian y después de cruzar algunas palabras con las dos, les deseo provechó y las volvió a dejar solas.

-¿Estas enojada conmigo Ángela? ¿O algo parecido?

Ángela movió la cabeza en señal de que no. Y se dispuso a comer, quería ocupar la boca en algo, no quería preguntarle a Vivian por su boda, y buscaba por algún lado a la diva pero no la veía.

-¡No vas a encontrar a quien buscas Ángela!. Le decía Vivian al ver que Ángela buscaba a alguien con la mirada.

-No estoy buscando nadie.

-Bueno yo solo te lo digo. Porque vengo sola y estoy sola.

-¿Cómo que sola? ¿Y tú esposa? –Pregunto sin pensar Ángela.

Vivian la miro fijamente a los ojos unos instantes.

-No hay esposa Ángela, porque no me case.

-¿Qué? ¿Cómo que no te casaste? ¿Estás de broma Vivian?

-No Ángela no es broma. No me case.

-¿Pero cómo que no? Disculpa es que esto está fuera de mí entendimiento.

-El día que te fuiste termine con ella. Me di cuenta que al casarme con ella iba a cometerme el mismo error que cometí con Julia. Porque no la amaba.

-Ah. Y yo de estúpida creyéndote casada. –Dijo Ángela con voz baja, que Vivian no escucho lo que dijo.

-¿Qué has dicho Ángela?

-Nada Vivian, sabes me tengo que ir.

-No Ángela, por favor no te vayas quiero hablar contigo.

-¿Hablar conmigo? O ¿Burlarte de mí, más de lo que ya lo has hecho?

-No digas eso Ángela, yo jamás me burle de ti.

-Como sea Vivian, ya eso no me importa, tengo que ir a trabajar.

-¿Vas al hotel? Yo voy contigo. Por favor déjame explicarte las cosas Ángela.

-No… Por favor Vivian déjame ya en paz, ya me has hecho mucho daño. Creo que ya basta. Ok.

Ángela se levanto, camino a donde estaba Gustavo que la abrazo y la llevo para la cocina, Ángela no quería llorar, pero no pudo controlarse y lo hiso.

Le dolía el alma. No podía pensar claro. Vio el reloj recordó que tenía una cita con la decoradora que venía de Paris, se levanto del banquillo donde Gustavo la había sentado, le dio la tarjeta para que le cobrara la comida.

-No seas tontita Ángela, tú sabes que cuando se trata de ti todo corre por mi cuenta. Además no te puedes ir así, yo te acompaño.

-No te preocupes Gustavo, estoy muy bien. Además no estoy muy contenta con ustedes, dizque mis amigos y no me dijeron que esa traidora no se había casado.

-Ángela entiéndelo, ella…

-Olvídalo Gustavo no quiero saber más de nada. Además tengo que ir tengo una cita muy importante de trabajo y no lo puedo dejar pasar por tonterías. Adiós.

Ángela salió del restaurante por la parte de atrás, no quería toparse con Vivian…

…Agradeció que la decoradora entendiera lo que ella quería para el hotel.

Después de terminar la junta con la decoradora se fue a la cabaña, apago su celular ya que Vivian no paraba de llamarla.

Al llegar a la cabaña tomo una botella de whisky, una copa, una manta, su ipod, y salió de la cabaña. Tendió la manta en el césped y se sentó en ella, se sirvió whisky, prendió su ipod se lo acomodó, se tomo la copa de whisky en dos tragos, y con la música al oído siguió tomando sin parar. Quería olvidarse de todo, prendió un cigarrillo, el humo le lastimaba los ojos tanto que le provocaba llorar.

Pasaron las horas y Ángela seguía aun sentada sobre la manta que estaba tumbada en el césped, la botella iba a más de la mitad.

Le dolía pensar que solo tenía dos caminos, uno buscar a Vivian y pedirle que vuelva con ella, esperando que algún día lo de ellas funcionara. O dejar a Vivian para siempre, pero esta vez debería de ser ya para siempre. Pero jamás sabría si lo de ellas hubiera podido funcionado.

Pasó dos días en cerrada en la cabaña, atendía los pendientes por teléfono. No tenía ganas de hacer nada, llamo a sus primos para decirles que no iría a Londres como habían quedado días atrás para celebrar su cumpleaños 25. El tercer día era sábado, aunque paso todo el día acostada en el sofá comiendo helado.

-¡Vas a acabar con unas libras de más Ángela! –Se decía mientras iba por el segundo helado.

Ya al llegar la noche se metió a bañar, se arreglo de lo mejor que pudo, aunque estaba algo pálida, con un poco de maquillaje se vio hermosa, se puso una falda negra que estaba arriba de la rodillas, una blusa abotonada rosa claro, unos botines negros. Se aliso el cabello. Tomo las llaves de su carro y se fue.

Dio de nuevo varias vueltas por Roma, hasta que se decidio llegar a la casa de Vivian. Estuvo afuera por varios minutos primero de que se decidiera tocar,

Pero lo hiso, le abrió el mayordomo que recordó que lo conocía, después de saludarlo le pregunto por Vivian.

  • Vivian se ha ido al club. ¿Pero si desea le llamo y le aviso que usted está aquí?

-Ah, no se preocupe, yo le busco después. Gracias. Le dijo Ángela, que se subió al carro.

Era lógico que estuviera en el Club. Ya eran las 9:00. Pero Ángela pensaba que tal vez tendría fiesta por su cumpleaños.

Paso por el centro, agradeció que aun las joyerías estuvieran abiertas… Le llamo a María para asegurarse de que Vivian estuviera en el Club, María le dijo que sí, que estaba en la oficina haciendo unos pedidos.

En menos de una hora Ángela estaba entrando al Club, se dirigió a la barra donde estaba María y Fabby.

-¿Dónde está Vivian?

-En su oficina. ¿Quieres que le llame? –Le dijo María, un poco triste, tal vez Gustavo ya le había contado que Ángela estaba enojada con todos por ocultarle que Vivian no se había casado.

-No te preocupes María yo paso a su oficina. Gracias.

Mientras caminaba a la oficina le temblaban las piernas, pero tenía que hacerlo, tenía que hablar con ella.

Cuando llego a la oficina estaba abierta, y Vivian estaba como siempre entretenida en sus cosas. Eso era algo que también amaba de ella, que cuando se trataba de trabajo era muy concentrada y eso mismo tenía Ángela, tal vez por eso ya no podía vivir sin ella, porque eran tan iguales, como tan diferentes.

Vivian levanto la cabeza mirando hacia la puerta cuando Ángela toco.

-¿Puedo pasar?

-¡Claro que si Ángela! Adelante, no tienes porque pedir permiso para entrar.-Le decía Vivian levantándose para saludarla.

-Gracias Vivian. He venido a… ¿Bueno no sé si sea el lugar correcto para hablar? –Le preguntaba nerviosa.

-¿Qué lugar sería mejor que este donde te vi por primera vez? Pero si no te parece perfecto para hablar vamos a donde tú quieras. –Dijo Vivian.

-Tienes razón Vivian. Es perfecto para decirte que TE AMO VIVIAN, te amo más que a nada en el mundo. Pero antes de nada quiero hablar contigo seriamente.-Le dijo Ángela.

-Yo también TE AMO ÁNGELA, como nunca pensé amar a alguien. Y hare todo lo que sea para demostrártelo.

-Solo quiero que me ames sin mentiras, que seas sincera conmigo no importa lo que sea. –Vivian agacho un poco la cabeza, pero Ángela se la levanto acariciándose con ternura.-Vivian, Amor yo te amo con el alma, y sé que podría llegar a amar tus mentiras, pero eso me perdería para siempre. Por eso prefiero que me digas siempre las frías verdades.

-Ángela perdóname si alguna vez te falle, si no supe demostrarte lo que significabas para mí. Eres tan joven que es difícil pensar que sentirás algo por mí. Tenía miedo a amarte como ahora te amo, y a perderte como pensé que ya lo había hecho.

-Pero yo jamás pensé en la edad, eso a mí me tiene sin cuidado, yo te amo a ti, y quiero estar contigo siempre. Además aquí la de la experiencia eres tú, y me muero de celos pensar en todas las que has querido primero de mí.

-No te preocupes por eso tontita tu eres a la única que he amado y amo con las fuerzas de mi alma. ¿Pero qué me dices de Alexa? A ella sí que la amaste y vaya a saber si más que a mí. ¿?... –Decía Vivian, mirándola directamente esperando su respuesta.

-Si la ame, no sé si más o menos que a ti. Lo único que sé es que hoy no podre vivir si te pierdo de nuevo.- Dijo Ángela dándole un beso en la mejilla, pero después se besaron en los labios. A si estuvieron besándose por varios minutos, después se pararon sus labios sabían que si seguían besándose terminarían haciendo el amor en la oficina, y eso Ángela no lo deseaba al menos no de ese modo. Y al parecer Vivian quiera lo mismo que Ángela.

-¿Quieres ir a cenar o a otro lugar cariño? –Preguntaba Vivian.

-No, yo estoy bien Vivian. Si necesitas terminar con lo que estabas haciendo yo te espero.-Dijo Ángela dándole otro beso en los labios.

-¿Segura? No quiero que te enojes después conmigo. Es un pedido que necesito mandar mañana a primera hora. Pero si te molesta lo dejo.

-No me molesta Amor. Al contrario me siento tan feliz de tener una mujer tan trabajadora a mi lado.

Con la ayuda de Ángela acabaron rápido el pedido. Después salieron a la barra, cuando ya estaba cerrado el Club, se quedaron a hacer la caja.

-Ángela quiero que sepas algo- Le dijo Vivian.

-Dime Vivian.

-El último día que nos vimos aquí en el Club, yo te fui a buscar esa noche a tu casa, pero no te encontré. Después al día siguiente volví a tu casa y no estabas, fui al hotel y me dijeron que te habías ido a Alemania, a si que pensé que te habías ido a ver a tu novia.

-Bueno esa noche me fui a la cabaña que tengo afueras de Roma, y si al día siguiente me fui a Alemania, pero a terminar con ella, después fui a París porque tenía que ver a la decoradora que me está ayudando con la decoración del hotel, y ya después me fui al congreso de hotelería y turismo. No volví después de una semana creo.

-Lamento el mal entendido. Además yo les pedí a Gustavo y a las chicas que no te digieran que no me había casado, porque yo te lo quería decir. Siento el mal entendido, no quiero que te enojes con ellos por favor.

-No te preocupes yo hablare con ellos. Además no podría enojarme con ellos, son lo mejor que tengo en la vida… Bueno ahora después de ti.-Le dijo Ángela dándole un beso.

-¿Bueno y que quiere el Amor de mi vida que hagamos para celebrar nuestro cumpleaños? Aunque ya ha terminado nuestro día.

-Pues que te parece si hacemos mañana una fiesta y invitamos a todos para dar a conocer nuestro noviazgo.

-¿Enserio? Eso me parece fabuloso. ¿Dónde quieres? ¿Mi casa o la tuya bebe?

-Yo tenía pensado que la hagamos en una cabaña que tengo afuera de Roma.

-¿Hablas de la cabaña que le compraste a tu ex? –Le preguntaba Vivian algo celosa.

-Jajaja… ¿Estas celosa? Preguntaba Ángela dándole un beso. –Vamos Cariño, no tienes por qué estarlo, yo jamás compre esa cabaña para mi ex. La compre para mí, porque me trae recuerdos de cuando era niña.

-Voy a confiar en ti porque te amo… A demás me parece perfecta tu idea.-Le dijo Vivian.

Cuando por fin acabaron de hacer el corte de caja, se fueron cada quien para su casa, tal vez parecía ilógico que hicieran eso, pero querían hacer esta vez todo bien. Aunque se morían de ganas de estar toda la noche juntas. Tenían un poco de miedo que al día siguiente todo acabara como siempre; enojadas.


a todos  lespido disculpa por mi  demora el  trabajo  y  la  universidad  me  quitan  mucho  timepo la  verdad el final  ya  esta  cerca  gracias a todos por  su  paciencia